Guadalcanalenses en el Nuevo Mundo
Antonio Gordón Bernabé.
Revista de Guadalcanal 1992
Guadalcanalenses en el Nuevo Mundo
Antonio Gordón Bernabé.
Revista de Guadalcanal 1992
Nacido en Guadalcanal el 15 de diciembre de 1896, en la calle Jurado, 19, Lo bautizan en Santa María, el cura párroco Manuel Ruiz Ortiz. Fue hijo de José M.ª Capitán Velasco, de las segundas bodas de éste con Concepción Álvarez Ferro.
Pasa su infancia en Guadalcanal,
fue enviado por sus padres a Sevilla donde cursa sus primeros estudios en el
Colegio de Padres Escolapios de Sevilla, más tarde ingresa en el Seminario, a
pesar de su gran vocación y su amor por la Santísima Virgen no llega a cantar
misa, pero si aprende teología. Terminado su ciclo en el Seminario, como
sacristán al Convento de Santa María de Jesús, En la calle Águilas. De aquí se traslada
al Colegio de San Diego, para
enseñar teología y religión.
Fue un notable escritor y un poeta
místico, en los ratos libres hace versos. “Rayo de luz” que se
transforman en uno de sus primeros libros, se editó en 1929, igualmente, con
fecha posterior publicó otro poemario dedicado a Sevilla titulado “En las
Orillas del Guadalquivir”. Es notable el libreto que publicó sobre la
virgen de la Esperanza titulado “Oración Lírica”, Deja un libro sin
editar que sacan a la luz en 1981. Su título “Sevilla, Jerusalén de
Occidente”.
Fue también sustancial las
colaboraciones en Revistas y diarios de Sevilla con artículos relacionados con
la teología, y en las revistas editadas en Guadalcanal sobre la Semana Santa y
la feria y fiestas,
Ingresa en el I.N.P. y aquí se
jubila. Muere en Sevilla el 28 de febrero de 1978.
Una brevísima muestra de su acendrado
amor mariano, es este sonoro quinteto y esta oda:
Señora,
por la realeza
A la Poesía de la Virgen María
Yo
te amo con fervor,
sacra
Poesía,
Y
nunca te ofendí con soez insulto;
Lo
mismo en el pesar que en la alegría,
De
mi doliente amor te ofrecí el culto.
No
me apartó de ti la hiriente mofa
Acompañada,
acaso, del agravio,
Que
despertó en el vulgo alguna estrofa
O
no logró entender el hombre sabio.
Te
he contemplado triste muchas veces
Ante
un inicuo tribunal sentada,
Y
he visto la injusticia de tus jueces
En
la expresión cruel de su mirada.
Yo
de tu templo me acerqué a la puerta
Y
te juré desde ella siempre amarte,
Y
al débil resplandor de luz incierta
Pude
entrever las gracias de tu arte.
No
importa, no, que te desdeñe el necio,
Que
eres el alma y vida de la Historia,
Y
hasta la misma Ciencia, en su desprecio,
Te
llama a sí para ensalzar tu gloria.
Mi
corazón por ti late y suspira
Y
gozar o sufrir quiere contigo,
Que
al no poder pulsar mi triste lira
Más
infeliz me siento que un mendigo.
No
sé más que admirarte, y tus favores
En
mi destierro amargo en vano espero,
Y
he de sufrir, paciente, mis dolores,
Mi
triste soledad, cual otro Homero.
A
otro premia ¡oh deidad! con tus laureles,
Pues
yo no aspiro a tu inmortal corona;
Endulcen
sólo mi dolor tus mieles,
Que
el ángel del favor hoy me abandona.
¿Por qué cuanto
tú escribes lo respeta
como divino y
santo el tiempo, el hombre?
No me
respondas, no; ya sé tu nombre:
Eres algo
divino, eres poeta.
Y de tu lira
el celestial encanto
hiere del alma
humana el sentimiento,
y el mar, la
tierra, el hombre, el firmamento
escuchan con
fervor tu eterno canto.
Cuando de todo
muere la memoria
en los
obscuros brazos del olvido,
tu fama vive
en la inmortal historia;
Y la divina
luz de tu poesía,
al corazón del
hombre, entristecido,
devuelve la
ilusión y la alegría.
A trazos esta es la biografía de don Agustín Álvarez.
