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sábado, 12 de octubre de 2024

Tal a vez Colón era negro, Señor


Cartas desde Whuzland/Quinta

Whuzland, octubre 2024

 

            Buenos días señor: Hoy quiero hablarle de mi color de piel y mi dialecto, señor, hace unos días, escuchaba por radio exterior de RNE las intervenciones de cuatro sesudos profesores y periodistas en el Instituto Cervantes de Utrecht, la cosa iba del mal uso del español en los medios de comunicación, SMS e Internet, ese idioma tan rico y universal en el que Vds. se expresan señor; Uno de los ponentes, un profesor sudamericano muy brillante, según su auto presentación, comentaba que hoy muchos jóvenes castellano parlantes no usan más de doscientas palabras en sus conversaciones, contaba una anécdota muy graciosa de uno de sus alumnos, el chico escribió un día en un ejercicio que Colón era negro, el profesor le recriminó y le preguntó de dónde había sacado semejante conclusión, Colón, añadió el maestro, era un marino genovés o español y en ninguno de los libros de Historia se menciona que fuera negro.

            No es cierto, señor, respondió el chico; lo dice claramente nuestro libro de texto: “Cristóbal Colón, un oscuro navegante...”.

            Se contaron muchas otras cosas interesantes en esa conferencia, por ejemplo, que muchos mandatarios sudamericanos se mofaban de un tal Evo Morales porque en sus intervenciones en español no utilizaba más de 150 palabras, pero nadie se para a pensar en que el dialecto materno del señor Morales no es el español sino el aimara o aymara y que seguramente en ese idioma se expresa mucho mejor, como yo en el mío, señor, igualmente se comentó que cuando miles de campesinos apoyaron con una marcha al líder boliviano (el de las pocas palabras), el periódico español El País, apenas le dedicó a la noticia un recuadro de tres centímetros por cinco y diez líneas (200 palabras aproximadamente), pero cuando un puñado de terratenientes protestaron contra el gobierno de Morales, el mismo periódico le reservó media página, otro de ellos comentaba jocosamente que leyera los discurso de un tal Fidel, que con su fácil verborrea podría estar tres horas hablando sin decir nada en perfecto castellano, claro que con dos horas de discurso el señor Morales se iba a repetir más que un gazpacho cargado de ajo, pienso yo, señor.

            Lo que más me impresionó fue el comentario de otro lumbreras que hizo sobre un libro de un periodista mexicano que investigó las manipulaciones de la prensa durante los gobiernos del PRI; Encontró este periodista investigador en los Archivos Generales de la Nación, en unas cajas abandonadas y sin clasificar, cuarenta folios con instrucciones para manipular al ciudadano, por su interés, le cito señor un párrafo de lo que allí se dice: “El ciudadano debe tropezarse con la propaganda a cada paso y esquina de su vida privada y de su vida de relación cotidiana y de trabajo, esto le inducirá a pensar en nosotros y no en las hordas marxistas, por la acción de la propaganda política podemos concebir un mundo dominado por una tiranía invisible que deberá adoptar la forma y que nosotros transformaremos en un gobierno democrático”. Esto sí que es verborrea, pienso yo, para no decir nada.

            Todo esto me lleva a pensar señor español, que si su idioma universal es rico y claro, no lo utilizan bien ni los de un lado ni los del otro del mundo. Ser moreno de piel, como le comentó Sarkozy a un insigne mandatario africano, entonces, lo mío  es una macha oscura fruto de alguna enfermedad tropical, para Vds. hablar bien o mal es pura semántica, ya que leyendo en sus periódicos los panfletos escritos de muchos de sus afamados políticos y periodistas, o escuchándolos en la radio, da la sensación que también estuvieron en aquella conferencia coloquio de Utrecht y que siguen al pie de la letra esas instrucciones aprendidas, hablar mucho para no decir nada o escribir poco para decir menos. Con todo respeto señor, se despide de Vd. un negro del cuerno sur de África que en su dialecto luzlandes solo utiliza no más de 200 palabras, eso sí, todos en la aldea entendemos lo que el otro expresa, por ejemplo.

 Vanhaez tersay (Respetuosos saludos),

Rafael Candelario Repisa.
La fragua del pensamiento

sábado, 31 de agosto de 2024

¿Adiós barquitos hundidos?


Cartas desde Whuzland/cuarta

Whuzland, Abril 2024

          Buen día Sr. Europeo,

          Hoy quiero hacerle un análisis sobre los últimos diarios que amablemente me ha enviado y concentro la noticias sobre la migración de mis semejantes de continente, como ya le he mencionado en alguna anterior, mi pequeño poblado a contribuido con varios jóvenes, entre ellos mi nieta a crecentar esta lista.

