Aprovechamientos de los
recursos naturales (continuación)
Caza y pesca.-
En
el Libro de la Montería del monarca castellano Alfonso XI (siglo XIV) se
relataba la abundancia de osos, puercos y venados en las sierras de la comarca.
En
1730 el príncipe el príncipe de Asturias, don Fernando, tiró codornices durante
dos meses en Cazalla. La Car tuja de esta localidad se dice que también fue
usada como pabellón de caza por Pedro I el Cruel.
Egregios
ejemplos de una actividad cinegética que sigue siendo de primer orden en la
Sierra Norte, incluso más ahora al convertirse en cotos dehesas que antes
tenían un uso agropastoral. Las principales especies son el ciervo, jabalí,
conejo, liebre, paloma torcaz, paloma bravía, tór tola común, perdiz roja,
codorniz, zorzal común, zorzal alirrojo y estornino negro.
La
caza mayor se sustenta en jabalí y ciervo (o venado), aunque hay pequeñas
poblaciones de muflones y gamos. El jabalí abunda en Cazalla y El Pedroso,
vivaqueando en las dehesas de bosque mediterráneo
Aprovechamiento del monte
con ganado caprino.-
Aprovechamiento
de la dehesa durante las horas de poca luz, para esconderse en el monte más
espeso durante el día. Un hábitat más aclarado busca el ciervo, para encontrar
el pasto del que se alimenta. Abunda en Alanís y El Pedroso.
La
caza menor sí ha sufrido cier ta regresión de especímenes.
Sus
principales exponentes son la perdiz (que abunda en Guadalcanal y Constantina), el conejo y la liebre.
Después las aves migratorias: palomas y zorzales.
La
mayoría de la producción de carne está destinada al autoconsumo, ya sea de
cazadores nativos o por par te de los titulares de los cotos no residentes
(unos 8.000 por temporada, más otros tantos acompañantes), como los que acuden
a jornadas comercializadas (unos 500).
El
periodo de caza se desarrolla normalmente en otoño e invierno, siempre
supeditado a los periodos establecidos por la Consejería de Medio Ambiente,
aunque en verano es cuando se tira a las palomas y se abre la media veda para
aves.
La
pesca es otra actividad que encuentra en la Sierra Norte exponentes únicos,
como es la captura de la trucha en la rivera del Huesna. A la calidad y
cantidad de los recursos se une el poder practicar este deporte en los hermosos
parajes que crea el bosque de galería.
Aficionados
de todas las provincias limítrofes se acercan al Huesna para probar suerte con
la trucha común o la arco iris. La práctica de la pesca se encuentra regulada
en tres cotos: Coto Rivera del Huesna (sin muerte), Coto Rivera del Huesna (con
muerte) y Coto intensivo Molino del Corcho.
Destaca
la abundancia de ciprínidos en los embalses, particularmente apreciadas son las
carpas del Pintado, así como la presencia de bogas, barbos y black bass en
numerosas láminas de agua (embalses del Retortillo y Huesna).
Apicultura.-
La
miel es uno de los productos más tradicionales y exquisitos de la Sierra Norte.
Aún son muchísimos los habitantes que el cuidado de algunas colmenas, tanto
como costumbre heredada de sus mayores como para el consumo doméstico del
producto.
La
miel típica de la comarca es la denominada milflores o de monte, realizada con
la libación que hacen las abejas de la extraordinaria variedad de flores
(lavanda, tomillo, jara, romero...) que se abren en el campo cuando llega la
primavera. Es un producto artesanal, no comercializado bajo ninguna marca.
La
colmena tradicional es la de corcho, que acostumbraba a verse en cualquier
cortijo o casa de campo. La colmena actual, técnicamente, está muy
perfeccionada, teniendo por separado la zona donde se va depositando la miel y
la que requieren estos insectos para la cría, de manera que la producción es
mayor, un promedio de 40 kilos por colmena, aunque dependerá mucho de la
climatología.
La
apicultura significa en la sierra unos ingresos económicos complementarios,
nunca el medio de vida exclusivo. Cuando llega la época algunas empresas
colmeneras colocan colmenas en algunos puntos seleccionados, pagando alguna
cantidad al dueño del terreno.
Además
de plantas silvestres se aprovecha el naranjo, y al llegar el verano se
trasladan las colmenas a los campos de girasol, produciéndose así miel de una
sola flor, muy apreciada hoy día por los consumidores.
