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domingo, 26 de marzo de 2023

Los partidistas de Guadalcanal siglo XIX


Si eres detenido, jamás 

serás reconocido

       Hace un tiempo mi amigo y paisano Juan Daniel Blanco me comentó si tenía noticias de la Partida de Melchor y Merino (desde 1815 hasta 1819), me puse en contacto con mi amigo José Á. Rubio Omaña, responsable del área de investigación de la Asociación de Archiveros de Extremadura, esta asociación tiene gran documentación informatizada sobre las peligrosas partidas que abundaron por serranías y caminos de nuestra zona, parte sur de Extremadura y Andalucía Occidental en el primer tercio del siglo XIX.

          Estas partidas estaban formadas por bandoleros curtidos en mil batallas contra los franceses en la guerra de la Independencia (1808- 1814) o hombres sin futuro procedentes de las zonas rurales, que, con gran arrojo y valor, utilizando facas, toda clase de armar blancas y los trabucos y armas de fuego requisadas a los gabachos, cambiaron y aterrorizaros durante unos años la placidez de los autóctonos de la zona se influencia. Se desplazaban con gran agilidad por las sierras en caballerías y andando por tortuosos parajes, terrenos que dominaban a la perfección debido a que se unían hombres de cada zona.

         En estas partidas, se tienen referencia de una persona procedente de Guadalcanal, Manuel Atalaya Gómez, conocido como el Mellao y otro que era conocido como Pepe el Sapo, de este se reconoce sus apellidos. El Mellao fue fiel a la partida de Melchor y Merino hasta las últimas consecuencias, apresados ambos en la localidad portuguesa de Elvás, limítrofe con Badajoz. Tras su detención, fueron trasladados con otros bandoleros a la Sala del Crimen de Badajoz, operación que no se pudo realizar hasta pasadas las ferias de Trujillo, donde se había desplazado la tropa para proteger a los que asistían a este importante encuentro ganadero.

       Junto a ellos, igualmente fueron detenidos Antonio Merino (alias Zájaro), El Lechón, Almarza, Cojeras, Roque, los pacenses Lágrimas y Atilano, el portugués Loureiro y a una de las pocas mujeres que formaba la partida, llamada Rafaela Sánchez, conocida como la Valenciana o la Cortagargatas por su habilidad con el manejo de la faca. Todos ellos excepto el portugués, fueron ejecutados a garrote vil en Cáceres el 19 de junio de 1820.           


    La partida de Melchor y Merino a partir de esa fecha fue desapareciendo poco a poco y todos fueron ejecutados o se les aplicó la ley de muertos en huida, a Melchor González (alias Platero), natural de Zalamea, sería capturado en la Mancha y ajusticiado y pasado por garrote vil en Madrid en 1819, le denunció uno de sus compañeros de partida, se cree que el portugués Loureiro, que se benefició por este soplo y le conmutaron la pena de muerte por una de cadena perpetua. En cuanto a Merino lo localizaron en Malpartida de Plasencia, cuando trataba de comprar trabucos y reclutar bandoleros para rehacer y crear una nueva partida y desplazarse a Salamanca.

          Hay otra referencia de guadalcanalenses que las circunstancias los obligó a terminar de bandoleros, se trata de los hermanos Gutiérrez (Manuel El Planchao y Miguel el Tacones). Estos dos paisanos formaron parte de la Partida de Los Muchachos de Santibáñez, llamada así ya que la mayoría de sus miembros en principio eran naturales del pueblo cacereño de Santibáñez el Bajo, aun así, cuando las deserciones y detenciones mermaron la partida, por ello, se fueron incorporando de otras tierras, todos a su vez renegados y desertores de la guerra de la Independencia.

           Tal vez, sin duda hubiese más guadalcanalenses que formaron parte de estas y otras partidas, pero hay que tener en cuenta, que estos hombres eran renegados y desertores del ejército, por lo tanto, casi todos estaban indocumentados cuando eran abatidos o detenidos, además había entre ellos un acuerdo tácito, si eres detenido, jamás serás reconocido”.             


        En la mayoría de los casos, esta gente eligieron ser bandoleros y se convirtieron en asesinos, simplemente por supervivencia o por su no adaptación a la nueva situación de la vida social. Fueron sacados en su mayoría a la fuerza de su hábitat, llevados a una guerra desorganizada o militancia en un embrollado ejército. Por todo ello, los caminos para llegar al bandolerismo fueron muchos y no siempre coincide con la versión romántica que imprimieron los autores y cronistas de la época, ya que, si bien ayudaron a mucha gente desfavorecida, mostraron unos grados de crueldad que nada tenía que ver con el enfoque social y justiciero para lo que se crearon estas partidas. Terminando por ser un mal endémico y un auténtico drama para la buena gente, comerciantes, ganaderos o viajeros que sufrieron la inseguridad, robos, desolación y muerte que con aplicaban e imponían las partidas de bandoleros en las batidas de los inseguros caminos, cortijos y pequeñas poblaciones por donde actuaban y un amplio territorio que llegaron a dominar e imponer su propia ley.

           Estos hechos llevan a la Audiencia Territorial de Extremadura a dictar sentencias en rebeldía de los mencionados bandoleros. Ésta sentencias se exponía públicamente para conocimiento de los vecinos. En ella se dictaban las recompensas por captura, vivos o muertos, o los castigos que se imponían a todos aquellos que prestasen auxilio a cualquier miembro de las partidas. Ello contribuyó a la dispersión paulatina de unas bandas que durante años habían llevado el miedo y la muerte. Recompensas que iban desde los 500 ducados de vellón por la muerte o prisión de uno de ellos hasta los 500 duros por cualquiera de los componentes de la partida.

 Rafael Spínola R.

Fuentes. - Archivo Histórico Municipal Concejalía de Cultura, Excmo. Ayuntamiento de Cáceres, Historias de Montijo, Fernando Jiménez Berrocal (Bandoleros) y autor.      

domingo, 19 de marzo de 2023

Guadalcanal y la orden de Santiago siglos XIII al XVI (5 de 10)

PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO.

Quinta parte

PROVINCIA DE LEÓN

Documentación que afecta a la villa de Guadalcanal.

 Capítulo de Uclés, 5 de noviembre de 1440

El Infante-maestre don Enrique de Aragón confirma al concejo de Uclés el privilegio de 1411 y su confirmación de 1420.

AHM de Uclés, pergamino 220/8. Pergamino original.

 on Enrique, Infante de Aragón e de Secilia, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, vimos una nuestra carta de previllegio, escripta en pargamino de cuerpo e firmada de nuestro nonbre e sellada con nuestro sello de cera pendiente, fecha en esta guisa:

[inserta confirmación de 1420 de documento de 1411]

…E agora el dicho concejo e omes buenos de la dicha nuestra villa de Uclés, nuestros vasallos, embiáronnos pedir por merced que les confirmássemos la dicha carta de previllegio e las mercedes e gracias en ella contenidas.

E nos, el sobredicho Infante don Enrique, maestre general de la dicha Orden, con concejo e otorgamiento del amado nuestro don Juan Días de Coronado, prior de Uclés, por nos presidente e logarteniente, e de don Gabriel Manrique, comendador mayor de Castilla, emienda por él Álvaro de Horosco, e de don Lope Alvares, comendador mayor de León, e Garcí Lopes de Cárdenas, comendador de Caravaca e Johán Nunnes de Prado, comendador de la Presa, e Lope Alvares Osorio, comendador de Socovos, e don Ferrando de Portogal, comendador de Vesejate, e Alfonso Rodrigues Malaver, comendador de las Tiendas de Villamartín, emienda por él Luys de Carrança, e de mosén Luys de Manjarrés, comendador de Mérida, emienda por él Ferrand Gonçales, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Manrique, comendador de Segura, emienda por él Ferrand Vasques de Parada, comendador de Santa Crus, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, e de Lope d’Estúnniga, comendador de Guadalcanal, emienda por él Alfonso Días de Cornado, comendador de Villafranca e de mosén García [de Heredia], comendador de Ricote, e de Gomes Messía, comendador d’Estepa, emienda por él Johán Gutierres de Hinestrosa, comendador de Cieça, que son los trese de la dicha nuestra Orden, e de todos los otros comendadores, cavalleros e freyles e vicarios e clérigos que con nos se ayuntaron en el Cabildo general que nos fesimos e celebramos en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, el anno de la data desta nuestra carta, por les faser bien e merced tovímoslo por bien y confirmámosles la dicha carta de previllegio e las mercedes e gracias en él contenydas. E mandamos que les vala e les sea guardada en todo, bien e complydamente, segund que en ella se contiene. E defendemos firmemente que ninguno nyn algunos non sean osados de les yr nyn passar contra ella nyn contra parte della por gela quebrantar o menguar, ca qualquier que lo fisiere, sy freyle fuesse, demandárgelo y emos con Dios y con Orden, y al seglar al cuerpo e a lo que oviese nos tornaríamos por ello. E desto les mandamos dar esta nuestra carta, sellada con nuestro sello e con el sello del dicho Cabildo e firmada del nombre del dicho prior, nuestro presidente, e de los dichos treses, e signada del signo de Ferrand Sanches, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del dicho Cabildo. Dada en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, a cinco días del mes de noviembre, anno del nascimiento de nuestro Sennor Jesuchristo de mill e quatrocientos e quarenta annos. [trece firmas] E yo Ferrand Sanches, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del Capítulo, fuy presente a todo lo susodicho e por mandado de los dichos sennores prior presidente e comendadores mayores, treses e Capítulo esta carta fis escrebir en testimonio de lo qual fis aquí este mi signo.

