Sancho deja caer un refrán |
Visita de D. Alonso de Quijano a nuestra villa 3/4
Continuamos con el recorrido, una vez en llegados a la Plaza, el primer edificio que encontraron fue el Ayuntamiento de la villa (7), construido en 1910, es decir hace más de un siglo. A la derecha del edificio consistorial encuentran la Capilla de San Vicente, del siglo XVIII, (8), siguió el mismo camino en el proceso de desamortización, ha sido lugar de refugio de almacén, carpintería, dulcería, tiendas de varios gremios, emisora de radio, peña futbolística… y actualmente un bar cafetería, ha sufrido obras sin control y actualmente solo queda la estructura para recordar mejores tiempos urbanísticos. Y por fin, los excursionistas llegaron a la Iglesia de Santa María de la Asunción, (9) y la torre (10) (inacabada y durante muchos años protegida por unas extrañas lona para disfrazar su mal estado), quedando los visitantes maravillados por el conjunto arquitectónico y visitando detenidamente en su interior, sus capillas, imágenes eclesiásticas y sacristía.
-Creo que es hora de yantar y descansar nuestras posaderas, D. Esteban, no está acostumbrado mí amo a cabalgar y descabalgar sin encontrar enemigo que vencer o doncella que rescatar y a mi humilde persona le protestan las tripas ruidosamente. -Comentó Sancho con voz ronca y seca-.
-Naturalmente, amigo Sancho, el reloj de la torre acaba de darnos la bienvenida con sus campanas y nos marca la 1 de la tarde, una hora después del ángelus y hora de comer un tente en pie, en este mesón de enfrente que en tiempo fue casa de nobles.
-Pues ya tardamos, que oveja que bala, bocado que pierde -contestó Sancho-
-He de decirle D. Esteban que hasta lo visto tienen una maravillosa villa, limpia blanca de paredes y de personas nobles, no es menos cierto que no he hallado enemigo que batir ni moza a que reprender. -Comentó D. Alonso de Quijano con una voz queda desgastada por batallas inacabadas y platos vacíos en su cabalgar por la piel de toro.
El muerto que vos matáis, goza de buena salud. -Apuntó Sancho con una gran sonrisa y sujetando la panza que ruidosamente protestaba por la ausencia de alimento-.
Apenas una hora después, se reunieron los tres compañeros de viaje en la fuente de la plaza que igualmente conoció tiempos mejores cuando generosamente saciaba la sed de la población con el agua de sus tres caños y ahora desviada de su curso para el aprovechamiento de la misma.
- ¿No ha de hallarse cada cosa en su sitio en esta villa?, iglesias sin culto, fuentes sin agua, hidalgos sin caballo, torres inacabadas…,
-Curioso, curioso, reflexionaba Sancho cuando trataba de subir a su amo sobre el escuálido corcel.
Inmediatamente tuvo que cambiar el criado de pensamiento al ver a D. Esteban de Millán montado sobre hermoso caballo árabe y entonces comentó para sí mismo:
-Caballo brioso, alforja en ristra, camino largo y poco descanso preveo para esta tarde de primavera.
Abandonaron la plaza y por la calle López de Ayala ascendieron pueblo arriba, no sin hacer una breve parada para ver la casa rectoral (11), subirse a la torre para ver una perspectiva de la villa y divisar la cúpula semiderruida del Hospital de la Caridad (12). En esta calle anteriormente conocida Camacho, divisaron el antiguo Hospital de los Milagros (13), que después varios usos, es utilizado en la actualidad como sede de Caritas, éste antiguo hospital data de finales del siglo XV.
Notas. -
(7) Tal y como conocemos el Ayuntamiento parece que no es el edificio inicial proyectado, ya que estaba previsto inicialmente un edificio anexo al principal para escolares y servicios municipales, gracias a la desestimación de este proyecto se pudo construir el actual paseo Del Palacio sobre la antigua escombrera.
(8) Capilla de San Vicente, es un edificio del siglo XVIII, con una planta de Cruz Latina, una sola cubierta de bóveda de cañón y lunetos y media naranja en el crucero, su alero mudéjar aún conserva la madera original, de estilo difundido por Extremadura, fundada por la orden Dominicana, relaciona su historia con esta orden y la Hermandad del Rosario de la Aurora que fue autorizada en 1851 para su ubicación y finalmente cae en decadencia y se disuelve en 1.914, cerrada al culto definitivamente en 1917 y destrozado todo su patrimonio mueble en 1936 a consecuencia de la guerra civil.
Es tal vez el edificio que más intentos de cesiones y compra venta sufrió en los siglos siglo XIX y XX, la primera referencia encontrada data de 1854, el alcalde de la villa Miguel Ramos Lobo propone ante el gobernador eclesiástico de Llerena la cesión de las capillas de San Vicente y los Milagros, “que son innecesarias para el culto y no son en razón de su proximidad a las parroquias de Santa María y San Sebastián, sino por los muchos templos que hay en la población”, para construir la nueva casa consistorial, finalmente este primer intento fracasó y las dependencias municipales se construyeron en las ruinas del antiguo palacio de los comendadores Santiaguistas.