         Pero permítame, con el debido respeto señor, que antes le haga una pequeña reflexión: “Si en algún lugar se reunieran los mares y océanos para hablar, a buen seguro que habría mucho dolor en sus conversaciones y que ese dolor sería un agua negra que empaparía a toda la humanidad”.

         Leo pomposos titulares en sus prestigiosos diarios, hoy se celebra “El Día Internacional de los mares”, uno de tantos días internacionales reivindicativos que no valen para nada, pienso, sabido es que los mares son una de las vías con que la naturaleza nos envía inequívocos mensajes de alerta de cómo va nuestra relación con ellos. Y esos mensajes son tan rotundos en su forma y contenido, como reacios son muchos de vuestros políticos en escucharlos y tomar las medidas oportunas.

         Sigo leyendo, esta vez en un editorial del periódico de mayor tirada de su quimérica nación las declaraciones de un político, en este caso del de un partido que dice llamarse el “Partido Popular”, no analizo sus tendencias, el color político es lo de menos, las necedades no tienen color, decía textualmente “el tema de las pateras es comparable a los trenes de inmigrantes españoles que iban a la vendimia francesa allá por los años 60 del pasado siglo”, craso error, mi querido regente.

         En una de sus cartas que conservo señor, usted me comentaba: “Mi padre como tantos andaluces y extremeños fue varios años en uno de estos trenes, “a ganarse unas perrillas para pasar el invierno”, decía cuando se marchaba”, pero con una diferencia fundamental sobre las pateras, ellos viajaban con billete de ida y vuelta y trabajo fijo, pensión completa y horario y salarios “europeos”, terminada la vendimia, volvían a España.

         Permítame que le diga con todo respeto, las peteras son el trampolín de miles de africanos hacia al mal bautizado “primer mundo” construidas y tripuladas con la esperanza y la constancia de la desesperación y recibidas con la incoherencia de Europa, abandonan el arraigo de nuestra tierra y muchas veces, demasiadas, pierdan todo su equipaje (con consiste solo en su vida) a bordo de los barquitos hundidos cerca de vuestras costas, convirtiéndose éstas, en cementerios sumergidos de hambre, miseria y esperanza.

         Y es que cada vez tienen ustedes más faros apagados para no alertarnos de la presencia de arrecifes de piratas y malos capitanes –unos varados en el velo anacrónico de los políticos y otros disfrazados de peroratas, todos igualmente prisioneros de la desgracia ajena- , que desde la frágil trinchera de la intolerancia se niegan a buscar soluciones, son o mejor dicho, ignoran que todos cómplices, simplemente porque hablando y lamentándose de los negritos que pululan por sus ciudades y  curiosamente han denominados como nahuhtú (desheredado en nuestro dialecto) “ninis”, ¿han pensado en dar soluciones para empuñar con firmeza la solución y concienciaros con el timón de la responsabilidad?.

         Me surgen muchas preguntas hacia sus congeneres: ¿Cuántos barquitos hundidos más hacen falta para que vuestros dirigentes comprendan que van por una singladura equivocada?, ¿Cuántos desvelos de guardia civil, voluntariados, ONGs y patrones de pesca hacen falta para evitar la muerte segura de esperanzas a la deriva?, ¿Cuánto dolor y olor a muerte más tienen que sangrar vuestras playas?...

         Demasiadas preguntas, ustedes señor, piensan que no existe ninguna respuesta, sus políticos quizás con buena voluntad, o no y poca eficacia se reúnen con otros políticos de países exportadores de desesperanza para tomar soluciones, primero fue con Marruecos, muchas concesiones por vuestra parte, poca eficacia por Marruecos, ahora quieren reunirse con Mauritania y otros países del Magreb  para “tomar soluciones”, pienso que al final, más concesiones y poco o ningún medio por parte de Mauritania y otros países exportadores de penurias, ya que éstos países nos encontramos entre los más pobres del mundo y su renta per cápita se sustenta casi exclusivamente de “exportaciones humanas” a Europa.

         ¿Soluciones?, yo no las tengo, pero pienso que su país señor y la Unión Europea tampoco las busca o no le interesa “hincarle el diente”, y ahí es donde tienen que ponerse a trabajar, basta ya de bla, bla, bla..., tomen conciencia para dar esperanza y vida a éstos mal llamados migrantes.
         No soy demasiado optimista en este tema. Es más, creo que mi análisis es demasiado escéptico y usted desde la frontera del bienestar tampoco, pero me pregunto, por qué no ser un poco optimista y pensar que algún año podremos celebrar “El Día Internacional del Adiós de los barquitos hundidos”.

