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lunes, 17 de agosto de 2020

Inventario de los archivos históricos de Tentudía 2

Documentos relacionados con Guadalcanal  2/3

Archivos vicariales y parroquiales

De forma general se puede afirmar que los archivos parroquiales han guardado mejor la documentación que los municipales. Del archivo del Vicario de Tudía, al trasladarse de Calera a Segura de León hacia 1790, debió desecharse toda la documentación acumulada desde la fundación de la Vicaría a finales del S. XIII. Tan sólo se reservaron los documentos que incluían los pleitos de aquella con diversas instancias santiaguistas (prior de San Marcos), provisor de Llerena, vicario de Guadalcanal, sobre todo) a partir de 1427, bien en los documentos originales bien en transcripción de los pleitos, o ambas cosas a la vez. A eta última fecha corresponden el pleito y la llamada sentencia antigua, favorable al Vicario de Tudía frente al provisor de Llerena, por oposición a la sentencia nueva, de 1536, por la que el provisor asentó sus derechos en perjuicio de los del Vicario. Junto a esta documentación originada en los diversos pleitos, se incluye manuscrita alguna historia de la Orden de Santiago y de su Vicaría de Tudía. Igualmente se conservan escritura de bienes, donaciones y fundaciones a favor de la Vicaría anteriores a 1790. En ellos estaba en juego la supervivencia de la institución. La documentación vicarial se guarda en mejores condiciones a partir de 1790, es decir, la generada por la institución en su último siglo de vida, y en ella encontramos expedientes matrimoniales. El archivo parroquial de Calera de León guarda escrituras de diverso contenido relacionadas con la Encomienda y Vicaría de Tudía, con una cronología que va de 1512 a 1878. Todas las poblaciones de la Mancomunidad estuvieron incluidas en el distrito vicarial, salvo la de Bodonal que lo estuvo en la Fregenal de la Sierra.
Los archivos parroquiales de la Mancomunidad, en general, han guardado al menos las series sacramentales desde que comenzaron a formarse allá por el primer tercio o mitad del S. XVI. La serie de bautismo más temprana se localiza en Monesterio, con partidas sueltas ya desde 1509; le siguen las series de los parroquiales de Bodonal de la Sierra y Fuentes de León, que dan comienzo en 1541 y 1547 respectivamente; la parroquia de Montemolin da comienzo a sus series bautismales en 1551 y la de Fuente de Cantos en 1555; siendo las más tardías la de Calera de León que no comienza hasta 1565, Segura de León en 1567 y Cabeza la Vaca en 1570. En años inmediatos comienzan las series de Matrimonios Las más tempranas son de Bodonal de la Sierra y Cabeza la Vaca donde se comienzan en 1564; Segura de León las comienza en 1566; Montemolín en 1571;
Monesterio en 1573, con lagunas hasta 1581; Fuente de Cantos en 1587; siendo de la última década del S. XVI las de Calera de León de 1592 y las de Fuentes de León que no dan comienzo hasta 1593.
