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lunes, 17 de septiembre de 2018

Nuestro Entorno 3



Aprovechamientos de los recursos naturales (continuación)



Caza y pesca.-
En el Libro de la Montería del monarca castellano Alfonso XI (siglo XIV) se relataba la abundancia de osos, puercos y venados en las sierras de la comarca.
En 1730 el príncipe el príncipe de Asturias, don Fernando, tiró codornices durante dos meses en Cazalla. La Car tuja de esta localidad se dice que también fue usada como pabellón de caza por Pedro I el Cruel.
Egregios ejemplos de una actividad cinegética que sigue siendo de primer orden en la Sierra Norte, incluso más ahora al convertirse en cotos dehesas que antes tenían un uso agropastoral. Las principales especies son el ciervo, jabalí, conejo, liebre, paloma torcaz, paloma bravía, tór tola común, perdiz roja, codorniz, zorzal común, zorzal alirrojo y estornino negro.
La caza mayor se sustenta en jabalí y ciervo (o venado), aunque hay pequeñas poblaciones de muflones y gamos. El jabalí abunda en Cazalla y El Pedroso, vivaqueando en las dehesas de bosque mediterráneo
Aprovechamiento del monte con ganado caprino.-
Aprovechamiento de la dehesa durante las horas de poca luz, para esconderse en el monte más espeso durante el día. Un hábitat más aclarado busca el ciervo, para encontrar el pasto del que se alimenta. Abunda en Alanís y El Pedroso.
La caza menor sí ha sufrido cier ta regresión de especímenes.
Sus principales exponentes son la perdiz (que abunda en Guadalcanal y Constantina), el conejo y la liebre. Después las aves migratorias: palomas y zorzales.
La mayoría de la producción de carne está destinada al autoconsumo, ya sea de cazadores nativos o por par te de los titulares de los cotos no residentes (unos 8.000 por temporada, más otros tantos acompañantes), como los que acuden a jornadas comercializadas (unos 500).
El periodo de caza se desarrolla normalmente en otoño e invierno, siempre supeditado a los periodos establecidos por la Consejería de Medio Ambiente, aunque en verano es cuando se tira a las palomas y se abre la media veda para aves.
La pesca es otra actividad que encuentra en la Sierra Norte exponentes únicos, como es la captura de la trucha en la rivera del Huesna. A la calidad y cantidad de los recursos se une el poder practicar este deporte en los hermosos parajes que crea el bosque de galería.
Aficionados de todas las provincias limítrofes se acercan al Huesna para probar suerte con la trucha común o la arco iris. La práctica de la pesca se encuentra regulada en tres cotos: Coto Rivera del Huesna (sin muerte), Coto Rivera del Huesna (con muerte) y Coto intensivo Molino del Corcho.
Destaca la abundancia de ciprínidos en los embalses, particularmente apreciadas son las carpas del Pintado, así como la presencia de bogas, barbos y black bass en numerosas láminas de agua (embalses del Retortillo y Huesna).
Apicultura.-
La miel es uno de los productos más tradicionales y exquisitos de la Sierra Norte. Aún son muchísimos los habitantes que el cuidado de algunas colmenas, tanto como costumbre heredada de sus mayores como para el consumo doméstico del producto.
La miel típica de la comarca es la denominada milflores o de monte, realizada con la libación que hacen las abejas de la extraordinaria variedad de flores (lavanda, tomillo, jara, romero...) que se abren en el campo cuando llega la primavera. Es un producto artesanal, no comercializado bajo ninguna marca.
La colmena tradicional es la de corcho, que acostumbraba a verse en cualquier cortijo o casa de campo. La colmena actual, técnicamente, está muy perfeccionada, teniendo por separado la zona donde se va depositando la miel y la que requieren estos insectos para la cría, de manera que la producción es mayor, un promedio de 40 kilos por colmena, aunque dependerá mucho de la climatología.
La apicultura significa en la sierra unos ingresos económicos complementarios, nunca el medio de vida exclusivo. Cuando llega la época algunas empresas colmeneras colocan colmenas en algunos puntos seleccionados, pagando alguna cantidad al dueño del terreno.
Además de plantas silvestres se aprovecha el naranjo, y al llegar el verano se trasladan las colmenas a los campos de girasol, produciéndose así miel de una sola flor, muy apreciada hoy día por los consumidores.
La apicultura no sólo tiene la potencialidad de convertirse en unos ingresos importantes para la Sierra Norte, cuando el producto se transforma in situ, sino que tiene un gran valor ecológico, por la polinización que hacen las abejas de las plantas, clave par su reproducción y la diversidad genética.

