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lunes, 23 de diciembre de 2019

Las islas Salomón y España, una visión reciproca


Guadalcanal dos nombres, choque de culturas 

Por Eximo. Sr. D. Juan Carlos Rey Embajador de la Unión Europea en Papua Nueva Guinea y las Islas Salomón (1996-2000)

Excelentísimo Sr. Alcalde, miembros de la corporación municipal, honorables invitados de la isla de Guadalcanal, vecinos de Guadalcanal
En primer lugar, quisiera felicitar a este ayuntamiento y la corporación de festejos por esta iniciativa de hermanamiento entre la distante isla de Guadalcanal, donde se sitúa la capital de las Islas Salomón – Honiara – la isla homónima.
El descubrimiento de la mayor parte de las islas del pacifico fue fruto de la audacia, arrojo y el tesón de marinos intrépidos que sin conocimiento alguno de lo que podían encontrar, se lanzaron a la exploración del océano Pacifico descubierto por Balboa en 1513, hace ahora exactamente 500 años, un océano casi 400 veces la superficie de España y el mayor de los cinco Océanos.
Pedro de Ortega y Valencia, vecino de Guadalcanal, hace parte de esos marinos y exploradores intrépidos que han quedado en la historia de la más grande epopeya de todos los tiempos, como su jefe de expedición, Álvaro de Mendaña, o como otros marinos ilustres como Juan Sebastián del Cano, Loaisa, Fernández de Quirós, Vaez de Torres, Villalobos y tantos otros excepcionales marinos que surcaron mares desconocidos, contribuyendo de una forma única al desarrollo del conocimiento cartográficos, náuticos, astronómicos y, en general a todos los aspectos de las artes de la navegación, además de la cartografía y descubrimientos en el océano Pacifico. Y todo esto 200 años antes que otros países europeos, sobre todo ingleses y franceses, se lanzaran a redescubrir lo que los españoles ya habían hecho con anterioridad, tratando de dejar en el olvido, de forma intencionada, toda la hazaña marítima española.
Evidentemente estas expediciones, que eran muy costosas para la Corona española, tenían un objetivo, la búsqueda de nuevas riquezas y la conquista de nuevos territorios. Entre la riqueza más buscada estaba las especias, como la pimienta, el clavo la canela o la nuez moscada, que constituían un codiciado producto y también el acceso a los lucrativos mercados de sedas y porcelanas orientales, de China y otros países.
La primera expedición de Álvaro de Mendaña, en la que participó Pedro de Ortega Valiente junto con su hijo Jerónimo, buscaba el Ofir, lugar bíblico de donde provenían las riquezas empleadas por el rey Salomón para la edificación de su templo.
Esta expedición marcaría para siempre la toponimia de las Islas Salomón, dando nombres a islas y accidentes geográficos de este país, que después de más de casi 500 años aún perduran. Tan solo y a título de ejemplo citaré, además de la isla de Guadalcanal, las islas de Santa Isabel, San Cristóbal, Santa Ana, Santa Cruz, San Jorge, Florida (pues los expedicionarios llegaron el día de la Pascua Florida) el arrecife del Roncador, la bahía de la Estrella o bahía Graciosa.
Mi buen amigo Francisco Mellen, gran historiador y conocedor de la historia de los descubrimientos españoles del Pacifico ya ha expuesto los detalles del descubrimiento de la isla de Guadalcanal descrita por el hijo de esta villa de Guadalcanal, la llegada de las naves españolas, los primeros contactos con los pobladores de las islas y como se desarrollaron estos contactos, los encuentros amistosos y los conflictos que estallaron, etc... todo aquello quedó narrado con precisión en las numerosos informes, memoriales, cartas y otras descripciones que hicieron los expedicionarios españoles a su regreso de la expedición.
Pero apenas quedan referencias de cómo fue percibida la llegada de aquellos extraños e inesperados navegantes por parte de los nativos de las islas que visitaron, es decir una imagen especular, desde el otro lado del espejo de este encuentro. Y es precisamente es sobre este aspecto que trataré de aportar alguna luz.
En cualquier caso, el impacto debió ser muy importante por dos motivos principales, la rotura del aislamiento por la llegada de unos hombres desconocidos y el choque de culturas, simbolizado por una tecnología superior y desconocida, en la que citaremos el acero y las armas de fuego.
Este contraste debió dejar una profunda impronta en las poblaciones autóctonas, pero no se preservó entre otras razones por la ausencia de escritura, pues la memoria histórica en los pueblos del Pacifico se hace por tradición oral, y está en numerosas ocasiones, sobre todo en el caso de los pueblos melanesios, se limita a unas 5 generaciones, lo que supone a grandes rasgos unos 200 años. Así, la tradición oral de la llegada de los españoles debió ser mantenida hasta finales del siglo XVIII o a lo más inicios del XIX.
Durante mis numerosas vistas a las islas Salomón, tuve la ocasión de tomar referencias de la tradición oral en los lugares en donde desembarcaron los españoles, añadiéndolas a las referencias de antropólogos y misioneros.
En unos de los relatos, que describe la llegada de los hombres blancos por los nativos, la tradición oral nos se dice:
Tan pronto como vieron al hombre blanco acercarse a la costa pensaron que debían ser fantasmas. El hombre blanco los llamo a gritos, pero por su terror corrieron hacia el bosque. Durante días, a escondidas, llegaron a saber qué clase de seres eran esos hombres blancos, si se trataba de hombres reales o de fantasmas. Durante días no pudieron establecer contacto con el hombre blanco, pero poco a poco se acercaron al demostrar el hombre blanco signos de amistad. Uno de los nativos caminó hacia el hombre blanco y fue tratado con amabilidad. No solo eran amistosos, sino que le dieron algunas de sus pertenencias, le dieron espejos y abalorios y piezas de paño. Por último, Belenbangara hizo aparición y les hizo saber por signos que él era el jefe.
Este relato coincide en el fondo con los de los españoles, si bien hay ciertas discrepancias, ya que según la tradición oral el encuentro se hizo en la playa y según los españoles se hizo en un barco.
En otro de los relatos obtenidos, la tradición oral nos dice que:
El hombre blanco permaneció en la isla por al menos 10 lunas. La gente llamaba a los barcos “nguanguao” (Nuguan-Nuguao) y decían que eran manipuladas por fantasmas y transportaban enfermedades. Mas tarde, siempre que la gente veía un barco aproximándose decían a sus mujeres e hijos que se escondieran y el hombre rezaba a los espíritus para que estos se llevaran al Nguan-Nuguao que transportaba enfermedades.
Las relaciones entre visitantes y las poblaciones locales conocieron diferentes evoluciones. De forma general los inicios eran amistosos con intercambio de objetos por comida, pero siempre con una cierta desconfianza mutua. El uso de armas de fuego atemorizó a las poblaciones locales y esto contribuyó a una relación de prudencia, sin embargo, las tropas españolas cometieron desmanes y actos injustificados que enturbiaron las buenas relaciones, si bien en ciertas ocasiones fueron debido a lo que consideraron una mala conducta de los nativos (un robo, por ejemplo), terminando en la mayor parte de las ocasiones en un conflicto mortal, tanto para los españoles como para la población local.
Después de la segunda expedición de Mendaña en 1595 al archipiélago de las Salomón y tras el fracaso del asentamiento en Bahía Graciosa, en la isla de Santa Cruz, la presencia española se desvanecería durante siglos.
Ya en tiempos modernos, y justo después de la independencia de las Islas Salomón se establecieron relaciones diplomáticas con el Reino de España el 8 de agosto de 1980.
Pocas han sido los contactos posteriores, salvo alguna rara excepción, como es el caso de la creación de la empresa pesquera mixta Mendaña Fishing Industry, establecida entre el grupo Calvo y operadores locales.
En las relaciones comerciales España se situaba en el 4° puesto de los clientes de las islas Salomón, con un 5,3% de los intercambios, con la importación de aceite de palma y pescado. Las exportaciones desde España consisten en aparatos de electrónicos, y productos farmacéuticos.
Con la entrada de España en la UE, se establece nuevo lazo, aunque sea indirecto, entre las islas Salomón y España, en el contexto de la Convención de Cotonou, por él que Salomón Islands es parte de la familia ACP (constituida por 96 países en vías de desarrollo de tres regiones del mundo: África, Caribe y Pacifico) y tiene derecho al acceso de los Fondos Europeos de Desarrollo de la Unión Europea, a los cuales España contribuye con un porcentaje.
Las relaciones también se hacen a través del Forum de las islas del Pacifico (Pacific Island Forum) que engloba los países del área pacífico y sus socios y parteners, entre los que se encuentra España, así como la Unión Europea.
Ahora permítanme dirigirme en su propia lengua a los ilustres invitados venidos desde la lejana Guadalcanal, en las islas Salomón.
Oketa mison from Gudalcanal, mifala welkamin ufala long Gudalcanal.
My barava happy tumas for shea wetem ufala long disfala taem, wetem honorable representatives blong Gudalcanal wetem umi long hia today.
Today hem wanfala historical time highlightim nara historical time wea arrived 445 years ago, time wea wanfala Spanish sailor hem born lo disfala biutiful village long Guadalcanal.
Long team blong mi osen Abasada blo European Union lo Port Moresby, acrediated long Salomon, lomg 1996-2000, mi barava harem gud taem for visitim staka diferen Plessis long Happy Islands ia.
Mi mitin staka different pipol from different plesis, and tok wetem oketa
An mi barava enjoyim tumas hao oketa keepim mi, welkamim mi and care for mi.
Mi visitim staka provinieses Central, an from Choisel, new Georgia, gogo kasim kam long Pigeon Islands long Santa Cruz. Mi passim Makira, Malaita an Renell tu.
Mi also very happy for garem contribution long development blomg okela samfala important numbers of projects, wea hem financed by European Development Funds, an wanfala na disfala contruction blong Ministry of Finance lo Honiara.
Speech blong mi long Spanish language ia, mi trae for showm noma what luklukan tinting blo oketa local pipol taem oketa Spanish pipol arrive long Solomon islands.
Once again, mi laik for tenkim ufala an mi hapi tumas for time blong ufala lomg hia wetem mifala.

