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domingo, 5 de octubre de 2025

UNA GUADALCANALENSE A QUIEN SE LE APARECIÓ LA VIRGEN EN COLOMBIA.

Nuestra Señora de Chiquinquirá

    Honra también a la villa de Guadalcanal el hecho de haber visto en ella la luz primera otra figura, que no lució arreos militares con engallados penachos, ni asombró a los indígenas de América con arrestos conquistadores, pero, en cambio, su nombre -María Ramos, a ruegos a la Santísima Virgen obró el famoso milagro de la renova­re su imagen, allá en el poblado de Chiquinquirá— está relacionado íntimamente con el acontecer religioso de Colombia, pues, como dice Rueda Vargas, "La imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá aparece como impregnada de nuestra historia nacional”
    María Ramos, la Bernardita Soubirous de Colombia, como la llama un dominico, embarcó en Sevilla en 1584 con destino al Nuevo: Reino de Granada, acompañada de sus dos hijos, su sobrino político; Francisco de Aguilar y una sirvienta, a fin de reunirse con su marido Pedro de Santana, que residía en la ciudad de Tunja.
    Decepcionada con la frialdad e indiferencia que a su llegada halló en su marido, marchó María Ramos a Chiquinquirá con el pretexto de visitar a su cuñada Catalina García de Irlos, recientemente viuda por muerte de Antonio de Santana, encomendero que había sido de Suta, más tarde Sutamarchán, localidad de la actual provincia de Recaurte, en el departamento colombiano de Boyacá.
    Para presidir un oratorio que en su casa había erigido Antonio de Santana, encargó al hermano dominico Andrés Jadraque que le proporcionara un cuadro de la Virgen del Rosario, a la que era especial devota. El religioso contrató la obra con un pintor y platero español, vecino de Tunja, llamado Alonso de Narváez, el cual la ejecutó al temple “mixturando tierra de diferentes colores con el zumo de algunas yerbas y flores". Mas como el lienzo tuviera forma apaisada, a ambos v del mismo, representó el artífice las efigies de San Andrés Apóstol y San Antonio de Papua.
    Pasado algún tiempo, puesto que la capilla en que el cuadro fue colocado estaba fabricada a base "de paja y de vara en tierra", la incidencia causó tanto daño en la pintura que el cura del pueblo, Juan de Leguizamón, mandóla quitar del altar. Santana la llevó a sus aposentos y la abandonó en una caballeriza.
    Al llegar María Ramos a Chiquinquirá encontró el cuadro en cuestión en el albergue referido, pero en tan pésimo estado que solo se percibían unos leves vestigios de la pintura, sin que se pudiera identificar imagen alguna. Muy afligida la piadosa María Ramos al conocer la historia del cuadro por Catalina García, lo arregló lo mejor que pudo, le puso un bastidor y lo colgó de unas cañas que había en una choza inmediata al aposento.
    Desde entonces -refiere el padre Mesanza- "frecuenta, capilla y, apenas entraba a hacer oración, con muchas lágrimas significaba a la Madre de Dios el pesar que sentía porque no veía ni un rasgo siquiera de su imagen entre las líneas de la pintura".
    El viernes 26 de diciembre de 1586, hacia las nueve de la mañana, repitió sus ruegos con mayor fervor que nunca. Impelida necesidad de visitar a una pobre ciega, salió del oratorio después de una profunda reverencia, al tiempo que pasaba por allí una india con un niño de la mano. Al pasar por la puerta, el niño gritó a la india: " mire, mire". Miró la mujer y vio la Imagen que estaba en el suelo, verticalmente, despidiendo gran luz e iluminando todo el oratorio. Dirigiéndose a María Ramos, que ya salía, le dijo: " Mire señora que la Madre de Dios se bajado de su sitio y está en vuestro asiento y parece que se está quemando”.
    "María Ramos se volvió inmediatamente se arrojó a los pies la Santísima Virgen, y llorando efusivamente ante tanta dicha, vio sus esperanzas cumplidas: la Imagen resplandecía misteriosamente todos y todos los rasgos de la pintura se delineaban con perfección; y así duró todo aquel día, quedando luego el cuadro como al presente se ve. conservándose las roturas que entonces tenía”
    Este es el origen de una de las grandes devociones marianas de la América Española, pues, así como las advocaciones de Lujan y Guadalupe, por ejemplo, sintetizan los fervores de los pueblos argentinos y mejicanos. así también a la Virgen de Chiquinquirá se la tiene por Reina y Abogada de la República de Colombia.
    Todos los historiadores de Chiquinquirá coinciden en que la benemérita María Ramos nació, en Guadalcanal, hacia 1550. Sus padres fueron Juan Ramos y Catalina Hernández de Ávila. Está enterrada en la iglesia de Chiquinquirá, pues así lo dispuso por su testamento, que fue registrado en la Villa de Leiva el 26 de abril de 1618.
    El primer juez designado para examinar e investigar el prodigio de Chiquinquirá fue el cura beneficiado de Tunja, don Juan de Caste­llanos, cronista egregio y paladín inflexible de la verdad, que nació en Alanís. donde se bautizó en 9 de marzo de 1522.
    Para un mejor conocimiento de la trascendencia que este hecho taumaturgo tuvo en la historia eclesiástica y aun civil de la nación colombiana, que no en balde para Eduardo Caballero Calderón “… el cuadro milagroso de la Virgen de Chiquinquirá, como en Santiago de Compostela la tumba del Apóstol, ha sido para nosotros el mayor aglutinante del espíritu nacional...".
    Transcribo de la mencionada obra del padre Ariza la siguiente:

