ADELARDO LOPEZ DE AYALA
(Guadalcanal 1828- Madrid 1879)
“Ya no codicio fama dilatada,ni el aplauso que sigue a la victoria,
ni la gloria de tantos codiciada...”
Adelardo López de Ayala.
ADELARDO LOPEZ DE AYALA
(Guadalcanal 1828- Madrid 1879)
“Ya no codicio fama dilatada,
Con
delicadeza Miguel se levantó vislumbrando por la luz que entraba por la rendija
que había junto a la puerta. Pronto amanecería y sus ovejas le aguardaban.
Cogió los dos troncos que reservó la noche anterior y los echó a los restos de
la candela para avivarla. Su Juana se removió en el jergón. Era la señal de que
iniciaba su despertar y Miguel aprovechó para salir de la torruca y sentir en
su curtida piel cómo se presentaba la mañana. La puerta gruñó al abrirla con su
estridente sonido. De hoy no pasa que les eche sebo a las bisagras, pensó.
Rumba, su fiel perra de agua, ya le aguardaba tras la puerta con su
acostumbrado júbilo y Miguel le pasó levemente la mano por su lomo. ,
La
oscuridad se desvanecía mientras tanto en el horizonte y, tras la sierra de
Hamapega, asomaban las primeras luces del alba. Hoy va a hacer bien día, le
dijo Miguel a Rumba mientras ésta ya nerviosa estaba al acecho de recibir las
señales del inicio de sus labores de pastoreo. Miguel sacó agua del pozo y
antes de echarla en su desconchada palangana que tenía siempre junto a la
puerta, echó agua a su perra en su cubil para que bebiera. La Juana, dentro, ya
se había levantado y tras encender el candil había puesto la olla del café en
el anafe. Miguel entró al sentirla y le acarició con ternura el vientre con sus
recias manos sin decir nada y mirándola a los ojos se cruzó brevemente con los
de ella que le miraba con fijeza. Hoy no me eches la quincana, le dijo. Estaré
por aquí cerca con las ovejas por si me necesitas y vendré a comer contigo. La
Juana asintió con la cabeza mientras le ponía el café con un mendrugo de pan.
En la
majada las ovejas aguardaban nerviosas balando, la llegada del su pastor y, en
cuanto vieron salir a Miguel de la torruca atizaron con fuerza sus balidos a
medida que este se les acercaba a abrirles las puertas del redil Como cada día,
las más próximas a la puerta, salieron con presteza dirigiéndose hacia la caída
de la loma en donde más abundaban los pastos. Rumba se ganaba su jornal
impidiendo que se desperdigaran. De las últimas en salir fue la oveja negra
que esa misma madrugada acababa de parir a su cordero y se quedaba rezagada del
resto lamiendo a su hijo. Este, con torpeza, trataba de seguir a su madre dando
sus primeros pasos. Miguel no podía, por menos, que pensar en su Juana en esos
instantes y ansiar el momento de conocer a su hijo.
La mañana
transcurría sin sobresalto y el Sol se imponía con dificultad a los oscuros
nubarrones que amenazaban en el cielo. No está para llover se dijo a sí mismo
Miguel. Su fiel perra vino hacia él como anunciándole algo. Miguel recordó en
ese instante que la noche anterior había dejado puesto dos cepos junto al
arroyo y quiso acercarse a ver si había caído algo. Delante, con prisa,
corriendo, Rumba se dirigía, guiada por su olfato, hacia el lugar en donde
estaban colocados los cepos y en cuanto llegó comenzó a ladrar avisando a su
amo de que había caído una gran liebre. Miguel cogió la liebre y la guardó en
el morral. Le pasó la mano por el lomo a su perra y le dio un cacho del
mendrugo de pan que llevaba en el bolsillo.
Cuando
Miguel volvió a la torruca para comer su Juana ya le esperaba con los garbanzos
que habían estado cociendo toda la mañana en el fuego de la candela. Tan solo
con mirarla ya sabía que todo seguía igual. Sacó la liebre del morral y se la
entregó a su Juana que la asió sin decir nada y la colgó de un viejo clavo que
colgaba del techo. Esta tarde la limpiaré, pensó, y mañana la pondré para
comer.