Tagio tumas.

Jornadas Patrimoniales de Guadalcanal
Hermanamiento entre la isla de Guadalcanal (Islas Salomón) y el municipio de Guadalcanal (Sevilla – España). 26 de Julio de 2013

lunes, 16 de diciembre de 2019

La arquitectura de la orden de Santiago en Guadalcanal 2/6

Nuestro patrimonio monumental 2

La Almona 
En 1509 la casa de la orden o palacio estaba bien reparada, aunque se mandaron hacer algunas obras. Los visitadores dijeron entonces que estaba "dentro del cirçuito de la yglesia”. (22) Ruiz Mateos describe la distribución general de dicha primera casa de encomienda o castillo y aporta noticias sobre obras, como las realizadas en 1549, cuando se cambió la distribución interior de la ciudadela al construirse un palacio de nueva planta en el corral delantero, que se concluyó en 1604 y que transformó el anterior edificio en corral con las dependencias de servicio. También aporta numerosas noticias y datos de este nuevo palacio y alguna reforma posterior que sufrió, y realiza un levantamiento del mismo en el que queda recogida e integrada la anterior casa de encomienda (23). Tiempo después, en 1690, el Consejo de las Órdenes dispuso la demo­lición del interior del castillo, ya deteriorado, por las dificul­tades que planteaba su reparación. Los materiales resultantes del derribo se vendieron en pública subasta, comprándose con lo obtenido una buena vivienda en la calle Granillos, que tenía enfrente una bodega, y que fue la última casa de la enco­mienda que hubo en Guadalcanal. Ruiz Mateos describe esta casa, señalando que era de "fábrica moderna" y que tenía un patio empedrado con pilares de ladrillo, salvo dos de la planta baja, que eran de mármol. También realiza un levantamiento de ella, apunta reformas hechas en su distribución en 1756 y, finalmente, plantea dos posibles ubicaciones de la misma (24). El equipo de investigación de la Asociación Cultural Benalixa cree haber localizado esta última casa de la encomienda en un edifi­cio situado en la calle actualmente denominada Andrés Mirón (antes Encomienda), esquina con la antigua calle Milagros (ac­tual prolongación de Granillos). Pertenece a doña María Cár­denas de la Hera. Quien la está restaurando a su costa. (25)
De la anterior casa de la encomienda o "castillo" en 1766 sólo quedaba la muralla con la arquería que debía dar realce a la plaza de la villa (26). Estos últimos restos se demolieron al construir el edificio del actual Ayuntamiento. Hoy los últimos vestigios de la muralla del castillo están integrados en la fábrica de la iglesia de Santa María: un trozo en el costado norte, la puerta de la sacristía y parte de la torre (27).
Además de la casa de la enco­mienda, en Guadalcanal se con­serva un edificio denominado La Almona que parece que fue una casa de bastimento perteneciente a la mesa maestral (28). Hernández Díaz, Sancho Corba­cho y Callantes de Terán la data­ron en la primera mitad del siglo XIV 232  por lo que puede ser una de las construcciones destinadas a almacenaje de granos más antiguas de Andalucía 233. Por otra parte, el profesor Rafael Gómez Ramos la ha calificado como un edificio "único en su género dentro de la arquitectura civil andaluza de época medieval (29).
De las descripciones de los visitadores de 1494, 1509 y 1515 se deduce que la casa del "bastimento del pan e vino de la mesa maestral" en Guadalcanal era una construcción de dos plantas, independiente del lla­mado palacio de la encomienda, ubicada en la plaza y a cuyo piso alto se subía por una rampa o escalera con pretil. Arriba se guardaba el "pan" y abajo el vino. El edificio, además, necesitaba bastantes reparos, lo que viene a indicar que debía de estar hecho desde un tiempo atrás (30).
Algunas fuentes datan su construcción en 1307, al parecer por una pequeña lápida con una ins­cripción de difícil lectura que se conserva en el edificio (31). Otras publicaciones la relacionan directamente con Lorenzo Suárez de Figueroa (32), personaje incompatible con dicha cronología, pues su maestrazgo tuvo lugar entre 1387 y 1409 (33). Gracias a la inestimable ayuda de la Dra. Elena E. Rodríguez Díaz, se ha trascrito la citada inscripción, rellenándose los vacíos (entre corcheta), de tal forma que puede leerse:
(E) RA:D(E)MIL (::C)
CC:LXX:E:Q(UA)
TRO : ANNOS : FUE (A)
CABADA : ESTA : C[A]
SA : E: MANDOLA : F(A)
ZER : EL : M(aestr)E : DON : U(asc)O : R(odrígue)Z
(AL)FONSO : M(elé)N(d«z) : M(aestr)O : ME FEZ(ir)
ia última línea igualmente podría completarse como:
(AL)FONSO : M(elé)N(dez) : M(and)O : ME FEZ(it).
En definitiva, la inscripción, sí es correcta la transcripción, informa de que "esta casa" fue acabada en 1336 (restados los correspondientes 38 años, por la era hispánica) y mandada hacer por don Vas­co Rodríguez Coronado, maestre de la orden entre 1327 y 1338. Un tal Alfonso, cuyo apellido podría ser Meléndez pudo quizás ser el autor de la inscripción o quien la mandó hacer, dado que entre 1338 y 1342 consta como maestre de los santiaguistas don Alfonso Meléndez de Guzmán (34). Esta cronología encajaría perfectamente con la dada por Hernández Díaz, Callantes de Terán y Sancho Corbacho.
