Recuerdos de la Historia de Guadalcanal
Cuando recibimos la triste noticia de la muerte de
nuestro amigo y colaborador Joaquín, contaba con 90 años, reproducimos el articulo
del homenaje que le hicimos en la residencia y que en su día escribimos sobre
él.
Era un
ejemplo de alegría y humanidad a pesar de sus limitaciones físicas en las dos
manos, esto no fue óbice ni límite para llevar una vida normal y ejercer
múltiples oficios, así nos lo explicó en la maravillosa tertulia en la que
nos acompañó aquella maravillosa tarde
cuando nos recibió en junio del 2018 en “su casa” la residencia Hermana Josefa María de su
amado pueblo de Guadalcanal, posteriormente, un mes después esta Asociación le
hicimos un homenaje junto a otra leyenda de Guadalcanal Trini Ordoñez (puro
arte) y le entregamos una placa que perdurará en un sitio preferente de la
residencia en su memoria.
Eran
largas las charlas que mantuvimos con él, sacaba de su archivo mental
prodigioso en la puerta de la Puntilla o de la Residencia con su inseparable
transistor, momentos vividos en aquellos años difíciles que les tocó en su
vida. Nos ayudó a recuperar oficios e historias del Guadalcanal del siglo XX.
A
continuación, reproducimos la entrevista que le hicieron nuestras compañeras y
que el conservaba enmarcada.
Hace
unas fechas nos desplazamos a la Residencia Hermana Josefa María la Asociación
Guadalcanal por su Recuperación Patrimonial para tener una tertulia con una
persona entrañable que es historia viva (en este caso inmaterial) de nuestro
pueblo Joaquín Silvestre Prieto, popularmente conocido como “El manquito”
o el “Poeta de la Residencia” así le gusta que le reconozcan.
Joaquín nació en aquellos años difíciles de principio de los años treinta del pasado siglo en Guadalcanal, se crió con las necesidades que eran comunes para muchas familias, a pesar de ello fue un niño feliz, (nos comentaba), su minusvalía no le impedía integrarse en aquella sociedad de pocos recurso y mucha solidaridad entre los vecinos y familiares del pueblo, poco después estalló la contienda civil, aun cuando sus recuerdos son confusos le dejó marcado y recuerda a familiares y amigos que desaparecieron.
Nos relataba con nostalgia que empezó a trabajar en 1.948 con 17 años en la finca ¨El Pinto¨, termino de Cazalla de la Sierra, cuidando de toda clase de animales (cerdos, vacas, mulos, yeguas, etc.), Después estuvo trabajando con sus tíos en las fincas del Gallo y San Antonio, pasó su juventud trabajando en el campo ejerciendo las labores que le encomendaban.
Posteriormente,
en el año 1.966 unos familiares que vivían en Madrid le
animaron a emprender una nueva aventura, proponiéndole un trabajo en el
manicomio del Doctor López Ibor ,(según nos contaba Joaquín) “Los
pacientes que estaban allí ingresados eran de distintas nacionalidades y en
realidad no estaban locos, los ingresaban para no ser encarcelados por haber
cometido distintos delitos, eran gente de dinero”, continuó con nostalgia que: “en el barrio del Pilar, había un bar donde
se reunían varios paisanos y le llamaban bar el Botero, en honor al bar del
pueblo”, en Madrid trabajó durante dos años.
Seguía con su animada charla, “en el
68 me llamaron del pueblo para ofrecerme un trabajo de alguacil en el
Ayuntamiento, pero cuando llegó para presentarse le habían dado el trabajo a
otra persona y a él le ofrecieron el trabajo de recoger la basura y
naturalmente aceptó, se sentía orgulloso de volver a su pueblo como
empleado del Ayuntamiento. “Mi trabajo
consistía en llevar un carro de hierro tirado por una mula llamada Lola”,
era de su propiedad y el carro del ayuntamiento, “solo
se recogía la basura a las personas que pagaban una cuota de 15 ptas. al mes
(Jesús Gálvez, el coreano era el encargado de cobrar la cuota)”, en su casa de la calle
Sevilla nº 17 le hizo una cuadra en el corral para su mula, comentaba.
“La basura recogida la llevaba a la Pedrera,
daba al menos tres viajes al día y más tarde paso a la Erillas”, su
peonada era de 8,00 a 14,00. ” Igualmente, recogía cartones,
los almacenaba y luego los vendía a Evaristo, lo mismo hacia con la chatarra y
esos pequeños ingresos eran para mí”. Tuvo un grave accidente
con el carro, le cogió el brazo y fue larga su recuperación.
Ejerció Joaquín
esta profesión hasta que, en 1975, su amigo Placido Cote (el cartero),
le comentó que necesitaba una persona de confianza y que, si quería irse a
trabajar al casino del Cebollino de conserje, “no lo dudé, y la contestación fue que sí”, estuvo 22 años
trabajando, su labor entre otras consistía “en cobrar los recibos de los
socios casa por casa y el alquiler de las sillas a particulares para fiestas y
entierros”.
