Todos hemos contemplado, el estrago de los
temporales de agua y viento que, se produjeron en Andalucía, durante el año
1997, especialmente y concretamente, en la Región Extremeña, como es el caso
de la capital de Badajoz, y en la fecha del mes de Noviembre, donde además de
la catástrofe del desbordamiento de ríos y arroyos, la perdida que sufrieron
muchos de sus habitantes en enseres y viviendas destrozadas, y sobre todo lo
que ya no se puede paliar la muerte de veinticuatro personas que barridas por
la furia del agua y del viento que se desencadenó.
En Sevilla, nuestra capital, también
sufrió muchos destrozos en parques y jardines, además de calles y avenidas
anegadas, con la pérdida de más de doscientos árboles en parques y jardines,
según los medios de comunicación Radio y Televisión.
Muchos pueblos y campos de la provincia también
sufrieron graves daños, y tuvieron que ser desalojadas bastantes familias de
sus casas, perdiéndolo todo, por el desbordamiento de las aguas.
Las perdidas han sido muchas, y Dios quiera
que en su día se puedan remediar, y no pase corno algunas veces, que nos
hacemos el sueco no atacando el problema en su justa medida, y sí haciéndonos
la foto para su publicidad.
También tenemos el caso de Melilla, donde
por rotura de un Depósito de aguas por causas técnicas, según autoridades
competentes, se transfugaron muchos miles de litros, arrollando a muchos vecinos,
y causando once muertos de entre toda la ciudad, y con casas y enseres
perdidos.
Y qué decir del pueblo sevillano de Écija,
donde a mediados de Diciembre, se desbordó el Río Genil, con gran destrozo de
viviendas, muebles y enseres como así mismo plantaciones anegadas, muchos
según contaban se quedaron con lo puesto.
Pero hoy, concretamente me voy a referir a
nuestro pueblo de la Sierra Norte de Guadalcanal, pues el día cinco de
Noviembre, por cierto "San Zacarías" pasamos los
vecinos un día y noche infernal, con lluvias y vientos huracanados que causaron
bastantes destrozos en arboledas y tejados, como en casillas cubiertas de
uralitas, volando bastantes antenas de Televisión. Concretamente en el "Palacio"
un pequeño parque, apareció a la mañana siguiente como si hubiese sufrido un "bombardeo"
cantidad de árboles y ramas por los suelos. El Paseo del "Coso"
sufrió también el vendaval, con árboles y ramas tronchadas, como así el “Polideportivo
Municipal" que está en la carretera a Llerena, pues parte de su
vallado fue derribado por el viento.
En la carretera a la Estación de
Ferrocarril, frente a la Fábrica de ladrillos, también fueron abatidos por el
viento algunos eucaliptos, como también en el campo de fútbol, donde
desaparecieron los árboles que le rodean ya que tuvieron que cortarse por estar
en mal estado.
Finalmente, el arquillo del Reloj de la
Parroquia en la Plaza de España, se derrumbó quedado las campanas al aire, lo
que menos mal y gracias a Dios, no causó daños ni perjuicios personales, que
hubiesen sido lamentables.
Y para muestra, la cosecha de aceituna, ya
que muchas de ellas se cayeron al suelo por causas del vendaval que se
desencadenó y que el que escribe hace muchos años que no conocía.
Ahora, sólo queda esperar las indemnizaciones
que en su día puedan corresponder, y que las altas autoridades fijarán. Dios
lo quiera.
José Luis Cebollas Muñoz
Revista de Feria 1998
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