Sin embargo, no puede descartarse que Lorenzo Suárez de Figueroa dejase su huella en La Almona por existir noti­cias alusivas a la relación del citado maestre con Guadalca­nal. La primera procede de un texto del siglo XV, escrito por los comendadores Pedro de Orozco y Juan de la Parra, quie­nes al tratar sobre dicho maestre destacaron su muy relevante actividad constructiva. En concreto apuntan que "... labró, i fizo de nuevo la torre de Estepa, i las casas, i bastimentos de Llerena, i de Guadalcanal…" (35). La segunda noticia, proporcionada por Aurora Ruiz Mateos, informa de que en 1406 Gonzalo Domínguez vendió a Lorenzo Suárez de Figueroa unas casas con su corral que tiene por linderos "los palacios de la Orden et de las dos partes las calles Públicas" (36). Ade­más, cuando visitamos el edificio pudimos ver en las impos­tas del arco de la puerta superior unas formas esculpidas en la piedra, muy desgastadas y parcialmente ocultas por antiguos encalados, que podrían ser hojas de higuera, seña heráldica que el referido maestre fue colocando por otras de las edifi­caciones que impulsó, caso de la magnífica torre del castillo de Estepa o de la iglesia del monasterio de Santiago de la Espada de Sevilla. Por todo ello nos inclinamos a pensar que pudo reparar e incluso mejorar el edificio y que quizás él se daba la aludida portada de piedra que, que sobresale ligeramente sobre el muro de fachada y cuenta con la referida inscripción, que está un poco rehundida.
Como ya ha sido referido, en 1540 Carlos V vendió la mitad de los derechos de la encomienda y todas las rentas que la mesa maestral poseía en Guadalcanal al Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla (37). En dicha operación el hospital se quedó con "el bastimento de pan, y vino con sus tinajas", siendo a par­tir de entonces el encargado de su mantenimiento y gestión, posiblemente hasta la desamortización (38).
El edificio fue descrito por José Hernández Díaz, Antonio Sancho Corbacho y Francisco Collanres de Terán en su famoso catálogo sevillano (incluyendo planos de José Esteve), Su texto dice lo que sigue:
"Es una construcción de planta ligeramente trapezoidal de sillería. Consta de dos plantas, formadas cada una de ellas por una nave con cubiertas de entramado de madera, sostenida la de la baja por arcos apuntados que arrancan del pavimento formando a modo de contrafuertes interiores. La cubierta de la parte superior es a dos aguas, hallándose sostenida por pilares alineados en el eje central de la nave. El frente de la construcción avanza en su parte derecha sobre la línea de fachada para servir de asiento a la rampa que exteriormente sirve de acceso a la planta superior. Las puertas de acceso a ambas plantas se superponen en el centro de la fachada; la de la planta baja es un arco apuntado de escasa altura, que apea en impostas constituidas por un toro y una gola. La puerta de la nave de arriba, precedida de un porche sostenido por pilares de ladrillos, es también de arco apuntado, más peraltado que el inferior, sobre sencilla moldura de cuarto de bocel. El edificio recibe la luz por estrechas saeteras, algunas de las cuales han sido ensanchadas con posterioridad a la primitiva edificación, que, por sus características, especialmente por la proporción de los arcos, cabría colocar en fecha bastante remota, quizás en la primera mitad del siglo XIV. (39)
Poco hay que añadir a la descripción, salvo alguna puntualización. Al perder su revestimiento, puede apreciarse que en los muros exteriores parece predominar la mampostería en la planta baja, combinada con ladrillo en la alta, limitándose el uso de sillares regulares a la construcción de amplios paños en las esquinas, las portadas y algún vano. En ladrillo también se construyeron parte del muro de la rampa adosada a la edificación, los pílales del porche que soporta, los enmarques de algunos huecos y los arcos transversales inferiores. Destacan en el edificio la extraña ubicación de los pilares superiores sobre la clave de los arcos y el contraste generado entre la importancia dimensional de los arcos y la escasa separación entre ellos. El edificio debió de asentar y moverse de forma un tanto irregular, dada la solución que se aprecia de duplicar los arcos por su intradós, a modo d« apeo interior.
Actualmente La Almona pertenece a diversos propietarios 245. La mitad izquierda del edificio, mirando su puerta de frente, está en un penoso estado de ruina: la cubierta superior y el piso intermedio presentan derrumbes importantes. La parte de la derecha de la fábrica alberga, en planta baja, un bar-restaurante bien acondicionado, mientras que el piso superior sirve de almacén (40). La rampa ha sido parcialmente modificada, en su parre inferior, contando hoy con un grupo de escalones de reciente factura. La visión y lectura de La Almona como un elemento unitario hoy no es posible.
Pero no era La Almona el único edificio que h mesa maestral poseyó en Guadalcanal. En 1494 y 1509 los visitadores fueron a ver la casa de los lagares del maestre, de la que poco sabemos (41). Finalmen­te, Madoz menciona también k existencia de un pósito en la villa (42).
Guadalcanal presenta la singulari­dad de que en ella se erigieron, sin que conozcamos con certeza la razón, tres parroquias: Santa María (que era la igle­sia mayor de la villa), Santa Ana y San Sebastián (algo más tardía). Las tres permanecieron como tales hasta el siglo XIX, cuando, al quedar bajo la jurisdic­ción del arzobispo de Sevilla, Santa Ma­ría se mantuvo como titular y las otras dos pasaron a filiales (43).


