Mi
estimado señor español, hoy quisiera analizar y reparar en una
falacia más con la que se os viene engañando una y otra vez a Vd.
y al resto de los españoles de su civilizado país, me gustaría
que Vd. señor reparara en lo que denominar “las administraciones
locales”.
Por
supuesto, se os engaña, porque vuestro pueblo y vos mismo sois
dados a vivir del cuento que les
cuenta el político que del cuento vive, en una nación
con pies de barro y que forma parte de un continente sin alma, os
estimáis poco, señor y concedéis crédito a todo aquél que dice
preocuparse por vosotros, mayormente si este se disfraza de político,
tal parece que ser objeto de la mentira y el engaño os tiene sin
cuidado, pues bien, señor, comprenderéis que a mí, un luzlandés
que solo tiene que rendir cuentas al jefe de mi tribu, o sea, a mí,
aún me afecte menos, si bien, las consecuencias de estas acciones me
afectan directamente y de modo doloroso en ocasiones, cuando Europa
tose, África ya tiene agarrada la gripe crónica o gripe aviar.
La gran
patraña desde mi humilde y lejano punto de vista, es esta:
“La
descentralización autonómica de servicio al súbdito, en el
concreto caso de su nación debería permitir acercar la
administración estatal al ciudadano”, perdone mi parrafada
señor, yo no lo veo así, verá, mi sufrido español, una cosa es
acercar la ventanilla única al ciudadano al que se le ofrecen
servicios estatales y de su proximidad, y otra cosa muy distinta es
distanciarle de una lógica solución, el Estado, por definición, en
mí país que no es precisamente ejemplo de democracia occidental a
cualquier problema se nos da una solución única, una voluntad de
marcha en común, un acuerdo de todos, o de los jefes de tribus y
militares de turno, sobre las normas generales de convivencia, a
esto le llaman Vds. dictadura, nosotros simplemente le llamamos
respuesta y lo acatamos.
No
quiero criticar ni analizar su democracia, señor, que créame en
nuestro país es envidiada y yo la encuentro casi perfecta, pero,
multiplicar los centros de decisión con comarcas, diputaciones,
nacionalidades autonómicas, etc., etc., es quebrar, trocear las
soluciones y difuminar los ingresos vía impuestos de lo que Vds.
finalmente llaman Estado y no digamos si sé transfiere la capacidad
legislativa, con sus vacíos legales, para controlar los aynekin
(poblados en luzlandés) y pueblos o municipios en su idioma
principal, porque eso de idioma patrio de su Estado ya lo analizaré
otro día.
Un Estado
así, señor, funciona por impulsos, multiplicación de ventanillas y
funcionarios, leyes y contra leyes…, se diluye en las autonomías,
diputaciones, comarcas…, y finalmente, le ahogan los impuestos,
gastos, descontrol de reparto lógico y muere, es lo que le sucede,
señor español a vuestro mal llamado Estado, que fenece poco a poco
y huele ya demasiado a corruptos, corruptelas, malversaciones de
fondos, amiguismos y enchufismos, en definitiva, a diversificación y
repito, descontrol.
¿A qué
administraciones múltiples de un sistema moribundo se acercan Vds.
pues, señor?, con unas arcas medio vacías después de los años
sumidos en una profunda crisis, leyes difusas, recortes sociales y
contra leyes económicas que afectan básicamente al obrero y a los
desfavorecidos sociales, al parado, al jubilado, y, hasta al
ciudadano medio, por lo mismo, se descomponen, señor, vuestros dos
partidos mayoritarios, que hoy son más partidos que nunca, esto de
los dos partidos de alternativa de poder me huele a poco equitativo,
¿Qué opina Vd., señor?
Pero aun
hay más, señor, no solo es que no se acerca con este sistema la
administración inexistente descabezada ya, es que el peligro de
corrupción se acrecienta en la medida en que el poder del Estado se
transfiere y difumina, señor, sepa que como norma básica, se
debería impedir que cuando el administrador mire a la cara al
administrado y vea a un pariente o amigo, no viese solo a un
ciudadano sin calificar, se evitaría así mi estimado español, que
este, el funcionario, vea al otro lado de la ventanilla a una persona
que le resultará difícil no beneficiar o fácil de manipular.
¿Dudáis
señor de que todo lo que analizo sea democrático?, se que muchos
ciudadanos de los diferentes estados autonómicos de España,
Francia, Alemania, Portugal y resto de países vertebrados de Europa,
piensan lo mismo que un inculto luzlandés como yo, pero no pueden
exteriorizarlo, ya que Vds. los calificarían como lewaznil
kalu (hombre de ideología política reaccionaria) y que Vds.
simplifican llamándole ¿cómo?, a sí simplemente, “facha”,
pero le aseguro que son pensamientos de muchos ciudadanos de los que
se consideran de izquierda, como es su caso y el mío, señor.
Por hoy,
no le molesto más, Sr. demócrata, de una ideología demócrata,
integrada en un país demócrata, el próximo día diez de Noviembre
siga Vd. votando, que su voto será utilizado como lanzadera de algún
personajillo metido a político, que en cuanto esté en el poder,
montará mas ventanillas oficiales par colocar a algún amigo de
débito de favores o familiar en para ¿apto para el cargo?.
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