Sexta parte
(IV) NUEVAS INSTANCIAS DE D. JUAN PEDRO DE ORTEGA AL CONSEJO. - DESPACHO DE ÉSTE MANDANDO AL CORREGIDOR EN CUMPLIR LAS ÓRDENES DEL CONSEJO. - EXCUSAS DEL CORREGIDOR. - NUEVAS DILACIONES. - EXAMEN DE LAS CUENTAS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL SANTUARIO. - INFORME DEL AYUNTAMIENTO. - SUSPENCIÓN DE LAS ACTUACIONES.
Un año había corrido, desde la apelación de D. Juan al Consejo, sin que el Corregidor hubiese cumplido con tal lapso de tiempo los mandatos del Tribunal más alto de las
Órdenes Militares, por lo que el Patrono creyéndose en el deber de acudir nuevamente para defensa de su derecho, exponiendo el nuevo agravio que le había hecho el Corregidor en este año, “contraviniendo notoriamente al contexto de la última orden en la que se le prevenía no hiciese novedad en cuanto la celebración de la feria”, suplicando al Consejo que “bajo la multa que fuese de su agrado”, se sirviese ordenar al Corregidor que “a correo seguido” evacue el informe que se le tiene pedido, “el cual sea extensivo a la novedad causada en la feria de este año.”
En el mismo día, 12 de Septiembre, en que se presentó por Domingo Gómez Serrano el pedimento, se libró carta-orden por el Consejo para que el Corregidor informase, según la súplica de don Juan.
Recibida la comunicación por Donoso el día 22, dio nuevo Auto obedeciendo la orden y dispuso la petición de nuevos documentos, entre otros el relativo al robo que hizo la Extremeña, pero siguió si emitir su informe; llegamos al mes de Diciembre y D. Juan Pedro hubo de acudir otra vez al Consejo con nuevo pedimento, suplicando esta vez “que impusiese al Corregidor la multa de 500 ducados y librándose sobre-carta de la Real provisión anterior, sometida al alcalde mayor de orden más cercano, pase a Guadalcanal a hacer dicha multa efectiva con todas las costas que se causen, como asimismo las del despacho que se librase, entendiéndose esto para que el Regidor decano evacue el informe pedido y lo remita incontinenti con las diligencias, y que se me entreguen los autos para en su vista exponer y alegar lo que a derecho de mi parte convenga”. Libró el Consejo nuevo despacho, fecha 1º de Diciembre 13.- para que cualquier escribano requiriese al Corregidor a fin de que en el plazo de 15 días y con pena de 200 ducados cumpliese lo que se le tenía mandado, y llegada la provisión real a manos de D. Juan, requirió al escribano Escutia para su cumplimiento, dándose este por requerido, y pasando en el mismo día, 16 de Diciembre, a las Casas del Corregidor para intimarle la provisión real; pero no hubo ocasión “por hallarse ocupado en su despacho con el escribano Antonio Melgarejo examinando testigos, o recibiendo declaraciones a varias personas de esta villa, a consecuencia de orden superior sobre asunto del perito de ella. Al día siguiente fue festivo y cuando volví –dice el escribano- en la mañana de este –18 de Diciembre- para el propio efecto encontré a su merced con la villa en Ayuntamiento, el cual duro hasta después de la una.” Volvió al siguiente día “hallando a dicho señor en disposición de poderle intimar la real previsión (precedida la atención y urbanidad que es debida), se le intimó e hizo saber a la letra, cumpliendo lo que en ella se manda, y por su merced vista, dijo que la obedecía, y obedeció por su parte con el respeto que debe y acordó que, para venir a su cumplimiento se busquen los antecedentes y se traigan con ella para darles el curso que corresponde.”