CRONOLOGÍA DE LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ
Fecha Hecho ocurrido:
1499 o  1500 . Nace en España Fray Andrés Jadraque
1529 Febrero 28 Antonio de Santana llega a Santa Marta con el Goberna­dor García de Lerma y veintiún dominicos, los primeros misioneros que tuvo el país.
1540 Entra Antonio de Santana con el Gobernador Jerónimo de Lebrón al Nuevo Reino de Granada, se establece en Tunja y obtiene las Encomiendas de Suta y Chiquinquirá.
1550 Nace María Ramos en Guadalcanal, Andalucía, España. Llega Fray Andrés Jadraque a la fundación del convento de Santo Domingo de Bogotá
1551 Fray Andrés Jadraque es asignado entre los fundadores del convento de Santo Domingo de Tunja, y enviado como doctrinero a Tinjacá y Suta.
1560 Alonso de Narváez pinta en Tunja, por encargo de Anto­nio de Santana y Fray Andrés Jadraque, el futuro milagroso cuadro de Nuestra Señora.
1572 El cuadro es retirado de la Capilla a los Aposentos de Suta de Merchán, por estar muy deteriorado, y llevado a los aposentos de Chiquinquirá.
1582 Muere en Tunja Alonso de Narváez, natural de Alcalá de Guadaira, cerca de Guadalcanal, y se manda enterrar con el hábito dominico.
1584 Llega a Tunja María Ramos.
1585 Muere Antonio de Santana. María Ramos se traslada a Chiquinquirá.
1586 Viernes 26 de diciembre 9 de la mañana Milagrosa renovación de la Imagen de Nuestra Señora.
1587. 10 enero Primeras informaciones jurídicas sobre el milagro de la renovación. Septiembre, nuevas informaciones. Diciembre, 3. Es llevada la santa Imagen a Tunja para remedio de la peste.
1588. Enero 6 El arzobispo de Bogotá, don Fray Luís Zapata de Cárdenas, constituye tribunal eclesiástico para examinar prodigio de Chiquinquirá. Junio. Erige la parroquia Chiquinquirá, independiente de Suta, y nombra primer párroco al presbítero Gonzalo Gallegos. Agosto. El ser arzobispo visita Chiquinquirá, en compañía del Presidente del Nuevo Reino, don Antonio González, y del corregidor de Tunja, capitán Antonio Jove. Bendice y coloca la primera piedra para el templo (agosto 17), y examina María Ramos.
1600 o 1601. Muere en el convento de Mariquita, Fray Andrés de draque, de más de cien años de edad.
1610. Es colocada la sagrada Imagen en la nueva iglesia
1618. Abril 26 María Ramos hace testamento en Chiquinquirá.
162. María Ramos recibe el hábito de dominica terciaria, pronostica la fundación del convento dominicano de Chiquinquirá.
1633.Agosto 18 Por segunda vez sale la Santa Imagen para Tunja y; tal Fe de Bogotá. Este mismo año el señor arzobispo nardino de Almansa visita Chiquinquirá.
1635. Vuelve de Santa Fe a Chiquinquirá la Sagrada Imagen.
1636.Abril 18 El arzobispo don Fray Cristóbal de Torres O.P. decreta entregar el Santuario al cuidado de los dominicos. Mayo. Los dominicos toman posesión solemne del Santuario
1639.Declárase convento la residencia dominicana de Chiquinquirá.
1658. Eríjese canónicamente el convento formal
1682. Muere en el convento del Santo Ecce-Homo el P. Juan Pereira, cartagenero, primer historiador de la Virgen Chiquinquirá
1686. Primer centenario de la renovación; el arzobispo Lozano visita en peregrinación Chiquinquirá.
1694. Se imprime en Madrid la "Historia de Nuestra Señera Chiquinquirá", por el P. Pedro de Tovar y Buendía.
1707.  Despójase a los dominicos de la parroquia de Chiquinquirá
1760. Diciembre El virrey José Solís Folch de Cardona, con gran acompa­ñamiento visita Chiquinquirá. (Poco después se hizo fran­ciscano)
1770. Sept.15 Es declarada solemnemente la Virgen de Chiquinquirá patraña del pueblo por las autoridades eclesiásticas y civiles
1786. Segundo centenario de la renovación.
1790. Julio o Agosto El virrey Ezpeleta visita Chiquinquirá, y anima a los reli­giosos a levantar un nuevo y mejor templo. El primero empezaba a caerse
1801. Colócase la primera piedra de la actual Basílica.
1802/1803. El arzobispo don Fray Fernando del Portillo y Torres, O.P. pide a la Santa Sede el oficio litúrgico en honor de la Vir­gen de Chiquinquirá
1896. Trasládase la Imagen a la capilla pajiza, al lado norte del actual templo
1810. La Junta Suprema de Gobierno erige en Villa, el pueblo de Agosto 8 Chiquinquirá
1815 Enero 20 Los dominicos en nombre de la Virgen, y a petición del Gobierno, entregan el dinero y las joyas de la Virgen para la causa de la independencia
1816. Marzo 21 Fernández Madrid, Presidente de la Nación, invoca el auxilio de la Virgen de Chiquinquirá para las armas de la Unión Granadina.
1819. Julio 29 El P. Fray Mariano Garnica, Provincial de los dominicos, pide al Rey de España su intervención ante la Santa Se­de para obtener el oficio litúrgico.
Abril, 20. El general patriota Manuel Serviez (francés) se lleva la Imagen has­ta Cáqueza, en Cundinamarca. Las tropas españolas la restituyen en julio a su Santuario, después de hacerle grandes homenajes en Santa Fe, con asistencia del Paci­ficador Pablo Morillo (mayo, 24)
1823. El señor Rafael Lasso de la Vega, obispo de Mérida en Venezuela, marzo19 pide a la Santa Sede el oficio litúrgico. Sep­tiembre, 23. El mismo señor obispo consagra el templo actual.
1825. Abril12 Su Santidad León XII concede la fiesta litúrgica en honor de la Virgen de Chiquinquirá, con el oficio y la misa del ^Santísimo Rosario.
1828. Junio 18 El Libertador Simón Bolívar visita a la Virgen de Chiquin­quirá con piedad edificante.
1829. Julio 29 Aprueba el Papa Pío VIII el Oficio propio de la Virgen de Chiquinquirá, y la declara Patrona igualmente Principal de la Nación
1830. Mayo 8 La Santa Sede extiende el oficio litúrgico de la Virgen de Chiquinquirá a la Diócesis de Quito
1836. El Gobierno civil suprime el convento de los dominicos y se incauta de todos sus bienes
1841. Cuarta salida de la Santa Imagen
1881. Noviembre 22 Restaurase la comunidad dominicana de Chiquinquirá
1886. Celébrase con gran esplendor, el tercer centenario de la renovación
1900. Agosto 19 El general Próspero Pinzón, vencedor en Palonegro, visi­ta a la Virgen y le ofrece su victoria. Agosto, 30. El ejérci­to recibe la sagrada comunión al pie del trono de la Virgen.
1908. Diciembre 24 El arzobispo don Bernardo Herrera Restrepo consagra el altar de mármol
1910. Enero 9 El Capítulo de la Basílica Patriarcal de los Apóstoles Pe­dro y Pablo de Roma, expide el decreto para coronar canónicamente la sagrada Imagen, en nombre de Su Santidad Pío X.
1913. Publícase en Bogotá el libro "Nuestra Señoras de Chiquinquirá", por el P. Mesanza
1915. Julio 6 Muere en Chiquinquirá el V.P. Buenaventura García y Saavedra, restaurador de la Provincia Dominicana y pá­rroco ejemplar de Chiquinquirá durante cuarenta y nueve años.
1918. Marzo 4 Llega a Chiquinquirá el Rvrdo. P. Fr. Luís Theissling, Maestro General de la Orden Dominicana, junio, 21. Los chiquinquireños se rebelan contra el decreto episcopal del señor obispo de Tunja, Eduardo Maldonado Calvo, de llevar la santa Imagen a Bogotá, para ser coronada, y comente abominaciones indescriptibles en la ciudad, en el Convento y en el mismo Santuario.
1919. Junio 28 Quinta salida de venerable Imagen. Julio 9. Solemnísima coronación de la Imagen en la plaza mayor de Bogotá y proclamación de su reinado sobre el pueblo colombiano. Publicase la "Historia de la Virgen de Chiquinquirá", por los padres Vicente María Cornejo y Andrés Mesanza. Agosto 14. Entrada triunfal de la Virgen en su Santuario, después de pasar por Tunja, acompañada del Presidente de la República. Don Marcos Fidel Suárez
1927. Agosto 18 Pío XI declara Basílica Menor el Santuario de Nuestra Señora
1928. Julio 9 El Nuncio Apostólico Pablo Giobbe y el Presidente de la República, Miguel Abadía Méndez, presiden las fiestas para ejecutar el decreto de Basílica Menor. Julio 18. La Sagrada Congregación de Ritos adiciona al oficio litúrgico
1930. Mayo La Conferencia Episcopal Colombiana (dos arzobispos, ochos obispos, un vicario apostólico, cinco prefectos apostólicos, un provicario apostólico, un vicario capitular y varios canónigos y superiores regulares), hace visita ofi­cial a la Virgen de Chiquinquirá.
1934. Redáctase un proyecto de Oficio todo propio en honor de la Virgen de Chiquinquirá. Imprímese en Caracas la "His­toria de la Coronación de la Virgen ", por el P. Mesanza.
1936. Celébrase con gran pompa, el tercer centenario de la llegada de los dominicos a Chiquinquirá.
1939. Enero 9 Concédese a los dominicos el Oficio litúrgico del clero secular
1942 Reimprímese en Bogotá la "Historia de Nuestra Señora de Chiquinquirá", por los PP. Cornejo y Mesanza. Agosto 15. El Arzobispo de Bogotá pide a todo el Episcopado la adhesión para pedir a la Santa Sede el Oficio todo propio
1944. Julio 9 Bodas de plata de la Coronación. Solemnísima fiesta en Chiquinquirá para condecorar la Sagrada Imagen con cetro precioso. Asisten el Nuncio Apostólico Carlos Sere­na, el Arzobispo de Bogotá, Ismael Perdomo, el Obispo de Tunja, Crisanto Luque y otros obispos, vicarios y per­fectos apostólicos. El Gobierno nacional se hace repre­sentar y envía una escuadrilla aérea.
1945. Abril 13 La Sagrada Congregación aprueba las tres Lecciones históricas del Oficio, redactadas por el M.R.P. Fr. Alberto E. Ariza S. O.P
1947. Agosto 9 Visita Chiquinquirá el Revmo. P. Fr. Manuel Suárez, Maestro General de la Orden Dominicana.

Hemerotecas

sábado, 23 de agosto de 2025

DR. PEDRO VALLINA

 


UN ILUSTRE GUADALCANALENSE OLVIDADO 

            Muchos y muy famosos paisanos en distintas facetas sociales ha dado nuestra villa para la historia, pero quizás uno de los menos conocidos, es el Dr. Pedro Valina, anarquista, médico, humanista y escritor, que nació en Guadalcanal (Sevilla) en el año 1879 y murió en Veracruz (México) en el año 1970.

            Debido a mi colaboración den el Diario de Teruel, al recabar datos para un artículo sobre los médicos en la política española de la I República, profundizo en la trayectoria Política y humana del Dr., Valina. Cuenta en sus memorias que nació y vivió sus primeros años en Guadalcanal; Su padre era de origen Asturiano, propietario de una confitería en Guadalcanal y que amasó una pequeña fortuna, comprando con ella varias fincas con olivares, naranjos y frutales e incluso una pequeña huerta, con el objeto principal de dar trabajo a los menos favorecidos de nuestro pueblo; Su madre era de Cantillana, andaluza, guapa y con un carácter totalmente distinto a la sobriedad de un montañés      Asturiano emprendedor, que llegó a Sevilla siendo muy joven a mediados del siglo XIX, andando desde su Asturias natal con un grupo de amigos para buscar fortuna. Siendo conocido el Dr. Vallina principalmente por su trayectoria política, no quisiera profundizar sobre esta faceta, sino en la que para mí es más importante, es decir, su carácter social y humano que después de leer su autobiografía y el prólogo de su primera obra “MIS MEMORIAS” escrito por Paulino Díez, le definen como un personaje antes que político, con un profundo sentido humano y comprometido con las tendencias sociales de su época. Por su profesión, un buen médico colaborador en multitud de proyectos de investigación y trabajos en hospitales de varios países, ya que sus continuos exilios le llevaron a trabajar fuera de España durante periodos más prolongados que en su propio país; Pudo tener una posición acomodada, pero su carácter humanitario le hizo vivir en varias etapas de su vida al borde de la pobreza, cuenta su prologuista “que despreocupaba su supervivencia hasta el extremo que su familia había días que no comían más que una vez y gracias a la generosidad de sus vecinos”, pocos ingresos podían proporcionarle la clientela que tenía en aquella época en su consulta, principalmente de la campiña sevillana de donde acudían los campesinos, “algunos como pago de su visita, traían un pollo, huevos o cualquier otra cosa, que entraban por un lado y salían en manos de un necesitado por otro”. Igualmente comenta que la escasa fortuna familiar recibida, la dedicó para contribuir a la construcción del Sanatorio Antituberculoso de Cantillana, pueblo natal de su familia materna, con el único condicionante “que serán atendidos todos los enfermos sin tener la obligación de pagar si no tienen medios para ello”.