Notas.- 
22) PEINADO SANTAELLA, Rafael Gerardo, La Orden... ob. cir., «pcrtd. doc., r. ¡II. pp. 971-973. y t. IV, 1316-1317. En 1515 la casa seguía bien reparada y se habían efectuado buena parte de las obras ordenadas.
(23) RUIZ MATEOS, Aurora, Arquitectura civil... ob. cir., pp. 92-93 y 97. Sobre el primer castillo dice que, una vez atravesada la muralla y pasado un carral, un zaguán daba acceso a un patio, que tenía dos corredores bajos, uno de cuatro arcos y otro de dos, y un pozo. En romo a dicho parió se distribuían las distintas dependencias. La zona noble, de dos plantas, se situaba en la parte este y probablemente en la sur, y tenía salida a la huerta. De la zona de servicios, bodegas, bastimentos y caballerizas se situaban en el ala oeste y en el trascorral, salvo una bodega, que estaba en el corral delantero. De la segunda casa señala que se hizo en distintas fases y que en 1604 los documentos mencionan, por primera vez, la existencia de un molino de aceite.
(24) Ibíd., pp. 94-95 y 98. Para plantear las posibles ubicaciones, la investigadora recoge el dato documental de que la casa hacía esquina con la calle Granillos y que la puerta principal daba al norte. RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Rafael, Guadalcanal... ob. cit., p. 54.
(25) Véase htt;//guadaJcanaIfundacionbenalixa.blogspot.com//2008/ ultima-casa-de-la-encomienda, consulta realizada el 1 de diciembre de 2008.
(26) RUIZ MATEOS, Aurora, Arquitectura civil... ob. cit., p. 94; y RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Rafael, Guadalcanal ... ob, cit.. p. 54.

