VIAJE VIRTUAL A GUADALCANAL
Durante
unos de mis viajes a Oceanía en el 1999, recalé en la bonita Isla de
Guadalcanal, cuya capital es Honiara, lugar de ensueño, pero con graves
problemas en la población nativa, me encontré inmerso en el principio de una
guerra civil, la hostilidad de las milicias de la vecina isla de Malaita,
provocaba una emigración masiva de su población a la isla de Guadalcanal. El
caos reinaba por las calles y no era aconsejable abandonar la ciudad, por ello
no me fue posible visitar los pueblos del interior como era mi objeto
principal. Por otra parte, Honiara estaba asediada por un conflicto que oponían
a las comunidades tribales de la isla que son los propietarios tradicionales
del 90% de la tierra y que los nativos de la aledaña isla de Malaita habían
ocupado ilegalmente y se establecían en la región para trabajar en la capital.
Pero lo más interesante de mi viaje fue conocer lo positivo de Guadalcanal, que
es una isla maravillosa con una gente muy acogedora.
Llegué
a Port Vila, allí cambié de avión y me dirigí a Ñadi y desde allí al Henderson
International Airport de Honiara que está en la costa norte de la isla de
Guadalcanal, ante mi vista se encontraba el “Estrecho de Fondo de Hierro”
llamado así por la gran cantidad de barcos de guerra, mayoritariamente japoneses
hundidos durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora más de medio siglo después,
los convierten en una maravillosa postal de ruinas de acero incrustadas de
corales que hacen de refugio para multitudes de peces tropicales y peregrinar
de buceadores de todo el mundo en busca de aventuras.
En
Honiara hay multitud de hoteles lujosos, como los famosos Honiara Metrolopiltan
y el Hotel Mendaña que están en el centro de la ciudad, rodeados de un
impresionante arbolado, pero los precios de estos hoteles son igualmente
lujosos, así que decidí hospedarme en el Albergue United Church Resthouse, que
estaba en una colina desde la que se divisaba una impresionante vista de la
capital y aun no teniendo acceso a la playa de Mendaña, era más asequible e
igualmente vello. Allí tuve el privilegio de conocer personas amigables y
sencillas, que me hicieron sentir bienvenido, como mi anfitrión Jeffrey Simbe y
su familia que me contaron lo que era anteriormente esta capital y las
dificultades que estaban pasando por la crisis actual. En aquella época y
debido a la inestabilidad política había pocos extranjeros, aun cuando es una
zona eminentemente turista, si había una pequeña colonia de chinos, hindú y
europeos, dedicados a la actividad hostelera y comercial. Existían varias
publicaciones en inglés, siendo los periódicos más leídos el Salomón Star y el
Salomón Voice, estos diarios se leían principalmente en los hoteles,
restaurantes y centros lúdicos de la clase dirigente.
Los
restaurantes que estaban en su mayoría en los hoteles, servían comidas del tipo
europeo, pero con unos precios igualmente prohibitivos, así que yo reponía
fuerzas en los de comida rápida que estaban casi todos en el Centro Comercial
Plaza, que se encontraba en una céntrica calle, su construcción exterior era de
estilo étnico tradicional, para armonizar con el gran Museo de Honiara que se
encontraba al otro lado de la calle.
Este
museo ocupaba una gran extensión de terreno, donde se encontraban
reproducciones de casas nativas, todas ellas de estructura de madera de estilo
nativo, con pilares bellamente esculpidos y adornados con figuras de gran
colorido y expresividad, a excepción de una que se asemejaba al estilo de las
que vi en Papusía-Nueva Guinea, igualmente se encontraban dentro del recinto
del Museo el Centro Cultural y la Galería de Arte que exhibían la historia de
las islas, tradiciones e igualmente eran de arquitectura tradicional.
Debido
a que los disturbios anteriormente citados me impedían introducirme en el
interior de la isla, que se había convertido en algo parecido al “Salvaje
Oeste”, ya que había una encarnizada lucha étnica por el control de las
tierras, pues se habían formado grupos armados como el autodenominado
Guadalcanal Revolucionry Army (CNA), que había iniciado una campaña de fuerza
contra el gobierno establecido, mi amigo Alistar me aconsejó desistir.
Así que después de varios días de estancia en el Albergue UCR me dirigí al puerto, donde había una gran variedad de embarcaciones de todo tipo, sobre todo de transbordadores grandes y pequeños que conectaban Honiara con la mayoría de las islas del archipiélago y que albergaban todo tipo de mercancías y personas, muy bulliciosas, allí cogí una de estas embarcaciones, continué mi viaje y me dirigí a visitar las islas del oeste. La impresión que tengo de la isla de Guadalcanal y sus gentes perdura en el tiempo dentro de mis archivos fotográficos y viajeros, en mi cabeza un torbellino de imágenes, sonidos y olores, quedando en mis retinas una maravillosa ciudad con una arquitectura armónica, paseos por sus maravillosas calles y conociendo a personas como Alistar Melaou, policía de seguridad del aeropuerto y convecino mío del albergue, el citado Jeffey y su familia, taxistas, camareros de restaurantes y tantos “Guadalcanalinos” anónimos y maravillosos.@ Bernard Cluotier
Según un informe de Jacobo
Quintanilla para la Agencia de Información Solidaria (AIS) de septiembre de
2003, que titula Islas Salomón: Caos casi total, la situación del archipiélago
según el Instituto Australiano de Política Estratégica, que acaba de publicar
un informe en el que propone “confiar la economía y el mantenimiento del orden
a la comunidad internacional, aunque para muchos sea un burdo proyecto de
recolonización.”...Este pequeño archipiélago, sumido en una grave crisis económica,
política y social, sufre además las consecuencias de una guerra civil iniciada
en 1999 entre las milicias de las dos principales islas......Malaita padece un
problema de superpoblación y la emigración de sus habitantes a la vecina isla
de Guadalcanal, donde se encuentra la capital, no ha sido bien acogida por los
pobladores de ésta isla; La rivalidad étnica provocó que los habitantes de las
dos islas crearan sus propias milicias, lo que supuso el comienzo de una guerra
civil en 1999, que se ha cobrado más de 20.000 víctimas, y que en junio de 2000
llevó a un golpe de estado que depuso al primer ministro, Bartolomé Ulufa-alu
....... Con unas instituciones inexistentes, un poder corrupto y sin capacidad
de reacción ni talla política y moral, ningún plan tejido desde dentro del
propio país parece que no se pueda ayudar lo más mínimo a mejorar la situación
actual, agravada ya de por sí y por las consecuencias de la guerra civil y por
las graves crisis económica, política y social...
Nota del autor. -
Como
comentario final, la situación actual y haciendo una valoración de nuestra
gemela Guadalcanal, parece que algo ha cambiado desde el 1999 que la visitó
Bernard Cluotier, aun cuando la estabilidad no es total. Pero he preguntado a través
de email al Consulado General de la zona que está en la Embajada Española
ubicada en 15, Arkana St. Yarralumba. ACT 2600 Canberra (Australia), me
comentan que la situación interna actual no es preocupante y que los turistas
gozan de una seguridad total y que cualquier Guadalcanalense de las antípodas sería
muy bien acogido, así que animaros a visitar nuestras playas de Mendaña, si
porque en ¡Guadalcanal también hay playa.!
Bernard Cloutier, Canadá 1933 Canadá 2011
Rafael Spínola Rodríguez
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