            Esta obra, a la que dedicó el Dr. Vallina todos sus esfuerzos y dineros, fue financiada en gran parte por los sindicatos y el pueblo de Cantillana, cuyos vecinos trabajaron desinteresadamente y contribuyeron con aportaciones económicas, así mismo, cabe destacar la suscripción popular que se hizo en el periódico “El Liberal” del que era director y amigo personal, D. José Laguillo. Este sanatorio llegó a funcionar de manera admirable, y solidaría en los primeros años, pero luego fue abandonado y destrozado, cuando el Dr. Vallina fue encarcelado, deportado y apartado de su obra, primero por el gobierno de la República y finalmente por la dictadura de Primo de Rivera, el sanatorio fue en varias ocasiones saqueado, quemado y finalmente destruyeron todo lo que no ardía, cuando la demencia y sin razón de unos y otros, no respetaron este importante y necesario proyecto.

            Por aquellas fechas era muy conocido en los círculos menos favorecidos de Sevilla y Cádiz, atendiendo a las necesitados a cualquier hora del día o de la noche, con el solo pago de la amistad y las largas charlas sobre política y desigualdad, levaba su forma de entender y practicar la medicina hasta sus últimas consecuencias “llegando a acompañar a los enfermos hasta los últimos momentos, no abandonando la casa del finado hasta limpiar, y desinfectar la habitación dende yacía con sus propias manos”.

            Era una persona especialmente crítica con la evaluación de los aconteceres de su época, descubrió entre otras, las causas de la insalubridad del agua en Sevilla, empezó una campaña contra las autoridades sanitarias, denunciando el alto índice de tuberculosos en la ciudad, por el abandono de limpieza y salubridad que sufrían los barrios marginales, legando a provocar una huelga de inquilinos por el abandono de las viviendas, fue censor visceral y a veces despiadado con el poder establecido y con la Iglesia, con las consiguientes consecuencias políticas de marginación pública y continuos exilios. Otra referencia encontrada sobre la vida del Dr. Valina, aparece publicada en el libro “De la Estepa Extremeña a La Rioja Argentina”, escrita por el profesor Téllez Manrique, nacido en Fuenlabrada de los Montes (Badajoz) en el 1910 y exiliado en Argentina.

            Este profesor en un capítulo de su libro describe: “…al camarada Vallina le conocí en mi adolescencia, allá por tierras extremeñas, pues en Fuenlabrada de los Montes y los pueblos de la comarca pasaba largas temporadas de exilios. Se preocupó de organizar a los campesinos frente a la dictadura oligarca de los santones del pueblo, haciéndose muy popular entre las gentes sencillas, pero, sobre todo, antes que político fue médico, controlando las epidemias producidas por la triquinosis y el carbunco. Educando a aquella pobre gente para que enterraran los cadáveres de los animales y no sirvieran de alimento. Recuerdo que un día trajo a pie por los caminos polvorientos desde Siruela, un pueblo que distaba más de 30 Km. del mío, unas treinta ovejas y cuatro cerdos que cambio por animales que padecían enfermedad para analizar su comportamiento frente a la misma. Fue muy criticado por la Iglesia, pues los domingos organizaba cuadrillas de campesinos para hacer trabajos en común…”

            Finalmente cabe resaltar su amistad con Blas Infante, tratando los temas agrarios, movimientos campesinos y haciendo emerger el movimiento que hoy se conoce como Cooperativas, su apoyo a la candidatura andalucista de Blas Infante, aun no compartiendo totalmente sus tesis y planteamientos, fue comprometida y arriesgada para su prestigio entre los cenetistas, que no compartían por entonces las formas electoralistas. Esta amistad hacía que Blas Infante le defendiese de todos sus detractores e incluso llegó a pronunciar una frase en una tertulia, “es preciso concluir de una vez para siempre con la leyenda del “Tigre” como los privilegiados llamaban a Pedro Vallina” cuando se comentaba la afinidad del doctor con las “dinamiteros”, su amigo y discípulo Antonio Rosado dice en sus memorias que “no fue nunca amigo ni vio con buenos ojos… a los partidistas dinamiteros”, a pesar que en sus tiempos de juventud fabricaba bombas en París para los Movimientos Revolucionarios en España. De nuestro ilustre paisano Adelardo López de Ayala, en una tertulia. París en la que entre otros se encontraban, Gravé, Harvey y Coussenel, al ser preguntada por éste comentó. “… Era buen escritor, pero aquel pequeño aprendiz de político de enorme cabeza, era de Guadalcanal, sólo para la historia, vivió y pensó como extremeño presentándose por la mitad de sus municipios para conseguir sus objetivos, como político fue un conspirador, que se atrevió a medrar con liberales, progresistas, monárquicos, republicanos…, en fin, un figurón…”

            Leyendo sus memorias, quizás lo menos positivo para un Guadalcanalense como yo, es el capítulo de su biografía que describe al pueblo y personajes que conoció en su infancia y primeros años de juventud, de una forma ácida y anodina, al hablar de sus vecinos y costumbres de una forma peculiar, que no comparten otros autores de la época, y que sólo los más ancianos del pueblo, pueden dar fe o negar estos comentarios. “El personal en su mayoría valía poco o no aspiraba a otra cosa que vegetar. La propiedad de la tierra estaba en manos de unos pocos, los más malos y brutos. Los ricos holgazanes pasaban el día en el casino, hablando de tonterías; los artesanos, las noches en las tabernas, y los pobres jornaleros sin tierra ni pan, vivían miserablemente, ganando una peseta cuando encontraban trabajo. Había un pequeño grupo de montañeses legados de fuera, como mi padre, más civilizados, de ideas libres y que se dedicaban al comercio. Las mujeres de los ricos hablaban como cotorras, se visitaban entre ellas y organizaban fiestas religiosas, bailes y corridas de toros, pero las mujeres de los pobres, servían de criadas y lavanderas y en la cogida de la aceituna ganaban cincuenta céntimos, escasamente para una mala comida. En aquel ambiente monótono, las fiestas anuales eran esperadas con impaciencia. La más distraída”,

            Era la Semana Santa, en la que salían varios pasos, caricaturas de los de Sevilla, se hacían cosas a lo vivo, a “Judas” se le perseguía y se le apedreaba, escapando vivo por la ligereza de sus pies; Se detenía a un viejo mendigo, se le encerraba en un calabozo y al día siguiente un cura le lavaba los pies. Una buena moza, que gritaba fuerte, hacía de Verónica y en la plaza pública cantaba y limpiaba las lágrimas de la Virgen, pero, sobre todo, el sermón de las cuatro horas era imponente. Se traía a un predicador de fama y todas las damas acudían emocionadas con sus mejores atavíos a escuchar su “santa” palabra. Se bebía mucho aguardiente y se comían ricos dulces preparados con miel de la sierra. No salía mejor parado el poder establecido, cuando en otros de sus párrafos comenta: “El Ayuntamiento no era nombrado por el pueblo sino por el cacique, que escogía los más pilos y se quedaban con los ingresos municipales, faltando la luz y el empedrado. El Juzgado Municipal era una cosa por el estilo; el juez sólo atendía a los más influyentes. Pero lo que allí estaba en su puesto era el cuartel de la guardia civil, para proteger a los ricos y atemorizar a los pobres con sus procedimientos crueles.”.

            De la Iglesia prefiero obviar sus comentarios, ya que en él se citan personajes que no he conocido, y al no encontrar bibliografía sobre ellos, no puedo verificar sus nombres y situaciones, simplemente como reseña, dice de un cura del pueblo que conoció en su adolescencia, “que cuando estalló la revolución popular el cura principal que había ejercido una influencia perniciosa en el pueblo, fue fusilado dos veces. La primera se quedó mal herido y a la mañana siguiente lo encontraron con vida, sentado sobre una tumba y rezando, y fue fusilado definitivamente, éste cura había equivocado el camino de la vida y en vez de seguir la doctrina de Cristo, que le hubiera hecho un hombre feliz, siguió la del demonio que le llevó al infierno”.

            El Doctor Vallina participa activamente como Alférez Médico de Sanidad en la Guerra Civil Española, en varios frentes de Castilla, Valencia y Cataluña, pero cuando cayó la resistencia de Cataluña se exilió en Francia. Allí a pesar de que había pasado parte de su juventud y tenía bueno amigos, su pasado de revolucionario le hizo sentirse perseguido y evacuado en el vapor de La Salle camino de Santo Domingo, finalmente se estableció México, lejos de la metrópoli, pasó sus último veinte años en el pueblo de Puerta Bonita del Estado de Oaxaca, que debido a su clima tropical padecían su población grandes problemas con el paludismo. La mayoría de esta población eran de origen indio y muy pobres, así que nuevamente pasó por problemas económicos, ejerció hasta los últimos años de su vida, finalmente enfermo y con avanzada edad accedió a ser trasladado a la Ciudad de Veracruz, donde falleció el 14 de febrero de 1970, a los 91 años de edad, rodeado de apenas una decena de amigos y añorando su patria. Opinión.