(27) HERNÁNEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio y COLLANTES DE TERÁN, Francisco. Catalogo Arqueológico... ob. cit., t. IV, pp. 228-229. Los investigadores apuntan que la puerta de la sacristía perteneció sin duda a la fortaleza, considerando de características almohades el despiece de su arco exterior de herradura apuntado, y señalando de éste que, por algunos pormenores de su trazado, debió de construirse en época cristiana, en fecha muy cercana a la reconquista de la villa. En cuanto a la torre, señalan que parece haber pertenecido al sistema defensivo del castillo, al estar edificada sobre un dado macizo de aparejo irregular,
(28) Vid, CORDÓN BERNABÉ, Antonio, "La Almona". Guadalcanal Feria y fiestas (1991); y MIRÓN, Andrés, Historia... ob, cit., p. 51. Sobre este edificio hemos realizado el trabajo "Casas tercias o de bastimento de la orden de Santiago en Andalucía: La Almona de Guadalcanal, Temas de Estética y Arte, XXIV (2010), pp. 113-142.
(29) HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio y COLLANTES DE TERAN, Francisco. Catalogo Arqueológico cil., (. IV. pp. 23Q-232.
(30) Vid. MONTERO FERNÁNDEZ, Francisco Javier y otros, Pósitos, cillas y tenias de Andalucía. Catálogo de antiguas edificaciones para almacenamiento de granos. Sevilla 1991. Esta publicación, realizada por varios autores y editada por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de k Junta de Andalucía, fue coordinada por María Dolores Gil Pérez, Magdalena Torres Hidalgo y Nicolás Ramírez Moreno.
(31) GÓMEZ RAMOS, Rafael, "Sevilla Gótica", en FERNÁNDEZ LÓPEZ, José (coord), Andalucía, col. "La Espa­ña Gótica” (dir. Joan Sureda Pons), Madrid, vol. 11, 1992, pp, 273-274.
(32) PEINADO SANTAEl.LA, Rafael Gerardo, La Orden... ob. cit., apénd. doc., t. III, pp. 857-859 y 978-979, y t. IV, pp. 1321-1325; y MIRÓN, Andrés, Historia... ob. cit., p. 78.
(33) CORDÓN BERNABÉ, Antonio, "La Almona...", ob, cit. La lápida está situada a k derecha del arco apuntado que da acceso a la planta alta, bajo el porche.
(34) RODRIGUEZ  MÁRQUEZ, Rafael, Guadalcanal... ob. cit., p. 135,
(35) Vid. RODRÍGUEZ AMAYA, Esteban, "Don Lorenzo Suárez de Figueroa. Maestre de Santiago”, Revista de Estudios Extremeños, 12 (1950), pp. 241-302; y MAZO ROMERO, Fernando, El Condado de Feria (1394-1505). Badajoz, 1980. p, 62 y «i. Ambos investigadores tratan sobre Lorenzo Suárez de Figueroa.
(36) AYALA MARTÍNEZ, Carlos de, Las trema militares hispánicas en la Edad Media (siglas XlI-XV), Madrid, 2003, p. 850. Las fechas de los maestres proceden de esta publicación. La profesora Rodríguez Díaz ha contrastado la inscrip­ción con otras similares que figuran en: DIEGO SANTOS. Francisco, Inscripciones medievales de Asturias, Oviedo, 1993. Aprecia que son pocas las que hacen mención a los, autores materiales de las lápidas o las obras, riendas más comunes las que se refieren a sus promotores.
(37) OROZCO, Pedro de, y PARRA, Juan de k, Primera hatería de la Orden de Santiago, ob. cit,, pp. 383-385.
(38) RUIZ MATEOS, Aurora, Arquitectura civil. ob. cit., p. 91. Esta noticia también la recoge MIRÓN, Andrés, Historia., ob, cit., p. 68,, añadiendo que dichas casas sirvieron para ampliar el palacio de los comendadores.
(39) MALDONADO FERNANDEZ, Manuel, "La encomienda santiaguista...", oh. cit,, p, 42.
(40) Así se confirma por documentos que sobre La Almona hemos podido consultar en el Archivo de la Diputación de Sevilla, Hospital de las Cinco Llagas, legs. 10, 12 y 101.
(41) HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio y COLLANTES DE TERAN, Francisco, Catalogo Arqueológico... ob. cit., t. IV, pp. 230-232.
(42) Hemos realizado un levantamiento aproximado del estado actual del edificio, basado en la planimetría realizada por José Esteve (publicada por José Hernández Díaz, Antonio Sancho Corbacho y Francisco Collantes de Terán en su ya citado catálogo) y en algunas cotas que se pudieron tomar in situ. En él que se plasman las divisiones interiores con que hoy cuenta la edificación y los huecos que se han podido confirmar en la mitad derecha del edificio. En 1a representación de la mitad izquierda de la planta alta (hoy inaccesible), los vanos tomados son los de los aludidos dibujos, aunque añadiendo los divisados por el exterior. Véase también Edificios de tradición mudéjar en Sevilla, Jornadas Europeas de Patrimonio, Consejería de Cultura, Delegación Provincial de Sevilla, 2000, pp. 83-84.
(43) Quisiéramos agradecer a la familia Rius que nos permitiera acceder al edificio, hoy de su propiedad, y a D. Ezequiel Rius Sanz, que nos acompañara en esta visita.
(44) PEINADO SANTAELLA, Rafael Gerardo, La Orden... ob. cit., apénd. doc., t. III, pp. 859-860 y 977-978, y t. IV, p. 1321; y MIRÓN, Andrés, Histeria... ob. cit., pp. 77-78.
(45) MADOZ, Pascual, Diccionario, ob. cit., p. 88. Probablemente se trate del edificio que actualmente ocupa la asociación de pensionistas, sito lejos de la zona del palacio y de la casa de bastimento del maestre.
(46) MUÑOZ TORRADO, Antonio, El Santuario de Ntra. Sra. de Guadítoca, Patrona de Guadalcanal: notas históri­cas, Sevilla, 1918, pp. -4-6; MIRÓN, Andrés, Historia... ob. cit., pp. 57-58. Una razón que podrán justificar la existencia de las tres parroquias podría ser el gran número de vecinos con que contaba Guadalcanal.
  