Su obra, personal y literaria, está llena de enseñanzas de su madre; de la mano
de ella llega a su devoción al Cristo de la Flagelación y a la de su Señora
Guaditoca. También es su madre la que le forma su ser de hombre bueno. Y en
este ser de hombre bueno como vive y muere. Cuanto tiene útil para el pueblo
que le vio nacer y se lo deja; libros para la Biblioteca Pública; óleos para la
Cofradía de la Patrona y toda una obra poética de vivencias guadalcanalenses.
Por todo ello, la gratitud de sus paisanos, ha de
mostrarse de alguna manera y, acaso, es forma oportuna de recordarlo entre nosotros
con estas breves notas sobre su vida ejemplar, sacadas a la luz en este artículo.
Más notas no podría faltar -sería omisión
imperdonable- es siquiera una brevísima muestra de su acendrado amor mariano,
como el que trasmina en este sonoro quinteto:
que
puso el Señor en Ti,
alíviame
en mi pobreza,
ya
que en Ti está la riqueza
que
en mi vida apetecí.
Pedro Porras Ibáñez (Revista de feria 1983) y hemerotecas.
El flaco caballo de cartón o la ruidosa chirriera,...
La Revista de Feria de Guadalcanal es prácticamente centenaria, el primer número que aparece en mis archivos es de 1928, pero creo que existen algunos anteriores, esta revista se llamaba “EL COMERCIO DE GUADALCANAL”, dirigida por Manuel Elena y estaba dedicada a las ferias y fiestas de la localidad.
En ella ya aparecían artículos de escritores
locales y foráneos, algunos de ellos, como es el caso de una poesía de Luís
Chamizo, insigne escritor y poeta de Guareña que se estableció en nuestra
localidad al esposarse con Virtudes Cordo Nogales en 1921, Este artículo que
contiene la poesía “HEROES SIN GLORIA”, es una oda dedicada a los héroes
sin gloría, los héroes del martillo y del arado. Igualmente aparece en esta
revista un curioso artículo como uno de Édouard Heliot, escritor y político
francés de la época, titulado “EL PROBLEMA DEL ALCOHOL”.
Vemos el programa de la feria de ganado y fiestas del 1928,
del 4 al siete de septiembre, organizados por la comisión de festejo, siendo
presidente de la misma, Don Ignacio Vázquez, alcalde Don Guillermo Alvarado y
actuando de secretario Don Adrián Salinas. La inauguración fue el día 4 a las
7,00 horas de la mañana con un pasacalles amenizado por la banda de música de
la localidad dirigida por el profesor señor Escote, el día 6 a las 18,00 horas
solemne procesión de Nuestra Señora de Guaditoca, patrona de la localidad,
organizada por su Real Hermandad, con acompañamiento de las Autoridades, Banda
Municipal de Música y de Tambores y Cornetas, durante el recorrido se
dispararán numerosos cohetes y tracas. Por las noches, bailes de sociedad,
conciertos, circo (Circo París), teatro, cinematógrafo, fuegos artificiales y
otros festejos.
Igualmente, se anunciaban el comercio de la localidad y la
zona, como PURIFICACIÓN R. FRESNO -Fábrica de harinas y panificación
esmerada-, ALBERTO DE LA HERA -Farmacia, droguería y perfumería-, JOAQUIN
GARCÍA CALDERÓN -Transportes de mercancías y viajeros, servicio a la
estación de tren-, CASA ROMERO – Bisutería, mercería y novedades-, FONDA
DE MISERICORDIA -Casa especial para viajeros, amplías y ventiladas
habitaciones, limpieza absoluta y cuarto de baños-, JULIO BARRAGAN CORDOBÉS
-Paquetería, mercería, perfumería, ferretería, calzados y armas y explosivos de
todas clases-, MANUEL NAVAS -Sombrearía-, SANTA CLARA – Molino de
aceite, fábrica de harinas y panificación-, ADRIANO ATALAYA RIVERO
-Almacén de calzado-, MARCOS ALVARADO Y TENA -Fabrica de aceite de oliva
y orujos, jabones y sulfuros-, JUAN ATALAYA ROMERO -Colonias, paquearía,
quincalla y vinos.- MANUEL BAÑOS MÁRQUEZ -fábrica de curtidos-. Y otros
establecimientos, algunos de ellos han perdurado durante todo el siglo XX a
través de sus sucesores.