 Rafael Candelario Repisa

La fragua del pensamiento

sábado, 20 de julio de 2024

Que Dios os ilumine, Señor español

Cartas desde Whuzland/segunda

Whuzland Febreo 2024

Hola Sr. Español:

            Sí, lo sé, os debía carta, señor, recibí la de Vd. en la que agradezco que me haya nombrado corresponsal y consejero en Whuzland de su prospero Estado y por el envío de los periódicos y revistas de su país, varios meses han pasado desde que le envié la anterior y que Vd. amablemente, señor, en su respuesta, trató de desmontar mis críticas con sus argumentos de blanco capitalistas (sin acritud) y en la que me comentaba las oportunidades que en su país se le daban a los migrantes (trabajo, vivienda, sanidad, etc.).

            Mis múltiples tareas como jefe de tribu (alcalde creo que llaman Vds.), me han impedido contestaros con la celeridad debida. Disculpadme señor, quisiera yo hoy hablaros de vuestras obsesiones, las vuestras y la de vuestros españoles por el makeup (maquillaje o colores en luzlandés), os encantan los afeites y buscáis taparlo todo, ocultarlo todo, en un intento por burlar respecto de la realidad vuestro envidiable color blanquecino de piel y multicolor de banderas, ansiando la novedad y el color tostado que da ¿cómo dicen Vds.?, así, caché.   Observo desde la distancia como os atropelláis en la búsqueda de nuevas denominaciones que tan pronto son usadas son rechazadas, señor, por obsoletas. ¿Os dicen algo palabras como practicante, portero, aparejador, España, guardia de la porra, albéitar, guerra de banderas?, ahora que han sido sustituidas por D.U.E. (antes A.T.S.), empleado de fincas urbanas, arquitecto técnico (ahora ingeniero de gestión de la edificación), este país, agente municipal, veterinario y la roja, respectivamente?, imagino que esas nuevas palabras darán más caché a sus congéneres, como reflexión le diré que nuestro dialecto, el luzlandés se transmite de generación en generación integro, sin modificaciones ni aforismos, ¿Dejará señor, en lo esencial, uno de estos profesionales de ser lo que fueron, aún con otra denominación?, ¿tendrán mis paisanos, a los que Vds. llaman generosamente migrantes del tercer mundo la posibilidad de integrarse en alguno de estos trabajos?. Pero os encanta, repito, porque os lo permite vuestra posición y estatus social cambiar todo, mi hija fue a trabajar a uno de sus hogares como chacha, ahora es empleada de hogar (sin contrato claro), pensáis así eludir la realidad, en pos de vuestras quimeras, arremetéis contra molinos de viento una y otra vez, sois, señor, atolondrados quijotes ávidos de ver brotes rojos y amarillos donde no los hay, camufláis la realidad una y otra vez con la obsesiva necesidad de cambiarlo todo, para que todo siga igual, permitís señor, que mentecatos sin juicio os gobiernen y os guíen por caminos que no conducen a parte alguna.

            Soy chovinistas, basta que os hablen del Edén, para tratar de destruirlo y desalojar a sus moradores, en vuestro mundo fantástico hay escoltas que no son sino vulgares guardaespaldas o matones a sueldo, pero creéis que así evitáis la referencia al mundo del hampa; Llamáis, señor, Estado a lo que en los mapas se denomina España, pero habéis convertido a vuestro país en una pura tramoya de administraciones inútiles y banderas coloristas, una ficción, una mera aproximación de partes cada día más inconexas a nuestras tribus y nuestras organizaciones sociales.

            La unión, el nexo, señor, es la ley común, justa e igualitaria para todos, y ya no hay tal ley en su país, vuestros políticos legislan no se sabe ya para quien, ni para qué, ni porqué, pero fingen que actúan como mandatarios del pueblo soberano que los ha elegido con votos en su mayoría comprados, expulsan emigrantes por una puerta y por la otra acogen exiliados cubanos o de otros países de sus ancestrales dominios sin darles ningún estatus, documentos o trabajo prometido por vuestro ministro representante de lo “exterior”, repito, legislan leyes para el pueblo, ¿a qué pueblo se refieren?

            Por último, llevados de este deseo de no llamar a las cosas por su nombre, eludiendo la realidad, leo en uno de sus respetables diarios que a un supuesto caso de cobro irregular de comisiones el político de turno lo denomina "disfunción", bien, vosotros veréis, pero no me extrañaría oíros decir que habéis ido de derrota en derrota hasta la vitoria final e incluso que partiendo de la nada habéis alcanzado las más altas cotas de la miseria.