María Gracia y María del Valle Gómez Terreros Guardiola

lunes, 9 de diciembre de 2019

Los niños de la guerra


La guerra los arrancó de la infancia
  
Mi abuelo Andrés Cordero Mariscal nació 1905 en Guadalcanal (Sevilla) y falleció en 1974, de modo que he tenido que elaborar y reconstruir estas vivencias con la ayuda de su familia más cercana, mi madre y sus primos, Antoñita, de setenta y tres años, y su hermano José, de setenta y dos, hijos de una hermana de mi abuelo.
El pueblo natal de mi madre es Alanís de la Sierra, en plena Sierra Morena, adonde mi abuelo había llegado a los cinco años, cuando quedó huérfano. En su entorno se encuentran Guadalcanal, San Nicolás del Puerto, Cazalla de la Sierra o Azuaga, ya en Badajoz.
La geografía de la zona es la típica de la Sierra Norte de Sevilla, llena de olivares, encinas y dehesas, también hay huertas a lo largo de la rivera de Benalija, donde se realiza la Romería, arroyo que limita el término por occidente con el de Guadalcanal, antes de rendir sus aguas al Viar.
La Escuela Era Sólo Para Las Familias Bien Posicionadas. -
Mi abuelo Andrés era el cuarto de seis hermanos, cuatro hembras y dos varones. Su padre, mi bisabuelo, murió cuando mi abuelo era niño todavía. Se dedicó al cultivo del campo, trabajando para los terratenientes, propietarios de los numerosos cortijos de la zona.
Porque entonces prácticamente los únicos trabajos que había, los más abundantes, eran el de jornalero o el de las minas, muy numerosas también por estos pueblos de la sierra y que en estos años provocaron el desarrollo económico de la zona.
Mi abuelo no fue a la escuela, directamente se puso a trabajar a muy corta edad ya que la situación económica lo requería así. Asistir a la escuela estaba reservado sólo para las familias bien posicionadas.
El Fruto Del Trabajo Era Para El Terrateniente. -
Pues bien, mi abuelo, igual que su padre, trabajó en el campo labrando las tierras, los cortijos, un trabajo muy duro, ya que además de las muchas horas, el fruto del trabajo no era para el labrador, sino para el terrateniente, aunque había familias propietarias que ellas mismas se encargaban de la labranza.
Semejante es el caso de mi tío, el marido de mi tía, cuyos padres eran propietarios entonces de un cortijo y varias tierras, que ellos mismos cultivaban y siguen cultivando sus hijos en la actualidad. Y puedo asegurar que es un trabajo muy duro, que no permite descanso, ya que los animales no dejan de comer, incluso los fines de semana. La diferencia está en que el jornalero trabajaba por un pedazo de pan y no veía el fruto de su esfuerzo.
Matarife, Talabartero, Cestero...
Como la vida en aquellos años era tan dura y había tanta necesidad, había que buscarse trabajos complementarios: Mi abuelo trabajó como matarife, es decir, se encargaba de matar los cochinos en los meses de matanza, de noviembre a febrero, o bien cogiendo aceituna, o descorchando los alcornoques. También realizaba trabajos artesanales, era talabartero o guarnicionero, que hacía monturas de cuero para las caballerías, y cestero, porque confeccionaba cestas y canastos, y echaba asientos a las sillas de enea.
Las mujeres, aunque en su mayoría se dedicaban a criar a los hijos y a las labores del hogar, no era de extrañar tampoco que ayudasen a la economía familiar, yendo a coger aceitunas o blanquear las casas. La recogida de la aceituna es algo muy común, ya que abunda mucho en estas tierras y porque hay una cooperativa en el mismo pueblo, aparte de que en aquellos años también había un molino de aceite, el “Molino de la Silla”.
La situación económica requería saber de todo, aunque fuera por un mendrugo de pan, ya que eran años de mucha escasez.
Aún Hablan Con Miedo. -
Según mis entrevistados, los años previos a la guerra, fueron de relativa calma. No puedo concretar hasta qué punto esto es cierto, ya que por entonces tenían muy corta edad como para darse cuenta de la situación real.
Otra dificultad que he encontrado al realizar este trabajo es la reticencia de las personas mayores a hablar sobre estos temas. Aún en nuestros días, hablan con miedo y dejan sin contar detalles que, según ellos, es mejor no contar por lo que pueda suceder. A pesar de esto, he reunido bastantes datos como para reconstruir los hechos lo más fielmente posible.
En el momento mismo de estallar la guerra, cuenta Antoñita que estaba en la plaza con otros niños del vecindario y algunas madres que allí reunían, cuando empezó todo el alboroto, los disparos, las tropas. El pánico se reflejaba en los rostros de aquellas mujeres, que cogieron a sus hijos huyendo a las casas más próximas a refugiares. Según cuentan, hubo gente que el estallido los pilló en otro pueblo y no pudieron regresar.
Dice que, aunque no sabía lo que ocurría, se daba cuenta de que no era bueno. Tenía miedo, todos tenían miedo, fueran niños, adultos o ancianos. Recuerda las largas horas en su casa, reunida toda la familia, en medio de un silencio sepulcral, a la espera de noticias.
La Incertidumbre De Herir A Un Paisano Era Insoportable. -
El pueblo quedó bajo dominio de las tropas franquistas, al igual que otras comarcas cercanas. A partir de entonces nada volvió a ser igual. Parecía como si la gente no fuera la misma. Mi abuelo tuvo más suerte que otros y no fue llevado al frente, que por esas fechas ya tenía treinta y un años. Sin embargo, un hermano y su cuñado, padre de mis entrevistados, fueron movilizados y llevados a luchar, donde fueron heridos en una pierna y un brazo respectivamente, por lo que se les permitió regresar a sus casas.
En el poco tiempo que estuvieron en el frente vieron cosas temibles. La incertidumbre de poder herir a algún hombre del pueblo que estuviera en el otro bando era insoportable. Además, la vida allí era muy difícil: hambre y miseria. Cuenta que su padre y tantos otros, orinaban en los proyectiles, para enfriarlos, debido a las a las temperaturas que se alcanzaban por aquellas tierras.
Muchas eran las familias que veían partir al frente a los más jóvenes, sin poder remediarlo, muchos de los cuales no regresaron. El dolor era compartido por todos y cuentan que fue impresionante como unió a familias enteras.
Mi Abuelo Se Libró De Una Muerte Segura. -