De
esta última faceta de su vida laboral tiene muchas anécdotas y “chascarrillos”
sobre la historia de esta sociedad, así nos cuenta en un artículo de la
revista de Feria de Guadalcanal de 1985:
“Sociedad
Deportiva Recreativa “El Cebollino”, voy a contarles cómo se fundó esta
sociedad. Transcurrían los años cuarenta y tantos, en el Casino del Galgo se
juntaban varios hortelanos tomando unos vasitos de buen vino, que le servía el
dueño, el amigo Tomás. Este bar estaba en la esquina de la calle Antonio
Porras, cerca de la casa de Yerga. En dicho casino se formó la primera Junta
Directiva. Un poco más tarde pasó a la Casa de Galván (calle Juan Campos). Allí
salió el primer casino con el nombre del Cebollino Sociedad Deportiva Recreativa,
esto sería sobre los años cincuenta, con el tiempo se cambia de domicilio, fue
donde está hoy la farmacia y de allí se cambia a Electrovira Regalos.
Siendo
Presidente Adriano Atalaya Palacio, se celebra una Junta General por el motivo
siguiente: la casa de D. Federico Gullón Pérez, donde estuvo el Auxilio Social
y el comedor en la calle Antonio Machado, número 6, está en venta y esta Junta
General acuerdan comprar la referida casa, pero hay otro comprador que es el
señor Antonio Osorio Calderón.
Pero
el Señor D. Federico dijo estas palabras: “la casa es para la
Sociedad” y así fue. La casa quedó vendida en el precio de 400.000
pesetas, pagadas en varios plazos.
Bien el motivo que se llame “EL CEBOLLINO” es el siguiente: cuando estaban en una reunión se presentó un hortelano con un manojo de plantones de cebollinos, y uno de los asistentes dijo: “esto se va a llamar el “Cebollino”.
En este mismo artículo de la revista de feria titulado “Recuerdos de la Historia de Guadalcanal”, nos cuenta otras efemérides sucedidas en la población con fechas y años, así entre otras describe:
Año
1900.- día 1 de enero se coloca la Cruz del Puerto de Llerena, en ese mismo año
el día 3 de septiembre se celebra la feria en el Coso.
Año
1909.- Se plantan los primeros árboles del Paseo del Palacio.
Año
1926.- Se cambia el pilar de la Cava siendo alcalde Daniel Muñoz.
Año
1928.- Se inaugura la caseta de hierro con un coste de 5.000 pesetas.
Año
1931.- Se construyó la torre del reloj de la Plaza.
Año
1944.- Se inauguró la fuente de El Coso, por el cura D. Juan Romero.
Año
1947.- La primera feria con corridas de toros por los Hermanos Galisteo.
Año
1951.- Último sábado de abril, primera romería después del año 1936.
Año
1952.- Día 22 de mayo, descarga una gran tormenta y hubo muchos daños, en este
mismo año se producen varios acontecimientos, destacando el 12 de junio, día
del Señor, se estrena una Banda de Música y el 19 de Agosto se inaugura la
Plaza de Abastos.
Año
1964.- Día 5 de septiembre, homenaje a Pedro Ortega Valencia y el 4 de
noviembre se inaugura la actual Casa Cuartel de la Guardia Civil.
Año
1971.- Día 18 de julio se inaugura la Piscina Municipal.
Año
1972.- Día 19 de enero se cierra la iglesia de la Concepción.
Año
1981.- Día 6 de junio, día del Señor se inaugura la nueva Banda de Música y el
13 de junio sale por primera vez a tocar fuera del pueblo.
Año
1993.- Se coloca la primera piedra de la residencia Hermana Josefa María y fue
inaugurada el 11 de enero del año 2006.
Otra
faceta de Joaquín era la rama de escritor y cronista de nuestro pueblo, así lo
atestiguan los artículos publicados en nuestra revista de feria de 2008 “Molinos
de Aceite que tuvo Guadalcanal hasta el año 1960”, año 2011 “La Feria de Guadalcanal”, año 2012 “Historia
del cementerio municipal de San Francisco”, 2014 “Feria,
Crónica de un suceso que pasó en Guadalcanal al poco de terminar la Guerra
Civil en España” o
el mencionado del 2015 “Recuerdos de la Historia de Guadalcanal”,
su pasión por las poesías dedicadas a nuestra patrona o las emotivas que lee en
la puerta de la residencia cada Semana Santa y que a los nazarenos y cofrades
nos llegaban al corazón.
Nos
comenta con orgullo “que todos sus trabajos los realizó con agrado y
simpatía con todo el mundo y fue trabajador incansable”.
Nos
despidió en la puerta de la residencia de ancianos de nuestro pueblo donde
residía, después de una animada charla, con la sonrisa en los labios.
¡Descansa
en Paz Joaquín, amigo de todos”!
Publicado en el blog de la Asociación
Guadalcanal por su Recuperación Patrimonial.