            Así las cosas, no os extrañe que me frotara los ojos al ver a España campeona del mundo y a tantos españoles alborozados y abrazados a la bandera roja y amarilla, ¿Será verdad? ¿Existe aún el pueblo español arropado por esa bandera, vuestro pueblo, el que abraza diecisiete banderas diferentes a veces y sólo futbolísticamente es de la roja, señor? ¿Era pues otra falacia interesada aquello de los diferentes pueblos de España, con distintas culturas, idiomas y banderas?

Que Dios os guarde, señor español.

Un amigo Luzlandés.

Rafael Candelario Repisa

La fragua del pensamiento. 

sábado, 22 de junio de 2024

Que deprisa van ustedes, señor

Cartas desde Whuzland/tercera

Whuzland, Marzo 2024

       Estimado español: Desviaré hoy vuestra atención hacia un hecho digno de psicoanálisis: Me traduce mi nieto de una revista de las que vos me ha enviado, no sé si le he comentado, señor, (mi nieto lee correctamente y traduce su idioma gracias a las enseñanzas de un misionero español, lástima que a este le expulsaran de mi tribu por “ciertas formas irregulares de hablar del Dios de los pobres”), bueno continuó después de esta pequeña aclaración, como le decía me lee: que la velocidad es la pasión principal de vuestros coetáneos españoles, por encima del trabajo, la familia y el amor a su propia vida, se puede constatar cada día, si uno pretende respetar las limitaciones de velocidad sigue informando el artículo, pronto se sentirá acosado por otro vehículo de gran cilindrada y generalmente de importación, es un tipo de acoso, el viario, que llega a horripilar, o  cuando el que apremia es un vehículo articulado de 36 toneladas que, por si no nos hubiéramos apercibido, nos azuza con sus luces y su odiosa y hortera. bocina

            Creo, señor, que vuestros españoles ignoran varias cosas. En primer lugar, la matemática, en efecto, la ganancia de tiempo por circular a 150 Km./hora (velocidad temeraria a todas luces) es de 6 segundos por cada kilómetro recorrido a 120 Km./hora (velocidad máxima permitida en sus autovías) para ganar una hora, una escasa hora, precisaríamos ir a 150 km/hora durante 600 km. En segundo lugar, la física, se ignora que en una curva padecemos los efectos de desplazamiento lateral de la fuerza centrífuga, solo compensados por el rozamiento del neumático, que esta fuerza varía con el cuadrado de la velocidad y es de efectos devastadores, cuando la adherencia esta reducida por las características del suelo y/o el estado de los neumáticos.

            Como comprenderá, señor, esta parrafada anterior no es obra de un pobre ignorante como yo, lo ha leído mí nieto en una revista especializada en automóviles, también, el fenómeno de aquaplaning, prosigue dicho artículo, siempre presente cuando la carretera se halla mojada y desgastado el neumático. En tercer lugar, las sanciones por exceso de velocidad (ustedes de dinero van sobrados para jugarse la vida) y los desastres personales y materiales en caso de accidente son irreparables. Además de la ignorancia qué motiva esta atracción de vuestros españoles por la velocidad, ¿Se sienten más realizados cuando le ganan al tiempo apenas minutos?. Creo que los españoles tienen una enorme falta de vida interior y un desprecio por la de los demás, creo que sus paisanos están lo que en nuestro dialecto se llama duhulem (mal de la cabeza dicen Vds.),

            Con el debido respeto, señor, creo que el español hoy carece de introspección, empatía con sus congéneres y conciencia ciudadana, creo que el hombre occidental moderno, renacentista, de espíritu solidario, no abunda entre sus conductores, que se transforman cuando se sientan en sus potentes vehículos muchos de ellos de importación, señor. Sí, el hombre premoderno dotado de pensamiento mágico con escasa capacidad para alumbrar su propio estilo de vida es el que habita en sus mentes enfermas, un hombre sin principios, descabezado y extrovertido, mitómano, por su comportamiento, comparsa del primer flautista de Hammelin que le encandile con su melodía, incapaz de generar sus propias emociones, se limita a percibir la sensación de poder deseando gozar meramente de la sensación de avasallar a los demás. De no ser así, señor, el ansia loca por la velocidad como generadora de fuertes sensaciones y, sobre todo, de una tremenda percepción de prepotencia, no se daría en sus magníficas carreteras, le hablo desde la propia experiencia, nuestro medio de transporte es el burro o asno o (Equus africanus asinus), gerbust en nuestro dialecto, apenas alcanza los 5 Km./h. y nos lleva a todas partes.