En esta canturía, la revista ha tenido diferentes nombres,
como EL COMERCIO DE GUADALCANAL -Revista ilustrada-, FOTO Y LUZ
-Revista de feria-, GUADALCANAL. Revista de feria o feria y fiestas-,
PROGRAMA OFICIAL DE LOS FESTEJOS, REVISTA DE GUADALCANAL, y otras,
simplemente ponían en su portada GUADALCANAL y el año. La revista
durante tantos años ha pasado por varios estilos y contenidos, algunas de
ellas, se limitaban simplemente al programa oficial de la feria, otras, la
mayoría han contado con gran variedad de artículos y poesías, de
guadalcanalenses y gente que ama Guadalcanal.
La revista no siempre tuvo una cadencia anual, pero fue a
partir de los años 70 cuando cogió su redacción y dirección Rafael Rodríguez
Márquez, nuestro añorado amigo “Rafalito Electrovira” cuando realmente la
edición tuvo continuidad hasta nuestros días, Rafael aparece por primera vez en
el año 1969 con su artículo “REYES MAGOS”, en el reflejaba en aquella
época los escasos juguetes que nos traían a los niños “el flaco caballo de
cartón o la ruidosa chirriera,..” después siguen apareciendo sus artículos,
año tras año, todos ellos relacionados con Guadalcanal, en el año 1973 aparece
en el consejo de redacción de la revista, a partir del año siguiente coge la
dirección hasta el 1985.
Con Rafael a pesar de la diferencia de edad y que yo he
vivido desde los nueve años fuera de Guadalcanal, me unía una amistad especial,
tal vez nos unió nuestro amor por nuestra villa, como a tantos otros. Era la
única persona que me llamaba en el pueblo Aguilar, mi segundo apellido por
línea materna, tal vez por la amistad que le unía con mi tío Antonio, con el
que compartía primer apellido y su gran pasión por el Guadalcanal CD, de los
que ambos formaron parte de la directiva.
Todos los veremos cuando iba a la feria me tenía guardada la
revista, recuerdo que en el año 82 hablando con él en la puerta de la Puntilla,
me comentó que estaba buscando un libro de poesía en las librerías de Sevilla y
no lo encontraba de Agustín Capitán Álvarez, otro ilustre escritor Guadalcanalense
poco conocido, le ofrecí que me diese el tirulo y yo se lo buscaba en Madrid,
finalmente lo localicé en una librería de viejo de la Cuesta del Moyano de
Madrid, se lo llevé en Navidades y me regaló un estuche con una pluma y un
bolígrafo de la marca Inoxcrom, que guardo en mi escritorio como un tesoro.
Cuantos y cuantos artículos, trabajos de personas de nuestro
pueblo o muy amantes de él a través de los años, artículos que nos ha enseñado
la historia de Guadalcanal, sus monumentos, sus hijos ilustres, el sentir y el
pensar de nuestra gente, escritores, poetas e historiadores como los
mencionados anteriormente Agustín Capitán y Luis Chamizo, u otros
relevantes Manuel Maldonado Fernández, Antonio Gordón Bernabé, María Dolores
Gordón Peral, Juan Collantes de Terán, Jesús Rubio, Antonio Fontán, Antonio
Burgos, Andrés Mirón, Alberto Bernabé Salgueiro, Salvador Hernández González,
y tanto otros, que unir a la lista interminable de Guadalcanalenses o foráneos,
como José F. Titos Alfaro, Pedro Porras Ibáñez, Leopoldo Tena, Rafael
Rodríguez Márquez, Ignacio Gómez Galván, José Baños Carmona, José María
Álvarez, José Vázquez Márquez, Rafael A. Rivero del Castillo y un largo
etcétera, entre los que humildemente me incluyo. Sin olvidar el último en esta
larga lista a José Luis Ceballos y Antonio Murillo (Muri) que con
sus historias futboleras nos han recordado las vicisitudes y anécdotas de
nuestro equipo de futbol.
La revista y el formato que actualmente conocemos se debe en
parte a Ignacio Gómez Galván que en los dos periodos que ha estado en el
ayuntamiento como concejal, ha llevado la dirección y le ha dado un formato más
actual.
Rafael Spínola Rodríguez
Teruel, mayo 2021.
Revista de Guadalcanal 2021
Los niños de los años cincuenta de Guadalcanal
El agua se desparrama por el pretil de la ancha alberca de la huerta. Va calentar el sol cada vez más y la tierra, reseca, acoge agradecida el reguerito de agua fresca derrama la alberca.
A
las dos de la tarde, el campo en verano se deja aplastar por el calor y el silencio.