            No es mi intención resaltar lo positivo o negativo del Dr. Valina en este artículo, quizás pueda parecer así si sólo se lee una pequeña parte de su vida, creo que para conocerlo realmente y para juzgarlo es necesario analizar su obra autobiográfica y el resto de publicaciones editadas por él y sobre él. Cómo reflexión quiero terminar un aforismo de nuestra paisana Ramona este “Un hombre bueno es el que se abstiene de hacer mal, un hombre malo es el que se abstiene de hacer bien”, y un proverbio chino dice “al final de los días de nuestra vida seremos juzgados por nuestros hechos en una balanza, si ésta se inclina hacia el mal, que mal, si se inclina hacia el bien, que bien, ¿cuál será mi inclinación cuando me muera?”

 

Bibliografía. - “Mis Memorias” del Dr. Pedro Valina, reeditado por el Centro Andaluz del Libro en el año 2000. “De la Estepa Extremeña a la Rioja Argentina” del Profesor Téllez Manrique, editado por Editores Mexicanos, México DF 1971 Prólogo de sus memorias de Paulino Díez, Editora Colón 1967 Archivos sobre la clase médica en la I y II República Española, del Centro de Estudios Turolense.

Rafael  Spínola R.

sábado, 19 de julio de 2025

EL LEGADO DEL PASADO

El Canal del Bajo Guadalquivir,
también llamado el “Canal de los presos",
fue construido entre los años 1940 al 1962

Recordar es vivir, y vivir, 
mantener vivos los sueños.
José Saramago.
    
    Los proyectos para la transformación en regadío de las marismas del bajo Guadalquivir se remontan a principios del siglo XIX, pero por ser una obra de tal magnitud, no fue hasta 1940 cuando se inició su construcción, que se concluyó en 1962. 
    El canal del bajo Guadalquivir es un canal de riego, infraestructura hidráulica destinada originalmente a poner en riego una superficie de 56.000 hectáreas de las provincias de Sevilla y Cádiz. Actualmente riega una superficie de 80.000 ha. 
    Parte del embalse de Peñaflor en Sevilla y recorre 158 Km. hasta las marismas de Cádiz. La obra se llevó a cabo por presos políticos de la dictadura, a "pico y pala", siguiendo la política de Redención de Penas por el Trabajo, llegando a contar con 2.000 presos. A lo largo de su recorrido se jalonaban campos de trabajo como en Los Merinales, El Arenoso, La Corchuela en Dos Hermanas, asimismo los familiares también crearon los poblados de Torreblanca y Valdezorras, en Sevilla, Quintillo en Dos Hermanas o El Palmar de Troya, en Utrera. 
    En el año 2006 al tramo comprendido entre La Rinconada y Dos Hermanas se le cambió la denominación por "Canal de los Presos". Un monumento a la memoria histórica de Los Merinales se instaló el día 17 de junio de 2009 en la rotonda donde empieza la finca del Charco del Pastor, antigua entrada al campo de trabajo de Los Merinales. Tan vasta operación hidráulica pasó por numerosas vicisitudes asociadas a los conflictos de intereses afectados por la derivación de aguas del Guadalquivir. Desde los de los gestores del Puerto de Sevilla, hasta la participación de la empresa privada en la financiación de las obras. Todo lo cual se reflejó en la compleja trayectoria de su planificación y ejecución. 
    Son elocuentes de esta complejidad, las características del primer tramo (previsto inicialmente como navegable), la propia secuencia de su construcción, las modificaciones de los proyectos por la incidencia de otras obras públicas (autopista, aeropuerto o polígonos industriales), la cambiante delimitación de las zonas regables y, en consecuencia, las previsiones de agua de riego y dotaciones por unidad de superficie. Las referencias bibliográficas sobre la propia obra hidráulica demuestran el interés que suscitó tan ambicioso proyecto. Aunque son muy escasas, o prácticamente nulas, las referencias a la forma en que se llevó a cabo la construcción de sus primeras secciones. No fue la única obra que se realizó por presos políticos en Andalucía, pero sí la más significativa, al menos en las comarcas occidentales. 
    De todas formas, lo que sí conocemos –por la memoria presente y viva de sus testigos– es que el desarrolló de estas obras dejó huelas profundas. Por ejemplo, en el tejido urbano de los alrededores de Sevilla. Las barriadas de Bellavista o Torreblanca no se entienden sin la actividad directa generada por las obras del canal y las transformaciones hidráulicas del Bajo Guadalquivir. 
    Pero, también, de forma indirecta, por las derivadas de una población reclusa que vivió en los campos de concentración al servicio de estas obras, y en cuyos aledaños se asentaron sus familiares en condiciones penosas de supervivencia y drama humano. La realización del «Canal de los Presos» significó no solamente una transformación importante del espacio físico, sino que también se tradujo en un cambio social y urbano en los municipios que recibieron a los prisioneros políticos. En la actualidad todo este proceso ha pasado en buena medida al olvido, con todas las consecuencias políticas y sociales que ello conlleva. Relación de presos de Guadalcanal (Sevilla) que contribuyeron a la ejecución de la obra:

Arenal Cordero, José María. - Agricultor
Barrero García, Carmelo. - Ferroviario
Benítez Pinelo, Antonio. - Agricultor
Bernabé Guerrero, Manuel. - Campesino
Blanco Díaz, Francisco. - Agricultor
Casau Bernabé, Antonio. – Peluquero
Chaves Márquez, José. -Jornalero
Chaves Moyano, José. – Campesino 
Cortés Parra, Manuel. - Agricultor
Cote Blandéz, Francisco. - Campesino
Gallego Barrera; Francisco. - Campesino
Gálvez García, Patricio. - Jornalero
García Gálvez, José. - Jornalero
García García, Ramón. - Vendedor
García Heredia, Manuel. - Campesino
Gómez Burgos, Rafael. - Campesino
Gómez Veloso, José. -Jornalero
González Milán, Narciso. - Jornalero
Gordillo Sampedro, Miguel. - Agricultor
Guerrero Casado, Jesús. - Agricultor
Llanos Capelán, Ignacio. - Jornalero
López Gordón, Francisco. - Peón
Merchán Bernabé, Manuel. - Peón
Muñoz Arenas, Rafael. - Jornalero
Pérez Cámara, Jesús. - Barbero
Rico Rincón, Francisco. - Peón
Rivero Fontán, José. - Oficial Albañil
Vázquez Rodríguez, Carlos. - Matarife

    Este escrito es solo un apéndice para recordar una pequeña parte de nuestra reciente pasada historia, por ello, no quisiera que se interpretase como parte de la llamada “Memoria Histórica”, tampoco quisiera herir susceptibilidades o sacar del fondo del corazón de las familias de los aquí citados, recuerdos y tragedias familiares del pasado, simplemente quiero hacer un respetuoso recuerdo a nuestros paisanos que se vieron involucrado en una guerra sin sentido.

Rafael Candelario Repisa

Fuentes. - Archivo Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Centro Estudios Turolense, Hemeroteca de ABC y libro “El Canal de los Presos"

sábado, 7 de junio de 2025

GUADALCANAL 1902

EL GLOBO O TROMBA DE FUEGO DE GUADALCANAL

            El sábado 1º de Febrero, á las dos de la tarde, atravesó la población de Guadalcanal y su término de (provincia de Sevilla) una manga de fuego, produciendo enorme ruido y alguna trepidación. Muchas personas, en su mayoría mujeres, creyendo que se venía encima el fin del mundo, fueron presas del mayor espanto.

            Así describe el fenómeno D. Manuel Calleja, de la localidad mencionada, y así Carvic lo pone en conocimiento del público. Acaso se trate de la caída de un bólido, que no pocas veces éstos se presentan con tal aparato, pero muy bien pudiera acontecer que fuese un meteoro como los que Arago llamó “rayos globulares”.

            Es éste un fenómeno muy poco frecuente, pero que se ha observado ya por muy distintas personas y en circunstancias bien diversas, de modo que no puede tenerse por fantástico, quiero decir, como ilusión de los que lo refieren, y muchas de las descripciones tienen alguna semejanza con la sobria reseña del Sr. Calleja. El almirante Duperry consigna que en las islas de la Sonda presenció un espectáculo imponente, producido por una nube luminosa y esférica que lanzaba rayos y truenos en todas direcciones.

            Es famoso también el caso de la iglesia de Stralsund, donde penetró un globo de fuego del que salieron otros menores, a modo de granadas, que estallaron con gran estrépito. El globo fulminante de Beaujon es no menos célebre, y cuentan que hizo tantos destrozos y tanto ruido como si una máquina infernal hubiese estallado en medio de la población; lanzaba el tal globo rayos en todas direcciones, y uno de ellos atravesó un muro cual pudiera hacerlo una bala de cañón. Otra tromba fulminante explotó en Everdon. En medio de una casa de labor, donde se hallaba una partida de segadores; mató á varios e hirió a los restantes, encontrándose después, en la superficie del cuerpo de las víctimas, gran número de manchas lenticulares. Poggendorf dice en los «Annales» que en 1850 apareció un meteoro luminoso globular cerca de la vila de Anhalt, siendo muchas las personas que presenciaron el fenómeno y que declararon que la maravillosa esfera tenía un matiz verdoso. M. Colón, vicepresidente que fue de la Sociedad Geológica de Francia, cita otro caso de que él mismo fue testigo. Vio una masa globular de fuego descender del cielo á la tierra á lo largo del tronco de un chopo, cuya corteza quedó abrasada; la masa luminosa bajó lentamente empleando cinco o seis minutos en recorres desde la cúspide hasta la base del árbol, y al legar al suelo rebotó sin estallar.