            Mis antepasados me enseñaron que cuando uno vive una rica vida interior, cuando uno ama, cuando uno cavila y sueña despierto, la velocidad importa poco, tampoco alzarse sobre los demás les debería llenar de felicidad, podríamos decir que Vds., no están para esas cosas, pero estoy seguro de que usted, señor, me entiende. Dígame, ¿no es cierto que cuando conduzca pensativo después de leer mi reflexión menguará su interés por la velocidad y la prepotencia, ya me dirá que opina, señor?

Que nuestro Dios Alepeuk, os proteja, señor

Un anciano observador Luzlandés

Rafael Candelario Repisa.

La fragua del pensamiento

sábado, 13 de abril de 2024

CON EL DEBIDO RESPETO, SEÑOR

 

Cartas desde Whuzland/primera

Whuzland, Enero 2024

 Estimado Sr. español:

         Señor, permitidme que desde la perspectiva que me permite mi condición de Whuzlanlés, subidito de un pequeño país africano y vecino de aún más pequeño poblado, en el que carecemos de algo tan básico como servicios médicos, agua en nuestras casas, luz y otros servicios elementales, os exponga como os veo, señor, a vos y a vuestros compatriotas.

            Se que sois sedentarios y que amáis la botánica a tal punto que deseáis ser como los árboles, en efecto, aspiráis, señor, a nacer, crecer, reproduciros y morir en el mismo lugar, no os gusta en absoluto moveros, vivís enraizados en vuestro terruño en un alarde tanto de querencia al terreno como de una escasa capacidad para la aventura, y cuando viajáis preferís hacerlo en vuestros lujosos coches, o vuestros rapidísimos trenes y líneas aéreas subvencionadas por el gobierno….

            Nosotros señor, ya sabéis a pie por el desierto o en patera. Hecho este que resulta extraño habida cuenta vuestra pertenencia a un país que tanto explorador dio a la historia y que ahora vuestros congéneres descubridores de la ciencia de la democracia sólo visitáis las colonias para cumbres políticas inútiles, claro que el temple y la raza de aquellos hombres de antaño distan muchos de los actuales.

            Vds. Con el debido respeto, señor, son egoístas, chovinistas y prepotentes. Claro que en nuestro caso, el hambre, el sufrimiento y otros factores, templan el cuerpo y el alma, el hartazgo y el placer los enervan en la opulencia, en su caso, no está mal si no fuera porque lo que demandáis, señor, trabajo poco y bienestar mucho, no lo entiendo, decidme, señor, ¿vuestros compatriotas pretenden encontrarlo a la puerta de casa, al doblar la esquina?,    Ciudadanos de toda África, Europa del Este y Sudamérica llegan a vuestro país en busca de empleo, nosotros en patera, los otros pagando a mafias tres veces más el importe del billete, y vuestros españoles, ¿por qué no se mueven por el ámbito europeo en busca de empleo? ¿Qué idea tenéis, señor, de Europa, de la Unión Europea? ¿Pensáis acaso que solo se trata de unas siglas?, en absoluto, es vuestra gran nación.

            La Europa que se pretende será, es ya, un amplio espacio vital, un gueto para los nacionales de los países no "europeos", una Europa de ciudadanos y no de personas, una Europa de los estados y no del mundo. Pero, pregunto: ¿lo tenéis presente, señor? ¿Se encarga algún gobierno europeo con peso e influencia de hacer ver esto?, yo insto a mis hijos a que se muevan por Europa, señor, a que aprovechen las múltiples posibilidades que se les ofrecen por su condición de seres humanos, bien es verdad que no dominan el inglés, el francés o el español, pero el hambre es el mejor profesor y verá que pronto aprenden.         Quiero ahora, señor, haceros ver que vuestros españoles me recuerdan a las perchas, hablan y no callan de la solidaridad, de la riqueza compartida… pero parecen ignorar que esta debe ser recíproca. Podrán exigir un perchero en la medida en que sean perchero para otras perchas, pero nunca si solo pretenden colgarse en la opulencia, esto supone entregarse a la tarea de ser livianos, nada pesados para los demás y no compadecerse de los pobres negritos que venden pañuelos en los semáforos o cds regrabados.