Ferrandus Sancii vicarius.

 Capítulo de Uclés, 11 de mayo 1440

El Infante-maestre don Enrique de Aragón confirma al concejo de Santa Cruz de la Zarza, parafraseándola, una larga serie de privilegios recibidos desde época de don Pelayo Pérez Correa.

E. J.M. Avia Aranda, F, Caña, M. Quijada y M. Sánchez, Libro de privilegios de Santa Cruz de la Zarza (Toledo), DVD, ACAME, Santa Cruz de la Zarza, 2013, doc. 1.

Don Enrique, Infante de Aragón e Sicilia, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Sanctiago, vimos un previllejo del maestre don Pelai Pérez, que Dios aya, que dice en esta guisa:

[inserta 20 privilegios, salvo el primero, todos en estilo indirecto, datados entre 1239 y 1440]

…E otrosí, que les confirmásemos todos los dichos previllejos e cartas e sentencias e mercedes e esenciones e libertades que ellos han e tienen de todos los otros maestres pasados, nuestros antecessores, e de nos, que de suso se haze minción, dados e confirmados por los dichos maestres pasados e por nos.

E nos, el sobredicho Infante don Enrique, maestre general de la dicha Orden, con consejo e otorgamiento del amado nuestro don Juan Díez de Cornado, nuestro prior de Uclés, por nos presidente e lugarteniente, de don Graviel Manrique, comendador mayor de Castilla, emmienda por él Álvaro de Horozco, e de don Lope Álvarez, comendador mayor de León, e Garci López de Cárdenas, comendador de Caravaca, e Juan Núnnez de Prado, comendador de la Presa, e Lope Álvarez Osorio, comendador de Socovos, e de don Fernando de Portogal, comendador de Besejate, e Alfonso Rodríguez Malaver, comendador de las Tiendas de Villa Martín, emmienda por él Luis de Carrança, e de mosén Luis de Manjarrés, comendador de Mérida, emmienda por él Fernán González, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Man rique, comendador de Segura, emmienda por él Fernán Vázquez de Parada, comendador de Sancta Cruz, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, e de Lope d’Estúnniga, comendador de Guadalcanal, emmienda por él Alfonso Díez de Cornado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Heredia, comendador de Ricote, e de Gómez Mesía, comendador de Estepa, emmienda por él Juan Gutiérrez de Ynistrosa, comendador de Cieça, que son los treze de la dicha nuestra Orden, e de todos los otros comendadores, cavalleros e freyles e vicarios e clérigos que con nos se ayuntaron en el dicho nuestro Cabildo general, que nos hezimos e celebramos.

…E yo, Fernán Sánchez, vicario de Sancta María de Tudia e de Reyna, notario del Capítulo, fuy presente a todo lo suso dicho, e por mandado de los dichos sennores prior presidente e comendadores mayores trezes e Capítulo, esta carta fize screvir, en testimonio de lo qual fiz aquí este mi signo.

Fernandus Sancii vicarius. Registrada.

 Capítulo de Uclés, 5 de mayo de 1440

El Infante-maestre don Enrique de Aragón confirma la mayoría de los privilegios concedidos por él y por sus antecesores al concejo del Campo de Criptana.

Don Enrique, Ynfante de Aragón e de Secilia, [por la gracia de Dios, maestre de la Orden]de la Cavallería de Santiago, vimos una carta de previllejo, escripta em pargamino de cuero e firmada de nuestro nonbre e sellada con nuestro sello de cera pendiente, fecha en esta guisa:

[inserta documentos 1480/a y b].

E agora el dicho concejo e los omes buenos del dicho nuestro logar el Campo de Critana, enbiáronnos pedir por merced que les confirmásemos las dichas nuestras cartas de previllejo e carta confirmatoria e merced en ellas contenida. E nos, el sobredicho Ynfante don Enrique, maestre general de la dicha Orden, con consejo e otorgamiento del amado nuestro don Juan Díaz de Coronado, prior de Uclez, por nos, presidente e lugarteniente, e don Graviel Manrique, comendador mayor de Castilla, emienda por él Álvaro de Horosco, cavallero de la dicha Orden, e don Lope Alvares, comendador mayor de León, e de Garci Lopes de Cárdenas, comendador de Caravaca, e de Juan Martines de Prado, comendador de la Presa, e Lope Alvares Osorio, comendador de Socovos, e don Ferrando de Portugal, comendador de Vezejate, e Alfón Rodrigues Malaver, comendador de las Tiendas de Villa Martín, emienda por él Luys de Carrança, e de mosén Luys de Manjarrés, comendador de Mérida, emienda por él Fernand Gonçales, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Manrique, comendador de Segura, emienda por el Ferrand Vázquez de Parada, comendador de Santa Cruz, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, e de Lope d’Estúnniga, comendador de Guadalcanal, emienda por él Alonso Díaz de Coronado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Heredia, comendador de Ricote, e de Gomes Mexía, comendador d’Estepa, emienda por él Juan Gutierres de Hinistrosa, comendador de Cieça, que son los treze de la dicha nuestra Orden, e de todos los otros comendadores e cavalleros e freyles e vicarios e clérigos que con nos se ayuntaron en el Cabildo general que nos fezimos e celebramos en el nuestro convento de la nuestra Villa de Uclez, el día de Santa María de setienbre del anno de la dacta desta nuestra carta, por les fazer bien e merced tovímoslo por bien e confirmámosles la dicha nuestra carta de previllejo e carta nuestra confirmatoria e las mercedes e gracias en ellas contenidas, e mandamos que les valan e sean guardadas en todo, bien e conplidamente, segunt que en ella se contiene e segunt que mejor e más conplidamente les valieron e fueron guardadas en los tienpos pasados, sy dellas gozaron, e defendemos firmemente que ninguno nin algunos non sean osados de les yr nin de les pasar contra ellas nin contra parte dellas, por gelas quebrantar o menguar, pues della gozaron, ca qualquier que lo fiziese, sy freyle fuese, demandárgelo y amos con Dios e con Orden, e al seglar al cuerpo e a lo que oviese nos tornaríamos por ello. E desto les mandamos dar esta nuestra carta, sellada con nuestro sello e con el sello del dicho Cabildo e firmado del dicho prior, nuestro presidente, e de los dichos trezes e signado del signo de Ferrand Sanches, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del dicho Capítulo. Dada en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, a cinco días del mes de novienbre, anno del nascimiento de nuestro Sennor Jesucristo de mill e quatrocientos e quarenta annos. Va escripto sobrerraydo o diz «ocho» e o diz «hornos» e o diz «sus» e o diz «fuese» e o diz «nuestro». Io, prior Uclenzis. García de Cárdenas. Don Ferrando. Lope Alvares. Juan Núnnez. Álvaro de Horozco. Martín Pantoja. Ferrand Gonçales. Luys de Carrança. Alfón Díaz. Otrosy va escryipto sobrerraydo o diz «pues della», non enpezca. Ferrandus Sancii, vicarius. García de Heredia. García Vázquez. E yo, Ferrand Sanches, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del Capítulo, fuy presente a todo lo susodicho, e por mandado de los dichos sennores prior presidente e comendadores mayores e trezes e Capítulo, esta carta fize escrevir, en testimonio de lo qual fiz aquí este mío signo.

Fernandus Sancii vicarius

 Capítulo de Uclés,12 de noviembre 1440

El Infante-maestre don Enrique de Aragón concede al concejo de Uclés la dehesa de Albánchez, propia de la encomienda de la Cámara, contra el pago de censo perpetuo de 350 mrs. anuales que había de abonar a dicho comendador.