Sólo un moscardón o un gran abejorro zumba inquieto sin que sepamos nunca
dónde está. La calina derrite los sesos de un pollino, inmóvil como una gran figura
de peluche desvaído, que se acoge a la
sombra de una higuera enorme que hay unos pasos más No se inquieta el asno por los movimientos y las
voces estridentes del grupo de chavales que chapotean en la alberca redonda y grande. Ahora uno de ellos,
apoyándose en el borde salta fuera ágilmente. Lleva un bañador oscuro,
azul marino, con peto y tirantas. Es un bañador
de esos que eran comunes allá por los años cincuenta cuando apenas hacía poco más de diez años que había concluido la guerra
civil.
Entonces, todavía
nadie pensaba en democracias ni en políticas. España comenzaba a levantarse de una catástrofe espantosa que había costado las mejores
vidas de gente en uno y otro bando.
Comenzábamos a olvidar. Las heridas sanaban, quedaban cicatrices enormes en los
pueblos
y en las almas, pero el mundo entero estaba, por fin, en paz después de sufrimiento y de tanta locura, y las puertas de la
esperanza se nos iban abriendo poco a poco. Eran,
todavía, años de penuria, de escasez, con los cementerios demasiado llenos y
las despensas demasiado vacías. Se comía
mal y poco, se remendaban las camisas y los zapatos, se parcheaban las perolas y los cubos y se les
daba la vuelta a los abrigos y las chaquetas.
Los que entonces éramos niños nada sabíamos
de huelgas, ni de reivindicaciones laborales,
ni de injusticias sociales. Veíamos a nuestros padres luchar a brazo partido
con la vida para llevar un jornal al
hogar y les admirábamos por su tesón y su constancia. Oíamos que en Sevilla los estudiantes tumbaban tranvías,
en lucha con los “grises”, sin saber muy bien por qué lo hacían y nosotros, por solidaridad con ellos, hacíamos
novillos en la escuela. Pero nada más. Todo el que tenía un trabajo
procuraba cumplir y conservarlo sin querer pensar en más, porque apenas si
había derechos y sí muchas obligaciones...
Después, las hojas del
calendario fueron sucediéndose una a otra con vertiginosa rapidez. Los años, la
vida, volaban. Mil novecientos sesenta, sesenta y cinco, setenta... Francisco Franco, el Caudillo salvador de España
para unos, el tirano para otros, admirado y odiado
a un mismo tiempo, acaba sus días y se presenta ante el juicio de Dios a rendir cuentas de sus actos. Y ante los españoles
se abre un nuevo capítulo de la Historia. Muchos malintencionados y muchos oportunistas, que aguardaban su momento, salen a la luz. “Ahora somos libres” se
escucha por doquier. Pero la Libertad es un arma de doble filo, sirve para todo y para todos. Con ella y en su nombre,
se puede hacer el bien y el mal, se puede trabajar generosamente por los demás y se puede
trabajar egoístamente por uno mismo. Se puede jugar limpio y se puede mentir... Y, sin embargo, es
la gran riqueza del ser humano.
Ahora,
en mil novecientos noventa y cuatro, en la madurez de nuestras vidas, los niños
de los años cincuenta, que no fuimos educados en los difíciles vericuetos de la
política, nos encontramos,
tal vez, desorientados en lo más íntimo de nuestro ser.
Tenemos,
tiene España, la gran oportunidad de progresar en paz y en libertad y está quedando atrás ya el sarampión
desorientador de los primeros años de democracia.
No son estas páginas el lugar idóneo
para vaticinios políticos, ni para mostrar preferencias, y no voy a caer en ese ridículo, pero tengo derecho a
preguntarme a mí mismo y a todos,
noblemente, hasta dónde estamos dispuestos a dar para salir adelante. Sí, tengo
derecho, y lo tenemos todos los
españoles, a pedir que sean barridos todos los vividores y todos los
oportunistas, sean quienes sean y del color que sean, para que un viento de honradez y limpieza refresque nuestra patria, nuestras
ciudades, nuestros campos y nuestros pueblos
Para
que todos seamos uno solo, codo con codo, en el común afán de un futuro
mejor nuestros hijos.
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Recopilación Revistas de Guadalcanal. Años 1960 - 1969 - 1972 - 1988 Asociación Cultural Benalixa |
Los enterramientos en la iglesia de Santa Ana
En ocasiones, bien por saturación o por voluntad del difunto, se recurría a las iglesias del Espíritu Santo, la Concepción, los Milagros, San Francisco y quizás algún convento u hospital más. Hay evidencia de restos humanos hallados en la explanada que circunda a Santa Ana, lo que demuestra que antiguamente también se usó aquel terreno.
