La Almona |
De la anterior
casa de la encomienda o "castillo" en 1766 sólo quedaba la muralla con
la arquería que debía dar realce a la plaza de la villa (26).
Estos últimos restos se demolieron al construir el edificio del actual
Ayuntamiento. Hoy los últimos vestigios de la muralla del castillo están
integrados en la fábrica de la iglesia de Santa María: un trozo en el costado
norte, la puerta de la sacristía y parte de la torre (27).
Además de la
casa de la encomienda, en Guadalcanal se conserva un edificio denominado La
Almona que parece que fue una casa de bastimento perteneciente a la mesa
maestral (28). Hernández Díaz, Sancho
Corbacho y Callantes de Terán la dataron en la primera mitad del siglo XIV
232 por lo que puede ser una de las
construcciones destinadas a almacenaje de granos más antiguas de Andalucía 233.
Por otra parte, el profesor Rafael Gómez Ramos la ha calificado como un
edificio "único en su género dentro de la arquitectura civil andaluza de
época medieval (29).
De las
descripciones de los visitadores de 1494, 1509 y 1515 se deduce que la casa del
"bastimento
del pan e vino de la mesa maestral" en Guadalcanal era una
construcción de dos plantas, independiente del llamado palacio de la
encomienda, ubicada en la plaza y a cuyo piso alto se subía por una rampa o
escalera con pretil. Arriba se guardaba el "pan" y abajo el vino. El
edificio, además, necesitaba bastantes reparos, lo que viene a indicar que
debía de estar hecho desde un tiempo atrás (30).
Algunas fuentes
datan su construcción en 1307, al parecer por una pequeña lápida con una inscripción
de difícil lectura que se conserva en el edificio (31).
Otras publicaciones la relacionan directamente con Lorenzo Suárez de Figueroa (32), personaje incompatible con dicha
cronología, pues su maestrazgo tuvo lugar entre 1387 y 1409 (33). Gracias a la inestimable ayuda de la
Dra. Elena E. Rodríguez Díaz, se ha trascrito la citada inscripción,
rellenándose los vacíos (entre corcheta),
de tal forma que puede leerse:
(E) RA:D(E)MIL (::C)
CC:LXX:E:Q(UA)
TRO : ANNOS : FUE (A)
CABADA : ESTA : C[A]
SA : E: MANDOLA : F(A)
ZER : EL : M(aestr)E : DON
: U(asc)O : R(odrígue)Z
(AL)FONSO : M(elé)N(d«z) :
M(aestr)O : ME FEZ(ir)
ia última línea igualmente
podría completarse como:
(AL)FONSO : M(elé)N(dez) :
M(and)O : ME FEZ(it).
En definitiva,
la inscripción, sí es correcta la transcripción, informa de que "esta casa" fue acabada en
1336 (restados los correspondientes 38
años, por la era hispánica) y mandada hacer por don Vasco Rodríguez
Coronado, maestre de la orden entre 1327 y 1338. Un tal Alfonso, cuyo apellido
podría ser Meléndez pudo quizás ser el autor de la inscripción o quien la mandó
hacer, dado que entre 1338 y 1342 consta como maestre de los santiaguistas don
Alfonso Meléndez de Guzmán (34).
Esta cronología encajaría perfectamente con la dada por Hernández Díaz, Callantes
de Terán y Sancho Corbacho.
Sin embargo, no
puede descartarse que Lorenzo Suárez de Figueroa dejase su huella en La Almona
por existir noticias alusivas a la relación del citado maestre con Guadalcanal.
La primera procede de un texto del siglo XV, escrito por los comendadores Pedro
de Orozco y Juan de la Parra, quienes al tratar sobre dicho maestre destacaron
su muy relevante actividad constructiva. En concreto apuntan que "...
labró, i fizo de nuevo la torre de Estepa, i las casas, i bastimentos de
Llerena, i de Guadalcanal…" (35).
La segunda noticia, proporcionada por Aurora Ruiz Mateos, informa de que en
1406 Gonzalo Domínguez vendió a Lorenzo Suárez de Figueroa unas casas con su
corral que tiene por linderos "los palacios de la Orden et de las dos
partes las calles Públicas"
(36).
