Una pila bautismal renacentista de la Iglesia de la Concepción, utilizada como macetero en el colegio de monjas del Convento del Espíritu Santo.
En este artículo no incluimos los nombres de los vecinos o empresas que compraron los edificios, ellos simplemente se beneficiaron en aquel momento de la venta de unas “gangas” que se pusieron a la venta, sin embargo, la actuación del arzobispado, el poco celo del párroco de turno, alcaldes, resto de autoridades locales y la pasividad de los vecinos nos han llevado a una situación actualmente irreversible.
(Última parte).
“Intento de compra de San Vicente. Con fecha 29 de Julio de 1935, Rafael Cárdenas Ordoñez dirige un escrito al Arzobispado de Sevilla, en los siguientes términos: Rafael Cárdenas Ordoñez, natural y vecino de esta, casado a V.E.R. con el debido respeto, EXPONE: Que es dueño de una casa en esta villa calle San Sebastián, la cual habito y que linda en su parte derecha con la Ermita y dependencia de San Vicente. La referida Ermita al culto está cerrada al culto hace más de diez años y convertida en almacén de anda, pasos y trastos viejos, y si a eso se une que su techumbre está en mal estado, sobre todo las dependencias que lindan con la finca del dicente, al alto criterio de V.E. no se ocultará los graves perjuicios que a la propiedad particular se le ocasiona con este estado de cosas, aumentados conforme pasa el tiempo. Se hace precisa una urgente y costosa reparación en la referida Iglesia de San Vicente. Mas como el estado actual de la iglesia es bien patente, no es mi ánimo ponerla en grave trance por eso me permito proponerle a V.E. la enajenación de la repetida ermita, caso de que no pudieran hacerle las obras que necesita, en cuyo caso no tendría otro destino que demolerla y sobre su solar edificar dependencias con fines domésticos que se incorporarían a mi propiedad que con ella linda. Dios guarde a V.E. muchos años. Guadalcanal, veintinueve de Julio de mil novecientos treinta y cinco”.
No
se hizo esperar la contestación del Arzobispado, ya que en la parte inferior
del mismo escrito del Sr. Cárdenas, aparece esta coletilla: “Sevilla 3 de agosto
de 1935. Vistos los antecedentes de este asunto y especialmente lo actuado en
el año 1923, como motivo de una solicitud del Sr. Párroco de Guadalcanal,
decretamos que no ha lugar a lo solicitado en la instancia que nos ha dirigido
D. Rafael Cárdenas Ordóñez”.
A
principios de los años 70, una entidad bancaría a través de un vecino del
pueblo hizo un nuevo intento de compra o apropiación con la intención de poner
una oficina bancaria o cualquier otra intención de actividad en un edificio con
una situación privilegiada dentro del casco urbano. Finalmente, en el 1977 y
coincidiendo con la romería de nuestra patrona, una representación oficial del
Arzobispado de Sevilla, realiza un viaje a Guadalcanal y la zona de varios
días, quedando ubicado su hospedaje en Cazalla de la Sierra, durante esos días
y con el pueblo ajeno a ciertas reuniones clandestinas, se fraguan los tratos
de la venta de la Capilla de San Vicente, edificio emblemático situado en la
plaza de España. Esta capilla fue solicitada en cesión en repetidas ocasiones
al Arzobispado de Sevilla por los responsables de la Cofradía de Penitencia de
las Tres Horas, para instalar en ella sus imágenes titulares y abrirla al
culto, consultado a hermanos de aquella época, la respuesta fue una y otra vez
negativa. Poco después se ejecutó el acto de enajenación y venta por una
cantidad aproximada a 500.000 pesetas, unos 3000 € actuales, convirtiéndola su
nuevo propietario en un salón de juegos juveniles, con máquinas recreativas y
futbolines, posteriormente y hasta la actualidad en un bar, realizando en su
interior varias obras de acondicionamiento, aunque su empleo para usos profanos
se remonta mucho antes de su venta, sirviendo de carpintería, almacén de
materiales, almacén de andas y tratos viejos, cuadra de caballerías, salón de
juego, salón de baile y guateques para la juventud, emisora local de radio,
bar, etc., etc., en este trasiego de propietarios ocasionales, se ha cambiado
básicamente su interior con obras y modificaciones no autorizadas, el exterior
no ha sido básicamente modificado, (aun cuando cabe destacar un ventanal que se
abrió en la fachada principal con nocturnidad y alevosía), actualmente se
encuentra en buen estado.
Como en el caso de D. Quijote, “claro que no
ha sido esta vez, amigo Sancho, con la iglesia con la que toparon”, unos y
otros quedaron sin poder de reacción, ya que los responsables del Ministerio de
Educación y Ciencia, cursaron un escrito con fecha 7 de julio siguiente a la
fecha de su venta a la Dirección General de Patrimonio Artístico y Cultural y a
la inmóvil hasta aquel momento Delegación de Sevilla para que por vía de
urgencia se haga saber al Ayuntamiento de Guadalcanal que “se declara
monumento histórico-artístico con carácter nacional iglesia de la Concepción de
dicha villa”, por lo cual, no podría realizarse modificación, proyecto de
cambio estructural, obra o cualquier otro movimiento que supusiese la
alteración de lo declarado por el Estado, y menos aún sin el estudio y
aprobación de la Dirección General correspondiente, así, se paralizó su inminente
derribo, no así, sin embargo el progresivo deterioro que ha sufrido año tras
año, por el abandono de su dueño y el olvido de todas las entidades estatales y
provinciales citadas, en la actualidad su interior se encuentra en ruina total
y el exterior fue limpiado y rehabilitado por la escuela taller de empleo “Corredor
Eco-patrimonial Sierra Morena” en el año 2010.
Las
actuales casas adosadas a la iglesia formaron parte del antiguo convento,
cenobio y subsistentes patios, corredores, acornado y otros elementos
arquitectónicos que formaban parte de un bellísimo conjunto, ya que después de
la exclaustración del siglo XIX y principio del XX fue vendiéndose por parte el
conjunto del convento y quedó reducido al edificio actual. En ella existía y
fueron arrancados en aquellos últimos meses antes de su venta, azulejos muy
antiguos que constituían un espléndido retablo y una pila bautismal de valor
incalculable (esta como hemos citado anteriormente, se convirtió en un macetero
con un ridículo cactus en un rincón del patio del Convento del Espíritu Santo).
No pasó mucho tiempo, apenas seis meses de la formalización de la venta cuando un nuevo sobresalto alertó a los vecinos de nuestro pueblo, a través de fundados rumores indicaban el peor destino posible para el emblemático edificio, una empresa de construcción pensaba transformarlo en un amplio solar diáfano para construir viviendas y se habían iniciado ya las gestiones, también se rumoreaba que el nuevo propietario instalaría en su interior un amplio supermercado, afortunadamente el tiempo corrió a favor y se evitó el derribo.
Datos. - Guadalcanal Siglo XX, - Apuntes sobre
la historia de Guadalcanal, Arte y religiosidad popular: las ermitas en la baja
Extremadura, Historia de Guadalcanal, Revistas de Feria, y Hemerotecas y
Autor. Rafael Spínola Rodríguez
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