RASGOS GEOLÓGICOS GENERALES DEL PARQUE DE LA SIERRA NORTE DE SEVILLA
Quinta parte
Sobre el zócalo varisco deformado se disponen, en
algunos puntos, sedimentos subhorizontales relacionados con el relleno de
cuencas pérmicas de carácter postorogénico, como las del Viar y San Nicolás del
Puerto. La localización y disposición de estas cuencas también estuvo
controlada por las estructuras variscas, de manera que, están alineadas según la
dirección dominante NO-SE. Esto es especialmente evidente en lo que queda de la
Cuenca Pérmica del río Viar; y lo mismo ocurre para la de San Nicolás del
Puerto, aunque en este caso es más difícil reconocerlo, puesto que lo que nos queda
de ella no es un único afloramiento continuo, sino varios afloramientos
pequeños que han resistido a la erosión. En el mapa geológico se ven como
grupos aislados delimitando manchas de contorno redondeado. Si unimos todos
esos retazos podremos comprobar que la cuenca pérmica de San Nicolás también
era alargada según la dirección NO-SE, y que por lo tanto, también estuvo
controlada y relacionada con la orogenia varisca.
Las fracturas NNE-SSO juegan un papel secundario en
la estructura geológica general de la región, sin embargo, son importantes en
la fisiografía de su red de drenaje. Muchos de los ríos y arroyos de la Sierra
corren en esta dirección. Un buen ejemplo es la rivera del Huéznar que
constituye una de las arterias fluviales principales del Parque. También la
trayectoria del río Viar está marcada por varias alineaciones
tectónicas, y esta NNE-SSO queda muy bien definida en algunos tramos de su
recorrido.
Los sedimentos miocenos de la Depresión del Guadalquivir y los
afloramientos de travertinos del Parque, representan los sedimentos y rocas sin
deformar, que se integraron a la historia de la región en tiempos muy recientes
desde el punto de vista geológico.
RECURSOS GEOLÓGICOS*
El aprovechamiento de los materiales geológicos entronca con la
historia de la humanidad prácticamente desde su inicio.
En la zona del Parque existen evidencias de
ocupación humana al menos desde el Neolítico (3500-6000 AC). Estos pobladores
prehistóricos aprovecharon algunos recursos líticos para la fabricación de
útiles y herramientas de piedra y, también, arcillas para manufactura de
cerámicas. Evidencias de este tipo de industrias se han encontrado entre otros lugares
en la cueva de la Sima, en Constantina.
Desde el inicio de la edad de los metales se
explotaron minas de cobre en diversos puntos del Parque. En varios yacimientos
arqueológicos del entorno de Almadén de la Plata se han localizado útiles de
este mismo metal. También hay referencias imprecisas sobre objetos de este
periodo en la cueva de la Sima y en otros puntos de la comarca, aunque la mejor
documentación sobre la minería del cobre en la Sierra se ubica en los
yacimientos de los Pagos de Gibla, fuera del Parque.
Otra cuestión de interés en cuanto al
aprovechamiento de recursos geológicos en la prehistoria es la existencia de
ídolos de mármol en enterramientos tipo dolmen del SE de Almadén de la Plata.
En tiempos históricos, está bien documentada la
minería de hierro y la explotación de mármol en el Cerro del Hierro y Almadén
de la Plata respectivamente. En tiempos más recientes, el aprovechamiento más
intensivo de los recursos geológicos tuvo lugar durante los siglos XIX y XX. En
esta época se explotaron minas de hierro y de otros metales en diversos puntos
del Parque. Las minas más importantes fueron, sin duda, las del Cerro del
Hierro, en las que se explotaron minerales de hierro y barita. También en los
alrededores de El Pedroso hubo una minería de
hierro floreciente para alimentar la fundición de El Pedroso Cobre y otros metales, sobre todo plomo y
zinc se han extraído en múltiples centros mineros dispersos por el Parque. Las
minas más importantes para estos metales son las que se localizan al norte de
Almadén de la Plata (Minas de San Miguel y Esterquizo) y la mina de San Luis al
noreste de Sierra Padrona. También se explotaron plomo y zinc en las minas de
Puerto Blanco, localizadas junto a la carretera de Cazalla de la Sierra a
Alanís (Km. 68-69).
Como minerales de interés industrial, se explota en
la actualidad una cantera destinada a la extracción de feldespato para fabricación
de porcelanas sanitarias. La cantera se localiza unos dos kilómetros al oeste
de Cazalla de la Sierra, sobre un dique de rocas aplíticas localizado en el
contacto entre el plutón diorítico de Cazalla y las calizas cámbricas. Además
de esta, existen referencias de minería de barita en Cerro del Hierro y en
otros puntos del Parque. En la mayoría de los casos se trata de pequeños
filones de barita de escaso interés económico con los parámetros económicos
actuales, pero que fueron significativos respecto al pasado minero de la
región.