            Se les ha solicitado el esfuerzo solidario por parte de su gobierno señor, de prolongar la edad de jubilación, las razones son evidentes. Dígame, señor, ¿cuál ha sido la respuesta? , yo os lo digo: negativa, argumentando que echen a los extranjeros de España para recuperar nuestro trabajo, ese trabajo basura y mal pagado que hasta ahora hacían ellos, los negritos, los sudacas... y que sus prepotentes compatriotas no querían, bien, sus españoles verán, pero esta mentalidad botánica y de perchero estático o esta proclividad a la superioridad de la raza europea, resultan incomprensibles para un Whuzlanlés como yo con una renta per cápita de 100 dólares anuales. Con el debido respeto, señor.

 Se despide, un anciano observador


Rafael Candelario Repisa

La fragua del pensamiento. 

domingo, 21 de mayo de 2023

La isla que llaman de Guadalcanal

 

España en los mares del Sur en el siglo XVI

        

Para localizar las famosas islas Salomón, el Virrey del Perú Lope de Castro organizó una expedición.

Dijo el pirata Walter Raleigh, elevado a sir por la Reina Isabel de Inglaterra (de la que fue su amante), que la exploración del Pacífico por España es el más grandioso capítulo de la historia de las exploraciones, lo que tiene valor teniendo en cuenta que el famoso corsario fue uno de los enemigos más encarnizados de España.

Pero es cierto. Una vez que España dominó el viaje de ida y vuelta por el Pacífico y puso en marcha el Galeón de Manila, volvió sus ojos al ignoto Pacífico sur, nimbado de misterios y leyendas, los que alimentaban la imaginación de los españoles de entonces, que exploraron en pos de mitos: Eldorado, Las Siete Ciudades de Cíbola, La Gran Quivira, La Ciudad de los Césares… las fábulas que impulsaron la conquista de América.

Y con esta aventura llegamos ahora á uno de los períodos más brillantes en la historia de los descubrimientos oceánicos, período que inicia Alvaro Mendaña de Neira, abriendo en el Pacífico nuevo camino hacia Occidente entre las islas coralíferas y volcánicas de la Polinesia, hasta entonces desconocidas.

Y ahora, en los mares del Sur, las islas del rey Salomón. Contaba la leyenda que el inca Tupac Yupanqui, el conquistador que extendió el Imperio inca, en su afán expansivo fletó una armada de veinte mil hombres sobre balsas a vela, con las que atravesó el océano y arribó a unas islas remotas, de las que volvió con las balsas atestadas de oro. Poco más necesitaban los españoles de entonces para identificar esas islas con las del opulento rey Salomón de la leyenda.

Para localizar las famosas islas, el Virrey del Perú Lope García de Castro organiza una expedición. El mando natural debiera haber recaído en Pedro Sarmiento de Gamboa, acreditado cosmógrafo, cartógrafo y piloto, pero el virrey se decantó por un sobrino suyo de veinticinco años, Álvaro de Mendaña. Al mando de dos naos con una dotación de 156 hombres, partió del puerto limeño del Callao el 19 de noviembre de 1567.

Las desavenencias entre Mendaña y dos de sus oficiales, el cosmógrafo Pedro Sarmiento de Gamboa y el piloto mayor Hernán Gallego, provocaron varios cambios de rumbo hasta que, tras casi 60 días de navegación, avistaron una isla de exuberante vegetación, perteneciente al archipiélago de las Ellice. Tres semanas más tarde, el 7 de febrero de 1568, llegaron a una nueva isla que formaba parte de otro archipiélago más extenso. Convencidos de que habían alcanzado las míticas islas de Ofir, lo llamaron islas Salomón, y cuando el nepotismo se antepone al mérito las consecuencias son siempre fatales. Sarmiento aceptó su función de director técnico de la expedición, confiando en que su competencia personal les trajera el mando efectivo a las manos.

Rumbo distinto.-

Pero se equivocaba, porque pronto surgieron las desavenencias entre él y Mendaña y el piloto mayor, Hernán Gallego, ambos celosos de la autoridad técnica de Sarmiento, y que se confabularon para enmendar las decisiones del cosmógrafo desde la partida del puerto de Lima. Desoyendo a este, se tomó un rumbo distinto, hasta que el incompetente gallego quedó desorientado en el gran océano, y tuvieron que pedir a Sarmiento que enderezara el rumbo, aun cuando incluso había sido ya depuesto por el capitán de su cargo de cosmógrafo de la expedición.

Bajo la experta mano de Sarmiento de Gamboa arriban a un archipiélago exótico, que Mendaña identifica de inmediato con las islas de Salomón, que así se llaman desde entonces. Toman asiento en la isla de Santa Isabel, admirándose de la fauna y flora del lugar, y donde los isleños, que comían carne humana, se fascinan ante la tez, el habla y las barbas de los forasteros.

