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domingo, 9 de abril de 2023

La caza en Guadalcanal en el siglo XIV


Libro de la Montería del Rey D. Alfonso XI

         Según los libros de la Biblioteca Venatoria, en el siglo XIV, existían una gran cantidad de caza en nuestros campos y en el resto de tierras de la provincia de León del sur de Extremadura de la Orden de Santiago, curiosamente se habla de las monterías de caza mayor, entre otros animales osos y puercos (jabalíes). En cuanto a la caza menor, solo se habla de caza de pelo y pluma en la zona, por ello, es de pensar que habría tal cantidad de variedad de caza menor, que los autores no describen sus nombres.

         En aquella época tenían vital importancia los canes (perros) para la caza en general y las monterías en particular, por ello, existían grandes realas en Guadalcanal, he encontrado una referencia:

CAPITULO XXI I (i). Que fabla en qué manera deben facer cuando quisieren correr monte de noche.

De los montes de tierra de la Orden de Santiago.

(1) El arroyo del Fresno, que es entre Cazalla, et Guadalcanal, es buen monte de puerco, et á las veces hay oso. Et es buen monte de ivierno et en el comienzo del verano. Et es la vocería desde en par de la casa de Johan Royz, fasta en asomante de la casa de Sancho García el Carnicero, por cima del arroyo del Fresno. Et son las armadas entre la casa de Sancho García, et el rio de Benalixa. Et es otra armada encima de la casa de Sancho García cerca de la vocería. El Tamujoso, que es entre Guadalcanal, et Azuaga es buen monte de puerco en ivierno, et en el comienzo del verano, et á las veces hay oso. Et non há vocería salvo monteros que (i) Falta asimismo la numeración á este Capítulo en el Códice de Palomares, pero le corresponde la cifra que fablen de encima de las cabezas del Guijo (Et son las armadas en el Encinal, que es entre este monte, et los Bodegones que están en el camino, desde el Colmenar que fué de, Pero García de Magaz, por el arroyo del Tamujoso ayuso. (sic)

(1) El arroyo del fresno, que está entre Cazalla, y Guadalcanal, es buen monte de jabalís, y a veces hay osos. Y es buen monte de caza de invierno y a veces de verano, Y es la franja de la casa de Juan Roiz hasta despuntar a la hacienda de Sancho García el Carnicero. Por encima del arroyo del Fresno. Y son las protegidas entre la casa de Sancho García y el rio de Benalixa. Y es otra defensa encima de la casa de Sancho García cerca de la cacería, El Tamujoso que está entre Guadalcanal, y Azuaga es buen monte de jabalí en invierno, y en el comienzo del verano, y a las veces hay osos. Y no hay cacería salvo monteros que (i). Falta asimismo la numeración en este capítulo en el Códice de Palomares, pero le corresponde la cantidad que hablen de por encima de las cabezas del Guijo. (Falta asimismo la numeración á este Capítulo en el Códice de Palomares, pero le corresponde la cifra que le hemos puesto conforme con el Códice de la Cartuja de Sevilla). (Falta asimismo la numeración á este Capítulo en el Códice de Palomares, pero le corresponde la cifra que le hemos puesto conforme con el Códice de la Cartuja de Sevilla.). Y son las reguladas en el Encinar, que está entre este monte, y los Bodegones de Magaz, por el arroyo Tumujoso ayuso.


(2) La sierra de Hayon es buen monte de puerco en ivierno, et á veces hay oso. Et son las vocerías la una desde los Veneros fasta la senda que vá de Guadalcanal á las casas de Don Berenguel; et la otra vocería es entre los Guijos, et esta sierra sobre el molino de Alfon Pérez; et que estén homes que deseñen encima de la cumbre. Et son las armadas, la una á la Xara de Cordobilla, et la otra á Sancta María de Lara. Et la otra deyuso del molino de Alfon Pérez. (sic). 

(2) La sierra de Hayon es un buen monte de jabalís y a veces hay osos. Y son las cacerías la una desde los Veneros hasta la senda que va desde Guadalcanal a las casas de Don Berenguer; y la otra cacería es entre los Guijos, y la sierra sobre el molino de Alfonso Pérez; Y que estén hombres que actúen encima de la cumbre. Y son las cacerías, de una a la Jara de Cordobilla, y la otra a Santa María de Lara. Y la otra al límite del molino de Alfonso Pérez.