Ya en el año 1923 el párroco de la localidad Pedro Carballo Corrales, con el beneplácito del Arzobispado de Sevilla Eustaquio Ilundain y Esteban inicio un proceso de venta y que, gracias a la intervención de Antonio Muñoz Torrado con el inicio de un informe histórico sobre el citado edificio, y con la colaboración de la Hermandad del Rosario de la Aurora, se pudo conservar.
(9) La Iglesia de Santa María de la Asunción, presidida por una bellísima portada, de espléndida composición, en la iglesia en la que persisten numerosos elementos del goticismo decadente, da acceso al templo mayor de Guadalcanal, asegurado el dominio cristiano de la villa e iniciado el desbordamiento de su población, las murallas que la circundaban perdieron su originaria finalidad. Esta circunstancia, sin duda, hizo que se levantara el muro norte de esta iglesia sobre parte del sistema fortificado, como se colige por la misma extraña orientación de dicha fachada y por el arco de herradura que describe la puerta de la sacristía, de feliz aprovechamiento, esto ocurría en las postrimerías del siglo XIII.
Por su arquitectura, Santa María obedece en gran parte a la corriente mudejárica propia del tiempo de su construcción y al gusto que se prodigó en esta zona de la Sierra Norte sevillana, en la que el gótico de los vencedores y el almohade de los vencidos trataron de imponer sus fórmulas arquitectónicas, construida con arcos transversales, siendo apuntados los del centro, éstos descansan sobre pilares cruciformes, que, salvo el alicatado de la parte inferior, no ha sufrido modificación alguna, pues hasta el sencillo capitel de caveto que poseen abonarían por su antigüedad.
Pero aquí en donde a los cristianos interesó sobre manera plasmar su estilo, esto es, en el presbiterio, los alarifes locales lograron imponer su arte, ejecutando la bóveda ochavada, con espléndida crucería en abanico, tramo previo sexpartito, nervio de espinazo decorado con dientes de sierra e impostas de cabezas de clavos. Pertenecen, también, a este período constructivo los capiteles de los baquetones en forma de tronco de pirámide invertida con figuras de gran tosquedad, un decorado de estrellas próximo a la escalera del coro y algunos ventanales, destacando el que se encuentra oculto por el retablo mayor y el que vemos al lado de la Epístola, formado por un óculo central y dos arcadas unidas por un parteluz.
(10) Preside el conjunto edificado la inacabada torre de Santa María, atalaya en la que el vencejo lo mismo vela el cadáver del verano a la hora de la siesta, que, a la del ángelus, ronda por las aristas dejando por el aire su alada algarabía. La torre data del siglo XVI, construida y no terminada con las aportaciones durante los años 1556/58 a petición del Concejo de la villa por el administrador de las minas de plata de Pozo Rico de Guadalcanal Sr Ortiz de Zárate sobre los restos de la muralla que tuvo carácter militar y pertenece al estilo románico, si bien con alguna influencia gótica en los adornos de los arcos conopiales del último cuerpo de campanas. Está construida sobre un dado de aparejo irregular a base de ladrillos, conservó las almenas hasta el siglo XVIII.
(11) Este edificio que se encuentra frente al antiguo hospital de los Milagros, muy vinculado a la historia de Guadalcanal, fue vendido en parte a un vecino que posteriormente lo habilitó para vivienda, esta edificación fue la antigua casa solariega de la familia Ortega y del marquesado de San Antonio, de la que procede Pedro Ortega Valencia, ilustre personaje del pueblo y descubridor en el Pacifico de la isla que bautizó con el nombre de la villa, posteriormente por donación de la marquesa de San Antonio de Mira del Rio, cedido por esta familia, pasó a la administración y propiedad de la parroquia de Nuestra Sra. de Santa María de la Asunción, con la cláusula de “Se donaba para su perpetua memoria de la benefactora”, así fue durante varios siglo, utilizándose como casa rectoral hasta el citado año fue expoliada y vendida parcialmente.
La parte vendida era la más interesante y de mayor valor, por su artesanado y arquitectura, en su en su interior hay un patio de dos pisos con arquería y un vestíbulo revestido de azulejos sevillanos tipo cuenca, de bellísimos bordados y vidriados, procedentes de la iglesia de Santa Ana, catalogados en la primera mitad del siglo XVI y difícil de valorar económicamente en la actualidad, por ser incontrables en esta época.
(12) Este Hospital fue construido en el año 1535, Durante más de cuatro siglos estuvo al servicio de nativos y visitantes, ya que hasta los años cuarenta del pasado siglo sirvió de hospital para de transeúntes enfermos, acogió a persona pobres de la villa, asilo para personas mayores que carecían de familia o pobres de necesidad, el edificio fue parcialmente derruido para hacer el actual consultorio del Servicio de Salud de Andalucía y solo se conserva la cúpula de la capilla del hospital.
(13) En la calle López de Ayala se encuentra el Hospital de los Milagros, también conocido como hospitalito. Edificio con portada de principios del siglo XVI compuesta por vano de arco carpanel con arquivoltas decoradas y una hornacina sobre el alfiz que la enmarca.
Se conjetura que su fundación pudo ser a finales del siglo XV. A finales del siglo XVIII aún estaba en funcionamiento.
En él estuvo instituida la llamada Escuela de Cristo y también radicó la Hermandad de la Veracruz.
Su fachada ha sido remodelada en el año 2008 por un Taller de Empleo dejando al descubierto su piedra original.
Rafael Spínola R.
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