Setas.-
La Sierra Norte tiene una gran potencialidad, siendo su flora fúngina muy variada, uno de los secretos que esconde todavía el Parque Natural. Se recogen en otoño, aunque algunas que se pueden encontrar en cualquier época, exceptuando el verano.
Rivera del Huesna Las más abundantes y usadas son las setas de álamo o chopo (género Pholiota). No son las más sabrosas, pero sí las menos peligrosas al no incluir especies venenosas.
También se aprecia mucho el faisán (Boletus edulis), o las llamadas setas de cardo (género Plerotus), así como el níscalo (Lactarius deliciosus), que se cría en los pinares, y la Amanita cesárea, un manjar de dioses que comparte género con la faloides y muscaria, dos especies muy venenosas.

Plantas aromáticas y medicinales.-
La riqueza del monte mediterráneo que predomina en el Parque Natural tiene su mejor muestra en el aprovechamiento obtenido de sus especies vegetales para uso alimentario, medicinal o cosmético. Esto lo supieron los primeros hombres que pusieron pie en la Sierra Norte, y ahora está convertido en una industria cuyos productos son apreciadísimos en los mercados europeos.
La extensa superficie forestal del Parque Natural es propia para el crecimiento silvestre de plantas cuyas flores, hojas o incluso tallos tienen propiedades nutritivas, odoríferas o sanadoras. La más importante en cuanto a nivel de recolección es la jara, al contener un aceite esencial apreciado en perfumería por su aroma a incienso y cuero. Se recolecta en verano, al igual que el tomillo, que florece hacia junio o julio y, además de su uso como condimento alimenticio, también es apreciado por la industria farmacéutica
por el cistral que contiene, el cual ofrece resultados antisépticos.
El orégano es abundante y muy utilizado en la cocina; como el romero, que se recolecta del campo en marzo o abril, y extiende sus virtudes más allá de los fogones, ya que el olor de su esencia es componente de perfumes, e incluso es bueno para el hígado y los problemas respiratorios, como conoce el saber popular.
El olor de la flor de la siempreviva (llamada en la comarca manzanilla), o las propiedades del poleo provocan que estas dos especies también tengan un aprovechamiento en la Sierra Norte.
La calidad de los productos logrados es fácil de explicar, a las condiciones naturales del clima se une el carácter silvestre de las plantas, no tratadas nunca químicamente, cuya recolección se hace a mano y con una hoz, cuidando de que la raíz no resulte dañada para asegurar la supervivencia de la mata. Una vez lograda la materia prima, el sistema más utilizado para transformar en un producto comerciable es la destilación.
Del fruto del lentisco se obtenía aceite para alumbrar.
Del enebro también se podía obtener, como antaño, aceite de propiedades desinfectantes.
Entre las especies de más apreciado uso alimenticio hay que destacar, sin duda, al palmito y el espárrago.
A pesar del valor culinario de estas dos plantas, no hay una dedicación industrial o comercial en la comarca.
Tanto las yemas que en primavera salen de la esparraguera, como la parte subterránea y comestible del tronco de la peculiar palmera enana que es el palmito, se han recogido tradicionalmente en el lugar para ofrecerlas en tiendas, carreteras o mercados locales.

Bibliografía.-Plan de Ordenación de Recursos Naturales y Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural Sierra Norte. Consejería de Medio Ambiente. 1994.
Supervivencia de la Sierra Norte de Sevilla. Casa Velázquez. 1992.
Avance de planificación en el Parque Natural de Sierra Norte.
Agencia de Medio Ambiente. 1991.
Plan Forestal Andaluz. La Dehesa. Consejería de Agricultura y Pesca. 1992.
Estudio de la flora amenazada y formaciones vegetales de interés del Parque Natural Sierra Norte. Consejería de Medio Ambiente. 1997.
Permanencia y cambio en la Sierra Norte de Sevilla. María Dolores
Requena Sánchez. Grupo de Investigación Estudios Integrados de Geografía.
Mapa de cultivos y aprovechamientos. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Acercamiento a la rivera del Huesna. Manuel Rodríguez de la Rosa. Editorial Guadalmena.


 Rafael Pérez de Guzmán Puya.- Licenciado en Biología


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