Pero en lugar de quedarse en tan paradisíaco lugar para poblar, como rezan las instrucciones, ordena Mendaña construir un bergantín y explorar los contornos, descubriendo la isla que llaman de Guadalcanal (situada a 9º S; 160º E), a bordo del bergantín Santiago de 30 toneladas tan sólo, á las órdenes del maestre de campo Pedro Ortega Valencia (natural de la villa que dio nombre a la isla) nombre que perdura y a uno de cuyos ríos dio su nombre Ortega y dirigido por el piloto mayor Hernán Gallego, con doce marineros y diez y ocho soldados,  lo que permitió en Guadalcanal que unos indios lo vararan en tierra. 

Serias escaramuzas.-

        El capitán, contra el parecer de Mendaña, impone su criterio de trasladar el núcleo del asiento a Guadalcanal, pero en el intervalo se producen serias escaramuzas con los nativos. Nueve españoles son capturados y descuartizados en la espesura, y Mendaña ordena una partida de castigo que se salda con nativos muertos y aldeas incendiadas, a pesar de que las instrucciones reales y del Consejo de Indias son muy estrictas sobre el buen trato a los naturales.

A estas alturas, las relaciones con estos se han deteriorado de forma irreversible, de modo que Mendaña, sumido en erráticas decisiones, ordena levantar de nuevo el asiento e instalarse en la vecina isla de San Cristóbal. Y allí se celebra junta de capitanes para determinar el camino a seguir. El capitán sostiene que la misión principal, el descubrimiento de las islas Salomón, se ha cumplido, y procede volver al Perú y recabar nuevas instrucciones. Sarmiento se opone vivamente, aduciendo el tenor literal de las instrucciones recibidas: no solo descubrir, sino poblar, y esas islas ofrecen inmejorables condiciones de agua, tierra y víveres para hacerlo.

Apoyado por los demás mandos de la expedición, se decide el regreso. Y una vez más observamos el error de designar jefes que no acometen su propio proyecto, aquellos que lo siguen hasta el final con entera determinación y sin reparar en obstáculos. Regresan a Lima, y Mendaña quema los papeles, mapas y anotaciones de Sarmiento, temeroso de sus quejas ante el virrey.

Porque, además, este ya no era el tío de Mendaña, sino el ilustre Francisco de Toledo, que en el pleito da la razón a Sarmiento y paraliza el nuevo proyecto de Mendaña para poblar, esta vez sí, las Salomón. Mendaña tardará un cuarto de siglo en conseguir la nueva licencia, pero logrará su empeño.

La realidad, sin embargo, pronto desmintió sus esperanzas de haber llegado a un paraíso. Durante los seis meses que pasaron explorando las islas de Santa Isabel, Guadalcanal o San Cristóbal –topónimos españoles que hoy siguen manteniéndose–, se produjeron constantes episodios de violencia con los indígenas. Por ejemplo, el cronista Luis de Belmonte cuenta que cuando unos españoles desembarcaron para tomar agua en Santa Ana, una pequeña isla baja y redonda con un cerro en medio a manera de castillo, «los indios acometieron a los nuestros con muchos dardos, flechas y alaridos; venían embijados [pintados], con ramos en las cabezas y unas bandas por el cuerpo».

Dos indios resultaron muertos durante el enfrentamiento; entre los españoles hubo tres heridos, y antes de partir incendiaron el pueblo de los nativos. Pese a ello, los expedicionarios lograron pacificar y dominar varias islas. No encontraron grandes riquezas, pero algunos creyeron hallar indicios de oro y especias, lo que indujo a Mendaña a retornar a Perú para organizar una expedición colonizadora con más medios. Para volver siguieron un amplio círculo que los llevó hasta la costa de California, desde donde descendieron hasta atracar en El Callao.

 

Notas.- Flota de Mendaña en las islas Salomón, original de Juan Carlos Arbex, (Borja Cardelus), Descubrimiento de la Oceanía por los Españoles (Ricardo Beltrán y Rózpide) y Hemerotecas.

lunes, 11 de mayo de 2020

¿Ventanilla única?



Vivir del cuento que les cuenta el político que del cuento vive

Mi estimado señor español, hoy quisiera analizar y reparar en una falacia más con la que se os viene engañando una y otra vez a Vd. y al resto de los españoles de su civilizado país, me gustaría que Vd. señor reparara en lo que denominar “las administraciones locales”.