Por ende, nos, aprovando e aviendo por rato e firme el dicho encenso trasvasamiento que en el dicho nuestro Cabildo vos fue fecho y otorgado, nos, loando e aprovando e retificándolo vos damos e otorgamos la dicha defesa a vos, el dicho concejo que agora sodes e seredes de aquí adealante, con el dicho [censo], que seades y sean tenudos de dar a la dicha nuestra Orden y encomienda y comendador que agora es o será de aquí adelante los dichos tresientos e cinquenta mrs. en cada un anno, pagados por el día de Sant Myguel de setienbre de cada un anno, e que ayades e tengades e ayan e tengan la dicha defesa con el dicho tributo de encense e que la podades vender e enajenar e faser della e en ella lo que vos plazerá, por manera que por nos nyn por nuestros subcesores nyn por el dicho comendador que agora es o será de aquí adelante non vos pueda ser quitada nyn removida la dicha defesa, salvo que en todo tienpo vos sea firme e valedero el dicho contrato de encense, e por nos e nuestros subcesores, en nonbre de la dicha nuestra Orden, con consentimiento e otorgamiento del dicho don Juan Días de Coronado, prior de Uclés e nuestro presidente e lugarteniente en el dicho Capítulo, e de don Gabriel Manrique, comendador mayor de Castilla, emienda por él Álvaro de Horosco, e de Lope Alvares, comendador mayor de León, emienda por él Alfonso de Fuensalida, comendador de Montealegre, e de Garci Lopes de Cárdenas, comendador de Caravaca, e de Juan Martines de Prado, comendador de La Presa, y de Lope Alvares Osorio, comendador de Socovos, e de don Ferrando de Portogal, comendador de la Torre de Vesejate, e de Alfonso Rodrigues Malaver, comendador de las Tiendas de Villamartín, emienda por él Luys de Carrança, e de mosén Luys de Manxarés, comendador de Mérida, emienda por el Ferran Gonçales, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Manrique, comendador de Segura, emienda por él Ferrand Vasques de Parada, comendador de Santa Crus, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, e de Lope de Astúnniga, comendador de Guadalcanal, emienda por él Alfonso Días de Cornado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Heredia, comendador de Ricote, y de Gomes Mexía, comendador de d’Estepa, emienda por él Juan Gutierres de Finestrosa, comendador de Cieça, que son los trese de la dicha nuestra Horden, e de todos los otros nuestros comendadores e cavalleros e freyres e vicarios e clérigos que con nos se ayuntaron en el dicho nuestro Cabildo general que nos hisimos y celebramos en el dicho convento de la dicha nuestra villa de Uclés el día de Santa María de setienbre del anno de la dacta desta nuestra carta, por firme estipulación prometemos e obligamos que nos e los nuestros subcesores ninel dicho comendador que agora [es] e será de aquí adelante non yremos nin vernemos nin consentiremos yr nin venir contra el dicho contrato y enagenamiento de defesa censualmente fecho. E defendemos firmemente que ninguna ni algunas personas no vos vayan ny pasen ny consientan yr nin pasar contra ello nin contra cosa alguna nin parte dello, que qualquier que lo fisiese, sy freyre fuere, demandárgelo hemos con Dios e con Orden, e, sy seglar al cuerpo y a lo que oviere nos tornaremos por ello. E desto vos mandamos dar esta nuestra carta, firmada del dicho don Juan Días prior, nuestro presidente e lugarteniente en el dicho Capítulo, e de los nonbres de los dichos treses, e sellada con nuestro sello y con el sello del dicho Capítulo, e signada del signo de Ferrand Sanches, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del dicho Capítulo. Dada en el dicho nuestro convento, dose días del mes de novienbre, anno del nascimiento del nuestro Sennor Jesuchristo de mill e quatrocientos e quarenta annos. Loys de Carrança. Garci de Cárdenas. Álvaro de Horosco. Don Fernando. Lope Alvares. Jo. Prior uclensis. Juan Martines. García de Eredia. Martín Pantoja. Ferrand Vasques. Ferrand Gonçales. Alonso Días. Juan Gutiérrez. Alonso de Fuensalida. Yo, Ferrand Sanches, vicario de Santa María e de Reyna, notario del Capítulo, fuy presente a todo lo susodicho e por mandado de los dichos sennores prior presidente, e comendadores mayores e treses y Capítulo, esta carta fise escrevir en testimonio de lo qual fiz aquí este mío signo.

Ferrandus Sancii vicarius. [al dorso] Registrada.

 Capítulo de Uclés, 14 de noviembre 1440

El Infante-maestre don Enrique de Aragón contesta a las peticiones contenidas en 14 capítulos presentados por el concejo de Uclés al Cabildo general.

AHT, leg. 78.124.

AHM de Uclés, pergamino 221/1.

Don Enrique, Ynfante de Aragón y de Cecilia, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, a vos [el nuestro amado] don Juan Díaz de Coronado, nuestro prior del convento de la nuestra villa de Uclés, e al comendador de la nuestra villa de Uclés y al comendador de la Cámara e soscomendadores de la dicha nuestra villa e al concejo, alcaldes, alguazil, cavalleros, escuderos, regidores y oficiales y omes buenos de la dicha nuestra villa de Uclés y su Común con Tarancón, y Arcipreste y clérigos de la dicha nuestra villa de Uclés y su Común, con el dicho lugar Tarancón, e a las aljamas de judíos y moros de la dicha nuestra villa y a los comendadores y concejos, alcaldes, alguaziles e otros oficiales qualesquier de las dichas nuestras villas de Segura, Alhanbra y Montiel y de Ruydera y Santiago y Montizón y a cada uno y qualquier de vos, asy a los que agora son como a los que serán de aquí adelante, a quien esta nuestra carta fuere mostrada o el traslado della sygnado de escribano público, sacada con autoridad de juez o de alcalde. Salud y gracia. Sepades que en el nuestro Capítulo que nos celebramos y mandamos celebrar en el dicho nuestro convento de la dicha nuestra villa de Uclés, que començó por el día de Santa María de setienbre deste presente anno de la data desta nuestra carta, ante vos, el dicho nuestro prior, presidente y nuestro lugarteniente en el dicho nuestro Capítulo, y ante don Graviel Manrique, comendador mayor de Castilla, emienda por él Álbaro de Orozco, y don Lope Álvarez, comendador mayor de tierra de León, emienda por él Alfonso de Fuensalida, comendador de Montalegre, y García López de Cárdenas, comendador de Caravaca, e Juan Martínez de Prado, comendador de La Presa, y Lope Álvarez Osorio, comendador de Socovos y don Hernando de Portugal, comendador de la Torre de Vejeçante, y Alfonso Rodríguez Malaver, comendador de las Tiendas de Villamartín, emienda por él [Luys de Carranza, y mosén Luys de Majarres, comendador de Mérida, emienda por él] Hernán Gonçales de la Cámara comendador, e Rodrígo Manrique, comendador de Sigura, hemienda por él Hernán Vázquez de Parada, comendador de Santa Cruz, e Martín Pantoja, comendador del Corral, y de Lope de Astúnniga, [comendador] de Guadalcanal, emienda por él Alfonso Díaz Coronado, comendador de Villafranca, e Gómez Mexía, comendador d’Estepa, emienda por él Juan Gutiérrez de Finistrosa, comendador de Cieça, y mosén García de Heredia, comendador de Ricote, y cavalleros y fleyres, bicarios y clérigos que con nos se ayuntaron en el dicho nuestro Capítulo, fue presentada y mostrada por vos, el dicho concejo de la dicha nuestra villa de Uclés, una petición de ciertos capítulos en ellos contenidos, la qual dicha petición fue vista y esaminada en el dicho nuestro Capítulo y fue probeydo por el dicho nuestro Capítulo y a cada uno de los dichos capítulos en la dicha petición contenida en esta manera que se sigue:

Primeramente, a lo que se contiene en el primero capítulo, en que dize que las quadrillas [de los] adarves de la dicha villa contenidos en el alanzel, asy del comendador de Uclés y del Arcipreste y clérigos de la dicha villa, que las hiziesen segund y en la manera que syenpre se acostunbró por el dicho alcanze e segund que nos y el dicho nuestro prior de la dicha nuestra villa y lugares de su Común lo hizimos y avemos fecho, por quanto las dichas quadrillas de los dichos adarves estaban derribados.

…E yo, Fernán Sánchez, bicario de Santa María de Tudia y de Reyna, notario del Capítulo, fuy presente a todo lo susodicho e por mandado de los dichos sennores prior presydente, comendadores mayores, trezes y Capítulo, esta carta hize escribir, en testimonio de lo qual fize aquí este myo signo.

Fernandus Sancii vicarius.

