Acuíferos de la Sierra Norte |
Acuífero de
Guadalcanal-San Nicolás
Situación y accesos
El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, enclavado
en la franja occidental de Sierra Morena, se localiza al norte de la provincia
de Sevilla y tiene una superficie de 177.484 hectáreas. Se extiende por el
territorio de diez términos municipales, cuatro de ellos incluidos totalmente
en el Parque Natural (Cazalla de la Sierra, Las Navas de la Concepción, San
Nicolás del Puerto y El Real de la Jara) y seis de forma parcial (Alanís,
Almadén de la Plata, Constantina, Guadalcanal, El Pedroso y La Puebla de los Infantes).
Orografía e hidrografía
El Parque Natural, que forma parte de la comarca
denominada Sierra Norte, constituye una región de media montaña, con
altitudes que van desde aproximadamente los 50 metros, en su parte más
meridional, hasta alcanzar casi los 1.000 metros sobre el nivel del mar, en su
zona norte. La configuración del relieve permite distinguir varias zonas fisiográficas
dentro de este conjunto. En primer lugar, en el límite sur con la Depresión del
Guadalquivir, aparece el frente y piedemonte de la Sierra, con altitudes
inferiores a los 400 m y pendientes generalmente suaves. Al norte de esa zona,
se encuentra el primer escalón de la Sierra, con altitudes medias de 500 m, formando
un sector montañoso de relieves suaves sin orientación predominante. En el
sector más septentrional, se encuentran las cotas más elevadas, con el punto
culminante del cerro de La Capitana (955 m s.n.m.), al noroeste de Guadalcanal,
en la Sierra del Agua; esta unidad, conocida como segundo escalón de la Sierra,
presenta un relieve con orientación dominante NO-SE. Otras dos grandes unidades
fisiográficas interrumpen esta disposición: por un lado, el valle del río Viar,
un valle estructural encajado en forma de uve, con cotas comprendidas entre 120
y 500 m s.n.m.; y, por otro, los extensos relieves graníticos que se localizan
en la zona meridional del Parque, a ambos lados del valle del
Viar, con una suave morfología de relieves alomados.
Acuífero Guadalcanal-San Nicolás |
En el Parque Natural las principales formaciones carbonaticos
son los mármoles precámbricos de la Loma del Viento -el relieve más elevado del
Parque, en Guadalcanal- y los de edad Cámbrico en las proximidades de Almadén
de la Plata, así como las calizas cristalinas del Cámbrico. Estas calizas, más
o menos marmóreas, forman parte de la unidad estratigráfica denominada “Capas
de Campoallá”, formada por sedimentos detríticos y carbonaticos -pizarras,
areniscas y calizas-, cuya proporción varía enormemente de unos puntos a otros:
algunas veces, sólo aparece una de estas litologías, otras dos de ellas, o las
tres en proporciones variables. Cuando aparecen exclusivamente los paquetes de
caliza con suficiente espesor y extensión, dan lugar a acuíferos fracturados o
kársticos. En otras ocasiones, sin embargo, la intercalación de niveles
pizarrosos resta permeabilidad y proporciona una gran heterogeneidad al conjunto:
se presentan así, prácticamente en continuidad, tramos muy permeables con otros
mucho menos permeables, lo que hace que presenten un comportamiento hidrogeológico
sumamente complejo.
Estas formaciones carbonáticas se encuentran
limitadas, tanto lateralmente como en profundidad, por otras de baja o muy baja
permeabilidad, generalmente materiales metamórficos de origen sedimentario
(pizarras, gneises, etc.) o rocas ígneas (gabros, dioritas, diabasas).
Morfología kárstica
El karst es un paisaje resultante de un mecanismo
particular de erosión, denominado karstificación. Aunque se desarrolla en otros
tipos de litologías, como los yesos y la sal común, los efectos de la
karstificación son ampliamente frecuentes en rocas calcáreas, como las dolomías
y, sobre todo, las calizas. El modelado resultante se manifiesta por pequeñas
formas esculpidas en la superficie de la roca, una abundante presencia de depresiones
cerradas, un drenaje superficial desorganizado y la formación de un espacio subterráneo
del que forman parte las cuevas y simas penetrables por el hombre.
La karstificación es el proceso de disolución de
rocas solubles (calizas, dolomías, yesos, sal común) a través del agua que se
infiltra en ellas.
El agua adquiere la acidez necesaria para
disolverlas al combinarse con el dióxido de carbono (CO2), gas
presente en la atmósfera y producido en los suelos por la vegetación y las
colonias bacterianas. Al combinarse con el agua, el dióxido de carbono se transforma
en ácido carbónico (CO3H2), lo que
constituye el propulsor de la disolución de las rocas carbonáticas y, por
tanto, de la generación del karst. La entrada de agua en el seno de la roca se
posibilita gracias a la existencia de diaclasas, fracturas y otras discontinuidades,
permitiendo así que el agua circule en su seno y se vaya produciendo la
karstificación. Este proceso, a lo largo del tiempo, de forma continua o en
diferentes fases, da origen a numerosas formas superficiales y subterráneas,
características de este peculiar medio.