13.- Pedimento al Consejo.- M. P. I. Domingo Gómez Serrano, en nombre de D. Juan Pedro de Ortega... a V. A. como mejor proceda digo que… mi parte… pidio que el Corregidor, bajo la multa que fuese del agrado del Consejo, evacuase a correo relativo el informe que se le tiene pedido… y sin embargo de haber pasado muchos meses aun no ha evacuado dicho informe. En este estado hago presente a la justificación del Consejo que la falta de obediencia del Corregidor de Guadalcanal a los preceptos de V. A. es tan manifiesta, que no necesita de otra prueba más que ver que desde el 6 de Septiembre del año pasado de ochenta y cinco hasta ahora, se le han comunicado dos Ordenes y un despacho para que evacuase el informe que se tiene pedido; que no se ha podido conseguir, sin embargo de ser transcurrido mas ha de un año, abusando de la notoria piedad y justificación de esta superioridad… de que dimana verse ultrajada y vulnerada la autoridad de V. A., aumentarse considerablemente los gastos y perjuicios a mi parte, con la multiplicidad de despachos; estar privado de la reintegración de las cantidades que indebidamente le ha exigido dicho Corregidor; y lo que es mas; sin arbitrio para dar curso a los autos pendientes y pedir lo que a su derecho convenga: En cuya atencion … a V. A. suplico se sirva mandar se le exijan inmediatamente quinientos ducados de multa y que librandose sobrecarta de la Real provision anterior, cometida al alcalde mayor de orden mas cercano, pase a Guadalcanal a hacer dicha multa efectiva con todas las costas que se causen, como asimismo las del Despacho que se librase, entendiendose este para que el Regidor Decano evacue el informe pedido y lo remita incontinenti con las diligencias, y venido todo se me entreguen los autos en su vista exponer y alegar lo que al derecho de mi parte convenga, como anteriormente tengo pedido, quees justicias que pido. Etc. = Ldo. Dr. Joseph Luis Bort y Maimó = Domingo Gomez Serrano. Y en vista del Pedimento inserto y antecedentes se proveyo por los del nominado nuestro Consejo el auto siguiente = Librese a esta parte Provision para que por cualquier escribano que sea requerido se haga saber al Corregidor de la villa de Guadalcanal que en el preciso termino de quince dias y pena de doscientos ducados evacue el informe que se mandó en Decretos de tres de Septiembre del año próximo pasado, nueve de Mayo y dos de Septiembre del corriente. Madrid y Noviembre veintidos de mil setecientos ochenta y seis = Ldo. Navarro. Y para su ejecucion y cumplimiento fue acordado que debiamos mandar librar esta nuestra carta y Provision para vos cualquier Escribano que con ella fuereis requerido. Por lo cual os mandamos hagais saber al nominado Corregidor de la villa de Guadalcanal, que en el preciso termino de quince dias y pena de doscientos ducados, evacue el Informe que se le mando en decretos de tres de Septiembre del año proximo pasado, nueve de Mayo y dos de Septiembre del corriente. Que asi es nuestra voluntad; y no hagais lo contrario pena de nuestra merced y de cincuenta mil mrs. aplicados para la nuestra Real Cámara. Dada en Madrid a primero de Diciembre de mil setecientos ochenta y seis.= D. Diego Morales = El Conde del Carpio. = D. Joseph de Zuaro. = D. Gaspar Merchol de Jovellanos. = Yo D. Francisco Antonio de Larraza, Sr. De Cámara del Rey nuestro Señor la hice escribir por su mandato con acuerdo de los de su Consejo de la Ordenes.
No podía faltar la explicación de la demora del Corregidor en el cumplimiento de un –deber tan sagrado para él, como la obediencia debida a tan alto Tribunal, y excusó su tardanza ya “por las dificultades del asunto, ya por las enfermedades padecidas desde el mes de Julio por su merced, el presente escribano y Gerónimo Muñoz de Espinosa, su compañero, único en aquella sazón, y de resultas de cuya muerte ocurrieron otras y muchas urgentes ocupaciones y desempeño de varias órdenes detenidas del mismo Consejo y otros superiores Tribunales.”
Ya parecía dispuesto el Corregidor a marchar con más velocidad en el asunto; al día siguiente puso manos en él, para mandar insertar una Orden del Ministerio de Rentas para informar sobre la feria (tenía la carta en que se la habían comunicado desde Llerena, fecha 7 de Octubre) y que se llevará después el expediente para despacho “pasada la próxima vacación, con respecto a las muchas ocupaciones de oficio que ocurren en su intermedio.” Los días que corrieron entre el 10 y el 22 de Enero de 1787 se emplearon en ver los libros y papeles, que presentó D. Juan Pedro, y en poner autos y providencias. Por fin, en la última fecha citada, “acordó su Merced se despache sin más dilación el informe decretado”; pero mandó también que se formara relación del expediente sobre el pago de los derechos a la Colecturía en 1784 y sobre las dietas a la Audiencia, insertando el Informe del Ayuntamiento sobre el patronato, y otra porción de documentos y noticias, que debían reunirse y para lo cual hacía falta algún tiempo. El día 28 “puso el Sr. Corregidor el informe para el Real Consejo, compuesto de cuatro hojas y en papel de a veinte maravedís, yendo escrito de mi puño –dice el escribano- el cual y testimonio por mí dado puso bajo cubierta con subscrición del Real servicio y por mano de Francisco Antonio Larrasa, Secretario de Cámara de dicho superior tribunal, a efecto de que lo presente en él, cuyo pliego cerrado llevé yo, y puse en casa de Nicolás José de Arenas para su destino a Madrid, por ser quien de presente corre con la correspondencia del público de esta villa.”