Juana
sirvió los garbanzos con un trozo de tocino a su esposo en el viejo plato de
hojalata que formaba parte de su triste y austero ajuar y empezaron a comer sin
decir nada con el único trasfondo del canto de las mirlas y los mojinos en sus
peleas nupciales. Una vez terminado, Miguel se levantó del taburete y se marchó,
con parsimonia, de nuevo al cuidado de su ganado. No tenía prisa, sabía que
las ovejas a esa hora ya sesteaban y, en todo caso, su fiel perra las guardaba
con su leal esmero. A su paso, bandadas de gorriatos se cruzaron, ruidosos, en
lo alto.
Como cada
tarde, Miguel pasó el tiempo interpretando cada gesto de su entorno. Es tarde
voy a coger pericó, se dijo a sí mismo, Las flores estaban por esas fechas en
su punto y Miguel era un entusiasta defensor de las plantas medicinales que
conocía muy bien. Su Padre, desde muy pequeño le había enseñado a sacar
provecho posible de todo lo que la naturaleza le ofrecía en cada momento del
año y Miguel continuó esa misma afición con entusiasmo. Mientras recogía el
pericó recordó a su padre fallecido demasiado joven. Le apenaba saber que no
conocería a su vástago.
Al
amanecer, sin tener que indicarle nada a las ovejas comenzaron su camino al
redil bajo la vigilante mirada de Rumba. Apoyándose en su cayado Miguel se
levantó, entonces, de la piedra en que había permanecido sentado a la caída de
la tarde y acompañó a las ovejas en su lento caminar hacia la majada. En la
misma encina de siempre, como cada tarde, el mochuelo observaba con sus ojos
vidriados y moviendo la cabeza con gracia.
Sentada en
su taburete de corcho y recostada sobre la pared de su turruca, la Juana esperaba
a su Miguel zurciéndole los pantalones. Al acercarse él dejó la costura y
entraron ambos en su morada. Pronto preparó la Juana las gachas que serian la
cena y, como de costumbre, pasaron el resto del tiempo mirando la cancela y
oyendo su crujir.
Había
transcurrido un día más en sus sencillas vidas con sus rutinas y cadencias.
Sien embargo, cuando se fueron a acostar no podían imaginar que, al anochecer
del día siguiente, sus vidas cambiarían para siempre con la nacida de su hijo.
Una nacencia venida con prisas a la vera del camino junto al arroyo y bajo la
luz de la luna que la vida quiso que fuese tan pegada a la tierra como había
sido sus vidas hasta entonces. Una nacencia inolvidable acaecida sin médico,
sin matrona, sin más ayuda que su fe y las rudas manos de un campesino
inexperto y asustado.
Publicado en el libro homenaje Luis Chamizo el año del
centenario Guareña-Guadalcanal 2021/2022
Autor. – Juan Parra Trigos
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Manuel Machado, Poeta
Anualmente se celebra en Teruel, ciudad dende vivo La Semana
Cultural sobre el Modernismo y la Generación de 98, curioseando en la
exposición de libros encontré un viejo libro de la Editorial Azteca de México
titulado “Manuel Machado de la Generación del 98 al Modernismo”, en este libro
encontré en el capítulo dedicado a su obra Ars Moriendi (Arte de Morir), en el
apartado Sevilla y otros poemas de 1918, en el que sin título comienza un
párrafo de un poema inacabado dedicado a Guadalcanal:
Me puse en contacto con un amigo que trabaja en el Centro de Estudios Turolenses y solicité permiso para indagar en los archivos de ésta fundación, una vez concedido me puse manos a la obra con dos objetivos claros, encontrar toda la información sobre este principio de poema y la relación del otro Machado con Guadalcanal, la bibliografía de Manuel Machado es muy extensa y algo distinta a mis ideas, pero a la vez, admito que a mi edad la poesía no se debe juzgar por ideas políticas, simplemente hay escritores y tendencias respetables, compartidas o no.