La
apicultura no sólo tiene la potencialidad de convertirse en unos ingresos importantes
para la Sierra Norte, cuando el producto se transforma in situ, sino que tiene
un gran valor ecológico, por la polinización que hacen las abejas de las
plantas, clave par su reproducción y la diversidad genética.
Setas.-
La
Sierra Norte tiene una gran potencialidad, siendo su flora fúngina muy variada,
uno de los secretos que esconde todavía el Parque Natural. Se recogen en otoño,
aunque algunas que se pueden encontrar en cualquier época, exceptuando el
verano.
Rivera
del Huesna Las más abundantes y usadas son las setas de álamo o chopo (género Pholiota). No son las más
sabrosas, pero sí las menos peligrosas al no incluir especies venenosas.
También
se aprecia mucho el faisán (Boletus edulis), o las llamadas setas de
cardo (género Plerotus),
así como el níscalo (Lactarius deliciosus), que se cría en los pinares,
y la Amanita cesárea, un manjar de dioses que comparte género con la faloides y
muscaria, dos especies muy venenosas.
Plantas aromáticas y
medicinales.-
La
riqueza del monte mediterráneo que predomina en el Parque Natural tiene su
mejor muestra en el aprovechamiento obtenido de sus especies vegetales para uso
alimentario, medicinal o cosmético. Esto lo supieron los primeros hombres que
pusieron pie en la Sierra Norte, y ahora está convertido en una industria cuyos
productos son apreciadísimos en los mercados europeos.
La
extensa superficie forestal del Parque Natural es propia para el crecimiento
silvestre de plantas cuyas flores, hojas o incluso tallos tienen propiedades
nutritivas, odoríferas o sanadoras. La más importante en cuanto a nivel de
recolección es la jara, al contener un aceite esencial apreciado en perfumería
por su aroma a incienso y cuero. Se recolecta en verano, al igual que el
tomillo, que florece hacia junio o julio y, además de su uso como condimento
alimenticio, también es apreciado por la industria farmacéutica
por el cistral que
contiene, el cual ofrece resultados antisépticos.
El
orégano es abundante y muy utilizado en la cocina; como el romero, que se
recolecta del campo en marzo o abril, y extiende sus virtudes más allá de los
fogones, ya que el olor de su esencia es componente de perfumes, e incluso es
bueno para el hígado y los problemas respiratorios, como conoce el saber
popular.
El
olor de la flor de la siempreviva (llamada en la comarca manzanilla), o las
propiedades del poleo provocan que estas dos especies también tengan un
aprovechamiento en la Sierra Norte.
La
calidad de los productos logrados es fácil de explicar, a las condiciones
naturales del clima se une el carácter silvestre de las plantas, no tratadas
nunca químicamente, cuya recolección se hace a mano y con una hoz, cuidando de
que la raíz no resulte dañada para asegurar la supervivencia de la mata. Una
vez lograda la materia prima, el sistema más utilizado para transformar en un
producto comerciable es la destilación.
Del
fruto del lentisco se obtenía aceite para alumbrar.
Del
enebro también se podía obtener, como antaño, aceite de propiedades
desinfectantes.
Entre
las especies de más apreciado uso alimenticio hay que destacar, sin duda, al
palmito y el espárrago.
A
pesar del valor culinario de estas dos plantas, no hay una dedicación
industrial o comercial en la comarca.
Tanto
las yemas que en primavera salen de la esparraguera, como la parte subterránea
y comestible del tronco de la peculiar palmera enana que es el palmito, se han
recogido tradicionalmente en el lugar para ofrecerlas en tiendas, carreteras o
mercados locales.
Bibliografía.-Plan de Ordenación de
Recursos Naturales y Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural Sierra
Norte. Consejería de Medio
Ambiente. 1994.
Supervivencia de la Sierra
Norte de Sevilla. Casa Velázquez. 1992.
Avance de planificación en
el Parque Natural de Sierra Norte.
Agencia de Medio Ambiente.
1991.
Plan Forestal Andaluz. La
Dehesa. Consejería de Agricultura
y Pesca. 1992.
Estudio de la flora
amenazada y formaciones vegetales de interés del Parque Natural Sierra Norte. Consejería de Medio Ambiente. 1997.
Permanencia y cambio en la
Sierra Norte de Sevilla. María Dolores
Requena Sánchez. Grupo de
Investigación Estudios Integrados de Geografía.
Mapa de cultivos y
aprovechamientos. Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación.
Acercamiento a la rivera
del Huesna. Manuel Rodríguez de la
Rosa. Editorial Guadalmena.
Rafael Pérez de Guzmán
Puya.- Licenciado en Biología
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