(3) La sierra de Johan Pérez es buen monte de oso et de puerco en ivierno, et en verano. Et es la vocería por cima de la sierra. Et son las armadas la Asómela camino de Guadalcanal; et la otra entre la sierra de Johan Pérez et la Cabeza de la Palma, en el camino que vá á la Peraleda. La sierra del Gato es buen monte de puerco en ivierno. Et son las vocerías, la una contra la sierra de Lora en el camino de Sivora: et la otra como sale del Rencon fasta el Encinarejo de Guadalcanal. Et son las armadas la una en el Encinarejo del Rencon, camino de Sivora, et la otra en la Nava de Fagundo. (sic)

(3) La sierra de Juan Pérez es un buen monte de oso y jabalí en invierno, y en verano. Y es la cacería por cumbre de la sierra. Y son las cacerías por la Asómela camino de Guadalcanal; y la otra entre la sierra de Juan Pérez y la Cabeza de la Palma, en el camino que va a la Peraleda. La Sierra del Gato es buen monte de jabalí de invierno. Y so las cacerías la una contra la sierra de Lora en el camino de Sivora; y la otra saliendo del Rencon hasta Encinarejo del Rencon, camino de Sivora, y la otra en la Nava de Facundo.

 

(4) La Xara de Domingo Fidalgo es buen monte de oso, et de puerco en todo tiempo. Et es la vocería desde la Fuent Fria por el camino que vien de Guadalcanal fasta Talaguera. Et son las armadas la una en el cerro de sobre la Fuent Fria; et las otras en la cumbre, que es entre este monte, et el Acebuchal. Los Guijos de Tras Sierra son dos montes, et son buenos de oso en ivierno. Et son las vocerías la una al cabo del monte del Guijo Menor que es contra Guadalcanal, et la otra á la punta del Guijo Mayor que es contra Monte Molin, que non pase á Villacelubre; et la otra por el camino que vien por entre amos estos montes; et que estén canes de renuevo, et bornes que deseñen las Cabezas de los Guijos. Et son las armadas en las Navas que son en estos montes, et la sierra de Hoyon. (sic).

(4) La Jara de Domingo Hidalgo es un buen monte de oso, y de jabalí en todo tiempo. Y es lacería desde Fuente Fría por el camino que viene de Guadalcanal hasta Talaguera. Y son protegidas la una en una en el cerro sobre la Fuente Fría; Y las otras en la cumbre, que está entre este monte y el Acebuchal. Los Guijos de Trasierra son dos montes, y son buenos de oso en invierno. Y son las cacerías la una al extremo del monte del Guijo Menor que está frente a Guadalcanal, y la otra en la cima del Guijo Mayor que es frente a Montemolín, por que no pase a Villacelubre; y la otra por el camino que viene por entre ambos montes, y la sierra de Hoyon.

Siendo la cacería del oso y el jabalí las más citadas por importancia, también existía en menor medida las monterías de ciervos y venados, así en un interrogatorio que la hacen a Juan Carranza de la casa de Sancho García, cerca de la rivera de Benalixa, entre Guadalcanal y Cazalla, este dice:

CAPITULO XXXII. Que fablade las maneras de la montería del ciervo.

(5) Pues habedes oido de las monterías del oso et del puerco, queremos vos decir algo de la montería del ciervo; pero que es menor que la montería del oso, nin del puerco, et es una de las tres monterías, et conviene que fablemos en ella. Et como quier que cada una destas otras monterías es mayor, et mas sabrosa, pero en la tierra á dó non fallase home osos, nin puercos, et fuese en verano, fallando buenos montes de ciervo, cuando andan los ciervos gordos, otrosí, en el tiempo de la brama que andan en el celo, porque entonce se facen los canes maestros en el apartar, todo montero los debe correr, et señaladamiente por tres razones. La primera, por oir canes: la segunda, por sacar el correr á los canes nuevos, que es la cosa del mundo que mas saca el correr á los canes: la tercera, por facer canes maestros de los que apartan el ciervo. Porque el buen can maestro, que aparta bien el ciervo, desque lo sacan de la montería del ciervo, et le ponen en la montería del oso et del puerco, aquel levantar á bien, et andar á et guardar á muy bien el venado quel pusieren, que se le non pueda camiar con otro venado mejor que otro can. Porque tantos son los engaños quel face el ciervo al apartar, et el afán que toma el can, del ciervo en el desaguar, que desde quel sacaren de aquello, et le pusieren en esto, al delieve, nunca lo podrá engaña r cualquier destos otros venados. Otrosí, aun para facer muy buenos canes de puerco, et de oso, es muy grand ayuda la montería del ciervo. Et la razón porqué, es esta: porque los canes nuevos que usan de andar con el ciervo, en tal que los cansen en ello, et non les fagan mucho placer en la encarnadura, et los tornen después al puerco et al oso, tiénenlo por menos afán, et andan de mejor talante con él, en tal que los encarnen muy bien, et les fagan mucho placer al encarnar. Can de razón paresce que can que anda todo el dia con el ciervo, que es tan ligero, et trae tamaña delantera dél, et non lo vee en todo el dia á ojo, si non dos ó tres veces, et aunque muera el ciervo non le ficieren grand amor en él, que de mejor miente andar á con el puerco, ó con el oso, que es mas pesado. Et desque fuer levantado lo ver á siempre á ojo, et demás faciendol mucho placer, et encarnandol bien en él. Et por esto, segund Nos entendemos el comienzo de la montería para facer buen can estremado es usandol primero la monterí a del ciervo, segund dicho habemos, et sacarlo dende, et ponerlo en la del puerco. Et si lo quisiere facer buen can de oso, sacarlo de la montería del puerco, et ponerlo en la del oso. Ma s ha mester que guarde, que desquel hobiere fecho buen can de puerco, que nunca le muestre ciervo. Et otrosí, para facerlo mas afinado, que desde quel hobiere fecho buen can de oso, que nunca le muestre puerco nin ciervo. Et sil soltare á puerco, et tomare con algund ciervo ha mester que ge lo escarmiente bien. Et otrosí, sil soltare á oso, et tomare con algund puerco, que aunque muera el puerco, que non le faga placer ninguno en él. Et decimos vos de Nos, que por estas tres razones fablamos en esta montería : la primera, porque entendimos que era el comienzo de la montería : la segunda, porque non lo podemos negar que non es una de las montería s en su tiempo, segund de suso habemos dicho: la tercera, por la pro que se sigue della para facer buenos canes para la montería del puerco et del oso.