Según mi madre y mis tías, mi abuelo era totalmente apolítico. Sin embargo, se lo incluyó en las listas de personas opuestas al franquismo, que eran llevadas a fusilar. Pues bien, lo fueron a buscar y cuando ya lo llevaban al paredón, llegó uno de los jefes del pueblo, que al verlo pregunto que por qué lo habían apresado, porque él lo conocía y sabía perfectamente que no pertenecía a ningún bando. Gracias a su intervención, mi abuelo se libró de una muerte segura. Otros no corrieron su misma suerte.
Numerosos fueron los casos que me han narrado, de hombres que, sin saber a ciencia cierta si eran republicanos o comunistas y, por el simple hecho de que alguien diera un chivatazo, eran apresados y fusilados, dejando mujeres e hijos. Tal fue el caso de un vecino de la calle donde vivía mi abuelo, la calle Triana. La Guardia Civil entró su casa, mientras su mujer estaba de parto, y lo apresó. La mujer se casó de nuevo al cabo de unos años, ya que daba por muerto al primer marido. Pero no fue así. Se oyeron rumores de que había sobrevivido y que iba a regresar. La mujer, como es lógico, se preguntaba qué haría ella con dos maridos.
Otro caso especial fue el de dos mujeres acusadas de ser comunistas, a consecuencia de lo cual les raparon la cabeza y las pasearon por el pueblo para mostrar lo que les podía suceder a todas las de su militancia. Posteriormente fueron encarceladas y una de ellas, que estaba embarazada, tuvo a su hija en la cárcel.
La Gente Del Pueblo Acogía A Los Guerrilleros. -
Otros tantos, profirieron huir al monte antes de ser apresados y seguramente fusilados. En esta sierra hubo varios grupos guerrilleros, contrarios a abandonar la lucha, que ofrecieron mucha resistencia al franquismo. Las gentes del pueblo, a pesar de las fuertes represalias, acogían a los guerrilleros cuando por las noches aprovechaban y bajaban por comida. Me contaron que más de una noche estuvieron en la casa con mi abuelo y el resto de la familia. En estas visitas aprovechaban y les informaban de todo lo que sucedía fuera, las novedades. Les hablaron de la reforma agraria que se realizaba en la zona republicana y de otros proyectos que tenían para cuando la guerrilla venciese, algo de lo que se mostraban totalmente seguros. Estas pequeñas veladas daban algo de esperanza a todos aquellos que por miedo acataban el franquismo.
Pero como es de suponer, el mantener contacto con los guerrilleros, estaba fuertemente penalizado, pagándose incluso con la muerte. La Guardia Civil, mandaba contrapartidas por las noches, a los cortijos, en busca de estos guerrilleros que bajaban en busca de comida.
Eran muy conocidas las brutalidades que estos grupos de las contrapartidas realizaban: desde matar a los perros de los cortijos y colgarlos de los árboles, acusando posteriormente a los guerrilleros, hasta maltratar y golpear a las familias que vivían en los cortijos, violando a las mujeres, por el simple hecho de que la zona era frecuentada por los guerrilleros.
Contra Las Tapias Del Cementerio. -
Hasta el pueblo llegaron noticias de la matanza realizada en El Pedroso, un pueblo de la comarca, que provoco en los ciudadanos más miedo si cabe a las fuerzas falangistas. Esta matanza no fue la única, ya que en Guadalcanal o en el mismo Alanís hubo muchas muertes, hasta diecisiete en un mismo día contra la pared del cementerio.
La Guardia Civil quería evitar a toda costa que la gente escuchara cualquier clase de noticia, por lo que patrullaban las calles para impedir que se escuchase la radio en alguna casa, hecho por el cual eras encarcelado.
Los Moros Tenían Muy Mala Fama. -
Entre tanto dolor y pena, también hay sitio para las anécdotas, pequeñas cosas que quedaron grabadas en la mente de estos pequeños que tanto vieron y padecieron. Cuentan que un día vieron que el color del cielo no era el de siempre, tenía un tono anaranjado. Se alarmó la gente porque pensaban que podría tratarse de gases que habían echado en el frente. Pues bien, se avisó a los vecinos para que salieran al campo, a las zonas verdes, para respirar aire puro, por lo que pudiera pasar. Pero luego uno de los maestros del pueblo anunció que no se preocuparan, que solo se trataba de una aurora boreal (aunque no sé si ese fenómeno es posible por estas zonas). Hechos semejantes muestran el miedo que tenía aquella gente.
Otro hecho, quizás ya menos alegre, fue que por la calle de la casa donde vivían mi abuelo con el resto de la familia, pasó un grupo de moros, de las tropas africanas, los cuales tenían muy mala fama y al pasar por la puerta de la casa dieron una patada. Menos mal que poco antes había llegado mi abuelo de trabajar y cerrado el portón. De no ser así, quizá habrían muerto todos los que estaban en ese momento en el interior.
En otra ocasión, en esa misma casa, una bala entró por la ventana y se incrusto en la cuna de madera de uno de los niños, con la fortuna de que en ese momento no se encontraba en ella.
Era El Único Modo De Salir Adelante. -
La situación económica, como es lógico, fue a peor. La imposibilidad de ir a trabajar fuera del pueblo afecto a muchas familias. Si la situación económica ya era bastante difícil, en estos años fue a peor. Familias que no tenían que llevarse a la boca y bebés que no salían adelante.
Pero hubo casos de personas que no se resignaron a vivir así y, arriesgando su vida, se dedicaron al estraperlo. Este fue el caso de una vecina de la familia que sobrevivía gracias a esta actividad. Compraba café y azúcar, productos de primera necesidad, que luego traía al pueblo para venderlos a precios más altos. Este comercio estaba fuertemente penalizado, pero a veces era el único camino para seguir adelante. Pues bien, esta señora, sin saber leer ni escribir, sin haber recibido educación alguna, lo consiguió. Salió adelante y montó su propia taberna con la que se ganó la vida.
Los “Rojos” Tiraban Los Santos Y Las Imágenes. -
Los monumentos en la guerra también fueron protagonistas de primera mano. Es más, son los más fielmente podrían relatar lo sucedido, pues fueron testigos de todo lo acontecido en aquellos años.
El primero de ellos es el castillo. Su historia se remonta mucho más atrás de esta Guerra, pues se construyó en el siglo XIV. Situado en un estratégico montículo al sur de la población, sobrevivió a los bombardeos de las tropas napoleónicas, que lo dejaron en ruinas. En los años de la guerra su función queda reducida a ser el lugar desde donde los “rojos” tiraban los santos y las imágenes como protesta y oposición a las tropas franquistas.
