Un gremio protagonista de los años 30
En los principios de los años treinta del pasado siglo, durante la convulsa etapa del final de la monarquía de Alfonso XIII, también llamada la dictadura de Primo de Rivera y el principio y final de la segunda república. En España se sucedían las huelgas gremiales. Está situación también alteró la vida y al sector primario de los habitantes de Guadalcanal, los jornaleros del campo, albañiles y especialmente el gremio de panaderos protagonizaron unos paros y huelgas que marcaron el futuro de este sector.
Describimos algunos acontecimientos que se desarrollaron en la época y afectaban a un sector primario y esencial para la población de nuestra villa:
A finales del año 1930, concretamente el 28 de noviembre, encontramos un acta municipal de la reunión mantenida entre el Alcalde José Castelló y Castro, el Inspector Municipal de Sanidad Eugenio Mirón y Villagrán, Juez de Paz Joaquín Llamazares Llano y los representantes de los panaderos propietarios de las fábricas sobre el peso, calidad y precio de venta del producto ante las palpables protestas de los consumidores.
Durante el año 1931, el sector toma gran importancia, existían cinco fábricas de harinas con sus correspondientes despachos de pan, Isidro Escote Galván en la calle Largo Caballero (actual López de Ayala), Adelardo López de Ayala en la calle Juan Antonio Torres (actual Santa Clara), Francisco García Flores en el extrarradio de la localidad, esta tenía el despacho de pan en la calle Concepción, esquina a calle Olleros, Purificación Rufián Fresno en la calle Joaquín Costa (actual Luenga) y José Arcos Bernabé en la calle Manuel Azaña (actual Antonio Machado). Igualmente, me comentó mi amigo Juan Cote, que se empezó a repartir por las calles pan con un burro y su serón, así dice que comenzó su padre Antonio Cote, cuando apenas contaba con doce años, secuela de ello fue una cojera que le proporcionó una caballería que le cayó encima durante el reparto en un día riguroso de invierno y que luego éste, sería durante muchos años maestro panadero.
En este año coexistían unos ochenta panaderos y ayudantes, se agrupaban en una sociedad de oficiales llamada “La Luz”, que aun cuando inició con gran actividad, estaba poco menos que en disolución, tal vez porque el gremio estaba inmerso en un proceso de huelgas y desavenencias entre ellos.
Durante el primer semestre de este año, se empezó a registrar falta de pan y precios altos, pequeños paros y algún intento de huelga fueron resueltos con la voluntad del sector y la intercesión de las autoridades locales. Pero a partir de los meses de julio y agosto esta situación se agravó. El consistorio se encontraba inmerso en afrontar una serie de huelgas y paros en corto tiempo, así lo reflejaron los diarios de la época en sus ediciones del 27 de agosto:
“Huelga de panaderos, en Guadalcanal. - El Gobernador interino fue visitado ayer por el alcalde de Guadalcanal, para darle cuenta de que ha sido planteada la huelga indefinida de panaderos en aquella población. También informó al Gobernador que Guadalcanal fue visitada por alteradores del orden forasteros que incitaron al gremio de panaderos a plantear una huelga con carácter reivindicativo e indefinido, estos individuos han visitado diferentes pueblos de la zona con desiguales resultados a sus planteamientos. Jueves, 27 de agosto 1931. Corresponsal”.
Después de la reunión mantenida entre el Alcalde de la población y el Gobernador interino en Sevilla, la situación no mejoró, el 5 de septiembre aparecían nuevas noticias en la prensa:
“Desde el día 1º del actual está planteada en esta población la huelga de obreros panaderos, en virtud a no haber sido posible atender por los patronos las nuevas bases de trabajo que este gremio presentó. Hasta ahora la huelga se desarrolla pacíficamente, sin haber podido llegar a un acuerdo satisfactorio. El abastecimiento de pan a la población se efectuó, sin embargo, casi con normalidad, debido a que, a excepción de la fábrica de Santa Clara, los demás patronos son del oficio y entre ellos y sus familiares han fabricado el pan necesario para el abastecimiento. La fábrica de Santa Clara, aunque a costa de pérdidas económicas, también suministró pan a su clientela, trayéndolo del vecino pueblo de Llerena (Badajoz). Es de esperar que este conflicto sea resuelto a la mayor brevedad”.
Como comentaba el corresponsal de prensa, no obstante, esta situación no afectó en demasía a los habitantes del pueblo, por un lado, las tahonas excepto la de Santa Clara permaneció a disposición de los voluntarios panaderos que fabricaron parte del pan para cubrir la necesidad básica, por otro lado, en muchas casas y siguiendo la vieja tradición se fabricaba pan para familia y vecinos, todo ello complementado por el que se traía de pueblos cercanos como Fuente del Arco y Llerena.
