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sábado, 16 de noviembre de 2024
Guadalcanal Monumental 6
sábado, 2 de noviembre de 2024
Guadalcanal Monumental 5
Convento de la Concepción
Aparte
de los tres indianos mencionados en lo que antecede Julia Mensaque nos informó,
en su trabajo citado, de la existencia de Teresa de Morales, guadalcanalense,
vecina de Panamá, que legó 3.000 ducados para establecer una capellanía en la
Iglesia Mayor de Santa María. Otras Capellanías fundadas por emigrantes
guadalcanalenses a Indias han sido exhaustivamente documentadas por el
investigador sevillano del CSIC Javier Ortiz de la Tabla Ducasse que enumera
las siguientes personas como fundadores de estos legados: Alonso Bonilla,
Alonso López de la Torre, Diego Ramos Gavilanes, Diego Ramos el Rico, Fernando
Rodríguez Hidalgo, Juan Bonilla Mexías, Jerónimo de Ortega Fuentes, Luis Ortega
Suárez, Antonio de la Bastida y Cristóbal de Arcos.
De
los datos anteriores llama poderosamente la atención el contraste entre la
religiosidad interna de los guadalcanalenses de los siglos precedentes,
particularmente los que habían hecho las Indias, que estuvieron muy preocupados
por la salvación de sus almas, con cuyo fin fundan los monasterios y
capellanías en su pueblo natal, y la actual vivencia externa del hecho
religioso, que se manifiesta en la Semana Santa y Romería, y que algunos
sociólogos de guardia llaman “marcadores de identidad”.
Llegado
a este punto creí oportuno, con vistas a rellenar las enormes lagunas
existentes, hacer una investigación en la Biblioteca Cardenal Cisneros de
Madrid de los PP. Franciscanos, donde fui atendido amablemente por su director
Padre Hipólito. La búsqueda en este Centro concluyó que no había nada
relacionado con nuestro pueblo, pero dicho fraile tuvo la amabilidad de
facilitarme la dirección de dos Centros regidos por su Orden, y otro de los
Dominicos de la Provincia de Filipinas que tienen en Valladolid una Biblioteca
que contiene fondos procedentes de la Desamortización de Mendizábal.
Lamentablemente, en ninguno de los cuatro Centros me pudieron facilitar datos
que completaran los anteriores. En cualquier caso, quiero agradecer desde estas
líneas las amables respuestas que recibí de los Padres Franciscanos
Hermenegildo Zamora del Santuario del Loreto (Espartinas), Jesús España del
Santuario de Regla (Chipiona) y el Sr. C. Mielgo de la Biblioteca Estudio
Agustiniano de Valladolid.
Concluyo estas líneas animando a los historiadores
guadalcanalenses, profesionales y aficionados, tanto nativos como foráneos, a
que hurguen en esta parcela de nuestra historia con el fin de completar la
documentación existente y aportar las fuentes correspondientes que aún no han
sido citadas.
FUNDACIÓN DEL HOSPITAL Y CONVENTO DE LA CONCEPCIÓN.
Llegada
una suma de 40.000 ducados, juntamente con el testamento, a poder del
consignatario Rodrigo de Castilla, hermano del citado albacea, como
transcurrido algún tiempo y conforme a la voluntad del testador, ni dicho
capital se había impuesto a renta, ni tampoco se había comenzado la erección de
dicho establecimiento, en 10 de enero de 1613 un tal Francisco Torres recurrió
ante el fiscal de la Casa de la Contratación de las Indias de Sevilla, a fin de
que se ejecutase lo dispuesto por Pedro de Ledesma en su testamento.
Esta
Audiencia comisionó, pues, a Cristóbal Chamorro para que viniera a Guadalcanal
e investigara en el caso. Resultó, en primer lugar, que el denunciante no
existía. Por declaración que hicieron ciertos testigos, se supo que don Álvaro
de Castilla había marchado a América, y por la que ofreció doña Isabel de
Castilla, hija de don Rodrigo, pudo averiguarse que "en su poder hay
treinta y cuatro mil ducados, enviados desde Indias por don Álvaro, y que Pedro
de Ledesma hace diez y ocho años que vino de Indias a casa de Rodrigo de
Castilla, su pariente".
Añadió
Chamorro en el instrumento que redactó que "esía gente (la familia de
Castilla), que es tan poderosa y de tanto dinero", había tenido
sospecha de que el albañil Juan Bautista Ruiz Callejón había sido el verdadero
delator, quien, a su vez, por denuncia que contra él había presentado en el
Juzgado de esta villa Baltasar Gómez Tamayo. fue encarcelado y preso en la cárcel
de Cazalla de la Sierra.
