Comendadores de Guadalcanal
El profesor Stefano Sfrondato del Instituto Italiano di Cultura, nos envía este articulo sobre la conexión del linaje Sfrondato y Guadalcanal.
Nuestro apellido entró a formar parte de la nobleza española a través de la incorporación a la Casa de los Austria y su servicio del rey Felipe II de España y de Nápoles, Cerdeña y Sicilia entre otras tierras del gran imperio español del siglo XVI, entre otros cargos, aparecen tres individuos del linaje Sfrondato como comendadores de la Villa de Guadalcanal, situada al sur de la provincia de León de Extremadura bajo la Orden de Santiago.
HÉRCULES SFRONDATO, Duque de Monte Marchano, Conde de la Rivera del Lago de Como y de Ripano, Barón de Valsasino, Señor de las Escuadras y del Monte Ynstrose, General de las Armas de la Iglesia, fue Comendador de Guadalcanal por merced de Felipe II, hecha en gracia del Pontífice Gregorio XIV, su tío, y de ella se le dio título en San Lorenzo, a 23 de octubre de 1583, refrendado de Francisco González de Heredia y firmado de Don Diego López de Ayala, Licenciado Bonifaz, Don Francisco de Contreras y Don Juan de Ocón. En él no hay otros términos que los que comúnmente sirven a semejantes instrumentos, ni Diego de la Mota, haciendo mención del Duque en su «Catálogo», página 312, dice de él otra cosa que «Hércules Sfrondato, Duque de Monte Marchano, sobrino del Papa Gregorio XIV, fue General en Francia por Su Santidad», y aun no le conoció la Encomienda. Túvola hasta el año 1621, en que la renunció en manos de Su Majestad y a favor de su hijo Don Valeriano Sfrondato, como luego diremos.
Era este Comendador nieto de Francisco Sfrondato, Senador de Milán y después Cardenal de la Santa Iglesia, estando viudo de Ana Vizconte, hija de Antonio Vizconte, Señor, en parte, de Soma, Ayo del Duque de Milán y de su Consejo secreto, y de Magdalena Tribulcio, su mujer. En esta Señora tuvo a Nicolás Sfrondato, Cardenal Obispo de Cremona, después Pontífice Sumo con el nombre de Gregorio XIV, y a Pablo Sfrondato, Barón de la Rivera, Caballero de la Orden de Santiago, que casó con Segismunda de Este, hija de Segismundo, Señor de San Martín de Ruberto y de Justina Tribulcio, progenitores de los Marqueses de Este y de Bargomanero, y fueron sus hijos: Hércules, Duque de Montemarchano; Paulo Emilio, Cardenal del título de Santa Cecilia; Francisco, Barón de Valsasina, Marqués de Montafia. Comendador de Daimiel en la Orden de Calatrava, Castellano de Sant Ángelo y General de la Armada Naval del Pontífice, su tío, y Ana Sfrondato, mujer de Hércules Vizconte, Conde de Saliceto, Señor de Rh°. El Duque de Montemarchano, nuestro Comendador, casó el año 1571 con Lucrecia Cibo, como lo escribe Herrera en la tercera parte de la «General del Mundo», libro VII, capítulo 8°, hija de Alberico, Príncipe de Masa, Marqués de Socierano de Carrara, Duque de Ayelo, Conde de Firentillo, y de Isabel de Capua, su segunda mujer, y fue hijo de ambos Don Valeriano Sfrondato, Conde de la Rivera, cuyo será el capítulo siguiente.
DON VALERIANO SFRONDATO, Conde de la Rivera del Lago de Como, fue Merino de Felipe IV, Gentilhombre de la Cámara del Cardenal Infante, su hermano, y Comisario General de Milán. Sucedió a su padre en la Encomienda de Guadalcanal, 7 porque el año de 1621 la renunció en manos de Su Majestad, y por gracia suya la tuvo su hijo, como parece por el título que se despachó en Madrid, a 28 de agosto de aquel año, firmado de Felipe IV, refrendado de Alonso Núñez de Valdivia y Mendoza, su Secretario, y firmado, también, del Marqués de Caracena, Presidente; Don Juan Serrano Zapata, Don Luis de Villavicencio v Doctor Don Pedro de Guzmán, Consejeros de las Ordenes.