Por supuesto, se os engaña, porque vuestro pueblo y vos mismo sois dados a vivir del cuento que les cuenta el político que del cuento vive, en una nación con pies de barro y que forma parte de un continente sin alma, os estimáis poco, señor y concedéis crédito a todo aquél que dice preocuparse por vosotros, mayormente si este se disfraza de político, tal parece que ser objeto de la mentira y el engaño os tiene sin cuidado, pues bien, señor, comprenderéis que a mí, un luzlandés que solo tiene que rendir cuentas al jefe de mi tribu, o sea, a mí, aún me afecte menos, si bien, las consecuencias de estas acciones me afectan directamente y de modo doloroso en ocasiones, cuando Europa tose, África ya tiene agarrada la gripe crónica o gripe aviar.

La gran patraña desde mi humilde y lejano punto de vista, es esta:

La descentralización autonómica de servicio al súbdito, en el concreto caso de su nación debería permitir acercar la administración estatal al ciudadano”, perdone mi parrafada señor, yo no lo veo así, verá, mi sufrido español, una cosa es acercar la ventanilla única al ciudadano al que se le ofrecen servicios estatales y de su proximidad, y otra cosa muy distinta es distanciarle de una lógica solución, el Estado, por definición, en mí país que no es precisamente ejemplo de democracia occidental a cualquier problema se nos da una solución única, una voluntad de marcha en común, un acuerdo de todos, o de los jefes de tribus y militares de turno, sobre las normas generales de convivencia, a esto le llaman Vds. dictadura, nosotros simplemente le llamamos respuesta y lo acatamos.

No quiero criticar ni analizar su democracia, señor, que créame en nuestro país es envidiada y yo la encuentro casi perfecta, pero, multiplicar los centros de decisión con comarcas, diputaciones, nacionalidades autonómicas, etc., etc., es quebrar, trocear las soluciones y difuminar los ingresos vía impuestos de lo que Vds. finalmente llaman Estado y no digamos si sé transfiere la capacidad legislativa, con sus vacíos legales, para controlar los aynekin (poblados en luzlandés) y pueblos o municipios en su idioma principal, porque eso de idioma patrio de su Estado ya lo analizaré otro día.

Un Estado así, señor, funciona por impulsos, multiplicación de ventanillas y funcionarios, leyes y contra leyes…, se diluye en las autonomías, diputaciones, comarcas…, y finalmente, le ahogan los impuestos, gastos, descontrol de reparto lógico y muere, es lo que le sucede, señor español a vuestro mal llamado Estado, que fenece poco a poco y huele ya demasiado a corruptos, corruptelas, malversaciones de fondos, amiguismos y enchufismos, en definitiva, a diversificación y repito, descontrol.

¿A qué administraciones múltiples de un sistema moribundo se acercan Vds. pues, señor?, con unas arcas medio vacías después de los años sumidos en una profunda crisis, leyes difusas, recortes sociales y contra leyes económicas que afectan básicamente al obrero y a los desfavorecidos sociales, al parado, al jubilado, y, hasta al ciudadano medio, por lo mismo, se descomponen, señor, vuestros dos partidos mayoritarios, que hoy son más partidos que nunca, esto de los dos partidos de alternativa de poder me huele a poco equitativo, ¿Qué opina Vd., señor?

Pero aun hay más, señor, no solo es que no se acerca con este sistema la administración inexistente descabezada ya, es que el peligro de corrupción se acrecienta en la medida en que el poder del Estado se transfiere y difumina, señor, sepa que como norma básica, se debería impedir que cuando el administrador mire a la cara al administrado y vea a un pariente o amigo, no viese solo a un ciudadano sin calificar, se evitaría así mi estimado español, que este, el funcionario, vea al otro lado de la ventanilla a una persona que le resultará difícil no beneficiar o fácil de manipular.

¿Dudáis señor de que todo lo que analizo sea democrático?, se que muchos ciudadanos de los diferentes estados autonómicos de España, Francia, Alemania, Portugal y resto de países vertebrados de Europa, piensan lo mismo que un inculto luzlandés como yo, pero no pueden exteriorizarlo, ya que Vds. los calificarían como lewaznil kalu (hombre de ideología política reaccionaria) y que Vds. simplifican llamándole ¿cómo?, a sí simplemente, “facha”, pero le aseguro que son pensamientos de muchos ciudadanos de los que se consideran de izquierda, como es su caso y el mío, señor.

Por hoy, no le molesto más, Sr. demócrata, de una ideología demócrata, integrada en un país demócrata, el próximo día diez de Noviembre siga Vd. votando, que su voto será utilizado como lanzadera de algún personajillo metido a político, que en cuanto esté en el poder, montará mas ventanillas oficiales par colocar a algún amigo de débito de favores o familiar en para ¿apto para el cargo?.


Un luzlandés