La prensa sevillana se hace eco de este ambiente el día 7 de septiembre y publica:
“Tal y como informamos con anterioridad, la situación sobre la huelga de panaderos de Guadalcanal ya era insostenible. - El gobernador civil ha manifestado que la huelga que sostenían los panaderos de Guadalcanal ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta villa, esta huelga había creado un mal ambiente entre los convecinos, mientras que una parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en otras, ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse de la confusión y producían a mayor escala de lo normal, no obstante, el buen criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia”.
Tras un breve himpas, la situación lejos de resolverse, se hizo insostenible durante meses, así que el Consistorio Municipal presidido por el primer edil el Sr. Sevilla González, convocó dos sesiones ordinarias en los días 8 y 15 del mes de diciembre, en las que se dio cuenta de los escritos presentados por el gremio. Por una parte, de los obreros, el anuncio de una nueva huelga para el próximo dia 11 por considerar que los salarios no iban en consonancia con el trabajo que realizaban, los patronos presentaron una solicitud para solicitar autorización de subir 5 céntimos de pesetas por kilo de pan, informando estos en otro escrito que, si no se autorizaba la subida solicitada, se verían obligados a cesar su actividad a partir del día 16.
Analizada esta situación, se acuerda autorizar al Alcalde y a la Comisión de Abastos, para que resolvieran estos asuntos. El Alcalde a su vez expone que el Gobernador Civil ha analizado el escenario, manifestando que en caso de no tener solución rápida estos conflictos, tendrá que personarse en Gobernación con una comisión de patronos y obreros para dar solución rápida a la crisis.
A principios de enero de 1932, en Guadalcanal junto a otros pueblos de la provincia, la situación no mejora y siguen los paros, uniéndose otros jornaleros especialmente del campo y albañiles a la revuelta de los panaderos y se convoca una huelga general, así lo refleja la prensa:
“La huelga de obreros panaderos seguía produciendo altercados en Guadalcanal. El 6 de enero, Ángeles Vázquez Carazo, esposa de Francisco García Flores, dueño de una panadería en los cantillos de la Concepción, denuncia que se habían presentado cuatro hombres del gremio de panaderos ejerciendo coacción e impidiendo que el personal pudiera seguir trabajando para mantener el precio del pan a 8 céntimos de peseta el kilogramo. Al llegar la Guardia Civil observaron que Lorenzo y José Pérez García, José Cote Cabeza y Manuel Vázquez Gordón, sostenían una acalorada discusión con Ángeles Vázquez. El Juez no observó delito en los hechos denunciados y absolvió a todos los implicados".
Una semana después, los conflictos se generalizan en varios pueblos de la provincia, entre ellos Guadalcanal, la prensa comenta:
“Delegados Gubernativos para detener la huelga. - El Gobernador civil de la provincia ha enviado a varios delegados gubernativos a Carmona, El Pedroso, Olivares, Alcalá del Rio, Alcolea y Guadalcanal para tratar de contener la declaración de huelga general en apoyo de campesinos, ganaderos, panaderos y otros gremios de estas localidades. Sevilla, Domingo, 17 de enero de 1932.”
“Cuestiones Sociales. — Se acuerda la huelga general de panaderos sevillanos. Sevilla, 20 de enero 1932. —En la reunión celebrada anoche por el Sindicato de Panificación, y después de discutirse extensamente, se acordó declarar la huelga general en toda la provincia, a partir del día primero del mes próximo, por solidaridad con los panaderos del pueblo de Guadalcanal, que llevan más de un año en huelga y paros intermitentes. Al conocerse este acuerdo del Sindicato de Panificación se han reunido las autoridades para adoptar las necesarias medidas en caso en que la huelga llegue a declararse. Por otra parte, se ha acordado hacer un fondo solidario para ayudar a los huelguistas guadalcanalenses y a sus familias que se encuentran en una situación límite y que resisten gracias a la solidaridad de sus familiares y otros gremios de la localidad, sobre todo de jornaleros del campo y carpinteros, aun cuando escasea el trabajo y el jornal entre ellos”.
El nerviosismo y la intolerancia de unos y la solidaridad y apoyo de otros, enrarece la convivencia en Guadalcanal, en la prensa se puede leer sobre la situación:
“El 1 de febrero se produjo un nuevo altercado por la huelga de panaderos. Manuel Ortega Muñoz denuncia que cuando llevaba a su domicilio a Ignacio García, que estaba un poco beodo, al entrar en su casa tres personas los insultaron y agredieron. Que eran trabajadores de la panadería de Francisco García. Al notar el hijo de Ignacio García el ruido en el zaguán de la casa y encender las luces, pudo conocer a los intrusos, identificando a Rafael Diéguez Vázquez, a su hijo Ramón y a su yerno Eduardo Rubio. Según la investigación del juez, los hechos no ocurrieron como dijo el denunciante y la sentencia fue absolutoria. (Sevilla 3 de febrero 1932. (Corresponsal)”
“Sevilla 3 de febrero 1932. — De nuevo suceden alteraciones de orden público en Guadalcanal.- Como consecuencia de la huelga de trabajadores panaderos. Así el 2 de febrero, Ángeles Vázquez García, dueña de la panadería de la calle Concepción y esposa de Francisco García Flores, conocido por el alias de “Ciego del Arpa”, avisó a la Guardia Civil que los del gremio de panaderos, acompañados de numerosos obreros agrícola, se habían presentado en su panadería impidiendo que los tres panaderos forasteros que estaban elaborando el pan pudieran seguir y obligándoles a que se marcharan a Alanís, de donde eran naturales. La Guardia Civil se personó en el domicilio de la denunciante y encontró en la calle un grupo de obreros, como de 150 aproximadamente. El sargento pidió que se adelantaran tres de ellos para oír sus peticiones y después que se disolvieran pacíficamente, como así hicieron, aunque se volvieron a concentrar en la calle Largo Caballero (López de Ayala), donde se volvieron a disolver pacíficamente a requerimiento de la Guardia Civil. Los trabajadores esquiroles que habían sido expulsados del pueblo, declararon que se habían presentado en la panadería un grupo que les había insultado de palabras y les dieron algunas bofetadas y puntapiés. Después de un amplio expediente -36 páginas- con declaraciones de los intervinientes en el altercado, el juez no encontró pruebas imputadoras suficientes para condenar a los acusados, que fueron absueltos”.
De nuevo las 21 y 22 de mayo toman conciencia de la situación la Corporación, se reúnen en sesión ordinaria y analizaron el problema del pan. Se dio cuenta del telegrama del Gobierno Civil, por el que se comunica al industrial Antonio Fontán y a una comisión de obreros panaderos para que, juntos con el Alcalde, asistan el día 23 a las doce horas en la sede gubernamental de Sevilla, a una reunión para tratar sobre el boicot que tienen declarado a dicho fabricante.
Después del análisis por parte del Gobierno Local sobre actitud de patronos, maestros y obreros panaderos en Guadalcanal, el Alcalde y los representantes designados por patronos y obreros se trasladan a Sevilla para darles cuenta al Gobernador, de la situación irreversible y la nueva huelga planteada por el gremio y la situación de la fábrica del Sr. Fontán, la nueva huelga es apoyada por otros obreros de sectores como carpinteros, zapateros y jornaleros del campo de la localidad y tratar otros asuntos de importancia de la misma. Los resultados fueron nulos.
El día 5 de septiembre, la prensa informaba de la siguiente noticia:
“El Gobernador Civil ha manifestado que la huelga que sostenían los panaderos de Guadalcanal apoyada por una amplia parte de otros sectores ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta villa, esta huelga había creado un mal ambiente entre los vecinos, mientras que una parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en otras ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse de la confusión, el pan empieza a ser un bien escaso, no obstante, el buen criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia".
En este año 1932, los juicios de faltas que realizó el Juzgado Municipal fueron 54. Destacan que hubo cuatro por denuncias de agresiones durante la huelga de panaderos y del campo. Aun cuando se produjeron muchos más altercados por las huelgas y paros del sector del pan, pero la intervención de la Guardia Civil, la mediación del Alcalde, el buen hacer de Gabriel Barrientos Rivero Juez de Paz, junto a la coherencia de gran parte de patronos y obreros panaderos y la sensatez y paciencia de la población para resolver los conflictos del día a día que ocasionaba la falta de un producto vital para la época como era el pan, provocaron que muchos conflictos se resolvieran por la vía del dialogo.
El año siguiente comienza con la misma situación en el conflicto del sector, el 8 de enero, emite el Gobierno Civil la siguiente nota de prensa:
Durante la noche de ayer se rumoreó que los panaderos de Sevilla irían a la huelga a las doce de la noche de hoy, por solidaridad con sus compañeros de Guadalcanal. El Gobernador Civil, Sr. García Labella, realizó determinadas gestiones y después facilitó el siguiente comunicado en relación con el presunto conflicto:
"He estado estudiando el expediente instruido por el Sr. Villarrubia enviado por delegación a Guadalcanal, del que resulta, efectivamente, los patronos panaderos de aquel pueblo vienen incumpliendo las bases de trabajo, no obstante las sanciones que les han sido impuestas, a propuesta del Jurado Mixto, y que habiendo llegado a convertirse en una cuestión de orden público, yo, a mi vez, sanciono con el máximum de multa gubernativa a los patronos D. Adelardo López de Ayala y D. Antonio Fontán, que son los responsables de la situación presente, remitiendo además al Jurado Mixto un acta de las denuncias comprobadas que existen contra los patronos, indicando que sería procedente la aplicación de las sanciones extraordinarias que determina el artículo 33 de la ley del Jurado Mixto, aunque en este asunto son los organismos de trabajo quienes tienen que decidir, pues su jurisdicción es absolutamente independiente de la mía. Además, se estudió si es procedente pedir al ministro de la Gobernación que aplique la ley de Defensa de la República, y desde luego, se lo propondré si estos patronos persisten en el incumplimiento de las bases".
Una vez más puedo asegurar que tanto yo como el presidente del Jurado Mixto y el delegado de Trabajo, estamos decididos a que dichas bases se cumplan por los patronos de Guadalcanal, y si hasta ahora no han sido suficientes las sanciones ordinarias, acudiré a las extraordinarias. Y siendo esta la actitud de la autoridad, y siendo muy claro y muy preciso el procedimiento legal para el cumplimiento de las bases de trabajo, no puedo admitir como justa la anunciada huelga de panaderos, que hace derivar sobre los patronos de Sevilla y el vecindario sevillano, absolutamente ajeno al pleito que se debate, la carga de este conflicto. Igualmente, he celebrado una entrevista con los obreros, en la que les he hecho estas advertencias, que han prometido tener en cuenta, y quiero esperar de su buen sentido que no se llegue a declarar la huelga”.
Parece que la situación al extrapolarse a la capital hace tomar cartas en el asunto a las máximas autoridades de Sevilla. La presión y la intervención de la máxima autoridad provincial es analizada en una sesión extraordinaria muy concurrida en el Ayuntamiento de Guadalcanal presidida por el nuevo Alcalde Manuel Gálvez Murillo y representantes de obreros y patronos del gremio, llegando a un acuerdo de himpas, roto de nuevo a principios de mayo, reflejándose en la prensa que los panaderos de Guadalcanal, anunciaban que se unían a la huelga provincial de panaderos por cuarenta y ocho horas. Día a día los diferentes gremios se han ido uniendo a la huelga. Así el 9 de junio la prensa informaba:
“Guadalcanal 8. La huelga de campesinos continúa desarrollándose pacíficamente, aunque parece que han secundado el movimiento durante el día más obreros, notándose, por tanto, mayor afluencia de trabajadores en el pueblo. Dícese que mañana irán a la huelga los panaderos y los caseros de los cortijos. En la población existe intranquilidad”.
De nuevo, se prolonga el conflicto y nuestro pueblo es noticia en la prensa el 10 junio y el 21 de julio por nuevas huelgas, en este caso solo de los panaderos:
“En el Gobierno Civil se recibieron noticias de que los obreros panaderos de Guadalcanal han anunciado que irán a la huelga indefinida por estimar injustos los despidos hechos. Los obreros del sector de Sevilla y algunos pueblos de la provincia anuncian paros intermitentes a partir de las doce de la noche de hoy para solidarizarse con sus compañeros de Guadalcanal, entre ellos los de Valenciana, Carmona, Lebrija, Camas, El Coronil, Lora del Rio y Morón".
Esta situación es provocada por la decisión de los patronos panaderos de la localidad de despedir a varios maestros y obreros de tahonas por considerarlos responsables de la prolongada huelga que llevó este colectivo durante meses, Por otra parte, un representante de estos, J.C.A., perteneciente a la C.N.T. ha comentado a este corresponsal que no tendrá solución el conflicto hasta ser admitidos sus compañeros, independientemente de sus ideologías políticas o militancias sindicales. Este mismo portavoz nos ha comentado que componentes de este gremio están recaudando fondos para socorrer a las familias de los despedidos.