            En 1823 el profesor Schübler, durante una tempestad que estalló sobre la Selva Negra, vio dos globos luminosos coronados por una lengua de fuego cada uno. Muy recientemente la Academia de Ciencias de París se ha ocupado de esta clase de fenómenos con motivo de un caso presenciado por M. Viole, y del que éste dio cuenta a la Academia. Vio el citado observador caer del cielo una bola de fuego, como una piedra que desciende; apareció aquélla, se iluminó por relámpagos en efluvios, descargas difusas localizadas en un espacio muy restringido, pero que formaban en conjunto un meteoro imponente y magnífico. Otros muchos casos podrían citar y he citado en otra ocasión, pues hasta 150 perfectamente tengo noticia de haber sido registradas, pero con los expuestos basta para dar idea de este curioso meteoro y para que no quede duda alguna acerca de su existencia.

            Como dice muy bien Carvic, no se puede asegurar por la breve reseña del Sr. Calleja, cuál es la naturaleza verdadera del meteoro que se ha presentado en Guadalcanal; pero, por las trazas, parece que pertenece a la categoría de los antes indicados. Si así fuera, y no la caída de un bólido piedra meteórica (cosa también posible), los atemorizados habitantes de la población andaluza han presenciado un fenómeno, no único, pero sí muy rato y sobre cuya explicación andan todavía a la greña los hombres de ciencia. Arago supuso, al describir este meteoro, que existe una materia sutil que llamó «materia fulgurante», susceptible de unirse temporalmente a la materia ordinaria.

            Esta materia fulgurante es la que, en circunstancias apropiadas, y arrastrando consigo masas de gases de la atmósfera, forma, según la hipótesis de Arago, esas esferas y trombas incandescentes que de cuando en cuando se presentan, ya produciendo un vistoso y calado meteoro, ya incendios rarísimos, ya, en fin, desastres formidables, ocasionando a su alrededor el espanto, la destrucción y la muerte. Actualmente se entiende que la materia fulgurante de Arago no debe considerarse como una sustancia desconocida y misteriosa, ni tampoco como un fluido especial, sino solamente como una manifestación, no bien estudiada aun, de los movimientos vibratorios de la materia imponderable, movimientos que hoy día, según la naturaleza, sabemos que constituyen el calor, la luz, la electricidad, los rayos X, etc. Este es uno de los hechos que sirven para mostrar que, como decía mi amigo Juan Fernández, la noche que asistimos en París a la sesión de magia blanca, nuestro conocimiento de la Naturaleza es aún bastante imperfecto y que el estudio del mundo nos guarda todavía muchas sorpresas.

Vicente Vera EL IMPARCIAL, viernes, 7 de febrero de 1902

sábado, 10 de mayo de 2025

Panaderos de Guadalcanal

Un gremio protagonista de los años 30

En los principios de los años treinta del pasado siglo, durante la convulsa etapa del final de la monarquía de Alfonso XIII, también llamada la dictadura de Primo de Rivera y el principio y final de la segunda república. En España se sucedían las huelgas gremiales. Está situación también alteró la vida y al sector primario de los habitantes de Guadalcanal, los jornaleros del campo, albañiles y especialmente el gremio de panaderos protagonizaron unos paros y huelgas que marcaron el futuro de este sector.

            Describimos algunos acontecimientos que se desarrollaron en la época y afectaban a un sector primario y esencial para la población de nuestra villa:

A finales del año 1930, concretamente el 28 de noviembre, encontramos un acta municipal de la reunión mantenida entre el Alcalde José Castelló y Castro, el Inspector Municipal de Sanidad Eugenio Mirón y Villagrán, Juez de Paz Joaquín Llamazares Llano y los representantes de los panaderos propietarios de las fábricas sobre el peso, calidad y precio de venta del producto ante las palpables protestas de los consumidores.

 Durante el año 1931, el sector toma gran importancia, existían cinco fábricas de harinas con sus correspondientes despachos de pan, Isidro Escote Galván en la calle Largo Caballero (actual López de Ayala), Adelardo López de Ayala en la calle Juan Antonio Torres (actual Santa Clara), Francisco García Flores en el extrarradio de la localidad, esta tenía el despacho de pan en la calle Concepción, esquina a calle Olleros, Purificación Rufián Fresno en la calle Joaquín Costa (actual Luenga) y José Arcos Bernabé en la calle Manuel Azaña (actual Antonio Machado). Igualmente, me comentó mi amigo Juan Cote, que se empezó a repartir por las calles pan con un burro y su serón, así dice que comenzó su padre Antonio Cote, cuando apenas contaba con doce años, secuela de ello fue una cojera que le proporcionó una caballería que le cayó encima durante el reparto en un día riguroso de invierno y que luego éste, sería durante muchos años maestro panadero.

En este año coexistían unos ochenta panaderos y ayudantes, se agrupaban en una sociedad de oficiales llamada “La Luz”, que aun cuando inició con gran actividad, estaba poco menos que en disolución, tal vez porque el gremio estaba inmerso en un proceso de huelgas y desavenencias entre ellos.

Durante el primer semestre de este año, se empezó a registrar falta de pan y precios altos, pequeños paros y algún intento de huelga fueron resueltos con la voluntad del sector y la intercesión de las autoridades locales. Pero a partir de los meses de julio y agosto esta situación se agravó. El consistorio se encontraba inmerso en afrontar una serie de huelgas y paros en corto tiempo, así lo reflejaron los diarios de la época en sus ediciones del 27 de agosto:

 “Huelga de panaderos, en Guadalcanal. - El Gobernador interino fue visitado ayer por el alcalde de Guadalcanal, para darle cuenta de que ha sido planteada la huelga indefinida de panaderos en aquella población. También informó al Gobernador que Guadalcanal fue visitada por alteradores del orden forasteros que incitaron al gremio de panaderos a plantear una huelga con carácter reivindicativo e indefinido, estos individuos han visitado diferentes pueblos de la zona con desiguales resultados a sus planteamientos. Jueves, 27 de agosto 1931. Corresponsal”.

            Después de la reunión mantenida entre el Alcalde de la población y el Gobernador interino en Sevilla, la situación no mejoró, el 5 de septiembre aparecían nuevas noticias en la prensa:

“Desde el día 1º del actual está planteada en esta población la huelga de obreros panaderos, en virtud a no haber sido posible atender por los patronos las nuevas bases de trabajo que este gremio presentó. Hasta ahora la huelga se desarrolla pacíficamente, sin haber podido llegar a un acuerdo satisfactorio. El abastecimiento de pan a la población se efectuó, sin embargo, casi con normalidad, debido a que, a excepción de la fábrica de Santa Clara, los demás patronos son del oficio y entre ellos y sus familiares han fabricado el pan necesario para el abastecimiento. La fábrica de Santa Clara, aunque a costa de pérdidas económicas, también suministró pan a su clientela, trayéndolo del vecino pueblo de Llerena (Badajoz). Es de esperar que este conflicto sea resuelto a la mayor brevedad”.

Como comentaba el corresponsal de prensa, no obstante, esta situación no afectó en demasía a los habitantes del pueblo, por un lado, las tahonas excepto la de Santa Clara permaneció a disposición de los voluntarios panaderos que fabricaron parte del pan para cubrir la necesidad básica, por otro lado, en muchas casas y siguiendo la vieja tradición se fabricaba pan para familia y vecinos, todo ello complementado por el que se traía de pueblos cercanos como Fuente del Arco y Llerena.

La prensa sevillana se hace eco de este ambiente el día 7 de septiembre y publica:

“Tal y como informamos con anterioridad, la situación sobre la huelga de panaderos de Guadalcanal ya era insostenible. - El gobernador civil ha manifestado que la huelga que sostenían los panaderos de Guadalcanal ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta villa, esta huelga había creado un mal ambiente entre los convecinos, mientras que una parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en otras, ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse de la confusión y producían a mayor escala de lo normal, no obstante, el buen criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia”.

Tras un breve himpas, la situación lejos de resolverse, se hizo insostenible durante meses, así que el Consistorio Municipal presidido por el primer edil el Sr. Sevilla González, convocó dos sesiones ordinarias en los días 8 y 15 del mes de diciembre, en las que se dio cuenta de los escritos presentados por el gremio. Por una parte, de los obreros, el anuncio de una nueva huelga para el próximo dia 11 por considerar que los salarios no iban en consonancia con el trabajo que realizaban, los patronos presentaron una solicitud para solicitar autorización de subir 5 céntimos de pesetas por kilo de pan, informando estos en otro escrito que, si no se autorizaba la subida solicitada, se verían obligados a cesar su actividad a partir del día 16. 

Analizada esta situación, se acuerda autorizar al Alcalde y a la Comisión de Abastos, para que resolvieran estos asuntos. El Alcalde a su vez expone que el Gobernador Civil ha analizado el escenario, manifestando que en caso de no tener solución rápida estos conflictos, tendrá que personarse en Gobernación con una comisión de patronos y obreros para dar solución rápida a la crisis.