El 26
de febrero de 1613, el comisionado de la Audiencia de la Casa de la Contratación
solicitó de uno de los alcaldes ordinarios de Guadalcanal hiciera las oportunas
gestiones para que se le entregasen el prisionero y los autos correspondientes,
a lo que se negó la autoridad local. Les fueron entonces demandados por la
propia Audiencia, obedeció puntualmente.
Nada
más sabemos de estos extraños incidentes. Consta documentalmente, en fin, de
cuentas, que este año de 1613 se comenzó a labrar el hospital, "en la
plazuela que sale a la calle Olleros", según lo sitúa una de las
escrituras fundacionales, y así lo cita don Antonio Muñoz Torrado en su
pormenorizada y bien urdida historia de la Cofradía y santuario de la Virgen de
Guaditoca.
Como
queda dicho, el albacea testamentario del instituidor de este hospital, don Álvaro
de Castilla, emigró a las Indias y allí consiguió reunir una gran fortuna. Por
su testamento, otorgado en Guanajato (Méjico) el 17 de septiembre de 1614,
ordenó la fundación de un convento de religiosas, junto al recién construido
hospital, a las que impuso la obligación de asistir a cuatro enfermos acogidos
en el mismo, para lo que les asignó una renta anual de 500 ducados. Nombró por
patraña a su mujer, doña María de Loja y Meneses y dispuso que a la muerte de ésta
pasase el patronato a su hija Agustina Bermúdez de Meneses y sus descendientes,
en cuyo defecto lo ostentaría su otra hija Leonor y sus herederos.
Muerto
don Álvaro de Castilla, su viuda otorgó una escritura el 19 de abril de 1616,
en nombre propio y en el de sus hijas, como tutora y curadora de ellas, por la
que mandó eximir a las religiosas del convento la obligación de curar y
asistir a los pobres del hospital anejo y derogó la cláusula del documento
fundacional según la cual las monjas de su linaje quedaban exentas de tributar
a la comunidad.
Doña
María de Loja dotó la iglesia del convento -que ya se empezó a llamar de la
Concepción- de la primera capellanía que en ella existió, para cuyo desempeño
nombró al presbítero don Francisco de Sotomayor, según escritura de 19 de enero
de 1619.
El 17
de agosto de 1622 entraron en la clausura las religiosas sor Josefa Moreno,
abadesa nombrada; sor Leonor del Espíritu Santo, sor Inés de San Gregorio y sor
Olalla de Santiago, oriundas del convento de la Concepción de Mérida.
Según el "Memorial" de
1646, "hay en el convento algunas religiosas que tratan de mucha
virtud, oración y mortificación; tienen todo el año ejercicios eremíticos y
otros ejercicios que un religioso de esta santa provincia de los Ángeles les
dio, con que se recogen grandes medros espirituales en este nuevo jardín".
Algunos
indicios quedan hoy día de este convento (patios, arcadas, etc.) en casas
inmediatas a la iglesia, que, afortunadamente y muy i a pesar de su abandono,
se conserva en pie todavía.
Esta
iglesia, que posee una extraordinaria elevación, es de una sola nave, cubierta
por bóvedas de cañón y lunetos y media naranja en el presbiterio. En el altar
mayor labraron un retablo de yesería, que recuerda un tanto el estilo
plateresco, y cubrieron su frontal y gradas azulejos sevillanos de cuenca,
probablemente de acarreo, pues i de época muy anterior a la de la erección del
templo.
Pero
lo que más destaca del edificio es la soberbia portada -hoy cegada- de la calle
Concepción, de corte clásico, bien conservada.
domingo, 20 de octubre de 2024
Guadalcanal Monumental 4
CONVENTO DE SANTA CLARA
La sensible despoblación que Guadalcanal sufrió en el siglo XVI a causa de la emigración ya que muchos de sus hijos emprendieron a las Indias, perjudicó grandemente los intereses de esta villa, proporcionó en cambio, notables beneficios en el orden espiritual, como se vio por la larga serie de fundaciones de obras pías, instituciones religiosas y mandas para ayuda de los necesitados que efectuaron gran número de guadalcanalenses enriquecidos en el Nuevo Mundo.
El convento de Santa Clara de Guadalcanal fue
consecuencia devota y benemérita de estos hechos.