Además, cuando visitamos el edificio pudimos ver en las impostas del arco de
la puerta superior unas formas esculpidas en la piedra, muy desgastadas y
parcialmente ocultas por antiguos encalados, que podrían ser hojas de higuera,
seña heráldica que el referido maestre fue colocando por otras de las edificaciones
que impulsó, caso de la magnífica torre del castillo de Estepa o de la iglesia
del monasterio de Santiago de la Espada de Sevilla. Por todo ello nos
inclinamos a pensar que pudo reparar e incluso mejorar el edificio y que quizás
él se daba la aludida portada de piedra que, que sobresale ligeramente sobre el
muro de fachada y cuenta con la referida inscripción, que está un poco
rehundida.
Como ya ha sido
referido, en 1540 Carlos V vendió la mitad de los derechos de la encomienda y
todas las rentas que la mesa maestral poseía en Guadalcanal al Hospital de las
Cinco Llagas de Sevilla (37).
En dicha operación el hospital se quedó con "el bastimento de pan, y vino
con sus tinajas", siendo a partir de entonces el encargado de su
mantenimiento y gestión, posiblemente hasta la desamortización (38).
El edificio fue
descrito por José Hernández Díaz, Antonio Sancho Corbacho y Francisco Collanres
de Terán en su famoso catálogo sevillano (incluyendo
planos de José Esteve), Su texto dice lo que sigue:
"Es una construcción de planta ligeramente
trapezoidal de sillería. Consta de dos plantas, formadas cada una de ellas por
una nave con cubiertas de entramado de madera, sostenida la de la baja por
arcos apuntados que arrancan del pavimento formando a modo de contrafuertes
interiores. La cubierta de la parte superior es a dos aguas, hallándose
sostenida por pilares alineados en el eje central de la nave. El frente de la
construcción avanza en su parte derecha sobre la línea de fachada para servir
de asiento a la rampa que exteriormente sirve de acceso a la planta superior.
Las puertas de acceso a ambas plantas se superponen en el centro de la fachada;
la de la planta baja es un arco apuntado de escasa altura, que apea en impostas
constituidas por un toro y una gola. La puerta de la nave de arriba, precedida
de un porche sostenido por pilares de ladrillos, es también de arco apuntado,
más peraltado que el inferior, sobre sencilla moldura de cuarto de bocel. El
edificio recibe la luz por estrechas saeteras, algunas de las cuales han sido
ensanchadas con posterioridad a la primitiva edificación, que, por sus
características, especialmente por la proporción de los arcos, cabría colocar
en fecha bastante remota, quizás en la primera mitad del siglo XIV. (39)
Poco hay que
añadir a la descripción, salvo alguna puntualización. Al perder su
revestimiento, puede apreciarse que en los muros exteriores parece predominar
la mampostería en la planta baja, combinada con ladrillo en la alta,
limitándose el uso de sillares regulares a la construcción de amplios paños en
las esquinas, las portadas y algún vano. En ladrillo también se construyeron
parte del muro de la rampa adosada a la edificación, los pílales del porche que
soporta, los enmarques de algunos huecos y los arcos transversales inferiores.
Destacan en el edificio la extraña ubicación de los pilares superiores sobre la
clave de los arcos y el contraste generado entre la importancia dimensional de
los arcos y la escasa separación entre ellos. El edificio debió de asentar y
moverse de forma un tanto irregular, dada la solución que se aprecia de
duplicar los arcos por su intradós, a modo d« apeo interior.
Actualmente La Almona pertenece a
diversos propietarios 245.
La mitad izquierda del edificio, mirando su puerta de frente, está en un penoso
estado de ruina: la cubierta superior y el piso intermedio presentan derrumbes
importantes. La parte de la derecha de la fábrica alberga, en planta baja, un
bar-restaurante bien acondicionado, mientras que el piso superior sirve de
almacén (40). La rampa ha sido
parcialmente modificada, en su parre inferior, contando hoy con un grupo de
escalones de reciente factura. La visión y lectura de La Almona como un
elemento unitario hoy no es posible.
Pero no era La
Almona el único edificio que h mesa maestral poseyó en Guadalcanal. En 1494 y
1509 los visitadores fueron a ver la casa de los lagares del maestre, de la que
poco sabemos (41). Finalmente, Madoz
menciona también k existencia de un pósito en la villa (42).