 A principios de enero de 1932, en Guadalcanal junto a otros pueblos de la provincia, la situación no mejora y siguen los paros, uniéndose otros jornaleros especialmente del campo y albañiles a la revuelta de los panaderos y se convoca una huelga general, así lo refleja la prensa:

“La huelga de obreros panaderos seguía produciendo altercados en Guadalcanal. El 6 de enero, Ángeles Vázquez Carazo, esposa de Francisco García Flores, dueño de una panadería en los cantillos de la Concepción, denuncia que se habían presentado cuatro hombres del gremio de panaderos ejerciendo coacción e impidiendo que el personal pudiera seguir trabajando para mantener el precio del pan a 8 céntimos de peseta el kilogramo. Al llegar la Guardia Civil observaron que Lorenzo y José Pérez García, José Cote Cabeza y Manuel Vázquez Gordón, sostenían una acalorada discusión con Ángeles Vázquez. El Juez no observó delito en los hechos denunciados y absolvió a todos los implicados".

Una semana después, los conflictos se generalizan en varios pueblos de la provincia, entre ellos Guadalcanal, la prensa comenta:

“Delegados Gubernativos para detener la huelga. - El Gobernador civil de la provincia ha enviado a varios delegados gubernativos a Carmona, El Pedroso, Olivares, Alcalá del Rio, Alcolea y Guadalcanal para tratar de contener la declaración de huelga general en apoyo de campesinos, ganaderos, panaderos y otros gremios de estas localidades. Sevilla, Domingo, 17 de enero de 1932.”

“Cuestiones Sociales. — Se acuerda la huelga general de panaderos sevillanos. Sevilla, 20 de enero 1932. —En la reunión celebrada anoche por el Sindicato de Panificación, y después de discutirse extensamente, se acordó declarar la huelga general en toda la provincia, a partir del día primero del mes próximo, por solidaridad con los panaderos del pueblo de Guadalcanal, que llevan más de un año en huelga y paros intermitentes. Al conocerse este acuerdo del Sindicato de Panificación se han reunido las autoridades para adoptar las necesarias medidas en caso en que la huelga llegue a declararse. Por otra parte, se ha acordado hacer un fondo solidario para ayudar a los huelguistas guadalcanalenses y a sus familias que se encuentran en una situación límite y que resisten gracias a la solidaridad de sus familiares y otros gremios de la localidad, sobre todo de jornaleros del campo y carpinteros, aun cuando escasea el trabajo y el jornal entre ellos”.

El nerviosismo y la intolerancia de unos y la solidaridad y apoyo de otros, enrarece la convivencia en Guadalcanal, en la prensa se puede leer sobre la situación:

“El 1 de febrero se produjo un nuevo altercado por la huelga de panaderos. Manuel Ortega Muñoz denuncia que cuando llevaba a su domicilio a Ignacio García, que estaba un poco beodo, al entrar en su casa tres personas los insultaron y agredieron. Que eran trabajadores de la panadería de Francisco García. Al notar el hijo de Ignacio García el ruido en el zaguán de la casa y encender las luces, pudo conocer a los intrusos, identificando a Rafael Diéguez Vázquez, a su hijo Ramón y a su yerno Eduardo Rubio. Según la investigación del juez, los hechos no ocurrieron como dijo el denunciante y la sentencia fue absolutoria. (Sevilla 3 de febrero 1932. (Corresponsal)”

            Sevilla 3 de febrero 1932. — De nuevo suceden alteraciones de orden público en Guadalcanal.- Como consecuencia de la huelga de trabajadores panaderos. Así el 2 de febrero, Ángeles Vázquez García, dueña de la panadería de la calle Concepción y esposa de Francisco García Flores, conocido por el alias de “Ciego del Arpa”, avisó a la Guardia Civil que los del gremio de panaderos, acompañados de numerosos obreros agrícola, se habían presentado en su panadería impidiendo que los tres panaderos forasteros que estaban elaborando el pan pudieran seguir y obligándoles a que se marcharan a Alanís, de donde eran naturales. La Guardia Civil se personó en el domicilio de la denunciante y encontró en la calle un grupo de obreros, como de 150 aproximadamente. El sargento pidió que se adelantaran tres de ellos para oír sus peticiones y después que se disolvieran pacíficamente, como así hicieron, aunque se volvieron a concentrar en la calle Largo Caballero (López de Ayala), donde se volvieron a disolver pacíficamente a requerimiento de la Guardia Civil. Los trabajadores esquiroles que habían sido expulsados del pueblo, declararon que se habían presentado en la panadería un grupo que les había insultado de palabras y les dieron algunas bofetadas y puntapiés. Después de un amplio expediente -36 páginas- con declaraciones de los intervinientes en el altercado, el juez no encontró pruebas imputadoras suficientes para condenar a los acusados, que fueron absueltos”.

De nuevo las 21 y 22 de mayo toman conciencia de la situación la Corporación, se reúnen en sesión ordinaria y analizaron el problema del pan. Se dio cuenta del telegrama del Gobierno Civil, por el que se comunica al industrial Antonio Fontán y a una comisión de obreros panaderos para que, juntos con el Alcalde, asistan el día 23 a las doce horas en la sede gubernamental de Sevilla, a una reunión para tratar sobre el boicot que tienen declarado a dicho fabricante.

Después del análisis por parte del Gobierno Local sobre actitud de patronos, maestros y obreros panaderos en Guadalcanal, el Alcalde y los representantes designados por patronos y obreros se trasladan a Sevilla para darles cuenta al Gobernador, de la situación irreversible y la nueva huelga planteada por el gremio y la situación de la fábrica del Sr. Fontán, la nueva huelga es apoyada por otros obreros de sectores como carpinteros, zapateros y jornaleros del campo de la localidad y tratar otros asuntos de importancia de la misma. Los resultados fueron nulos.

El día 5 de septiembre, la prensa informaba de la siguiente noticia:

“El Gobernador Civil ha manifestado que la huelga que sostenían los panaderos de Guadalcanal apoyada por una amplia parte de otros sectores ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta villa, esta huelga había creado un mal ambiente entre los vecinos, mientras que una parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en otras ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse de la confusión, el pan empieza a ser un bien escaso, no obstante, el buen criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia.

En este año 1932, los juicios de faltas que realizó el Juzgado Municipal fueron 54. Destacan que hubo cuatro por denuncias de agresiones durante la huelga de panaderos y del campo. Aun cuando se produjeron muchos más altercados por las huelgas y paros del sector del pan, pero la intervención de la Guardia Civil, la mediación del Alcalde, el buen hacer de Gabriel Barrientos Rivero Juez de Paz, junto a la coherencia  de gran parte de patronos y obreros panaderos y la sensatez y paciencia de la población para resolver los conflictos del día a día que ocasionaba la falta de un producto vital para la época como era el pan, provocaron que muchos conflictos se resolvieran por la vía del dialogo.

El año siguiente comienza con la misma situación en el conflicto del sector, el 8 de enero, emite el Gobierno Civil la siguiente nota de prensa:   

“Durante la noche de ayer se rumoreó que los panaderos de Sevilla irían a la huelga a las doce de la noche de hoy, por solidaridad con sus compañeros de Guadalcanal. El Gobernador Civil, Sr. García Labella, realizó determinadas gestiones y después facilitó el siguiente comunicado en relación con el presunto conflicto:

He estado estudiando el expediente instruido por el Sr. Villarrubia enviado por delegación a Guadalcanal, del que resulta, efectivamente, los patronos panaderos de aquel pueblo vienen incumpliendo las bases de trabajo, no obstante las sanciones que les han sido impuestas, a propuesta del Jurado Mixto, y que habiendo llegado a convertirse en una cuestión de orden público, yo, a mi vez, sanciono con el máximum de multa gubernativa a los patronos D. Adelardo López de Ayala y D. Antonio Fontán, que son los responsables de la situación presente, remitiendo además al Jurado Mixto un acta de las denuncias comprobadas que existen contra los patronos, indicando que sería procedente la aplicación de las sanciones extraordinarias que determina el artículo 33 de la ley del Jurado Mixto, aunque en este asunto son los organismos de trabajo quienes tienen que decidir, pues su jurisdicción es absolutamente independiente de la mía. Además, se estudió si es procedente pedir al ministro de la Gobernación que aplique la ley de Defensa de la República, y desde luego, se lo propondré si estos patronos persisten en el incumplimiento de las bases.

Una vez más puedo asegurar que tanto yo como el presidente del Jurado Mixto y el delegado de Trabajo, estamos decididos a que dichas bases se cumplan por los patronos de Guadalcanal, y si hasta ahora no han sido suficientes las sanciones ordinarias, acudiré a las extraordinarias. Y siendo esta la actitud de la autoridad, y siendo muy claro y muy preciso el procedimiento legal para el cumplimiento de las bases de trabajo, no puedo admitir como justa la anunciada huelga de panaderos, que hace derivar sobre los patronos de Sevilla y el vecindario sevillano, absolutamente ajeno al pleito que se debate, la carga de este conflicto. Igualmente, he celebrado una entrevista con los obreros, en la que les he hecho estas advertencias, que han prometido tener en cuenta, y quiero esperar de su buen sentido que no se llegue a declarar la huelga”.