Las pesquisas fueron decepcionantes, al menos creo que
para mí, consulté libros, Obras Completas tan prestigiosas como las editadas
por Mundo Latino o las de Editorial Plenitud, La Generación del 98 de Pedro
Laín Entralgo, Alma, Ars Moriendi del profesor Pedro del Barco, y varios más,
revistas como Cuadernos Hispanoamericanos, El Modernismo, Poesía Hispánica, La
Farsa, El Castellano, El lunes del Imperial, Cosmópolis y otras, en la mayoría
de estos libros y revistas no aparece ninguna acotación del poema o simplemente
aparece con sus tres líneas.
Lo curioso es que, dentro de su obra del arte de morir,
Manuel Machado apela a describir la belleza de paisajes como Finisterre,
Regreso o el dedicado a Guadalcanal, escapando de su mente atormentada aparando
en el alma y la muerte y refugiándose en la geografía paterna y materna de
Galicia y Andalucía.
Nada, efectivamente en las publicaciones citadas aparece
como un poema inacabado, pero curiosamente en una edición Mundo Latino de
1.929, dice en su comentario final que en esta obra desaparecen algunos poemas,
entre ellos, después de ”Sevilla” , el que, sin título comienza por Mezcla de título
plata y gloría…”, pero en una edición anterior de la misma publicación, en un
capítulo en el que comenta que Manuel Machado “recurre a la pintura en su
obra Ars Moriendi” y se refugia en el paisaje, aparecen poesías nostálgicas
y hermosas como Finisterre, Sevilla y Guadalcanal, y aquí me llevo la sorpresa
que aparece bajo el título “poema inacabado de Guadalcanal”, una “versión”
distinta:
Puede que sea un error tipográfico, pero a mí, particularmente me cuadra más cal que sal, ya que nuestro pueblo es de interior y con minas de plata y no de sal, igualmente se caracteriza por la cal que adereza las paredes de sus casas y hacen blancas y hermosas nuestras plazas y calles, y tal vez por esas calles paseara alguna vez el otro Machado y se enamorara de nuestro pueblo, aun pensando que un poeta no tiene que haber estado en un lugar para describir su hermosura.
Mis deducciones me hacen pensar que “Guadalcanal”
no es un poema inacabado como se induce de varias publicaciones consultadas,
simplemente, el poeta seleccionó las palabras justas para describir la belleza
de nuestro pueblo.
¿Y por qué no pudo estar el poeta en Guadalcanal?, por
una parte, su padre, Antonio Machado Álvarez (Demófilo), era íntimo amigo y
colaborador en los estudios folklorista de nuestro paisano Juan Antonio Torre
Salvador (Micrófilo), y por otra, es sabido que, siendo muy niño, apenas
contaba 9 años, su familia abandonó Sevilla y se instaló en Madrid, pero en
1896 su familia le envió nuevamente a Sevilla durante un tiempo, para alejarlo
de un lío de faldas y la vida bohemia.
Durante esa época, combinó sus estudios de filosofía en
Sevilla bajo la supervisión y tutela de su tío materno Rafael Ruiz, con su vida
de juergas y borrachera, las crónicas dicen que se dedicó a viajar por gran
parte de Andalucía e incluso se le sitúa en un ateneo literario en Constantina,
en alguna tertulia literaria, taurina o flamenca, así que yo pienso que
perfectamente en esa, o en otra época pudo visitar Guadalcanal, y por qué no,
visitar a Micrófilo en la calle Guaditoca, amigo de la familia y enfermo ya por
aquellas fechas.
Hemerotecas
La España de los Siglos XV y XVI
Rafael Ángel Rivero del Castillo
Revista Guadalcanal año 2015
En el año 1981 un guadalcanalense, un visionario, un artista, alguien con la sensibilidad y conocimientos suficientes para darse cuenta que el cielo de Guadalcanal era un lugar inmejorable para su observación nocturna decidió empezar una obra titánica; una obra que solo se podía llevar a cabo con la ayuda de las instituciones y estamentos públicos, que debía contar con la necesaria complicidad de sus convecinos y de los pueblos aledaños, y cuyos resultados redundasen en la preparación de futuros científicos estelares, sirviese para el ocio, aprendizaje y diversión de los escolares, y fuera fuente de progreso económico y turístico para toda la zona.