Guadalcanal
presenta la singularidad de que en ella se erigieron, sin que conozcamos con
certeza la razón, tres parroquias: Santa María (que era la iglesia mayor de la villa), Santa Ana y San Sebastián (algo más tardía). Las tres
permanecieron como tales hasta el siglo XIX, cuando, al quedar bajo la jurisdicción
del arzobispo de Sevilla, Santa María se mantuvo como titular y las otras dos
pasaron a filiales (43).
Notas.-
22) PEINADO SANTAELLA,
Rafael Gerardo, La Orden... ob. cir., «pcrtd. doc., r. ¡II. pp. 971-973. y t. IV, 1316-1317. En 1515 la casa seguía bien reparada y se habían efectuado buena parte de las
obras ordenadas.
(23) RUIZ MATEOS, Aurora,
Arquitectura civil... ob. cir., pp. 92-93 y 97. Sobre
el primer castillo dice que, una vez atravesada
la muralla y pasado un carral, un zaguán daba acceso a un patio, que tenía dos corredores
bajos, uno de cuatro arcos y otro de dos, y un pozo. En romo a dicho parió se distribuían las distintas dependencias. La zona
noble, de dos plantas, se situaba en la
parte este y probablemente en la sur, y tenía salida a la huerta. De la zona de servicios, bodegas, bastimentos
y caballerizas se situaban en el ala oeste y en el trascorral, salvo una bodega, que estaba en
el corral delantero. De la segunda casa señala que se hizo en distintas fases y
que en 1604 los documentos mencionan, por primera vez,
la existencia de un molino de
aceite.
(24) Ibíd., pp. 94-95 y 98. Para plantear las posibles ubicaciones, la
investigadora recoge el dato documental de que la casa hacía esquina con la
calle Granillos y que la puerta principal daba al norte. RODRÍGUEZ MÁRQUEZ,
Rafael, Guadalcanal... ob. cit., p.
54.
(25)
Véase htt;//guadaJcanaIfundacionbenalixa.blogspot.com//2008/
ultima-casa-de-la-encomienda, consulta realizada el 1 de diciembre de 2008.
(26) RUIZ MATEOS, Aurora, Arquitectura civil... ob. cit., p. 94; y RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Rafael, Guadalcanal ...
ob, cit.. p. 54.
(27) HERNÁNEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio y COLLANTES DE TERÁN,
Francisco. Catalogo Arqueológico... ob. cit., t. IV, pp. 228-229. Los investigadores apuntan
que la puerta de la sacristía perteneció sin duda a la fortaleza, considerando de
características almohades el despiece de su arco exterior de herradura
apuntado, y señalando de éste que, por algunos pormenores de su trazado, debió de
construirse en época cristiana, en fecha muy cercana a la reconquista de la villa. En cuanto a la
torre, señalan que parece haber pertenecido al sistema defensivo del castillo, al estar edificada sobre un dado macizo de
aparejo irregular,
(28) Vid, CORDÓN BERNABÉ, Antonio, "La Almona". Guadalcanal
Feria y fiestas (1991); y MIRÓN, Andrés, Historia... ob, cit., p.
51. Sobre este edificio hemos realizado el trabajo "Casas tercias o de bastimento de la orden de Santiago en Andalucía: La Almona de Guadalcanal, Temas de Estética
y Arte, XXIV (2010), pp. 113-142.
(29) HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO,
Antonio y COLLANTES DE TERAN, Francisco. Catalogo
Arqueológico cil., (. IV. pp. 23Q-232.
(30) Vid. MONTERO FERNÁNDEZ, Francisco Javier y otros, Pósitos,
cillas y tenias de Andalucía. Catálogo de antiguas edificaciones para
almacenamiento de granos. Sevilla 1991. Esta
publicación, realizada por varios autores y editada por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de k Junta de
Andalucía, fue coordinada por María Dolores Gil Pérez, Magdalena Torres Hidalgo
y Nicolás Ramírez Moreno.
(31) GÓMEZ RAMOS, Rafael, "Sevilla Gótica", en
FERNÁNDEZ LÓPEZ, José (coord), Andalucía, col. "La España Gótica” (dir. Joan Sureda Pons), Madrid, vol. 11,
1992, pp, 273-274.
(32) PEINADO SANTAEl.LA, Rafael
Gerardo, La Orden... ob. cit., apénd. doc., t. III, pp. 857-859 y 978-979, y t. IV, pp. 1321-1325; y MIRÓN, Andrés, Historia... ob.
cit., p. 78.