Las anotaciones de Difuntos no comienzan hasta entrado el S. XVII en todos los casos, siendo la parroquia de Monesterío la más temprana en apuntar los fallecidos, cosa que comienza a hacer en 1616 y Bodonal de la Sierra en 1619. Casi por los mismos años comienzan a anotarse en Segura de León en 1626, Calera de León en 1631 y Fuente de Cantos en 1634; Fuente de León se retrasa hasta 1650, y llaman la atención por lo tardías las series de Cabeza la Vaca y sobre todas Montemolín, que no comienzan hasta 1748 y 1791 respectivamente, lo que hace pensar con fundamento en la pérdida de la documentación correspondiente.
Del parroquial de Bienvenida apenas se han catalogado algunos documentos. De todos estos archivos. el mejor ordenado y catalogado antes de la intervención del becario, era el de Cabeza la Vaca, ya que de ello se encargó la archivera Da Mari Carmen Calderón en 1990, dejando además un informe de 499 folios, que incluye en sinopsis la organización, inventario y catalogación de documentos, por lo que sólo ha habido que corregir algunos errores de datación y se ha procedido a la catalogación de todos los documentos y no sólo de los primeros de cada expediente.
Como sucede en el ámbito civil, las parroquias de Pallares y Santa María de Nava son atendidas por el párroco de Montemolín, por lo que sus libros sacramentales se hayan custodiados en el archivo parroquial de la cabecera eclesiástica. En ambos casos el punto de partida de las series está en torno a los años 1785-1790.
Aparte los libros de fábrica y colecturía, presente en casi todos los archivos parroquiales del territorio, se dispone de una buena colección de libros de Cuentas de Cofradías y Hospitales (los del de la Virgen de Guía de Bodonal de la Sierra y Fuentes de León, y de la Virgen de Gracia de Monesterio, así como documentos sueltos del de Señor San Roque de Segura de León), fuente valiosa para el estudio de manifestaciones de la llamada religiosidad popular, o simplemente de la religiosidad de las poblaciones de la Mancomunidad. El parroquial de Fuente de Cantos ha visto desaparecer toda la documentación relacionada con las cofradías locales. Las que están presentes en todas las parroquias del territorio son las de las Benditas Ánimas, Rosario, Santísimo Sacramento, Vera Cruz y en casi todas las ermitas de los Santos Mártires. Igualmente se halla constituida en todas las parroquias la Hermandad Eclesiástica, usualmente denominada de San Pedro, salvo en el caso de la de Montemolín, donde apareja la advocación de la Concepción de Nuestra Señora, que tiene paralelo cercano en Jerez de los Caballeros.
Los de Calera de León, Cabeza la Vaca, Fuentes de León, Monesterio, Segura de León, incluyen una pequeña biblioteca de mayor o menor número de volúmenes, cuyos fondos también se han catalogado. El parroquial de Montemolín dispone de un buen fondo de Cantorales y Misales, algunos de ediciones filipinas del S. XVI, de indudable valor bibliófilo, cuya catalogación se hizo y entregó al párroco que así lo había solicitado.
En los parroquiales de Fuentes de León y Monesterio se ha ayudado a su ordenación y colocación de documentos incluso, dado el interés y colaboración de los propios párrocos.
En el caso del parroquial de Montemolín incluso se facilitó al párroco la catalogación e inventario de la rica colección de cantorales, misales y otros libros de oficios de que
dispone el archivo parroquial, en la conciencia del valor de dicho patrimonio para la localidad.