El tiempo le fue condenando al
ostracismo, y lo que fue la idea de un genio andaluz se quedó en boca de todos
nosotros, vecinos que conformamos una hermandad simbólica en torno a nuestro
pueblo en el que rige un rancio sistema de control social donde la envidia y la
crítica al diferente conforma los procesos de inclusión/ exclusión de dicha
comunidad; como la extravagante idea de un loco, de un diferente, de un
extraño.
Yo tuve el placer de conocer a Manolo Chaves en los años 80 a través de mi querido Rafael Rodríguez (“Electrovira”) otro guadalcanalense de pro al que la historia deberá poner en el sitio que le han negado sus deudores. En aquellos entonces Rafalito me dijo que tenía que hablar con uno de esos personajes con los que a mí me gustaba departir, esos que tienen que decir algo, aunque hablen poco, que saben callar y escuchar, que saben mirar de frente y que no se amilanan, aunque vengan mal dadas. Mi sorpresa fue descubrir un genio en medio de la sierra, un excepcional pintor y en aquellos momentos, alguien muy motivado por la idea de hacer de Guadalcanal un referente en la observación astronómica. No me extraña que fuera tertuliano adicto y amigo de Rafael; y por supuesto el que pintara la portada de su obra póstuma: “Guadalcanal, un pueblo en la memoria”.
La semana pasada me lo encontré, como no
puede ser de otro modo, en la tienda de Rafalito “electrovira” y él, muy
eufórico, me enseñó la foto de cómo estaba quedando la entrada al recinto del
observatorio, al que se accede a través de un arco de ladrillos muy del gusto
de la arquitectura historicista sevillana de principios del siglo XX que tan de
moda puso Aníbal González. Fue entonces cuando le pregunté: Manolo ¿qué ayudas
has recibido para hacer el observatorio astronómico?; a lo que me contesto con
palabras cansadas que salen de la impotencia y de la frustración de quien ya no
confía en nada ni en nadie: “A mí nadie me ha dado un duro, económicamente
no me ha ayudado nadie, solamente en la época de Amador ( alcalde de
Guadalcanal) me enviaron albañiles para que me echaran una mano en la
construcción; por lo demás y hasta el día de hoy todo lo he hecho con mis
manos, nadie me ha dado un duro”
Precisamente esa respuesta me hizo
plantearme escribir este artículo dado que estoy al día con las nuevas
oportunidades de negocio que se plantean para la sierra Norte Sevillana a
partir de este año debido a la calificación que ha obtenido Sierra Morena al
ser declarada “Reserva y Destino Turístico Starlight, una certificación que
acredita y avala la calidad de sus cielos nocturnos para la práctica de la
astronomía y la observación del firmamento. Este galardón es otorgado por la
Fundación Starlight y está avalado tanto por la UNESCO como por la Organización
Mundial del Turismo”; y que debemos agradecer al trabajo y esfuerzo de la
Asociación para el desarrollo integral Territorial de sierra Morena (ADIT) “y
ejecutado por el consorcio Dark Sky Advisors formado por la unión de la
Asociación Astronómica Hubble y la empresa Iberus Medio Ambiente”.
Esta
misma asociación ha creado una página web dedicada a la astronomía en Sierra
Morena que podéis consultar en la siguiente dirección: http://www.astronomiasierramorena.com
o http://astronomia.sierramorena.com.