Otro monumento clave es la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias, destruida por republicanos y comunistas. Según cuentan en el pueblo, fue un alto mando franquista el que prometió que, si sobrevivía a la guerra, reconstruiría esta ermita. Sucedió así, cumplió su palabra y mandó reconstruir la ermita a la Virgen de las Angustias, que se convirtió en patrona del pueblo.
La Ermita de San Juan no corrió su misma suerte, ya que, tras su destrucción, sigue prácticamente en ruinas, aunque la gente devota del santo aún la visita.
La Dictadura Prohibió Las Fiestas Populares. -
Las celebraciones tradicionales del pueblo, quedaron paralizadas en estos años. Una de ellas era la Romería, que se llevaba y lleva a cabo en el mes de mayo. Pero en los años que duró la guerra la gente no tenía ánimos para ningún festejo. Sin embargo, terminada la guerra e instaurada la dictadura franquista, se prohibió de modo absoluto cualquier celebración popular, tanto de la Romería como las Cruces de Mayo, que se hacía el 2 de mayo y se adornaban las calles principales: Triana, Corredera y calle Nueva, que competían entre sí. Todas estas tradiciones volvieron a realizarse, una vez abolido el régimen franquista, con la llegada de la democracia.
El Miedo Estaba Presente Más Que Nunca. -
Cuando en 1939 finalizó la guerra y se instauró la dictadura del general Franco, toda posible esperanza de una victoria republicana se vino abajo. A pesar de esto, muchos guerrilleros que no abandonaron su lucha y permanecieron en el monte hasta años más tarde. Otros, en cambio, tuvieron miedo. En el pueblo se conocen casos de hombres que regresaron a sus casas, fueron encarcelados, en el mejor de los casos, o fusilados. El miedo estaba presente más que nunca. Nadie hablaba de lo sucedido, parecía como si no hubieses pasado nada, aunque la situación lo reflejaba todo.
Ni Miembro De Falange, Ni Amigo De La Iglesia. -
En estos años se observa que las personas que se mostraron fieles al bando franquista, tuvieron su compensación con la victoria. A mi abuelo le llegaba todos los años una carta en la que se le distinguía como miembro de Falange y se le invitaba a asistir a misa, con una camisa azul. Esto tiene una explicación: cuando un hombre del pueblo lo salvó de ser fusilado y explicó el error, se consideró que era franquista. Mi madre cuenta que, aunque recibía estas cartas, nunca hacía caso de ellas, pues ni era miembro de Falange, ni amigo de la Iglesia.
Con El Hambre Y La Miseria Llegaron Las Enfermedades. -
Al año de 1940 se lo conoce como el Año del Hambre. La miseria se incrementó hasta límites inimaginables. No todas las personas que dejaron el trabajo por la guerra, lo recuperaron luego, pues había escasez. Mi abuelo salía adelante con pequeñas labores, lo que fuera. Los niños se incorporaron a la escuela, aunque muchos de ellos, como en el caso de mis entrevistados, también trabajaban de porqueros, pastores... Cualquier ayuda en casa era poca. Los salarios muy pocas veces superaban la peseta, en el mejor de los casos.
El estraperlo seguía funcionando. Se repartieron cartillas de racionamiento, en las que se detallaba la cantidad, precio y fecha en la que se debían adquirir los alimentos, para así controlar que nadie comprase más cantidad de la permitida. Como es lógico, esto sólo se aplicaba a las familias humildes, con pocos recursos, porque los ricos, que tenían dinero, compraban todo lo que querían.
Con el hambre y la miseria llegaron las enfermedades: tifus, poliomielitis, piojos, pulgas...
Un hermano pequeño de estos primos murió con dos años de poliomielitis. Estas enfermedades atacaban sobre todo a niños pequeños y durante estos años aumentó el número de muertes infantiles.
Les Daban Leche En Polvo Y Queso De Bola. -
Mi abuelo se casó en el 41 y tuvo a su tercera hija, mi madre, en el 48. Aunque ya habían pasado varios años desde el final de la guerra, la situación en que mi madre y sus hermanas crecieron no era mucho mejor. Vivían en la misma casa con el resto de familiares, tías y tíos, primos y primas.
Pudieron ir a la escuela, donde les daban leche en polvo y queso de bola, y tenían que llevar la lata para el brasero del maestro. Pero como en años anteriores, también tenían que ayudar a la economía familiar.
Esta situación de miseria, dureza y miedo se prolongó durante toda la dictadura de Franco y desapareció poco a poco tras su muerte en 1975, por lo que mi abuelo no pudo ver esta otra forma de vida, la democracia.
La Guerra Los Arrancó De La Infancia. -
No es fácil sacar conclusiones de algo que no se ha vivido, que no se ha padecido en primera persona y menos de un suceso tan grave como la Guerra. Son muchas las impresiones que quedan tras haber realizado este trabajo y haber escuchado los relatos por boca de personas que sí lo vivieron.
La idea básica en la que coincidimos todos, tanto los que pasaron la guerra como las generaciones posteriores, es la gran suerte que tiene mi generación, suerte de la que a veces no somos conscientes. Al contrario que nosotros, que no hemos conocido guerra alguna en nuestro propio país (exceptuando el movimiento terrorista del País Vasco), aquella generación creció en medio de un conflicto bélico, que los hizo despertar a muy tierna edad y los arrancó de la infancia. Es cierto que esta generación maduró mucho antes que la anterior y, por supuesto, mucho antes que las generaciones posteriores.
A pesar de ello, estos niños de la guerra, abuelos hoy en día, prefieren que la juventud actual siga como hasta ahora, viviendo como ausentes al mundo, inmersos en nuestros propios problemas y preocupaciones, sin importarnos todo lo que nos es ajeno, a que despertemos a este mundo de la forma en que ellos lo hicieron, en medio de una guerra.
Por ello, viendo la situación actual del mundo, creo que sería una buena idea que nuestro presidente del Gobierno escuchara todos estos relatos de las personas que sufrieron la Guerra Civil y así quizás se daría cuenta de las consecuencias que acarrearía provocar una nueva guerra.



Acataban El Franquismo Por Miedo
Escrito por: Aurelio Mena Hornero el 09 Jun 2008