(5) Pues de haber oído de las monterías del oso y el jabalí, queremos decirle a Vd. algo de la montería del ciervo; pero que es menos que la cacería del oso, ni del jabalí, y es una de las tres monterías, y conviene que hablemos de ella. Y como quiere que cada una de estas otras monterías es mayor, y más sabrosa, pero en la tierra a batir no fallasen hombres para osos, ni jabalís, y fuese en verano, hallando buenos montes de ciervo, cuando están los ciervos gordos, otrosí, en el tiempo de la berrea andan en celo, porqué entonces se hacen los perros maestros en apartarlos, todo montero les debe seguir, y mecidamente por tres razones. La primera, por oír a los perros, por sacar a correr a los perros nuevos, que es la cosa del mundo que más gusta correr a los perros: la tercera, por hacer perros maestros en apartar el ciervo. Porque el buen perro maestro, que aparta bien al ciervo, destaca de la montería del ciervo, y les sitúan en la montería del oso y del jabalí, que los hacen sacar bien, y seguir y guardar muy bien el venado que se muestre, que se le pueda cambiar con otro venado mejor que otro perro. Porque tantos son los engaños que hace el ciervo al apartarse, y el afán que toma el perro, del ciervo en orinar (marcar), que desde que los sacasen de allí, y los pusieren aquí. Porque tantos los engaños que hace el ciervo al apartar el interés al perro, del ciervo en orinar (marcar), que desde que salen de allí, y le pongan en ello, al fingir, nunca lo podrá engañar cualquiera de ellos a otros venados. Otrosí, aun para hacer muy buenos perros para el jabalí, y el oso, es muy grande de este en la montería del ciervo. Y la razón del porqué es esta: porque los perros nuevos que utilizan en seguir al ciervo, para que los casen con ello, y no les hagan mocha marca en la curación, y los cojan después para el jabalí y el oso, pues los tienen por menor interés, y andan de mejor conducta con él, con tal que los aparten muy bien, y les de mucho placer al apartarlos, y andan de mejor condición con él, en el caso que los aparten muy bien, y les hagan bien al apartar. Perro de razón se parece que al perro que anda todo el día con el ciervo, que es tan ligero, y trae una larga delantera de él, y no lo ven en todo el día al ojeo, si no dos o tres veces, y aunque muera el ciervo no le hiciese gran amor en él, que mejor miente si anda con el jabalí,  o con el oso, que es más voluminoso. Y es que al ser levantado lo ve a simple vista, y además haciendo mucha satisfacción, y fraternizar bien con él. Y por esto, según nosotros entendemos el comienzo de la montería para hacer buen perro preparado en el comienzo es usado primero en la montería del ciervo, según se dice hacemos, y ponerlo en la del jabalí. Y ponerlo después en el oso. Más es necesario que se guarde, que desde que lo hubiese hecho buen perro para el jabalí, que nunca se le enseñe al ciervo. Y otrosí, para hacerlo más fino, que desde se hubiese buen perro para el oso, que nunca se le enseñe ni jabalí ni ciervo. Y si se lanzase al jabalí, y tomas la tomase con algún es necesario que se escarmiente bien. Y otrosí, se lanzase al oso, o la tomara con algún jabalí, que, aunque muera el jabalí, que no le demuestre ninguna satisfacción a él. Y al decir usted de nosotros, que por estas razones hablamos así en esta montería: la primera, porque pensamos que era el comienzo de la montería; la segunda, porque no le podemos negar que esto no era el comienzo de una de las monterías en este tiempo, según ya hemos dicho: la tercera, por la posibilidad que se sigue de ella para hacer buenos perros para la montería del jabalí y del oso.

Hay otra pequeña referencia que dice que el señor Domingo Hidalgo compró una jauría de perros leoneses para las monterías, siendo estos tan fieros que hubo de sacrificarlos por ser ellos de “gran peligro para hombres y caballerías”.

Los textos están interpretados del castellano básico del siglo XIV, por ello los textos a veces no tienen mucha concordancia.

Hemerotecas

 

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