Igualmente
podéis indagar sobre Starlight en la página del Instituto de Astrofísica de
Canarias http://www.iac.es/,
donde hallareis un artículo muy interesante sobre el nuevo producto turístico
de Sierra Morena ligado a la observación de estrellas: http://fundacionstarlight.org/sierra-morena-y-sierra-sur.../
, en el que se pueden leer párrafos como: “A este respecto, destacó que el
turismo astronómico será uno de los nuevos productos que quedarán recogidos en
la futura la Estrategia Integral de Fomento del Turismo de Interior Sostenible
de Andalucía 2014-2020, que movilizará alrededor de 230 millones de fondos
públicos”.
Últimamente se ha puesto de moda todo lo relacionado con la observación de
estrellas en Sierra Morena como podéis comprobar en las numerosas noticias
aparecidas en prensa de la que os pongo un ejemplo: http://www.europapress.es/.../noticia-casi-decena-pueblos..., y que nosotros achacamos a la afluencia de dinero que en un futuro no muy
lejano hará su aparición en la zona y de los que ya se está viendo algunos
resultados. Extraemos unos párrafos del artículo anterior:
“Casi una decena de municipios de la
provincia sevillana realizarán obras encaminadas a la ordenación y promoción
turística gracias a los más de 300.000 euros que recibirán del Plan
Complementario del Plan Provincial Bienal 2014/2015 para inversiones
financieramente sostenibles, también denominado Plan Supera, desarrollado con
fondos del superávit de la Diputación de Sevilla de 2012.
Según la información a la que ha tenido acceso Europa Press, en concreto,
son un total de nueve los pueblos que se beneficiarán de estos fondos, siendo
Guadalcanal el que mayor número de actuaciones acumula, con un total de cinco
proyectos previstos, para lo que cuentan con una inversión de 29.431 euros.
En este municipio, las obras del Plan
Supera irán destinadas al acondicionamiento de parte del recinto ferial para
uso alternativo como explanada para el estacionamiento de autocaravanas, el
acabado de la oficina de información del Parque Natural Sierra Norte, la
adecuación de una zona para visualización astronómica y ubicación de una
estación de observación 'Starlight' en el enclave de la Piedra de Santiago, así
como para la realización de un video documental HD sobre la Semana Santa de
Guadalcanal y la reurbanización y remodelación de la calle Santa María.”
Y yo me pregunto: ¿Ahora que hay dinero
para desarrollar la observación de las estrellas en Guadalcanal tampoco hay
dinero para Manolo Fernández? Chaves y su observatorio? ¿Qué pasa en este
pueblo que el único que ha creído de verdad en las posibilidades de la sierra
como visor estelar lo ningunean y lo excluyen de lo que puede ser un verdadero
motor económico del turismo en esta localidad?; ¿Cuáles son las razones ( yo me
las imagino) para que se tenga que realizar una nueva ubicación para ver
estrellas existiendo un observatorio astronómico?; ¿Por qué Guadalcanal nunca
se da a valer y defiende con uñas y dientes su preeminencia en estos temas dado
que posee un telescopio e instalaciones adecuadas para la observación del
firmamento desde hace 30 años?; ¿Por qué no se ha contado con Manolo para
absolutamente nada cuando él fue el pionero en estos temas en la Sierra Norte
de Sevilla con la creación e instalación de un observatorio astronómico?;
¿Quién sabia de estrellas en Guadalcanal y pueblos aledaños en los años 80 y 90
del siglo pasado?
Entonces, después de estas reflexiones,
tengo que pensar que quizás el interés no está en el conocimiento de las estrellas,
en la investigación y observación de las constelaciones; en tener un lugar para
educar y divulgar el conocimiento a nuestros escolares; quizás tan solo sea
otra moda que exprimir para sacar el dinero los más rápidamente posible sin
interés de construir futuro.
De todas formas, para quien le interese,
a continuación, doy aquí unos pocos datos del Observatorio “ALKAID” de
Guadalcanal, denominado así porque el mismo día que se le ocurrió a Manolo
la idea de construir un telescopio para ver las estrellas se hallaba con sus
hijos jugando en la Ribera y en el cénit del firmamento se encontraba dicha
estrella denominada también Benetnasch, siendo la tercera estrella más
brillante de la constelación de la Osa Mayor:
Alberto Bernabé Salgueiro.