Párrafo aparte merece las cuentas que presentó D. Juan Pedro de Ortega, y no sale, por cierto, bien parada la Administración del Santuario. 14.- Nos detenemos en esto por no aglomerar cargos contra el Patrono, aunque bien merecidos los tiene, si se exceptúan los días de la Administración de los Marqueses; sino porque esta administración, no provechosa al Santuario, debió ser causa en unos de decidirse por cuantos medios podían ser conducentes a anularlas, o al menos a disminuir sus ingresos, y en otros de presenciar indiferentes estas luchas, en las que, al remate de cuentas, saldría perjudicado el Santuario y el culto de la Virgen. Si hubiera seguido la Hermandad al cuidado del culto y del Santuario, seguramente otros sesgos hubieran llevado los asuntos. El patronato no hizo más que considerar como propios los bienes que no le pertenecían, llegando una época en que dispuso de lo que quedó con olvido de sacratísimos intereses y lesión de justísimos derechos.
14.- Examen de los libros de cuentas.- “Certifico en cumplimiento del auto antecedente que habiendo reconocido con intervención y presencia del Sr. Corregidor los cuatro libretes exhibidos por D. Juan Pedro de Ortega, resulta que el primero perteneciente a los productos de la feria de Guaditoca del año de setecientos ochenta y tres se formó de cinco medios pliegos de papel común doblados, componiendo hasta diez hojas, empezando los asientos a la vuelta de la primera hasta el final de la quinta, entre la cual y siguiente se reconoce faltar una, indicando haberse rasgado por existir su residuo unido a la dicha quinta y llevándose alguna parte de ella y luego en la septima, que hay de sexta, se saca la suma los productos de dicha feria en mil y novecientos reales con una media firma a su pie que dice Ortega y rúbrica al parecer el mismo D. Juan Pedro; y a su continuación siguen diferentes asientos de limosnas para Misas por los devotos hasta el número de ciento noventa y tres y la vuelta de ella se encuentra en blanco como otras tres últimas, advirtiéndose que los asientos que por su mayor parte están hechos por columnas en unas las llenan y en otras no = El segundo, respectivo al año de ochenta y cuatro, empieza también a la vuelta del primer folio tercero, en la que se saca por producto de la feria de aquel año la cantidad de dos mil cuatrocientos setenta y un real, don diferentes claros en siete hojas útiles advirtiéndose faltarle las tres últimas para completar los cinco medios pliegos de que igualmente aparece haberse formado = El tercero con la misma conformidad principió vuelto el primer folio y signe en columnas, la mayor parte incompletas, hasta el folio sexto con que acaba con una nota de igual media firma en que se dan por productos de la feria del año de ochenta y cinco un mil setecientos cincuenta y cuatro reales y medio y otra después sin firmar por la que aparece deberse rebajar trescientos veintiocho que se suponen entregados al Alguacil mayor a presencia del escribano Diego Vicente de Robles, de orden de su merced, y tiene arrancadas las cuatro últimas para el complemento de las diez = Y el cuarto y último principia y sigue en igual conformidad por otras seis, en que acaba con otra nota y media firma semejante a las anteriores, sin fecha de día cierto y con la del mes de Junio del año próximo pasado en que se expresa no haber entrado en su poder doscientos doce reales y medio por importe de los puestos fuera de las casas portales y por decir haberse cobrado de orden de su merced por el presente escribano, y el producto de dicha feria fueron dos mil y setecientos reales; y luego siguen otras dos hojas en blanco y las dos ultimas rotas; apareciendo igualmente que las dichas notas y medias firmas están de letra mas reciente, tinta más clara que los demás asientos y a un mismo pulso; todo lo cual certifico en cumplimiento de lo mandado y con su merced lo firmo dejando rubricadas las libretas como tiene preceptuado – Donoso- Diego Josef Escutia.=
Antonio Muñoz Torrado
Presbítero
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