Fuentes.- Pedro Andrés Porras Arboledas

PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO (SIGLOS XIII-XVI)

domingo, 12 de marzo de 2023

Mis recuerdos en Guadalcanal

Una orquesta con el vocalista de color, de Azuaga, cantando el Tico Tico

El recuerdo más remoto que tengo es que me llevan en brazos, no sé si mi madre mi prima Magdalena o mi niñera Justa, que no lo veo claro. Yo, aunque no vivía en el pueblo, lo frecuentaba mucho, varias veces al año, y siempre estaba acompañado de mi primo Pepe Fontán. Él y su hermana Aurelia eran para mí como hermanos. Recuerdo los viajes tan bonitos en tren, el correo de Mérida, con mis padres y mi hermana María Dolores. Recuerdo trenes con muchos militares y moros, eso sería durante la guerra. Mis amigos Manolo González Rincón y sus primos Pepe y Fermín Rincón, con los que tanto me divertía jugando en el pueblo y en los alrededores, sobre todo por las Erillas y huertas próximas hasta el puente de Sevilla y la sierra. Recuerdo que mi hermana me subía a un risco que hay en la esquina de Costanilla y Pozo Berrueco y aquello para mí era un rascacielos, debía de ser pequeñísimo quizás finales del año 35 o 36. Se viene a mi memoria cuando creció una rama de olivo en la fachada de la iglesia de San Sebastián por donde estaba la torre y estaba todo el mundo admirado, hubo quien dijo que podía ser un milagro, o cuando bajaron las cam­panas de esa iglesia para quitar la torre, nos subíamos a ellas y le dábamos con piedras para tocarlas. Esa era mi parroquia. Ya habían pasado los tiempos del Chato de Malcocinado. Recuerdo los bailes del casino de la plaza, con una orquesta con el vocalista de color, de Azuaga, cantando el Tico Tico, Santa Lucía, en forma en los primeros años cuarenta, que estaban de moda, las coplas que hoy me siguen encan­tando. Recuerdo la matraca en los días de Semana Santa y a Cabanillas tirando de la cuerda. Es que no podían tocar las campanas con Jesu­cristo muerto. También recuerdo a mis amigos los Quinteros, el mayor que murió joven y uno que era de mi edad, eran de los más travie­so que había en el pueblo, aunque el más famoso era Pepe, lo recuer­do cantando al frente del grupo que acompañaba a la Virgen de Guaditoca en las romerías. Recuerdo cuando me vestían de nazareno con mi primo en la Soledad, en el año 50 me amaneció subiendo por la calle Granillos con una tuba al hombro, íbamos acompañando a otra hermandad, quizás a Nuestro Padre Jesús, pues era costumbre acompañarse unas a otras, o sea, una representación. También vie­nen a mi memoria las músicas de la banda antigua de Guadalcanal, los gañotes y la Verónica cantando en la plaza. Recuerdo lo mucho que jugaba en casa de mi abuela María Dolores en la Costanilla, una vez la acompañé al castillo de la Concepción donde vivía una mujer que proporcionaba grillos que se metían en una jaulita de alambres y decían que era para ahuyentar a los mosquitos, una costumbre anti­quísima. También jugaba en casa de mi abuela Encarnación en el Espíritu Santo, que por cierto había una fuente por allí arriba, enfren­te del convento, con un agua extraordinaria, pues bien, un día nos llevó a mi primo y a mí a enseñarnos el pueblo, estuvimos haciendo una visita, ella era muy religiosa, a la iglesia de Santa María y después nos enseñó, entre otras cosas, el túnel y la vía desde el puerto y nos asomamos agarrados de la mano y yo quedé asombrado. En una oca­sión fue a confirmar el obispo de Badajoz o fue una visita pastoral, no recuerdo bien, y nos acompañó ella, era la década de los cuarenta. Recuerdo el jaleo de caballerías que había en Guadalcanal por la ma­ñana temprano y al anochecer, que es digno de recordarse; un pueblo eminentemente agrícola con muchos labradores y hortelanos. El am­biente en Guadalcanal era el mismo que a principios de siglo y aun­que de los siglos pasados con muchas calles empedradas desde hacía cientos de años según mis abuelas. Recuerdo que aprendí a montar en bicicleta en el Palacio y calle Santa Clara con mi primo y los Rin­cón. Un día bajé de la estación sin frenos y al llegar a la carretera de Llerena frené con el pie y di un batacazo saltando por lo alto y un perro que pasaba por allí en aquel momento también lo pasó mal. Estos son vivencias y anécdotas que sé que le gustan mucho a mi gran amigo Ramón Jiménez Rufián. Así no sé si se acordará cuando se iba la luz y decían que algo pasaba en el Martinete que es donde estaba la central eléctrica. Me decía Ángel Fontán que la cruz del Puerto la hizo él, que hay una corriente de agua por debajo del pueblo y, según recuerdo, que hay un pasadizo secreto desde el cementerio hasta la Iglesia de Santa María. Las entradas están tapadas. Recuerdo los veranos con la feria y la antigua feria de ganado donde ahora está la piscina y de las peleas que había en estas. También la procesión infantil que el día de las Cruces de Mayo hacia el Sanito que andaba con una muleta. Recuerdo que estando de médico en Casas de Reina y Reina pasé consulta en Guadalcanal en marzo y abril de 1980 por el Dr. Chamorro en la calle Luenga y en la última me tuvo que hacer las recetas Emilio Costillo ya que me fracturé la muñeca, derecha al caerme con la niña, que tenía catorce días, sobre la vía de la estación de estación de Las Casas, y ahora que me acuerdo estuve en la celebración de la misa en Santa Ana el día 26 de Julio de 1979 donde leí la epístola recién llegado D. Antonio.

Un recuerdo especial para mis amigos de Guadalcanal, muchos ya fallecidos pero que los cito entre los vivos porque siguen siendo mis amigos; como siempre, unos son más íntimos que otros, con más relación o con menos, incluso muchos, compañeros de dominó. Baltasar López de Ayala, Rafael Torrado Aguión, Ramón Jiménez Rufián, José Álvarez Medina, Rafael Ibáñez Rincón, Manuel López Blandez, Cándido Rivero Sanz, Agapito Hernández, Miguel Chaves Álvarez, Miguel Chaves Muñoz, Jesús Blandez, Cayetano Blandez, Leopoldo Tena, Rafael López Oleína, Gerardo Pérez Morente; mis recuerdos para mis compañeros los doctores J. L. Barragán, Ángel Marquínez, Antonio Barrera y Ceferino Cabezas, y también para Bienvenido del Castillo y Emilio Costillo, que me he enterado que ya no está en el pueblo. Era un buen gastrónomo y excelente amigo y en dos ocasiones nos reunió a todos los médicos incluido el farmacéutico Enrique Gómez-Álvarez y el médico de Ahillones Claudio Cabezas Cuenca para comer en el casino. También recuerdo a Parrón, Ignacio Núñez y Vicente Amigo, así como a Joaquín Yanes Rivero, Ignacio Criado, Rafael Rodríguez Márquez, Casto Perelló y los hermanos Arcos.

Un recuerdo para Antonio Fontán Pérez, Antonio Fontán Yanes, Collantes de Terán, Albero de las Heras y Andrés Mirón padre, mi antiguo y gran amigo Carmelo Rivero, Ezequiel Rius y parientes, Placido de Cote, Pepe el guardia, mis familiares Pepe Fontán y su padre, Adriano Atalaya, asimismo Ignacio Cabezas, Ramón Agustín González Rincón, Rafael Rivero Morente, Amador Rufián Cabezas, Antonio Yerga, Rafael Montero y Jesús Rivero Yanes, y para mis amigos Manolo, Pepe y Fermín Rincón.

Mis saludos para los Sres. Alcalde, Cura Párroco y Mensaque Romera.

Si se me olvida alguno, a pesar de esta larga relación, le pido disculpas desde aquí.

Un abrazo:

ANTONIO GORDON BERNABÉ
Revista de feria 1998

domingo, 5 de marzo de 2023

Guadalcanal y la orden de Santiago siglos XIII al XVI (4 de 10)


PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO.

Cuarta parte

PROVINCIA DE LEÓN

Documentación que afecta a la villa de Guadalcanal.

 Capítulo de Uclés, 12 de octubre 1440

El Infante-maestre don Enrique confirma al concejo del Hinojoso privilegio propio de 1421.

AHT, leg. 78.219.

Don Enrique, Ynfante de Aragón e de Secilia, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Sanctiago, vimos una carta escripta en papel e firmada de mi nonbre e sellada con nuestro sello de cera en las espaldas, fecha en esta guysa:

[inserta documento de 1421]

… E agora el dicho concejo e omes buenos del dicho nuestro lugar de Finojoso enbiáronnos pedir por merced que les confirmásemos la dicha carta e gracias e mercedes en ella contenidas.