El barrio de Santa Ana comprendía las calles de Juan Pérez, Fox, Granillos, Santa Ana, Berrocal Grande o Espíritu Santo, Berrocal Chico o calle Alta, Larga de San José, llamada antes calle del Arco y Sevilla fuera, Calleja de Miera, Calleja de la Jara, Cotorrillo, Calle del Triángulo o Altozano Bazán, San Bartolomé, Valencia, Carretas, Tres Cruces, llamada antes Bodegas, Cuesta de Santa Ana y Plazuela de Santa Ana, y todos los vecinos fallecidos en ellas eran sepultados en dicha parroquial.
Entre las personas ilustres que descansan en ella, se encuentra el Vicario don Juan Pérez, que fue cura de esta iglesia a finales del siglo XVI y principio del XVII, que tenía sus casas de morada en la calle que tomó su nombre y todavía es conocida como calle Juan Pérez. También yace en ella don Cristóbal Gordón, caballero de la Orden de Santiago, Vicario y Juez eclesiástico de Guadalcanal, fallecido a mediados del siglo XVIII, habiendo sido cura de Santa Ana durante cuarenta años.
Existían varias clases de enterramientos en las bóvedas, con precios que iban de tres a veinticuatros reales; muchos se sepultaban en las capillas, como la de la Virgen del Carmen, Cristo del Buen Socorro, altar de San Marcos, San Isidro, etc., existiendo algunas lápidas en el suelo y en las paredes, algunas de ellas legibles y rotas, como la situada en la puerta de la iglesia con el nombre de Antón Martín, muy antigua. También en el altar mayor, aparece una lápida donde reposan los restos de la familia Castilla.
En febrero de 1849 se saturó de cadáveres y se convirtió la capilla del convento del Espíritu Santo en cementerio destinado para los fallecidos de Santa Ana hasta julio del mismo año.
En julio de 1855 se inauguró el
cementerio común en los llanos de San Francisco, quedando así hasta nuestros
días, por lo que, los que no habían cumplido diez años en ese fecha quedaron
para siempre en Santa Ana, y según los libros de defunciones he contabilizado
195 párvulos y 161 adultos, que hacen un total de 356 difuntos los que se
encuentran bajo las losas de Santa Ana, además de miles de restos.
Después de la última restauración de esta
iglesia, todos los restos fueron depositados en la zona del altar mayor
Antonio Gordón Bernabé.
Revista de Guadalcanal 1981
Vemos el programa de la feria de ganado y fiestas del 1928, del 4 al siete de septiembre, organizados por la comisión de festejo, siendo presidente de la misma, Don Ignacio Vázquez, alcalde Don Guillermo Alvarado y actuando de secretario Don Adrián Salinas. La inauguración fue el día 4 a las 7,00 horas de la mañana con un pasacalles amenizados por la banda de música de la localidad dirigida por el profesor señor Escote, el día 6 a las 18,00 horas solemne procesión de Nuestra Señora de Guaditoca, patrona de la localidad, organizada por su Real Hermandad, con acompañamiento de las Autoridades, Banda Municipal de Música y de Tambores y Cornetas, durante el recorrido se dispararán numerosos cohetes y tracas. Por las noches, bailes de sociedad, conciertos, circo (Circo París), teatro, cinematógrafo, fuegos artificiales y otros festejos. Igualmente, se anunciaban el comercio de la localidad y la zona, como PURIFICACIÓN R. FRESNO -Fábrica de harinas y panificación esmerada-, ALBERTO DE LA HERA -Farmacia, droguería y perfumería-, JOAQUIN GARCÍA CALDERÓN -Transportes de mercancías y viajeros, servicio a la estación de tren-, CASA ROMERO – Bisutería, mercería y novedades-, FONDA DE MISERICORDIA - Casa especial para viajeros, amplías y ventiladas habitaciones, limpieza absoluta y cuarto de baños-, JULIO BARRAGAN CORDOBÉS -Paquetería, mercería, perfumería, ferretería, calzados y armas y explosivos de todas clases-, MANUEL NAVAS - Sombrearía-, SANTA CLARA – Molino de aceite, fábrica de harinas y panificación-, ADRIANO ATALAYA RIVERO -Almacén de calzado-, MARCOS ALVARADO Y TENA -Fabrica de aceite de oliva y orujos, jabones y sulfuros-, JUAN ATALAYA ROMERO -Colonias, paquearía, quincalla y vinos.- MANUEL BAÑOS MÁRQUEZ - fábrica de curtidos-. Y otros establecimientos, algunos de ellos han perdurado durante todo el siglo XX a través de sus sucesores.