Parece que la situación al extrapolarse a la capital hace tomar cartas en el asunto a las máximas autoridades de Sevilla. La presión y la intervención de la máxima autoridad provincial es analizada en una sesión extraordinaria muy concurrida en el Ayuntamiento de Guadalcanal presidida por el nuevo Alcalde Manuel Gálvez Murillo y representantes de obreros y patronos del gremio, llegando a un acuerdo de himpas, roto de nuevo a principios de mayo, reflejándose en la prensa que los panaderos de Guadalcanal, anunciaban que se unían a la huelga provincial de panaderos por cuarenta y ocho horas.  Día a día los diferentes gremios se han ido uniendo a la huelga. Así el 9 de junio la prensa informaba:

“Guadalcanal 8. La huelga de campesinos continúa desarrollándose pacíficamente, aunque parece que han secundado el movimiento durante el día más obreros, notándose, por tanto, mayor afluencia de trabajadores en el pueblo. Dícese que mañana irán a la huelga los panaderos y los caseros de los cortijos. En la población existe intranquilidad”.

De nuevo, se prolonga el conflicto y nuestro pueblo es noticia en la prensa el 10 junio y el 21 de julio por nuevas huelgas, en este caso solo de los panaderos:

“En el Gobierno Civil se recibieron noticias de que los obreros panaderos de Guadalcanal han anunciado que irán a la huelga indefinida por estimar injustos los despidos hechos. Los obreros del sector de Sevilla y algunos pueblos de la provincia anuncian paros intermitentes a partir de las doce de la noche de hoy para solidarizarse con sus compañeros de Guadalcanal, entre ellos los de Valenciana, Carmona, Lebrija, Camas, El Coronil, Lora del Rio y Morón.

            Esta situación es provocada por la decisión de los patronos panaderos de la localidad de despedir a varios maestros y obreros de tahonas por considerarlos responsables de la prolongada huelga que llevó este colectivo durante meses, Por otra parte, un representante de estos, J.C.A., perteneciente a la C.N.T. ha comentado a este corresponsal que no tendrá solución el conflicto hasta ser admitidos sus compañeros, independientemente de sus ideologías políticas o militancias sindicales. Este mismo portavoz nos ha comentado que componentes de este gremio están recaudando fondos para socorrer a las familias de los despedidos.

            Este contexto, desestabilizó el devenir normal de nuestro pueblo, así llegamos a la feria y fiestas de septiembre, la prensa recoge:

“Miércoles, 6 de septiembre de 1933. - Durante el pasado fin de semana ha tenido lugar en la villa de Guadalcanal la feria de ganado y fiestas patronales. Esta feria de ganado que es de las más importantes y concurridas del sur de Andalucía, asistiendo tratantes y ganaderos de varios pueblos, no ha tenido la brillantez que, en años anteriores, debido a los acontecimientos de huelgas que vienen ocurriendo en este pueblo, principalmente en los sufridos gremios del campo, panaderos y albañiles. Los tratantes han comentado el poco negocio de compra-venta-cambio de todo tipo de ganado, esencialmente el equino. Las fiestas patronales, por otra parte, se ha desarrollado con la brillantez de años anteriores con grandes bailes en sus casetas, atracciones para la chiquillería y un partido de fútbol”.

En los siguientes meses continuaron con lo que la prensa describía “como una calma tensa”. Los despidos y represalias contra los obreros de este y otros sectores se hacía evidente y la solidaridad de la población y de algunos pueblos limítrofes se hacía visible.

En 1934 parecía que la población se había acostumbrado a los conflictos, o bien la prensa sevillana había considerado que las noticias de Guadalcanal sobre la situación del gremio de panaderos habían dejado de tener interés, no obstante, el conflicto y los incidentes continuaron, así encontramos una noticia en la prensa de Madrid el 8 de diciembre de 1934 de un periodista que al parecer visitaba la zona:

“Después de abandonar el pueblo de Cazalla de la Sierra, llegué por una carretera angosta que se asemeja a un camino de cabras a la villa de Guadalcanal, cuyos habitantes conocidos como fuellaores me recibieron con amabilidad, bien es cierto que los ánimos no estaban para festejos. Entre otros acontecimientos que tienen alterada la moral, se encuentran el siguiente hecho: En la tarde del pasado lunes unos graves incidentes acaecieron en la localidad, no obstante, debido al civismo y las buenas maneras, la siguiente peripecia fue sofocada. “El gremio de panaderos de la localidad apoyado por algunos agricultores que le facilitaron el grano, abrieron las tahonas después de tres días de huelga y sin pan en la población y a las doce de la mañana repartieron en la plaza de la localidad pan gratis para todos los vecinos que se les acercaban, enterado de estos hechos el Regidor Síndico del Ayuntamiento Sr. Mallén Vélez acompañado por el cabo de los municipales y dos números del cuerpo, el Sr. Mallén en un tono conciliador habló con los representantes sindicales del gremio temiendo una alteración de orden público debido a que cada vez los ánimos estaban más alterados, y finalmente, se llegó a un acuerdo, regresando los panaderos a las tahonas y terminando de repartir los excedentes con orden e ecuanimidad.

Por otra parte, me comentan en la vieja barbería de la plaza de los Naranjos, que el Ayuntamiento está dictando leyes para volver al pasado, así, ha aprobado que nombres de calles tan representativos de la república, han sido cambiadas de nombre y han vuelto a su antigua nomenclatura, Giner de Los Ríos, Largo Caballero, Pablo Iglesias o Juan Antonio Torre, entre otras, ha pasado a ser Granillos, Fox, San Sebastián y Santa Clara. Nosotros -nos comentan el jocoso barbero nos gusta llamar a las cosas por su nombre-, esta siempre ha sido la Plaza de los Naranjos (ahora de la República), cuando termine la república, los naranjos seguirán aquí dando sombra.

Para no hacer más extenso el artículo, diremos que la situación continuó hasta el 36 que fue interrumpido por la contienda civil. Simplemente, hacer mención a unos párrafos descritos del libro GUADALCANAL SIGLO XX, de Ignacio Gómez Galván:

Federico Valverde Gordón, nos contaba sus vivencias de los primeros días del golpe de estado:

Mi padre José Valverde, era panadero de la Cooperativa La Aurora y también en el tiempo de la aceituna trabajaba en el molino de Daniel Herce. Esta Cooperativa estaba compuesta por trece panaderos, pero si venía algún socio que no tenía trabajo, se le dejaba participar. Las ganancias, se repartían entre todos los que habían trabajado ese día”.

No debemos analizar la actitud y la fuerte resistencia de los obreros de Guadalcanal, especialmente el gremio de panaderos, tampoco de los patronos, que igualmente defendían lo que pensaban que eran sus derechos.  Simplemente, he querido razonar unas situaciones que indudablemente ocurrieron en nuestro pueblo durante una época.

Rafael Spínola Rodríguez

Fuentes. -  Eximo. Ayuntamiento de Guadalcanal, Archivo Provincial, libros “Guadalcanal un pueblo el la Menoría de Rafael Rodríguez Márquez y “Guadalcanal siglo XX 1931/ 1940” de Ignacio Gómez Galván, Hemerotecas diarios de la época y autor.

sábado, 3 de mayo de 2025

Un hombre con corazón de trovador

 


Rafael Rodríguez Márquez

         Este año se cumplen diez de la muerte de un Guadalcanalense ejemplar y uno de los impulsores de esta revista, con ese motivo me puse en contacto con su familia para que me autorizada a publicar en mi Blog “Guadalcanal punto de encuentro” su libro póstumo GUADALCANAL, un pueblo en la memoria.

      “Es el nexo de unión entre los dos mundos; es el puente que hace que hoy Rafael Rodríguez Márquez se haya convertido en inmortal, porque uno sólo se muere cuando se olvidan de él, y no sólo estará en nuestros pensamientos, sino que también lo tendremos a nuestra disposición y de las generaciones futuras en nuestras bibliotecas”.

      (Comentario de Alberto Bernabé en la presentación del libro Guadalcanal, un pueblo en la memoria, Guadalcanal, Cine Emperador, sábado 6 de diciembre de 2008).

      Aquel martes dos de enero de 2007, día de san Basilio Magno, apareció Guadalcanal frío e impregnado de una ligera niebla procedente de la Sierra del Agua, siempre presente en nuestro paisaje, altanera y velando por este pueblo serrano que tanto amó nuestro amigo Rafael.

      A pesar del frío reinante, transcurría la jornada casi lúdica por la recién pasada fiesta de fin de año y la proximidad de la festividad de los Reyes, por los Mesones y la calle Santiago bullía la gente organizando compras y saludando a paisanos que por estas fechas señaladas nos acercábamos en nuestro pueblo a pasar unas pequeñas vacaciones e impregnas de amistad y cariño de familiares y amigos, de pronto, parece que todo se detiene, la noticia va de boca en boca, ha muerto Rafael el de Electrovira, a pesar de que familiares y amigos eran conscientes de que el martillo de la vida estaba golpeando la salud de Rafael y que esto nunca resquebrajó su espíritu, la sombra de la muerte vino a buscar a este hombre noble y amigo de todos, para los que le conocimos, con solo el comentario de la lectura de un libro, el murmullo de unas palabras en una conversación de café, sus largos paseos por “su” paseo del Palacio con los amigos o el comentario sobre cualquier noticia de actualidad, te hacían entablar conversación con una de las persona más afable, sencilla, de gran corazón y culta que yo he conocido en Guadalcanal.