E nos, el sobredicho Ynfante, maestre general de la dicha Orden, con consejo e otorgamiento del amado nuestro don Juan Díaz de Coronado, nuestro prior de Uclés, prior, presydente e lugartheniente, de don Graviel Manrique, comendador mayor de Castilla, enmyenda por él Álvaro de Orozco, e de don Lope Álvarez, comendador mayor de León, e García López de Cárdenas, comendador de Caravaca, e Juan Martínez de Prado, comendador de Los Santos, e Lope Álvarez Osorio, comendador de Socovos, e don Fernando de Portugal, comendador de Bezejate, e Alonso Rodrigues Malaver, comendador de las Tiendas de Villamartín, enmyenda por [él] Luys de Carrança, e de mosén Luys de Manjarrez, comendador de Mérida, enmyenda por él Fernán Gonçales, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Manrique, comendador de Segura, enmyenda por él Fernand Vázquez de Paredes, comendador de Santa Cruz, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, e de Lope d’Estúnnyga, comendador de Guadalcanal, enmyenda por él Alonso Díaz de Cornado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Heredia, comendador de Ricote, e de Gómez Mexía, comendador d’Estepa, enmyenda por él Juan Gutierres de Finestrosa, comendador de Cieça, que son los treze de la dicha nuestra Orden, e de todos los otros comendadores e cavalleros e freyres e vicarios e clérigos que con nos se ayuntaron en el Capítulo general que nos hezimos y celebramos en el nuestro Convento de la nuestra villa de Uclés en día de Santa María de septienbre del anno de la datta desta nuestra carta, por les fazer bien e merced tovímoslo por bien e confirmámosles la dicha carta de previllegio e mandamos que les vala e sea guardada en todo, bien e cunplidamente, segund que en ella se contiene e segund que mejor e más cunplidamente les valió e fue guardada los tienpos pasados e della gozaron. E defendemos firmemente que nynguno ny algunos no sean osados de les yr ni de les pasar contra ello ny contra parte dello por gela quebrantar o menguar, ca qualquier que lo fiziesse, sy fleyre fuese, demandárgelo hemos con Dios e con Orden, e al seglar al cuerpo e a lo que oviesse nos tornaríamos por ello. E desto les mandamos dar esta nuestra carta, sellada con nuestro sello e con el sello del dicho Capítulo e firmada del dicho prior de Uclés e trezes de la dicha Orden e sygnada del sygno de Fernand Sanches, vicario de Santa Martía de Tudia e de Reyna, notario del dicho Cabildo. Dada en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, a doze días del mes de otubre, anno del nascimiento de nuestro Sennor Jesuchristo de mill e quatrocientos e quarenta annos. Jo, prior Uclensis. Nos el comendador mayor. García de Cárdenas. Joán Martínez. Lope Álvarez. García de Heredia. Fernand Gonçales. Don Fernando. Fernandinus vacalarius. Martín Pantoja. Álvaro de Horozco. Luys de Carrança. Juán Gutierres. Alonso Díaz. E yo, Fernand Sanches, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del Capítulo, fuy presente a todo lo sobredicho y esta carta fiz escrevir por mandado de los dichos sennores presydente e comendador mayor e trezes, en testimonio e lo qual fiz aquy mío syno.

Fernandus Santii vicarius. Registrada.

1440/10/15. Capítulo de Uclés

El Infante-maestre don Enrique de Aragón confirma todos los privilegios anteriores del Corral de Almaguer.

AHN, OO.MM., leg. 2/43.

Don Enrique, Ynfante de Aragón e de Secilia, por la gracia de Dios, maestre de la Horden de la Caballería de Santiago, vimos una carta de previllegio del maestre don Diego Monniz, nuestro antecesor, que Dios perdone, escripta en pergamyno de cuero e sellada con su sello de cera pendiente, fecha en esta guysa:

[inserta documentos de 1386, 1393 y 1426]

E agora el dicho concejo e homes buenos de la dicha nuestra villa del Corral enbiáronnos pedir por merced que les confirmásemos los dichos previllejos e mercedes e hordenanças en ellos conthenidas. E nos, el sobredicho Ynfante don Enrique, maestre general de la dicha Horden, con consejo e otorgamiento del amado nuestro don Juan Díaz de Cornado, prior del dicho convento, por nos presydente e lugartenyente, e don Grabiel Manrique, comendador mayor de Castilla, emyenda por él Álvaro de Orozco, caballero de la dicha Horden, e don Lope Álbarez, comendador mayor de León, e García López de Cárdenas, comendador de Caravaca, e Juan Núnnez de Prado, comendador de la Presa, e Lope Álbarez Osorio, comendador de Socobos, e de don Fernando de Portugal, comendador de Vezejate, e Alfonso Rodríguez Malaber, comendador de las Tiendas de Villamartín, emyenda por él Luys de Carrança, e de mosén Luys de Manjarrés, comendador de Mérida, emyenda por él Fernán Gonçález, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Manrique, comendador de Segura, emyenda por él Fernand Vázquez de Parada, comendador de Santa Cruz, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, e de Lope de Astúnniga, comendador de Guadalcanal, emyenda por él Alfonso Díez de Cornado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Heredia, comendador de Ricote, e de Gómez Mesía, comendador de Estepa, emyenda por él Juan Gutiérrez de Ynestrosa, comendador de Cieça, que son los treze de la dicha nuestra Horden, e de todos los otros comendadores e cavalleros e freyles e vicarios e clérigos que con nos se ayuntaron en el Cabildo general que nos fezimos e celebramos en el nuestro conbento de la nuestra villa de Uclés, el día de Santa María de setienbre del anno de la data desta nuestra carta, por les fazer vien y merced tobímoslo por bien e confirmámosles los dichos previllejos e mercedes e hordenanças en ellos conthenidas e mandamos que les valan e les sean guardadas e fechas guardar en todo, bien e cunplidamente, según que en los dichos previllejos, mercedes e hordenanças se contiene, e según que fasta aquí les an seydo e fueron guardadas.

… Va escripto sobrerraydo o diz «de previllegio» e o diz «sobre» e [o] diz «quier» e va escripto entre renglones o diz «tercia» e sobrerraydo o diz «el comendador e los» e o diz «penas».

García de Cárdenas. Don Fernando. Lope Álvarez. Jo. Prior uclensis. Juan Núnnez. García de Heredia. Martín Pantoja. Ferrand Vázquez. Luys de Carrança. Alfonso Díez. Fernán Gonçález. Juan Gutiérrez. E yo, Fernán Sánchez, bicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del Capítulo, fui presente a todo lo susodicho e, por mandado de los dichos sennores prior e presydente e comendadores mayores e trezes e Capítulo, esta carta fize escrebir, en testimonyo de lo qual fiz aquí este my signo.

Fernandus Sancii, bicarius. Registrada.

 Capítulo de Uclés, 15 de octubre de 1440

El Infante-maestre don Enrique de Aragón confirma privilegio suyo sobre los ganados de Villatobas.

AHN, OO.MM., leg. 3/7.

Don Enrique, Ynfante de Aragón e de Secilia, por la gracia de Dios, maestre general de la Orden de la Cavallería de Santiago, vimos una carta de previllegio, escripta en pargamino de cuero, firmada de nuestro nonbre y sellada con nuestro sello de cera pendiente, su thenor de la qual es este que se sigue:

[inserta privilegio de los ganados de Villatobas de 1327 y confirmaciones del mismo año, 1344, 1361, 1371, 1383, 1426 y 1440]

E agora el concejo, oficiales y omes buenos del dicho nuestro lugar Villatovas, nuestros vasallos, enviáronnos pedir por merced que les confirmásemos la dicha carta de previllegio y todo lo en ella contenido e gela mandásemos guardar. E nos, el dicho Ynfante don Enrique, maestre general de la dicha Orden, con consejo e otorgamiento de nuestro amado don Juan Díaz de Coronado, prior de Uclés, nuestro presidente y lugarteniente en el dicho Capítulo, e de don Graviel Manrique, comendador mayor de Castilla, emienda por él Álvaro de Orosco, e de don Lope Álvarez, comendador mayor de León, e de Garci López de Cárdenas, comendador de Caravaca, e de Juan Núnnez de Prado, comendador de La Presa, e de Lope Álvarez de Osorio, comendador de Socovos, e de don Fernando de Portugal, comendador de la Torre de Vejezate, e de Alfonso Rodríguez Malaver, comendador de las Tiendas de Villamartín, emienda por él Luys de Carrança, e de mosén Luys de Manjarrés, comendador de Mérida, emienda por él Fernán Gonçales, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Manrique, comendador de Segura, emienda por él Fernán Vázquez de Parada, comendador de Santa Cruz, e de Lope de Estúnniga, comendador de Guadalcanal, emienda por él Alfonso Díaz Coronado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Eredia, comendador de Ricote, e de Gómez Mexía, comendador de Estepa, emienda por él Juan Gutiérrez de Fenestrosa, comendador de Cieça, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, que son los treze de la dicha Orden, y de todos los otros freyres, vicarios e cavalleros y clérigos que con nos se ayuntaron en el Capítulo general que nos fizimos y celebramos en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, el día de Santa María de setienbre del anno de la data desta nuestra carta, tovímoslo por bien e confirmámosles el dicho previllegio e todo lo en él contenido y mandámosles que les vala y sea guardado sí e según que mejor y más conplidamente les valió e fue guardada e cunplida en los tienpos pasados fasta aquí. Y defendemos firmemente que ninguno nin algunos non sean osados de les yr nin pasar nin consintades yr nin pasar contra ello nin contra parte dello, nin de lo en él contenido, en algún tienpo nin por alguna manera, por gela quebrantar o amenguar, ca, si freyre fuere, demandárgelo emos con Dios y con Orden, y al seglar al cuerpo [y] a lo que oviese nos tornaríamos por ello. Y desto les mandamos dar esta nuestra carta sellada con nuestro sello y con el sello del dicho Capítulo y sinada del signo de Fernán Sánchez, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del dicho Capítulo. Dada en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, quinze días de otubre, anno del nascimiento del nuestro Sennor Jesuchristo de mill e quatrocientos e quarenta annos. García de Cárdenas. Don Fernando. Lope Álvarez. Johannes, prior uclensis. Juan Nunnes. Martín Pantoja. García de Heredia. Fernán Vázquez. Luys de Carrança. Juan Gutiérrez. Fernán Gonçales. E yo, Fernán Sánchez, vicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del Capítulo, fuy presente a todo lo susodicho e por mandado de los dichos sennores prior, presidente e comendador mayores e trezes e Capítulo, esta carta fiz escrevir, en testimonio de lo qual fiz aquí este mi signo. Fernandus Sancii vicarius.

 1440/10/20. Capítulo de Uclés

El Infante-maestre don Enrique de Aragón confirma al concejo y judería de Segura de León una serie de 45 sentencias dictadas por los visitadores a su favor y contra el comenda-dor mayor de León.

AHT, leg. 78.123-2.

Don Enrique, Ynfante de Aragón e de Cecilia, por la gracia de Dios, maestre de las Orden de la Cavallería de Santiago, vimos una carta [de Diego Álvarez de Mesa, Juan Martínez de Prado, comendador] del Oliva, e de Hernán Sánchez, bicario de Santa María de Tudia e nuestro capellán, nuestros bisytadores en la provincia de León, firmada de sus nonbres y sellada con su sello, el thenor de la qual es este que se sygue:

[inserta 45 sentencias dictadas por los visitadores, entre el comendador mayor de León y el concejo y judería de Segura de León en 1417]

E agora el dicho concejo y aljama de la nuestra villa de Segura, nuestros vasallos, enbiáronnos pedir por merced que les confirmásemos las dichas sentencias e capítulos en ella contenidos, de los dichos nuestros visytadores e todo lo en ellas contenido. E nos, el dicho Ynfante don Enrique, maestre general de la dicha Orden, con consejo e otorgamiento de nuestro amado don Juan Díaz de Coronado, prior de Uclés, e don García Manrique, comendador mayor de Castilla, emyenda por él Álbaro de Orozco, e don Lope Álbarez, comendador mayor de León, e de don García López de Cárdenas, comendador de Caravaca, e de Juan Martínez de Prado, comendador de la Pasa [sic], e de Lope Álbarez Osorio, comendador de Socovos, e de don Hernando de Portugal, comendador de la Torre de Vezcante [sic], [y de] Alfonso Rodríguez Malaver, comendador de las Tiendas de Villamartín, emyenda por él Luys de Carrança, e de mosén Luys Mangarrés, comendador de Mérida, emyenda por él Francisco García, comendador de la Cámara, e de don Rodrigo Manrique, comendador de Segura, emienda por él Hernán Vázquez de Prada, comendador de Santa Cruz, e de Lope de Çúnniga, comendador de Guadalcanal, emyenda por él Alfonso Días de Coronado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Heredia, comendador de Ricote, e de Gómez Mexía, comendador d’Estepa, emyenda por él Juan Gutiérrez de Enestrosa, comendador de Cieça, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, que son los treze de la dicha Orden, e de todos los otros fleyres, comendadores y cavalleros y clérigos que con nos se ayuntaron en el nuestro Capítulo general que nos hizimos y celebramos en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, en día de Santa María de setienbre del anno de la data desta carta.

E yo, Alfonso Sánchez, bicario de Santa María de Tudia e de Reyna, notario del Capítulo, fui presente a todo lo susodicho, por mandado de los dichos sennores prior e presydente, comendadores mayores e trezes del Capítulo esta carta fize escribir, la qual va escripta en diez e seis ojas de pargamino, va con ésta en que van las firmas de los dichos sennores e mi signo, y cada una plana firmada de mi nonbre, en testimonio de lo qual fize aquí myo signo.

Fernandus Sanchi bicarius. Registrada.

 Capítulo de Uclés, 5 de noviembre de 1440

El Infante-maestre don Enrique de Aragón confirma los privilegios anteriores del concejo de Tarancón ―de 1403 y 1404 y sus confirmaciones de 1426 y 1440― y, a petición del mismo, aparta a caballeros y escuderos de las suertes para ser elegidos alcaldes y regidores.

AHN, OO.MM., leg. 2/26.

AHN, Estado, MPD, leg. 1.208.

Don Enrique, Ynfante de Aragón e de Secília, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, a vos, el concejo, alcaldes e oficiales e homes buenos del nuestro lugar de Tarancón, que agora son e serán de aquí adelante. Salud e gracia. Sepades que en el nuestro general Capítulo que celebramos en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés el anno de la data de esta nuestra carta, por vuestro procurador suficiente en vuestro nombre, ante el nuestro amado don Joán Díaz de Coronado, prior del dicho convento, por nos presidente en el dicho Capítulo, nuestro lugartinyente, ante don Lope Álvarez, comendador [mayor] de tierra de León, e los treze que en dispusición de la dicha Orden assisten e deven asistir e cavalleros e freyles del dicho Capítulo, fue presentada una vuestra petición, la qual en efecto contiene el privillegio que vosotros havedes de nos e de nuestra Orden para que pudiésedes exercer juridición cebil en el dicho lugar Tarancón por vuestros alcaldes fasta en contía de trezientos mrs., e otras mercedes e gracias en el dicho privillegio contenydas, el qual dicho privillegio fue visto en el dicho Capítulo e fue confirmado e mandado guardar. E dezides que agora los cavalleros e escuderos que biven en el dicho nuestro lugar Taracón que se opusieron ante vos a los dichos oficios, diziendo que devían ser recevidos a los dichos oficios de alcaldías e regimyentos como eran recevidos los pecheros del dicho lugar, e que, si así hoviese de pasar, que a vosotros sería fecho manyfiesto agrabio, porque después que la dicha merced vos fue fecha nunca fueron recevidos a los dichos oficios los cavalleros e escuderos del dicho lugar, salvo los pecheros, e por otros agravios que por la dicha vuestra petición relataes.

La qual, por nos vista, con consejo e otorgamyento del dicho don Juan Díaz de Coronado, prior de Uclés, e don Graviel Manrique, comendador mayor de Castilla, emyenda por él Álvaro de Orozco, e de don Lope Álvarez, comendador mayor de tierra de León, emyenda por él Alfonso de Fuentesalida, comendador de Montealegre, e de Garci López de Cárdenas, comendador de Caravaca, e de Juan Núnnez de Prado, comendador de la Presa, e de don Fernando de Portogal, comendador de la Torre de Cejate, e de Lope Álvarez Osorio, comendador de Mérida, emyenda por él Hernán Gonçález, comendador de la Cámara, e de Rodrigo Manrique, comendador de Segura, emyenda por él Hernán Vázquez de Parada, comendador de Santa Cruz, e de Lope de Çúnnyga, comendador de Guadalcanal, emyenda por él Alfonso Díaz de Coronado, comendador de Villafranca, e de mosén García de Heredia, comendador de Ricote, e de Gómez Mexía, comendador de Estepa, emyenda por él, Juan Gutiérrez de Finystrosa, comendador de Cieça, e de Martín Pantoja, comendador del Corral, que son los treze de la dicha Orden, e de todos los otros freyles e vicarios e cavalleros e clérigos que con nos se ayuntaron en el dicho Cabildo general, tovímoslo por bien e es nuestra merced que, non obstante la opusición fecha por los dichos cavalleros e escuderos a los dichos oficios de alcaldías e regimyentos, que nosotros usedes de los dichos oficios de alcaldías e regimyentos así e según que en el dicho previllegio se contiene e como lo acostumbrastes e usastes fasta aquí.

E defendemos firmemente que nynguno ny algunos no sean osador de vos yr ny pasar contra esta dicha nuestra carta de merced en nynguna manera, ca qualquier que lo fiziese, si freyle fuese, demandárgelo y amos con Dios e con Orden, e al seglar al cuerpo e a lo que ho viese no tornaríamos por ello. E desto os mandamos dar esta nuestra carta sellada con nuestro sello e con el sello del dicho Cabildo e firmada del prior, nuestro presidente, e de algunos de los treze del dicho Cabildo e sus emyendas e signado del signo de Fernán Sánchez, vicario de Tudia e de Reyna. Dada en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, cinco días del mes de novienbre, anno del nascimyento del nuestro Sennor Jesuchristo de myl y quatrocientos e quarenta annos. Jo. prior uclensis. García de Cárdenas. Lope Álvarez. Joan Núnnez. Don Fernando. García de Heredia. Luys de Carrança. Martín Pantoxa. Álvaro de Horozco. Joán Hernández. Alfonso Díaz. Fernán Gonçález. Y yo, Fernán Sánchez, vicario de Santa Martía de Tudia e de Reyna e notario del Capítulo, fuy presente a todo lo susodicho e por mandado de los dichos sennores prior presidente e commendadores mayores e trezes e Capítulo esta carta fize escrevir, en testimonyo de lo qual fize aquí este myo signo.

Fernandus Sancii, vicarius.

 Fuentes.- Pedro Andrés Porras Arboledas

PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO (SIGLOS XIII-XVI)

domingo, 26 de febrero de 2023

Guadalcanal siglo XV


Documentos sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo

 Reproducimos algunas referencias bibliográficas y documentales de Guadalcanal, dictados durante el reinado de Enrique IV, conocido despectivamente por muchos historiadores como “el impotente”. Pues a pesar de casarse dos veces, en ambas por imposición y motivos políticos no tuvo descendencia y en la corte no se le conocían concubinas ni “visitador de camas femeninas”, según mentideros de la corte y su voz y aspecto afeminado contribuían a dar fe de estos rumores.

Sus primeras nupcias fueron en 1440, a la edad de quince años, en una ceremonia oficiada por el cardenal Juan de Cervantes, se celebró el matrimonio del príncipe Enrique con la infanta Blanca de Navarra. En mayo de 1453, el obispo de Segovia Luis Vázquez de Acuña declaró nulo el matrimonio de Enrique y Blanca, atribuyéndose a una impotencia sexual de Enrique debida a un maleficio e incapacidad para concebir ya que eran primos. Esto no fue óbice para que se casara nuevamente con Juana de Portugal, en Córdoba en mayo de 1455 con la que deseaba contraer matrimonio desde que la conoció, a pesar de ser también primos. El 28 de febrero de 1462, la reina tuvo una hija, llamada Juana, cuya paternidad se vio cuestionada durante el conflicto por la sucesión por la corona.

         No obstante, durante su reinado y a pesar de intrigas palaciegas, guerra civil y conflictos sucesorios, la Corona de Castilla a la que pertenecía Guadalcanal fue transformada e impulsada a la modernidad como reflejan estos documentos que se transcriben a continuación.

 Documento 178

         Ávila 31 de agosto de 1445, iglesia de Santiago del Arrabal. Capítulo de la Orden de Santiago celebrado para la elección de maestre, por encontrarse vacante el maestrazgo por la muerte de Enrique, infante [de Aragón], y recayendo la elección en Álvaro de Luna, condestable de Castilla, conde de San Esteban. Se hallan presentes: Juan Díaz de Cornado, prior de Uclés, lugarteniente de maestre; Gabriel Manrique, comendador mayor de Castilla; García López de Cárdenas, comendador mayor de León; Fernando de Portugal, comendador de Oreja; Lope de Stúñiga, comendador de Guadalcanal; mosén Luis de Majares, comendador de Azuaga; Martín Pantoja, comendador del Corral [de Almaguer]; Gómez Mejía, comendador de Vecejate; Lorenzo de Figueroa, comendador de Mohernando; Alfonso de Robredo, comendador de Montemolín; todos ellos “son del número de los trece de la dicha Orden”; “y otros cavalleros y freires clérigos y legos della juntos capitularmente”. El maestre difunto fue sepultado en el monasterio de San Pedro Mártir de la ciudad de Calatayud, en junio de este mismo año, y había dispuesto que se hiciera capítulo para elegir sucesor a su muerte, lo cual decidieron hacer el prior y los miembros del capítulo para el día 2 de septiembre de 1445, estando presentes como testigos: Vasco Alfonso, subprior de Uclés y Montalbán; Juan Hurtado; Juan García, vicario de Segura [de León]; y Alfonso García, todos ellos clérigos freires de la Orden. El 2 de septiembre de 1445 se celebró definitivamente el capítulo, estando presentes: Juan Díaz de Cornado, prior de Uclés; Alfonso Fernández, prior de San Marcos de León; y los sobredichos “treces”, freires y caballeros, “juntos capitularmente en el coro de la yglesia mayor de dicha cibdad”. Por hallarse ausentes algunos de “los trece”, imprescindibles para la elección, hubo determinadas representaciones: Fernán Vázquez de Parada, comendador de Santa Cruz, estuvo representado por Rodrigo Manrique, comendador de Segura; Mendo de Quesada, por Lope Álvarez Osorio, comendador de Socovos; Alfonso Díaz, comendador de Rivera, por mosén García de Heredia, comendador de Ricote; Luis de Carranza, comendador de Ventoso, por Alfonso García Malaver, comendador de Cieja. “Los trece” eligieron por maestre de la Orden a Álvaro de Luna, quien aceptó, y lo comunicaron al capítulo; a continuación, juró el cargo en presencia de todos, tomándole la palabra el prior de Uclés. Entre las condiciones que hubo de jurar, destaca la de mantener los conventos y enfermerías según ordena la Regla de la Orden y del modo en que estaban desde el maestrazgo de Lorenzo Suárez [de Figueroa], así como la de guardar los derechos de los comendadores y de las casas como se habían mantenido desde el maestrazgo de Pelay Pérez Correa. Después se le instituyó canónicamente como nuevo maestre, con los ritos propios. Ante Fernán Sánchez, vicario de Santa María de [Ten]tudía y de Reina, notario del capítulo, y el bachiller Alfonso Sánchez de Ávila, notario público por la autoridad apostólica, estando presentes los siguientes testigos: Juan Carrillo, adelantado de Cazorla; el relator Fernando Díaz de Toledo, [oidor, refrendario y secretario real]; Fernando de la Cámara; Juan García, vicario de Segura [de León]; Vasco Alfonso, subprior de Uclés y Montalbán; y Ruy González. RAH, col. Salazar, 9/816 (ant. M-9), fol. 301-303. Copia de un amanuense de Salazar, sacada del archivo ducal del Infantado. Reg. Índice, vol. 30, p. 69.

 Documento 1678

         Toledo, 2 de noviembre de 1462. Acuerdo del Ayuntamiento de Toledo, sobre la prisión del comendador [de Guadalcanal, en la Orden de Santiago], Lope de Zúñiga, sobre haber forzado las puertas del convento de monjas de Santo Domingo, y quebrantado su clausura, para sacar a la fuerza a María de Guzmán, su mujer, que estaba depositada en dicho convento.

RAH, col. Salazar, 9/1087 (ant. O-6), fol. 171-172v. Copia de letra del siglo XVII, obtenida del archivo de los condes de Villaverde. Reg. Índice, vol. 40, p. 468 

 Documento 1772

         Tendilla, 25 de agosto de 1463. Escritura de fundación del monasterio de Santa Ana de Tendilla, de la Orden de San Jerónimo, que otorgó Íñigo López de Mendoza, [I] conde de Tendilla, señor de Sangarrén, donando para ello su iglesia y ermita de Santa Ana a favor de fray Juan Melgarejo, como prior y en nombre de la comunidad de San Isidoro [del Campo, Santiponce], cerca de la ciudad de Sevilla, con el fin de realizar dicha fundación con monjes de este cenobio. También se recoge la toma de posesión de la ermita por el citado religioso, junto con fray Vasco de Guadalcanal y fray Gonzalo de Valderrama, profesos igualmente de San Isidoro del Campo, dejando al cargo del lugar a Juan González, trapero vecino de Tendilla, hasta que llegaran los monjes fundadores. Ante Juan Páez de Peñalver, notario público por las autoridades apostólica, real y arzobispal de Toledo, y los siguientes testigos: Diego González de Guadalajara, contador del conde de Tendilla; Alfonso Fernández Ballestero y Alfonso Martínez Mingote, escribanos reales; Martín García de Nicolás.

RAH, col. Salazar, 9/808 (ant. M-1), fol. 128-128v. Copia simple de letra del siglo XVII. Reg. Índice, vol. 28, p. 262. RAH, col. Salazar, 9/808 (ant. M-1), fol. 129-131. Reg. Índice, vol. 28, p. 262.

 Documento 1787

         Llerena, 30 de noviembre de 1463.Testamento otorgado por Juan Alfonso de Novoa, comendador [de los bastimentos de la provincia de León], en la Orden de Santiago, realizado ante Francisco Sánchez de Córdoba, escribano y notario público, y en el que dispone mandas sobre diversos bienes y rentas, algunos de ellos en Fuente de Cantos y Llerena [actual provincia de Badajoz], Guadalcanal [Sevilla], Jaén y Los Hinojosos [Cuenca], para las siguientes personas: criados y criadas; su escudero Pedro de Arana; Catalina de Arana, quien le había atendido en sus enfermedades; su hija Inés; su nieta Teresa, hija de Juan de Mendoza y de su hija Isabel; su hija Teresa; su mujer María de Lara; su hija Isabel, esposa de Juan de Mendoza. Previamente, había renunciado a su encomienda a favor de su hijo Juan de Montealegre. Nombra como albaceas: el licenciado Miguel Ruiz de Talavera, su consuegro; el comendador Juan de Montealegre, su hijo; su nieto Fernando, hijo de Juan de Montealegre.

RAH, col. Salazar, 9/808 (ant. M-1), fol. 216-217. Copia autógrafa de Salazar. Reg. Índice, vol. 28, p. 194.

 Documento 1789

         Llerena, 30 de noviembre de 1463. Extracto del testamento del comendador Juan Alfonso de Novoa: Enterramiento en la iglesia de Santa María. Celebración de misas por su alma y la de sus padres. Diversas mandas a sus criados. A su escudero Pedro de Arana, las primicias de Fuente de Cantos. Encarga a su hijo, el comendador Juan de Montealegre, y al licenciado, su consuegro, que cumplan con todas sus disposiciones y que acudan a Catalina de Arana con las primicias de Guadalcanal, a quien además otorga todos sus muebles. Se guarde la venta que hizo a dicho licenciado de sus bienes en los Finojosos, lugar de la Orden de Santiago, y en el Finojosal de Belmonte, lugar de Juan Pacheco, marqués de Villena. A doña Teresa, su nieta, hija de Juan de Mendoza y de su hija Isabel, cierta cantidad de dinero, joyas y plata que él dejó en poder de doña María Álvarez de Lara, su mujer, cuando salió de Socovos. A su hija Teresa ciertas cantidades de ajuar. Constituye heredera universal a su hija Isabel, mujer de Juan de Mendoza. A su nieta Inés las casas de Jaén.

Francisco Sánchez de Córdoba, escribano del rey y notario público de Llerena. RAH, Col. Diplomática de España, 11/9089, doc. 49. Sacado de Salazar, Historia de la Casa de Lara, tomo 4, pág. 616.

 Documento 2033

         Carrión, 20 de junio de 1465. Carta de Juan Manrique, vicario general perpetuo en las vicarías de Santa María de Tudía y Reina, nombrando a Ferrand Matheos, clérigo de la iglesia de Señora de Santa María, de la villa de Guadalcanal, juez y vicario en dicha villa, perteneciente a la jurisdicción de sus vicarías.

RAH, Col. Diplomática de España, 11/9089, doc. 104. Sacado de Bularium Ordinis Militaris Sancti Jacobi, p. 428.

  Documento 2247

         Toledo, 30 de agostos de 1466. Escritura de fundación del patronato del monasterio de Santa Catalina, de Toledo, por Lope de Zúñiga, comendador de Guadalcanal, en la Orden de Santiago.

RAH, col. Salazar, 9/1087 (ant. O-6), fol. 173. Copia de letra del siglo XVII, obtenida del archivo de los conde de Villaverde. Reg. Índice, vol. 40, p. 468.

 Documento 2275

         1466. s.l. Noticia del patronato de Lope Ortiz de Zúñiga, comendador de Guadalcanal, de la Orden de Santiago, sobre el convento de Santa Catalina de Toledo. RAH, Col. Diplomática de España, 11/9089, doc. 150. Sacado de Maldonado, Bibliotheca del Marqués de Montealegre, fol. 134; en el Índice de los 14 tomos de Privilegios, tomo 6.

 Documento 2713

         Los Santos, 20 de octubre de 1469. Noticia de la confirmación por el maestre [de la Orden de Santiago] Juan Pacheco de los privilegios, mercedes, franquezas, buenos usos, costumbres, fueros y sentencias de visitadores a favor de la villa de Llerena realizada en el Capítulo General. Añade la noticia de su confirmación por los Reyes Católicos en Tordesillas, el 6 de junio de 1494, según consta en los privilegios de dicha ciudad, que se encuentran en su archivo, con seis testimonios dados por Juan Joseph Murillo: el primero de la dehesa del Canchal; el segundo de la dehesa del Encinar; el tercero de los privilegios de la alcaidía y comunidad de pastos con Reina y Guadalcanal, y aprovechamiento en Maguilla; el cuarto, confirmación de todos los privilegios de Llerena por el maestre Juan Pacheco; el quinto, confirmación por los Reyes Católicos en 1494; el sexto, la sentencia sobre el ensanche y señalamiento de la dehesa para Llerena.

RAH, Col. Diplomática de España, 11/9090, doc. 216. Sacado de Chaves, Apuntamiento legal, fol. 174v.

 Documento 3088

         Toledo, 28 de diciembre de 1471. Carta de desafío enviada por Lope Ortiz de Stúñiga, [comendador de Guadalcanal], por medio de Alonso Valiente, su trompeta y oficial de armas, a Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida, [señor de la villa de Casarrubios], permitiéndole que escoja el lugar que quiera para el combate en sus propios lugares y tierras, e indicando que sólo llevará dos servidores que le armen y administren sus cosas.

BN, Ms.res. nº 226-27. Original en una hoja en folio. Firma del otorgante. Carta partida por A, B, C. Reg. Índice, vol. 1, p. 462. RAH, col. Salazar, 9/440 (ant. F-34), fol. 30-33v. Copia manuscrita simple del siglo XVI. El original era una carta partida por A, B, C. Reg. Índice, vol. 20, p. 273-

 Documento 3091

         Guadamur, 29 de diciembre de 1471. Respuesta de Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida, señor de la villa de Casarrubios, a Lope Ortiz de Stúñiga, comendador de Guadalcanal, quien le había mandado una carta de desafío por medio de Alonso Valiente, trompeta y oficial de armas del segundo, y que acepta.

Firmada por el conde, con su sello y partida por A, B, C. RAH, col. Salazar, 9/440 (ant. F-34), fol. 33v-34v. Copia manuscrita simple del siglo XVI. El original era una carta partida por A, B, C. Reg. Índice, vol. 20, p. 273.

 Documento 3094

         Guadamur, 31 de diciembre de 1471. Segunda respuesta de Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida, señor de Casarrubios, a Lope Ortiz de Stúñiga, comendador mayor de Guadalcanal.

RAH, col. Salazar, 9/440 (ant. F-34), fol. 37-38. Copia manuscrita simple del siglo XVI. Reg. Índice, vol. 20, p. 273

 Documento 3102

         Toledo, 17 de enero de 1472. Nueva réplica de Lope Ortiz de Stúñiga, comendador de Guadalcanal, a Pedro López de Ayala, conde de Fuensalida, señor de Casarrubios. Le acusa de rehuir el desafío de enfrentarse personalmente entre ellos, a pesar de haberle ofrecido que lo hiciesen en las tierras del conde. Dice que él [el comendador], sin embargo, ha demostrado su valentía en catorce desafíos con otros caballeros, de los que acudieron doce, y de ellos diez lo hicieron en paso de Órbigo, y los otros dos en Segovia y Roa, habiendo salido vencedor en todos los casos. Le dice que si finalmente se decide a entrar en combate con él y le mata [el conde al comendador], le dejará por universal heredero de todos sus bienes, en premio de caballería; si, por el contrario, vence el comendador, se dará por contento simplemente con el galardón de la venganza y victoria; y se compromete a cumplirlo.

RAH, col. Salazar, 9/440 (ant. F-34), fol. 38-40v. Copia manuscrita simple del siglo XVI. El original era una carta partida por A, B, C. Reg. Índice, vol. 20, p. 273.

 Documento 3901

         Villaverde, s.a., 20 de septiembre. Carta de Juan II a Lope Álvarez de Henestrosa, comendador mayor de León [en la Orden de Santiago], “como aquél de quien mucho fío”, respondiéndole a la que le envió por medio de Manuel García, su criado, y ordenándole que se entreviste con el condestable [Álvaro de Luna] para tratar del servicio al monarca, además de hacerle merced de los bienes del comendador de Guadalcanal.

Firmas del rey y del doctor Fernando Díaz de Toledo, oidor, refrendario y secretario real. RAH, col. Salazar, 9/808 (ant. M-1), fol. 235-235v. Copia simple de letra del siglo XVII, obtenida del original en el Archivo de Écija y del traslado autorizado en el archivo del marqués de Peñaflor. Reg. Índice, vol. 28, pp. 268-269.

 Real Academia de la Historia y hemerotecas