Santa María de Tentudía
Corría el siglo XIII_ acercándose a su mitad, -cuando aconteció uno de los sucesos más memorables que recuerdan los siglos en el sur de Extremadura. El milagro de Tentudía acaecido, al Gran Maestre de la Orden de Santiago Pelay Pérez Correa. Antes de describirlo, pasemos a situarnos en la historia y en esa época.
Este Maestre, de origen portugués, cuando era comendador de Portugal, participó en la conquista de Guadal-canal con el Maestre Rodrigo Iñiguez, al que sustituyó a su muerte en 1242. Bajo su dirección cayeron Usagre, Llerena y otros pueblos, mandando pob1 de cristianos a Guadalcanal al fuero de Usagre.
En el Capítulo General que la Orden hubo en Mérida en 1254, el Gran Maestre creó la provincia de San Marcos de León, fijando la residencia del Maestrazgo en el castillo viejo de Llerena, fundando un priorato y un provisorato en el que estaba incluida la Vicaría de Tentudía y Reina, que así se llamaba, y componiendo las encomiendas de la Orden. Vemos más tarde, en 1395, como el Maestre Lorenzo Suárez de Figueroa dispuso que el vicario de Guadalcanal fuese lugarteniente del de Tudía.
Era Pelay Correa caudillo de San Fernando y por sus hechos de armas ha sido llamado el Cid extremeño. Tras batir a los moros del Aljarafe, prosiguió sierra arriba y dioles la definitiva batalla de Tentudía y puso la santa cruz en lo más alto. Un cronicón de la Orden dice: Mostró Dios su poder y bondad más en Extremadura que en otra parte, con aquel tan extraordinario milagro que hizo en tiempo del Maestre de Santiago D. Pelay Pérez Correa, el cual haciendo guerra a los moros por la parte de Llerena, hubo con ellos una batalla, junto a la Calera; y peleando muchas horas sin conocerse la victoria, pues desde los primeros momentos la lucha se presentó desigual y el resultado incierto, habiendo ya muy poco tiempo de sol y siendo día de Nuestra Señora, con deseo de vencer aquella batalla, suplicó a Dios fuese servido de hacer que el sol se detuviese, como en otro tiempo había hecho con Josué; y poniendo a Ntra. Sra. por intercesora, dijo aquellas palabras "Santa María detén tu día". Dícese en los memoriales antiguos de la Orden, que milagrosamente se detuvo el sol por espacio de tiempo muy notable.
Alfonso X el Sabio en su Cántiga 325 dice: Et daquesta razón vos contarei un gran miragre...que fer hua vez en Tudía. En la 347: Desto direi un miragre que en Tudía aveo.
En otras memorias se halla lo que sigue: El Maestre con 270 caballeros marchó a Aznalfarache, de allí a Gélvez y a Triana, atacándola. Desde allí hacía salidas contra los moros de Sierra Morena y en una faltándole día a la pelea porque la noche apriesa desplegaba sus sombras y ayudaba a enemigos a escaparse, cual otro Josué, hizo detener su curso al sol invocando a Ntra. Sra. con aquellas célebres palabras: Santa María detén tu día; a que concediendo la piedad divina, duró la luz sobrenaturalmente hasta que acabó de triunfar, en tanto que en oración, San Fernando lo auxilió mejor con clamores al cielo que pudiera con las más bizarras tropas; y a que añaden otros de haber al impulso de su voz dado una seca peña fuente de agua que satisfizo la sed de su gente que parecía abrasada.
La historia cuenta que esto sucedió el día 8 de septiembre de 1245 contra las tropas de Almafot y que la invocación la hizo el Maestre puesto de rodillas al sitio que hoy llaman el Humilladero, y en la cumbre más alta, mandó levantar un monasterio_
La tradición popular le atribuye dos batallas milagrosas mismas a la Virgen Zapatera, por la lezna con que arregló la brida del caballo, donde hoy está Santa María de Nava_, cerca de Guadalcanal, y la de la Virgen de la Granada de Llerena, apareciéndose la Virgen a un clérigo del Maestre con una granada en la mano, que por eso lo tienen por conquistador y fundador de su parroquia de este nombre.
Después de esto marchó a Sevilla para ayudar a San Fernando en el cerco de la ciudad y poniendo su campamento en Aznalfarache.
En la Baja Extremadura, en el término de Calera de León, próximo a Monesterio, lindando con la provincia de Huelva, se alza la sierra de Tudía con una altura de 1104 m. con espesos matorrales de jaras y romero, con encinas y robles centenarios. Yo estuve allí en la primavera de 1970 y desde su altura se ve como un rebaño de montes de las sierras de Guadalcanal, de Cazalla, de Extremadura y de Huelva. También desde Guadalcanal, en los días claros y desde un punto alto, puede divisarse hacia el poniente, la sierra de Tudía.
Se penetra en el templo por un atrio; está formado por cuatro bóvedas de crucería sostenidas por tres arcos de medio punto y ábside con arco apuntado y ventana rasgada. A los lados del ábside hay dos capillas dé cúpulas octogonales. En la de Santiago se ven dos sepulcros, cada uno tiene dos estatuas yacentes, dos de granito de dos maestres de Santiago y en mármol una dama y un caballero. En un muro que da al altar mayor, hay un sepulcro y sobre sus azulejos una inscripción gótica con estas palabras: Aquí Iaze el Gran Maestre de Santiago Pelay Pérez Correa.
Abundan por el templo la azuleje-ría y en los retablos como el altar mayor y otros dos dedicados a Santiago y San Agustín. La firma es del italiano Niculoso Pisano, año 1518, que fue un famoso azulejero de Sevilla. El templo se comunica con el monasterio, que está en estado ruinoso, por una puerta que se abre en el lado derecho. El claustro es de dos plantas, de ladrillos y sus arcidas son mudejáricas. En el interior hay una cámara octogonal. Es de tipo de fortaleza medieval.
Murió el Maestre el 10 de febrero de 1275 mandándose enterrar allí. También mandó se leyese en el coleo de Tentudía, Gramática, Artes y Teología y puso frailes de la Orden.
Hubo dos calles en Guadalcanal, relacionadas con éstos: el nombre de Pérez Correa, la hoy llamada Gran Maestre, y Tentudía, la actual Dr. Antonio Porras.

Fuentes. - Cuadernos monográficos de Tentudía y notas del Dr. ANTONIO GORDON BERNABE


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