El capitán Jerónimo González de Alanís, natural de esta
villa, había pasado a las Indias hacia el año de 1538. Habiendo reunido una fortuna
decidió hacer testamento el 19 de abril de 1584 ante Francisco Pliego, en la
Plata (Perú) -debajo del cual murió veinte días después-, y por él ordenó
que de su hacienda se tomasen 30.000 pesos de plata para la fundación de un
convento de monjas de la observancia regular de Santa Clara en Guadalcanal,
adscrito a la provincia de los Ángeles. Instituyó también la capellanía de
dicho convento y un pósito, ajeno al mismo.
Una vez el dinero en esta villa y en poder de la hermana
del testador, doña Catalina López de Alanís, a quien nombró por patrona, se
compraron 582.953 maravedíes, los cuales se impusieron sobre las alcabalas de
Guadalcanal, Llerena y Azuaga, con autorización real, otorgándose la escritura
correspondiente ante Agustín de Binaldo, en 19 de marzo de 1589.
Por la escritura de fundación -que se leyó en esta
villa en la escribanía de Fernando de Arana, el 4 de noviembre de 1589-
conocemos ciertas normas por las que según la voluntad del instituidor había
de regirse este convento. Consta en ella que la dotación de la capellanía sería
de 400 pesos de principal, equivalente a 108.000 maravedíes, cuyo cargo
ostentaría el clérigo pariente más cercano del fundador residente en
Guadalcanal. A falta de parientes, pasaría la prebenda al sacerdote secular que
nombrase el guardián del convento de la Piedad de esta villa, que lo era a la
sazón Fray Antonio Delgado, quien en principio no hubo de usar esta facultad,
pues fue primer capellán del nuevo cenobio don Juan López Rincón, hijo de la
mencionada doña Catalina López de Alanís y de Cristóbal Muñoz, su marido. Se
especifica asimismo en la escritura de referencia que el capellán debería ser
previamente examinado por el guardián del convento franciscano de esta
localidad de "ciencia y loables costumbres".
Establecíase también que el patrono tendría una
consignación anual del orden de los 100 pesos, equivalentes a 27.000 maravedíes,
con obligación de dar al guardián de la Piedad 300 reales, así para gastos de
ornamentos como para atención de las necesidades propia de la comunidad. Por voluntad del testador, el
patronato pasaría asimismo a un pariente suyo en la villa, siéndolo, tras la
muerte de doña Catalina López, Diego de Fuentes.
En cuanto a la entrada de las religiosas en la clausura,
en fin, las parientes del fundador tenían derecho a abonar sólo la mitad de la dote.
Pasaron algunos años.
El 4 de marzo de 1591 llegó la licencia del Consejo de
las Órdenes para la erección del convento, en cuya fecha el Cabildo municipal,
el entonces provincial del distrito angélico, Fray Diego de Espinosa, y los
párrocos de las iglesias, juntamente con el guardián de San Francisco y doña
Catalina López, acompañados de otros religiosos y mucha gente principal de la
villa, procedieron a la colocación de la primera piedra del edificio
conventual, al que se llamó de San José, sito en la actual calle de Santa
Clara, en casas que se compraron a Cristóbal Muñoz y a Hernando Rodríguez. Dio
testimonio del acto el alcalde ordinario don Juan González Hidalgo.
Concluida la construcción y dotación del edificio, el
provincial de los Ángeles, que a la sazón lo era Fray Juan del Hierro -hijo
preclaro de Alanís-, comisionó a Fray Alonso de Aspariegos para que fuese
al convento de San Juan que las clarisas tenían en Belvis y trajera las monjas
fundadoras, que fueron: Isabel del Espíritu Santo, abadesa nombrada; Juana
de la Cena, vicaria; María de la Columna, María de la Transfiguración, Dionisia
de la Encarnación y María del Pesebre.
El licenciado don Fernando Sánchez Duran, con autorización
del provisor de Llerena, llevó el Santísimo Sacramento en solemne procesión al
sagrario que en la capilla del convento se había deputado, entrando las
religiosas en la clausura el 28 de abril de 1593.
Hemerotecas
sábado, 5 de octubre de 2024
Guadalcanal Monumental 3
Iglesia de San Sebastián
sábado, 21 de septiembre de 2024
Guadalcanal Monumental 2
La Capilla de San Vicente Ferrer de Guadalcanal y la antigua Hermandad del Rosario de la Aurora
sábado, 7 de septiembre de 2024
Guadalcanal monumental 1
Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción