Sancionadas
o aprobadas por Carlos II en 1674
Primera parte
Primera parte
Vemos el programa de la feria de ganado y fiestas del 1928, del 4 al siete de septiembre, organizados por la comisión de festejo, siendo presidente de la misma, Don Ignacio Vázquez, alcalde Don Guillermo Alvarado y actuando de secretario Don Adrián Salinas. La inauguración fue el día 4 a las 7,00 horas de la mañana con un pasacalles amenizados por la banda de música de la localidad dirigida por el profesor señor Escote, el día 6 a las 18,00 horas solemne procesión de Nuestra Señora de Guaditoca, patrona de la localidad, organizada por su Real Hermandad, con acompañamiento de las Autoridades, Banda Municipal de Música y de Tambores y Cornetas, durante el recorrido se dispararán numerosos cohetes y tracas. Por las noches, bailes de sociedad, conciertos, circo (Circo París), teatro, cinematógrafo, fuegos artificiales y otros festejos. Igualmente, se anunciaban el comercio de la localidad y la zona, como PURIFICACIÓN R. FRESNO -Fábrica de harinas y panificación esmerada-, ALBERTO DE LA HERA -Farmacia, droguería y perfumería-, JOAQUIN GARCÍA CALDERÓN -Transportes de mercancías y viajeros, servicio a la estación de tren-, CASA ROMERO – Bisutería, mercería y novedades-, FONDA DE MISERICORDIA - Casa especial para viajeros, amplías y ventiladas habitaciones, limpieza absoluta y cuarto de baños-, JULIO BARRAGAN CORDOBÉS -Paquetería, mercería, perfumería, ferretería, calzados y armas y explosivos de todas clases-, MANUEL NAVAS - Sombrearía-, SANTA CLARA – Molino de aceite, fábrica de harinas y panificación-, ADRIANO ATALAYA RIVERO -Almacén de calzado-, MARCOS ALVARADO Y TENA -Fabrica de aceite de oliva y orujos, jabones y sulfuros-, JUAN ATALAYA ROMERO -Colonias, paquearía, quincalla y vinos.- MANUEL BAÑOS MÁRQUEZ - fábrica de curtidos-. Y otros establecimientos, algunos de ellos han perdurado durante todo el siglo XX a través de sus sucesores.
En
esta canturía, la revista ha tenido diferentes nombres, como EL COMERCIO DE
GUADALCANAL -Revista ilustrada-, FOTO Y LUZ -Revista de feria-, GUADALCANAL.
Revista de feria o feria y fiestas-, PROGRAMA OFICIAL DE LOS FESTEJOS, REVISTA
DE GUADALCANAL, y otras, simplemente ponían en su portada GUADALCANAL y el año.
La revista durante tantos años ha pasado por varios estilos y contenidos,
algunas de ellas, se limitaban simplemente al programa oficial de la feria,
otras, la mayoría han contado con gran variedad de artículos y poesías, de guadalcanalenses
y gente que ama Guadalcanal.
La
revista no siempre tuvo una cadencia anual, pero fue a partir de los años 70 cuando
cogió su redacción y dirección Rafael Rodríguez Márquez, nuestro añorado amigo “Rafalito
Electrovira” cuando realmente la edición tuvo continuidad hasta nuestros días, Rafael
aparece por primera vez en el año 1969 con su artículo “REYES MAGOS”, en el reflejaba
en aquella época los escasos juguetes que nos traían a los niños “el flaco
caballo de cartón o la ruidosa chirriera,..” después siguen apareciendo sus
artículos, año tras año, todos ellos relacionados con Guadalcanal, en el año
1973 aparece en el consejo de redacción de la revista, a partir del año
siguiente coge la dirección hasta el 1985.
Con Rafael a pesar de la diferencia de edad y
que yo he vivido desde los nueve años fuera de Guadalcanal, me unía una amistad
especial, tal vez nos unió nuestro amor por nuestra villa, como a tantos otros.
Era la única persona que me llamaba en el pueblo Aguilar, mi segundo apellido
por línea materna, tal vez por la amistad que le unía con mi tío Antonio, con
el que compartía primer apellido y su gran pasión por el Guadalcanal CD, de los
que ambos formaron parte de la directiva.
Todos
los veremos cuando iba a la feria me tenía guardada la revista, recuerdo que en
el año 82 hablando con él en la puerta de la Puntilla, me comentó que estaba
buscando un libro de poesía en las librerías de Sevilla y no lo encontraba de
Agustín Capitán Álvarez, otro ilustre escritor Guadalcanalense poco conocido,
le ofrecí que me diese el tirulo y yo se lo buscaba en Madrid, finalmente lo
localicé en una librería de viejo de la Cuesta del Moyano de Madrid, se lo
llevé en Navidades y me regaló un estuche con una pluma y un bolígrafo de la
marca Inoxcrom, que guardo en mi escritorio como un tesoro.
Cuantos y cuantos artículos, trabajos de personas de nuestro pueblo o muy amantes de él a través de los años, artículos que nos ha enseñado la historia de Guadalcanal, sus monumentos, sus hijos ilustres, el sentir y el pensar de nuestra gente, escritores, poetas e historiadores como los mencionados anteriormente Agustín Capitán y Luis Chamizo, u otros relevantes Manuel Maldonado Fernández, Antonio Gordón Bernabé, María Dolores Gordón Peral, Juan Collantes de Terán, Jesús Rubio, Antonio Fontán, Antonio Burgos, Andrés Mirón, Alberto Bernabé Salgueiro, Salvador Hernández González, y tanto otros, que unir a la lista interminable de Guadalcanalenses o foráneos, como José F. Titos Alfaro, Pedro Porras Ibáñez, Leopoldo Tena, Rafael Rodríguez Márquez, Ignacio Gómez Galván, José Baños Carmona, José María Álvarez, José Vázquez Márquez, Rafael A. Rivero del Castillo y un largo etcétera, entre los que humildemente me incluyo. Sin olvidar por último en esta larga lista a José Luis Ceballos y Antonio Murillo (Muri) que con sus historias futboleras nos han recordado las vicisitudes y anécdotas de nuestro equipo de futbol.
La
revista y el formato que actualmente conocemos se debe en parte a Ignacio Gómez
Galván que en los dos periodos que ha estado en el ayuntamiento como concejal, ha
llevado la dirección y le ha dado un formato más actual.
Recuerdo cómo me contaba mi padre que se tiraban de dómía hasta quince días y cuando regresaban al pueblo eran visitas obligadas, primero ir a la barbería para pelarse o afeitarse, después ir al Bar Cazalla, El Chato, El Botero o cualquier otro casino para tomar unos vinos y chalar con las amistades, eran los noticieros del pueblo.
En la actualidad y aprovechando la modernidad,
los hombres se cortan el pelo y se arreglan la barba, la mayoría en las
peluquerías unisex o de señoras, ya no existen barberías en Guadalcanal, ¡qué
cosas trae la modernidad, me comentaba un viejo amigo que me vio salir una
tarde de una de ellas!
Aun pensando que podemos dejarnos
algunas, citamos:
En los años 30/40 estaban abiertas,
en la calle Calvo Sotelo (actual Antonio Porras) se encontraba la barbería de
José Casaus Parra, la de Adelardo Palacios (padre del Sano) en la calle San
Sebastián, 24 y también pelaba y afeitaba en las casas, Antonio Criado en la
calle Granillos, Rafalillo en la calle Milagros, Clemente en la calle Milagros
y después en la calle San Sebastián.
En la siguiente década, Martin Cote
Blanco en Plaza España, 8, José Escote Romero en General Mola, 1 (actual
Costalero), José María Gil Cantero en Muñoz Torrado, 1, José Pérez Gusano en
Calvo Sotelo, 3 actual Médico Antonio Porras, Pepe el Músico (Plaza de España),
entre otras.
Según el libro de Rafael Rodríguez
Márquez, en Guadalcanal hubo 8 barberías en los años 50 y 70.
Muchos de mi edad recordados como barbero
ambulante a nuestro recordado Rafael Palacios Gil (El Sanito), junto a
su maletín de barbero y los caramelos que nos regalaba a los niños (para que
estuviésemos quietos) y los de menta a nuestros abuelos (para que no tosieran),
igualmente, llevaba la cámara de fotos en ristre, en invierno vendía cajas de
polvorones, (de los que se pegaban al cielo de la boca decía y había que
despegarlos con aguardiente). Si moría alguien allí estaba con su seguro para
ofrecer los servicios que cobraba mensualmente puerta a puerta, era igualmente
ditero y otros quehaceres…, y aun le quedaba tiempo para organizar y
ayudar a los vecinos de Santa Ana y los Escaloncitos
en lo que le pedían, a principio de los 70 se trasladó a Sevilla por motivos de
trabajo ( se metió a celador), pero cada vez que tenía vacaciones,
Navidades, Semana Santa, Feria o en los fines de semana aprovechaba para venir
al pueblo y seguir haciendo fotos (su pasión) decía.
Hay un artículo en la revista de feria
de Guadalcanal (1991) que escribe un paisano con el seudónimo de Pepe Shopson,
sobre unos hechos ocurridos en los años 50 en la Barbería de Manolo Escote,
situada en lugar privilegiado de la plaza, titulado “Cuernos en la barbería”
y que reproducimos:
Los hechos ocurrieron una tarde de
verano de 1950. Fueron protagonizados por ese singular y entrañable
guadalcanalense llamado Manuel Escote y por un viajante, cuyo nombre ni
conocemos ni hace al caso.
Baste saber que era sevillano, chaparrito y vacilón. El escenario fue la barbería de Manolo, sita en la impar plaza de España, de Guadalcanal, frente a la estatua de A. López de Ayala, aquel que temía “más al olvido que a la muerte”.
Serían
las primeras horas de la tarde, en las que la tranquilidad de la plaza,
mientras los naranjos agrios aguantaban impávidos la canícula, era absoluta.
La barbería, como la tenía puesta
Manolo, se diferenciaba poco de las de otros pueblos de Andalucía. El detalle
distintivo era una hermosa cornamenta de ciervo que había en la pared que
quedaba a la derecha de la puerta, y que cumplía la utilitaria misión de
perchero. Se trataba de las astas de una pieza no cobrada por Manolo, sino de
un regalo que le había hecho uno de sus hermanos, aficionado a la caza mayor,
ya que nuestro protagonista, empedernido cazador, lo era de las especies
pequeñas que abundaban por nuestro término.
Aquella tarde, Manolo, después de
haberse levantado de la siesta, abrir la barbería y haber leído el ABC, daba
cuenta del crucigrama de Cova con la facilidad acostumbrada. De pronto, La
cortina dejó entrar la luz de la plaza y una voz netamente sevillana irrumpió en
la estancia:
_
Buenas tardes, maestro. Aquí vengo, a ver si me hace usted un buen arreglo.
Manolo, al mismo tiempo que se
levantaba del sillón giratorio en que se encontraba, contestó:
_ Buenas tenga Usted. Veremos lo que podemos hacer.
El cliente se acomodó en el sillón
del que Manolo acababa de levantarse.
Manolo
le aplicó el paño blanco, y tras ajustar el respaldo a la altura del cogote,
empezó su faena, extendiendo jabón con la brocha sobre el rostro de su
desconocido cliente. Este, que ya había reparado en los hermosos cuernos que
adornaban la pared de enfrente, no pudo reprimirse las ganas de vacilar a Manolo,
y con la entonación ambigua que el caso requería, pausadamente dijo:
_
Maestro, digo yo que buenos cuernos tiene usted… aquí.
_ Mire usted qué casualidad,
-respondió Manolo sin inmutarse, mientras continuaba su cometido-, precisamente son del último viajante que pasó por
aquí, que se los dejó olvidados.
El Viajante tras la sorpresa de la respuesta, encajó el golpe con deportividad. En Sevilla, en más de una ocasión, tomando unas copas con amigos de su gremio, decía que había algunos, como el barbero de Guadalcanal, que no se cortaba un pelo”.
Carnicerías. –
Las carnicerías fue otro sector que
tuvo gran actividad en Guadalcanal, ya encontramos una referencia del siglo
XVI, en la revista de feria de Guadalcanal (2003) de Antonio Gordón Bernabé:
Mandaba
que con ese dinero se comprara además una carnicería que se hallaba junto a la
iglesia de San Sebastián "y se quite de tal negocio por la reverencia
que se debe tener" según consta en la manda testamentaria.
Al
igual que con las barberías, seguro que nos dejamos algunas, pero a
continuación describimos las que hemos encontrado referencias:
En los años 30/40 Francisco Tomé Gil, Jesús y José Vázquez Díaz, Rafael Morente Gusano, en la siguiente década, 41/55, José Álvarez Ibáñez en la calle San Sebastián, 8, la mayoría estaban en la Plaza de Abastos. Juan Arcos García y posteriormente Juan Arcos Yerga (los Romaneros), Manuel y José Galván Muñoz, Félix Ramos Polanco, Antonio, Josefa y Adelardo Álvarez Tomé.
Otras fueron las de Antonio Tomé Trancoso, Dolores Tomé Vázquez y Tomás Tomé (Tomasin) en la Plaza de Abastos, Patrocino Moreno Chacón (Patro) que la tuvo en la calle San Francisco, en la Plaza de Abastos y al lado de la antigua cárcel, Juan Gallardo Jiménez en los Mesones, entre otras
En la actualidad, después de cerrar Juan Arcos (hijo del Romanero) por jubilación, en la plaza de abasto la única referencia que queda de nuestros carniceros es Rafael Romero Galván (Chasquito) y en los diferentes supermercados también se venden carne y chacinas, pero aquellas tertulias en la cola de las carnicerías, -pasa Guaditoca, tu tienes más prisa, no pasa tú Rosita que estoy hablando con mi comadre-, eso ya no volverá.
Publicado
en 2018 en el blog “Guadalcanal por su recuperación Patrimonial”