(33) CORDÓN BERNABÉ, Antonio, "La
Almona...", ob, cit. La lápida está situada a k derecha del arco
apuntado que da acceso a la planta alta,
bajo el porche.
(34) RODRIGUEZ MÁRQUEZ,
Rafael, Guadalcanal... ob. cit., p. 135,
(35) Vid. RODRÍGUEZ AMAYA, Esteban, "Don Lorenzo Suárez de Figueroa. Maestre de Santiago”, Revista de
Estudios Extremeños, 12 (1950), pp. 241-302; y MAZO ROMERO, Fernando, El
Condado de Feria (1394-1505). Badajoz, 1980. p, 62 y «i. Ambos investigadores tratan sobre Lorenzo Suárez de Figueroa.
(36) AYALA MARTÍNEZ, Carlos de, Las trema militares hispánicas en la Edad
Media (siglas XlI-XV), Madrid, 2003, p. 850. Las fechas de los maestres proceden de esta publicación. La profesora
Rodríguez Díaz ha contrastado la inscripción con otras similares que figuran en: DIEGO SANTOS. Francisco, Inscripciones
medievales de Asturias, Oviedo, 1993. Aprecia que son pocas las que hacen mención a los, autores materiales
de las lápidas o las obras, riendas más comunes las que se refieren a sus promotores.
(37) OROZCO, Pedro de,
y PARRA, Juan de k, Primera hatería de la Orden de Santiago, ob. cit,, pp. 383-385.
(38) RUIZ MATEOS,
Aurora, Arquitectura civil. ob. cit., p. 91. Esta noticia también la recoge MIRÓN,
Andrés, Historia., ob, cit., p. 68,, añadiendo que dichas casas sirvieron
para ampliar el palacio de los comendadores.
(39) MALDONADO FERNANDEZ, Manuel,
"La encomienda santiaguista...", oh. cit,, p, 42.
(40) Así se confirma por documentos que sobre La Almona hemos podido
consultar en el Archivo de la Diputación de Sevilla, Hospital de las Cinco Llagas, legs. 10, 12 y 101.
(41) HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio y COLLANTES
DE TERAN, Francisco, Catalogo Arqueológico... ob. cit., t. IV, pp. 230-232.
(42) Hemos realizado un
levantamiento aproximado del estado actual del edificio, basado en la planimetría realizada por José
Esteve (publicada por José Hernández
Díaz, Antonio Sancho Corbacho y Francisco Collantes de Terán en su ya citado
catálogo) y en algunas cotas que se pudieron
tomar in situ. En él que se plasman las divisiones interiores con que
hoy cuenta la edificación y los huecos que
se han podido confirmar en la mitad derecha del edificio. En 1a representación
de la mitad izquierda de la planta alta (hoy inaccesible), los vanos tomados son
los de los aludidos dibujos, aunque añadiendo los divisados por el exterior. Véase también Edificios de tradición
mudéjar en Sevilla, Jornadas Europeas de Patrimonio, Consejería de Cultura, Delegación Provincial de Sevilla,
2000, pp. 83-84.
(43) Quisiéramos agradecer a la familia Rius que nos permitiera
acceder al edificio, hoy de su propiedad, y a D. Ezequiel Rius Sanz, que nos acompañara en esta visita.
(44) PEINADO SANTAELLA,
Rafael Gerardo, La Orden... ob. cit., apénd. doc., t. III, pp. 859-860 y 977-978, y t. IV,
p. 1321; y MIRÓN, Andrés, Histeria... ob. cit., pp. 77-78.
(45) MADOZ, Pascual, Diccionario, ob.
cit., p. 88. Probablemente se trate del edificio que actualmente ocupa la asociación
de pensionistas, sito lejos de la zona del palacio y de la casa de bastimento
del maestre.
(46) MUÑOZ TORRADO, Antonio, El Santuario de Ntra. Sra. de
Guadítoca, Patrona de Guadalcanal: notas históricas,
Sevilla, 1918, pp. -4-6; MIRÓN, Andrés, Historia... ob.
cit., pp. 57-58. Una razón que podrán justificar la existencia de las tres parroquias podría ser el gran número de vecinos con
que contaba Guadalcanal.
María Gracia y María del Valle Gómez
Terreros Guardiola