         Su nacimiento el 1 julio del 1938 fiesta de san Simeón, cuando España se encontraba inmersa en una fratricida guerra civil y más tarde, su difícil infancia debido a las condiciones familiares y una España devastada, forjaron a un hombre justo, honesto de trato entrañable y un amor y compromiso reconocido con su pueblo, pueblo al que encumbró a través de sus artículos en la revista de feria y en su libro legado “Guadalcanal, un pueblo en la memoria”, que fue presentado por su hija Mari Carmen en homenaje póstumo el sábado 6 de diciembre de 2008 en el cine Emperador (actual cine-teatro Municipal), libro que nos introduce y describe a través de la historia y la memoria de Guadalcanal desde la prehistoria hasta los personajes más ilustres de la villa, recreándonos en datos, fotos o curiosidades recogidas para la memoria.

         Memoria que en mi caso particular, me hace retroceder hasta el verano del año 1.994, cuando me lo encontré cerca de la Plaza de Abasto, curiosamente los dos llevábamos la revista de feria de ese año bajo el brazo, y me comentó que mi artículo Diccionario Humano (Bebeagua) transmitía nostalgia y amor por Guadalcanal, manifestándome lo que ambos amábamos el pueblo, paisanos independientemente que nos encantaramos en Guadalcanal o por la diáspora de la emigración, fuera de él, artículo que fue premiado como el mejor artículo de aquel año en la revista.

         Su amplio currículo no se limita solo a la participación en el aumento de la riqueza y la cultura de Guadalcanal con su contribución en diversas empresas locales, fue el caso del único cine de Guadalcanal de la época y la organización de diversos eventos y espectáculos, que recuerdos..., aquel cine de verano luego transformado en el Cine Emperador (considerado en su día como el más moderno de la comarca),

con sus películas punteras en la época y su finalización siempre con la música del pasodoble, creo recordar “en er mundo”; fue así mismo, socio fundador de la primera caseta particular en el Real de la feria, presidente del Guadalcanal C.D durante muchos años, relanzó la revista de feria y la enriqueció con sus artículos sobre el día a día de nuestro pueblo, fue mayordomo de la Hermandad de Guaditoca en momentos difíciles, formó parte de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, de la que era gran devoto,

      Para terminar esta pequeña glosa sobre Rafael Rodríguez Márquez, hijo, padre y abuelo de guadalcanalenses y guadalcanalense de corazón, aun cuando por las circunstancias de la guerra naciera en Corral de Calatrava (Ciudad Real).

Reproduzco el prólogo que escribió su gran amigo José Fernando Titos Alfaro del libro editado en el año 2008 y que enardece la amistad y grandeza de corazón de su gran amigo Rafael:

Prólogo del libro.

Conociendo como creo conocer a Rafael Rodríguez Márquez —que bastantes años a que tuve la dicha de empezar a disfrutar de “la güena sombra” de tan leal y fiel amigo—, puedo decir que, ante todo y, sobre todo — porque así lo parió la santa mártir de su madre—, es un hombre con corazón de trovador, por lo que me sorprendió verle como historiador y cronista del que siempre fue el bendito pueblo de “su arma”. Y es que un trovador, por ser hombre, por lo común, de sentimientos tan delicados como frágiles, difícilmente se puede limitar a ser un simple historiador, por lo menos, en su sentido más académico.

Me explico. Quiero decir que me resulta muy difícil concebir a mi buen amigo Rafael caminando por las sendas de la historia o de la crónica como tales, por estar estas veredas, por lo general, tan desnudas de sueños, de colorido, de luz y de poesía. Para esta “güena gente” que, además de sencilla y espontánea, tiene alma de poeta, como es el caso del autor del presente libro, nada puede tener sentido, si es que no le hace vibrar por la emotividad que pueda conllevar en sí mismo, por lo que este o aquel hecho histórico o esta o aquella histórica reseña que, por su propia naturaleza de históricos precisamente, tan pegados han de estar siempre a la realidad de la vida y, consecuentemente, tan alejados de la fantasía del azul del cielo, nada extraño nos podría resultar que, cuanto menos, sospecháramos que casi obligaran al bueno de Rafael a poetizarlos, para elevarlos en lo posible a las estrellas y así poder sentir la dulce templanza que siempre anhela sentir el alma de un soñador ante lo que se ama.

En este sentido, y solo dentro de él, es en el que podemos valorar la historia que ha escrito Rafael de este, ciertamente que sí, tan idílico como montaraz y luminoso pueblo de la Sierra Norte de Sevilla, llamado Guadalcanal, por la sencilla razón de que es en este sentido, y solo dentro de él, en el que el autor se ha dejado el alma y el corazón escribiéndola, que eso otro de la ciencia y de la investigación es otro cantar para el bueno de Rafael, entre otras cosas porque como venimos diciendo— no pueden ser estas las flores que pueden adornar su camino, por lo que Rafael se limita tan solo a recoger — eso sí, con la delicadeza y el mimo que las cosas de su pueblo requieren— lo ya investigado por otros muchos historiadores e investigadores, procurando sublimarlas, sobre todo si es que ve que arañan un poco el alma.

Pero es que si, además y, por si fuera poco, añadimos que este hijo de Guadalcanal, por lo bien nacido que es, tan agradecido fue siempre, ya nos están sobrando todas las palabras con respectó a las susodichas ponderaciones, ya que caen por su propio peso.

Podríamos resumir diciendo, no obstante, que, siendo mi buen amigo Rafael un hombre tan profundamente humano y de convicciones tan hondas, no solo por ser el hombre de bien que es, sino por ser —¡ahí es nada!— ese castizo andaluz de ancestral estirpe y a la antigua usanza, tiene necesariamente no ya solo que amar al pueblo que le vio nacer, sino que venerarlo, por lo que .—vuelvo a repetir— tiene que dulcificar hasta la más cruda realidad histórica, con la idea de darle ese colorido, ese sentimiento y esa poesía que siempre anidan en el alma de un soñador. Cierro los ojos por ello y puedo ver diáfanamente a este trovador como extasiado ante la idílica belleza de este su pueblo, allá encumbrado en la mítica Sierra Morena.

¡Dios bendiga a esta mi tierra,

pues, como arrancando vuelo,

parece escapar del suelo

y allá encumbrarse en la sierra

para estar cerca del cielo!

         Lo termino de insinuar, pero creo que debo decirlo con la claridad con que el pueblo sencillo suele decir eso de que al pan se le llame pan y al vino se le llame vino, no vaya a ser que alguno confunda en mis dichos las churras con las merinas. Así pues, que sepan todos que jamás quise decir que los hechos puramente históricos que Rafael relata en su libro no sean historia en su sentido más estricto y, como tales, dignos de la mayor credibilidad. ¿Cómo voy a decir yo que los capítulos que tratan estrictamente de la historia y que escribe Rafael sean como un fantasioso castillo de fuegos artificiales, que solo en unos instantes puede convertirse en algo tan volátil y efímero como el humo? ¡Ni mucho menos! Lo que, en definitiva, yo he dicho o, cuanto menos, he querido decir es que cualquier hecho referente a la historia de este su pueblo, en manos de Rafael, por el amor y la veneración que le profesa a esta su tierra, lo suele adornar a guisa de cómo pudiera adornar el dosel de la santísima patrona de Guadalcanal, la Virgen de Guaditoca, por poner algún ejemplo, bien con las bellísimas flores que “suelen brotar en los idílicos campos de Guadalcanal o con esas otras flores que, por brotar del alma, solo pueden ser místicas, como son los requiebros que de una u otra manera puedan florecer en los labios de cualquier hijo de este pueblo ante la presencia de tan bellísima y querida Madre.

No quisiera terminar sin referir algo que quizás pudiera sorprender a cualquiera viendo a Rafael como autor de este primoroso libro que nos traemos entre manos, pensando que Rafael, no siendo “hombre de pluma y letra”, según el decir de los más castizos lugareños al referirse a un hombre que no ha vivido de los libros y entre los libros, se haya aventurado en esta hazaña, siempre tan delicada como apasionada y ardua, de escribir un libro, añorando a sus más entrañables ancestros. A esto he de contestar, sin embargo, que nada tiene de sorprendente —¿por qué? — tratándose de un guadalcanalense de bien, además de ser un hombre —vuelvo a reiterarme— de un corazón tan gigantesco como arrollador.

Quisiera poner el broche de oro a esta especie de homenaje de mi sincera amistad a mi muy estimado amigo Rafael contando una anécdota de aquellos nuestros ya tan remotos años del nacimiento de nuestra tan leal amistad, sobre todo p6íque nos viene —como dice el dicho popular—como anillo al dedo con respecto a las palabras que termino de escribir en el último párrafo. Viendo, cada vez más y más, las inquietudes y el talento que tenía Rafael, además de lo emprendedor que era en todo y para todo, me planté en un momento dado ante él y no se me ocurrió decirle otra cosa sino que, si él hubiera nacido en tiempos del descubrimiento de América, el que hubiera conquistado el imperio azteca, el imperio inca e, incluso, el que hubiera descubierto el Amazonas hubiera sido él y solo él, porque ni Hernán Cortés ni Francisco Pizarro ni Fernando de Orellana hubieran tenido nada que hacer en sus respectivas hazañas.

 A la memoria de nuestro amigo Rafael

Rafael Spínola Rodríguez

Revista de Guadalcanal 2017