Está dirigido al Licenciado Juan de Avalos Altamirano, Capellán de Su Majestad, freile de la Orden, y dice: «Sabed que la Encomienda de Guadalcanal, que es de la dicha Orden, está al presente vaca por dejación que de ella en mis manos hizo Don Hércules Sfrondato, Caballero de la dicha Orden, Duque de Monte-marchano, último Comendador que fue de ella, y a mí, como Administrador susodicho, pertenece nombrar persona del hábito de la dicha Orden qué sea proveído de la dicha Encomienda. Por ende, acatando los muchos y buenos servicios que Don Valeriano Sfrondato, su hijo, Caballero profeso de la dicha Orden ha hecho a mí y a ella y espero que hará de aquí adelante y a sus méritos y costumbres, por esta mi carta le nombro para que sea proveído de la dicha Encomienda, etc.»
En el viaje del Cardenal Infante Don Fernando a Flandes le sirvió mucho el Conde de la Rivera, como se lee en el libro de' Don Diego de Ahedo, y finalmente pasó de esta vida en 15 de septiembre de 1645. Y Su Majestad, en Zaragoza, a 9 de septiembre del año siguiente, dio título de Administrador de esta Encomienda a Don Rodrigo de Ayala, Caballero de la Orden. Casó con Doña Paula Camila Marliano Sfrondato.
DON HERCULES SFRONATO, Conde de la Rivera, Caballero novicio de la Orden, sucedió al Conde Don Valeriano, su padre, en el goce de la Encomienda de Guadalcanal, porque Felipe IV le hizo merced de ella, y por no tener más que once años el de 1646 dispensó el Pontífice Inocencio X para que, sin hacer la profesión, pudiese gozarla. En virtud de esto se le despachó por el Consejo de las Ordenes título de Administrador, con goce de frutos, en Madrid, a 13 de febrero de 1649, firmado de Felipe IV, refrendado de Gregorio de Tapia, su secretario, y firmado de Don Diego Rodríguez Valtodano, Don Francisco de Borja y Aragón, Don Pedro de Alarcón de Ocón y Don Antonio de Benavides, todos del Consejo de Ordenes. En virtud de este título y de poder que en 8 de marzo del mismo año dio Doña Paula Camila Marliano, Condesa de la Rivera, madre y tutora del Conde Don Hércules, se tomó por su parte posesión de la Encomienda.
Y estando en ella le puso pleito en el Consejo de las Órdenes Don Gaspar Juan Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, Conde de Niebla, diciendo que Su Majestad, en Cédula secreta de 20 de agosto de 1629, hizo merced a su abuelo, Don Manuel Alonso. Pérez de Guzmán el Bueno, Duque de Medina Sidonia, por sus servicios y por una leva que ofreció y cumplió de dos mil Infantes de la futura sucesión de una de tres Encomiendas: la de Guadalcanal, en Santiago; la del Viso, en Calatrava, y la de Cabeza de Buey, en Alcántara, la primera que de ellas vacase, y con qué los años que tardase en entrar a gozarla los tuviese de supervivencia. Y que, por otra Cédula de 8 de agosto de 1637, habiendo fallecido el Duque sin gozar alguna de las tres Encomiendas, hizo Su Majestad merced al Conde de Niebla, su nieto, de la futura de una de ellas.
Y en otra Cédula del mismo día quiso Su Majestad que el Duque Don Manuel Alonso, y sus herederos en su nombre, tuviesen de supervivencia en la Encomienda en que el Conde entrase los mismos años que había desde el de 1628 hasta el de 1636, en que falleció a 20 de marzo.
Y que siendo esto así no podía el Conde de la Rivera gozar de la Encomienda de Guadalcanal, supuesto que, por el fallecimiento del Conde, su padre, tuvo lugar la merced hecha al de Niebla. El Conde de la Rivera opuso a esto el título que se le había despachado, y el Consejo de las Ordenes, por sentencia de 22 de octubre de 1654, declaró pertenecer la propiedad de esta Encomienda al Conde de Niebla y condenó al de la Rivera a que se 8 la dejase libre y le restituyese todos los frutos que de ella habían procedido durante la litis contextation.
De esto se le dio ejecutoria al Conde de Niebla, y habiendo apelado el de la Rivera, después él y en su nombre el Capitán Don Ambrosio Monti, se convino con el Conde de Niebla, y por escritura otorgada en Madrid, a 23 de febrero de 1661, ante Francisco Jacinto Vélez, Secretario del número, se apartó y desistió de la apelación y pleito y de otra cualquier pretensión que tenía a la Encomienda de Guadalcanal y renunció su derecho en el Conde de Niebla, consintiendo se le despachase título de ella, y el Conde le remitió y perdonó los frutos que había percibido. Lo cual aprobó el Consejo, y quedó así esta Encomienda para el Conde de Niebla.
Stefano Sfrondato
Napoli 20/10/20