Este contexto, desestabilizó el devenir normal de nuestro pueblo, así llegamos a la feria y fiestas de septiembre, la prensa recoge:
“Miércoles, 6 de septiembre de 1933. - Durante el pasado fin de semana ha tenido lugar en la villa de Guadalcanal la feria de ganado y fiestas patronales. Esta feria de ganado que es de las más importantes y concurridas del sur de Andalucía, asistiendo tratantes y ganaderos de varios pueblos, no ha tenido la brillantez que, en años anteriores, debido a los acontecimientos de huelgas que vienen ocurriendo en este pueblo, principalmente en los sufridos gremios del campo, panaderos y albañiles. Los tratantes han comentado el poco negocio de compra-venta-cambio de todo tipo de ganado, esencialmente el equino. Las fiestas patronales, por otra parte, se ha desarrollado con la brillantez de años anteriores con grandes bailes en sus casetas, atracciones para la chiquillería y un partido de fútbol”.
En los siguientes meses continuaron con lo que la prensa describía “como una calma tensa”. Los despidos y represalias contra los obreros de este y otros sectores se hacía evidente y la solidaridad de la población y de algunos pueblos limítrofes se hacía visible.
En 1934 parecía que la población se había acostumbrado a los conflictos, o bien la prensa sevillana había considerado que las noticias de Guadalcanal sobre la situación del gremio de panaderos habían dejado de tener interés, no obstante, el conflicto y los incidentes continuaron, así encontramos una noticia en la prensa de Madrid el 8 de diciembre de 1934 de un periodista que al parecer visitaba la zona:
“Después de abandonar el pueblo de Cazalla de la Sierra, llegué por una carretera angosta que se asemeja a un camino de cabras a la villa de Guadalcanal, cuyos habitantes conocidos como fuellaores me recibieron con amabilidad, bien es cierto que los ánimos no estaban para festejos. Entre otros acontecimientos que tienen alterada la moral, se encuentran el siguiente hecho: En la tarde del pasado lunes unos graves incidentes acaecieron en la localidad, no obstante, debido al civismo y las buenas maneras, la siguiente peripecia fue sofocada. “El gremio de panaderos de la localidad apoyado por algunos agricultores que le facilitaron el grano, abrieron las tahonas después de tres días de huelga y sin pan en la población y a las doce de la mañana repartieron en la plaza de la localidad pan gratis para todos los vecinos que se les acercaban, enterado de estos hechos el Regidor Síndico del Ayuntamiento Sr. Mallén Vélez acompañado por el cabo de los municipales y dos números del cuerpo, el Sr. Mallén en un tono conciliador habló con los representantes sindicales del gremio temiendo una alteración de orden público debido a que cada vez los ánimos estaban más alterados, y finalmente, se llegó a un acuerdo, regresando los panaderos a las tahonas y terminando de repartir los excedentes con orden e ecuanimidad".
"Por otra parte, me comentan en la vieja barbería de la plaza de los Naranjos, que el Ayuntamiento está dictando leyes para volver al pasado, así, ha aprobado que nombres de calles tan representativos de la república, han sido cambiadas de nombre y han vuelto a su antigua nomenclatura, Giner de Los Ríos, Largo Caballero, Pablo Iglesias o Juan Antonio Torre, entre otras, ha pasado a ser Granillos, Fox, San Sebastián y Santa Clara. Nosotros -nos comentan el jocoso barbero nos gusta llamar a las cosas por su nombre-, esta siempre ha sido la Plaza de los Naranjos (ahora de la República), cuando termine la república, los naranjos seguirán aquí dando sombra".
Para no hacer más extenso el artículo, diremos que la situación continuó hasta el 36 que fue interrumpido por la contienda civil. Simplemente, hacer mención a unos párrafos descritos del libro GUADALCANAL SIGLO XX, de Ignacio Gómez Galván:
“Federico Valverde Gordón, nos contaba sus vivencias de los primeros días del golpe de estado:
Mi padre José Valverde, era panadero de la Cooperativa La Aurora y también en el tiempo de la aceituna trabajaba en el molino de Daniel Herce. Esta Cooperativa estaba compuesta por trece panaderos, pero si venía algún socio que no tenía trabajo, se le dejaba participar. Las ganancias, se repartían entre todos los que habían trabajado ese día”.
No debemos analizar la actitud y la fuerte resistencia de los obreros de Guadalcanal, especialmente el gremio de panaderos, tampoco de los patronos, que igualmente defendían lo que pensaban que eran sus derechos. Simplemente, he querido razonar unas situaciones que indudablemente ocurrieron en nuestro pueblo durante una época.
Fuentes. - Eximo. Ayuntamiento de Guadalcanal, Archivo Provincial, libros “Guadalcanal un pueblo el la Menoría de Rafael Rodríguez Márquez y “Guadalcanal siglo XX 1931/ 1940” de Ignacio Gómez Galván, Hemerotecas diarios de la época y autor.
Rafael Spínola Rodríguez
Publicado en la revista Guadalcanal año 2023