En
esta canturía, la revista ha tenido diferentes nombres, como EL COMERCIO DE
GUADALCANAL -Revista ilustrada-, FOTO Y LUZ -Revista de feria-, GUADALCANAL.
Revista de feria o feria y fiestas-, PROGRAMA OFICIAL DE LOS FESTEJOS, REVISTA
DE GUADALCANAL, y otras, simplemente ponían en su portada GUADALCANAL y el año.
La revista durante tantos años ha pasado por varios estilos y contenidos,
algunas de ellas, se limitaban simplemente al programa oficial de la feria,
otras, la mayoría han contado con gran variedad de artículos y poesías, de guadalcanalenses
y gente que ama Guadalcanal.
La
revista no siempre tuvo una cadencia anual, pero fue a partir de los años 70 cuando
cogió su redacción y dirección Rafael Rodríguez Márquez, nuestro añorado amigo “Rafalito
Electrovira” cuando realmente la edición tuvo continuidad hasta nuestros días, Rafael
aparece por primera vez en el año 1969 con su artículo “REYES MAGOS”, en el reflejaba
en aquella época los escasos juguetes que nos traían a los niños “el flaco
caballo de cartón o la ruidosa chirriera,..” después siguen apareciendo sus
artículos, año tras año, todos ellos relacionados con Guadalcanal, en el año
1973 aparece en el consejo de redacción de la revista, a partir del año
siguiente coge la dirección hasta el 1985.
Con Rafael a pesar de la diferencia de edad y
que yo he vivido desde los nueve años fuera de Guadalcanal, me unía una amistad
especial, tal vez nos unió nuestro amor por nuestra villa, como a tantos otros.
Era la única persona que me llamaba en el pueblo Aguilar, mi segundo apellido
por línea materna, tal vez por la amistad que le unía con mi tío Antonio, con
el que compartía primer apellido y su gran pasión por el Guadalcanal CD, de los
que ambos formaron parte de la directiva.
Todos
los veremos cuando iba a la feria me tenía guardada la revista, recuerdo que en
el año 82 hablando con él en la puerta de la Puntilla, me comentó que estaba
buscando un libro de poesía en las librerías de Sevilla y no lo encontraba de
Agustín Capitán Álvarez, otro ilustre escritor Guadalcanalense poco conocido,
le ofrecí que me diese el tirulo y yo se lo buscaba en Madrid, finalmente lo
localicé en una librería de viejo de la Cuesta del Moyano de Madrid, se lo
llevé en Navidades y me regaló un estuche con una pluma y un bolígrafo de la
marca Inoxcrom, que guardo en mi escritorio como un tesoro.
Cuantos y cuantos artículos, trabajos de personas de nuestro pueblo o muy amantes de él a través de los años, artículos que nos ha enseñado la historia de Guadalcanal, sus monumentos, sus hijos ilustres, el sentir y el pensar de nuestra gente, escritores, poetas e historiadores como los mencionados anteriormente Agustín Capitán y Luis Chamizo, u otros relevantes Manuel Maldonado Fernández, Antonio Gordón Bernabé, María Dolores Gordón Peral, Juan Collantes de Terán, Jesús Rubio, Antonio Fontán, Antonio Burgos, Andrés Mirón, Alberto Bernabé Salgueiro, Salvador Hernández González, y tanto otros, que unir a la lista interminable de Guadalcanalenses o foráneos, como José F. Titos Alfaro, Pedro Porras Ibáñez, Leopoldo Tena, Rafael Rodríguez Márquez, Ignacio Gómez Galván, José Baños Carmona, José María Álvarez, José Vázquez Márquez, Rafael A. Rivero del Castillo y un largo etcétera, entre los que humildemente me incluyo. Sin olvidar por último en esta larga lista a José Luis Ceballos y Antonio Murillo (Muri) que con sus historias futboleras nos han recordado las vicisitudes y anécdotas de nuestro equipo de futbol.
La
revista y el formato que actualmente conocemos se debe en parte a Ignacio Gómez
Galván que en los dos periodos que ha estado en el ayuntamiento como concejal, ha
llevado la dirección y le ha dado un formato más actual.