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lunes, 7 de septiembre de 2020

Ciudadanos de tercera

!Buen progreso!

Cuando el Ministerio de Hacienda no hace ninguna discriminación entre las distintas regiones del país a la hora de recaudar los necesarios impuestos para al funcionamiento de los distintos ministerios, lo vemos totalmente normal.
Aceptamos como normales las campañas en prensa, radio y televisión en las que nos indican fechas y formas de presentar las declaraciones sobre la renta patrimonio, etc., que nos afectan prácticamente a todos. Igualmente aceptamos los impuestos indirectos, que nos gravan todos los artículos de nuestra vida desde el superlativo de la gasolina, hasta el último que grava las medicinas. Y los aceptamos porque sabemos que son necesarios para cubrir los presupuestos generales del Estado, y que, por lo tanto, ese dinero que todos pagamos revierte en beneficios para todos, en forma de carreteras, hospitales, viviendas, subvencionadas, servicios, etc.
Sin embargo, esos Ministerios, parece que no son tan ecuánimes a la hora de distribuir dichos presupuestos.
Me aclaro. A la hora de recaudar, todos los ciudadanos somos de la misma categoría para el gobierno, pero en el momento de dicha distribución, la cosa cambia. Nuestra Sierra Norte es una zona deprimida en una región deprimida, y eso se ve claramente. Es posible que la recaudación de impuestos en nuestra zona no sea suficiente como para autofinanciamos en la creación de una infraestructura que tanto necesitamos, pero no por ello se nos debe de tratar como ciudadanos de tercera.
O, acaso, ¿no nos trata como ciudadanos de tercera el Ministerio de Obras Públicas, cuando nuestros accesos por carretera son de lo peorcito de España? sin ninguna seguridad, con infinidad de curvas, piso en mal estado, que no soporta el peso de camiones normales, a las que se da la solución ponerles unas placas de limitación de peso totalmente ridículo para la época que vivimos,, y sobre lo que nos comentan que si no puede entrar un camión con diez toneladas, que entren dos de cinco...  ¡Buen progreso!
¿Y la Renfe? Con material en su mayor parte desechado de otras regiones con promedios de velocidad de 40 a 50 kilómetros hora, y con un tren bastante aceptable, como el “Ruta de la Plata” ... que no para en nuestra estación.
Y la Sanidad, con un solo médico y un A.T.S., y ninguna matrona para censo de unas 4.000 personas.
Con la enseñanza, teniendo nuestra juventud que marcharse fuera para hacer el B, U, P…, por la falta de un Instituto.           
Lo mismo nos pasa con el Ministerio de la Vivienda, con la carencia de viviendas subvencionadas al alcance de nuestro nivel de vida, ya que a pesar retroceso en nuestro censo, hay parejas esperando años para poder casarse por falta de las mismas, y familias viviendo en casas que no reúnen las condiciones que hoy consideramos mínimas.
Y, para no alargarme demasiado hasta TVE, que a cambio de cederle gratuitamente los terrenos donde se halla instalada la emisora, nos tiene sin segundo canal, a pesar de la promesa reiterada en varias ocasiones (hasta en la propaganda electoral de un partido en las pasadas municipales) de que instalaría un equipo para poder sintonizar el UHP en nuestro pueblo.
Mas, seamos sensatos; no podemos pretender, por más que lo deseemos de la noche a la mañana, tener autopistas gratuitas, trenes rápidos y cómodos, muchas viviendas gratuitas y un hospital con una cama por cada 200 personas, porque tenemos que ser consecuentes con la actual realidad económica del país, pero si tenemos que pedir LO MISMO que tengan los demás, porque es y debe ser la hora de la solidaridad. Solidaridad de otras zonas más privilegiadas, nosotros hemos contribuido a que lo sean, con nuestra mano de obra barata, creándoles esa infraestructura que a nosotros nos falta, dejando nuestros pueblos vacíos para aportarles vigor y riqueza.
Pero no queremos solidaridad rogada, sino debida, y no pedida cumplida por los distintos Ministerios que deben obligarse a que las categorías ciudadanas desaparezcan en el país, como, gracias a Dios, han desaparecido prácticamente en nuestra pequeña comunidad.
Pidamos desde estas páginas de la Revista de Feria a nuestras autoridades Municipales, Comarcales y Provinciales, como representantes del pueblo elegidos por el pueblo, que no cejen en el empeño de conseguir, que lo que deseamos se convierta pronto en realidad.

UN GUADALCANALENSE
Revista de feria 1980

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