En cuanto a las rocas ornamentales, la explotación
más importante está relacionada con las canteras de mármol de Almadén de la
Plata, que se explotaron desde época romana y cerrada en la actualidad. Además,
la zona del Parque tiene un cierto interés como fuente potencial de recursos
relacionados con las rocas graníticas de la región, pero hasta el momento solo
han tenido usos menores.
Los áridos de construcción se han extraído
tradicionalmente de los aluviones fluviales. De acuerdo con la legislación vigente,
esta práctica no es viable en la actualidad, de manera que las fuentes
potenciales de este tipo de materiales habrá que buscarlas en el futuro en
canteras para árido machacado sobre rocas. En este sentido existen varias
canteras, cerradas
en la actualidad, que se usaron como fuente de recursos para balastro
de ferrocarril, áridos de carreteras y materiales para construcción de
edificios y otras obras civiles.
Como dato curioso es interesante comentar, que
durante el trabajo de campo realizado para la elaboración de esta guía hemos
localizado las antiguas canteras de donde se extrajeron los bloques de roca
para la construcción del castillo del Real de la Jara, o de las columnatas de
la iglesia de este mismo pueblo, en la rivera del Cala, ya fuera del Parque.
También hemos podido reconocer la piedra de
construcción utilizada en los principales monumentos de la comarca, que sorprendentemente
procedía de fuera de la Sierra en muchas ocasiones. En otros casos, hemos
comprobado que la restauración de iglesias y castillos no se ha hecho siempre con
el mismo tipo de piedra que los originales. De cualquier manera, este tema que
relaciona tan estrechamente Historia, Arte y Geología merecería una guía
monográfica.
Por lo que se refiere a los recursos energéticos, a
lo largo de la historia se han explotado algunas minas de carbón, de muy escaso
rendimiento, en relación con formaciones del Carbonífero Superior y Pérmico en
la cuenca de San Nicolás del Puerto.
HIDROGEOLOGÍA
El agua, fuente de la vida, es un recurso geológico. Pero es tan
peculiar, interesante y vital que se trata y estudia de manera independiende,
por sí solo y separado del resto de las riquezas que la Tierra esconde. En este
apartado vamos a referirnos exclusivamente a las aguas subterráneas, pues las
aguas de escorrentía superficial y la red de drenaje la veremos en el apartado
siguiente de Geomorfología y Paisaje.
Las aguas superficiales procedentes de lluvia, rios
o lagos se pueden infiltrar a través de las rocas y sedimentos que forman el
sustrato y, si las condiciones son adecuadas, puede llegar a acumularse en
grandes volúmenes que llamamos acuíferos. Pero los acuíferos no son grandes
agujeros subterráneos repletos de agua y formando bolsadas ¡Eso es un
disparate! El agua de los acuíferos se encuentra entre los poros y
pequeños huecos de las rocas, por eso cuando la extraemos no se producen
desplomes, ni colapsos, ni derrumbes, ni nada parecido. No dejamos una bolsada
vacia, dejamos el mismo volumen de rocas que había, solamente que sin agua en
sus poros. Por este motivo es tan importante el concepto de porosidad.
La mayoría de las rocas que constituyen el sustrato
geológico del Parque son rocas antiguas que perdieron su porosidad primaria en
los procesos de compactación y/o metamorfismo subsecuentes a su depósito.
Teniendo esto en cuenta, en principio, la posibilidad de que existan acuíferos
sería muy escasa. Sin embargo, es evidente la presencia de fuentes y otras
manifestaciones de aguas subterráneas en numerosos puntos del Parque. La
explicación para esta evidencia hidrogeológica hay que buscarla en la existencia
de rocas que de alguna manera hayan adquirido una estructura porosa y permeable
que permita la circulación subterránea del agua. La existencia de acuíferos en
rocas impermeables está relacionada con porosidades y permeabilidades secundarias.
Los mecanismos usuales para que esto ocurra están relacionados con procesos de
fracturación por los dos ciclos orogénicos principales, están muy deformadas y, en
algunos casos metamorfizadas. Sus pliegues son muy apretados y llevan asociada
una foliación muy penetrativa. La deformación debida a la Orogenia Varisca es
menos intensa, pero más generalizada en la región. Como resultado se observan
pliegues de diversas dimensiones, cabalgamientos y fracturas, algunas de ellas
de gran extensión lateral como las fallas de El Pedroso o la del Viar.
Parque natural Sierra Morena de Sevilla