El modelado kárstico en el Parque Natural, presenta
en el Cerro del Hierro, al sudeste de la localidad de San Nicolás del Puerto,
el conjunto kárstico más espectacular y mejor desarrollado de la provincia de
Sevilla y uno de los más sobresalientes de España. En sus afloramientos
destacan un megalapiaz descubierto por la antigua explotación minera, mientras
que en profundidad lo hacen cavidades como la Cueva del Árbol o la Sima del
Hierro. Otros enclaves de especial desarrollo kárstico los constituyen el Cerro
de los Covachos, donde se encuentra la cueva del mismo nombre, al norte de
Almadén de la Plata; la Sierra del Agua, en Guadalcanal, el afloramiento de los
Coscojales, en San Nicolás del Puerto, etc.
Los principales acuíferos del Parque Natural de la
Sierra Norte de Sevilla
Los tres grandes acuíferos existentes en el Parque,
son de naturaleza, predominantemente, carbonática: i) acuífero de
Guadalcanal-San Nicolás, ii) acuífero de
Constantina-Cazalla, iii) acuífero de Almadén de la
Plata.
Perfiles acuífero de Guadalcanal |
Acuífero de Guadalcanal-San Nicolás
El acuífero de Guadalcanal-San Nicolás se localiza
en el extremo norte de la provincia de Sevilla y está incluido íntegramente en
los términos municipales de Guadalcanal, Alanís y San Nicolás del Puerto.
Dispone de una superficie de afloramientos permeables de 160 km2 y presenta una
forma alargada, en dirección NO-SE, con una longitud de 35 km y una anchura
media de unos 4 km. Sus límites, de carácter tectónico, corresponden a pizarras
arcillosas, filitas (rocas pizarrosas de grano fino procedentes del metamorfismo
suave de las arcillas, con esquistosidad bien definida) y metavolcanitas (rocas
resultantes del metamorfismo de antiguas rocas volcánicas) del Precámbrico y,
al sur, a pizarras del Cámbrico inferior. El sustrato impermeable del acuífero
lo constituye una potente formación de pizarras arcillosas del Cámbrico
inferior.
La recarga del acuífero se produce a partir de la
infiltración del agua de lluvia y, en menor medida, por recarga directa de los
cauces cuando éstos se encuentran a mayor cota que el nivel piezométrico. Este
proceso se produce, sobre todo, en el tramo del Rivera de Benalija que discurre
al este de la Sierra del Agua, donde se localizan las captaciones de
abastecimiento a la población de Alanís. La descarga del acuífero presenta
diferencias entre los sectores occidental y oriental, separados por el río
Rivera de Benalija. En la mitad occidental, la gran mayoría de la descarga se
produce por bombeo en las captaciones de abastecimiento a Guadalcanal y a
Alanís; en mucha menor medida contribuyen a la salida del agua pequeños
manantiales, de carácter generalmente estacional, que se localizan en el
contacto entre las calizas y mármoles con las formaciones de baja
permeabilidad. En la mitad oriental del acuífero, gran parte de la descarga se
realiza a través del Nacimiento del Huéznar, en San Nicolás del Puerto. Algunos
pequeños manantiales situados en la margen derecha del Rivera de Benalija y en
el borde septentrional del acuífero contribuyen, asimismo, a la descarga natural.
La captación para abastecimiento a San Nicolás del Puerto, situado junto al Nacimiento
del Huéznar, es otro punto significativo de salida de agua.
La pluviometría anual media es de 760 mm, con
temperaturas medias anuales entre 15 y 16 ºC. Varios arroyos, todos de carácter
estacional, atraviesan en sentido transversal, norte-sur, el acuífero:
Calzadilla, Gargantafría y Cepero.
Las formaciones permeables del acuífero son calizas
y mármoles, del Cámbrico. Es el único de los tres acuíferos importantes del
Parque que pertenece a la Zona Sudportuguesa, ya que los otros dos
(Guadalcanal-San Nicolás y Constantina-Cazalla) quedan incluidos en la Zona de
Ossa-Morena del Macizo Hespérico. El espesor de las formaciones permeables
llega a superar los 300 m, al menos en algunos puntos del sector occidental,
tal como se ha comprobado durante la realización de sondeos para captación de
agua. La estructura del acuífero es muy compleja. Se trata, en realidad, de una
serie de pequeños acuíferos, próximos pero desconectados entre sí, y afectados
por una intensa tectónica. Los acuíferos, dentro de este conjunto, que mayor
interés hidrogeológico presentan son los del Cerro Palomares y de los
Covachos-Pedrera, en el sector occidental, mientras que en el sector oriental
destaca el correspondiente a la Loma de la Cabrera.
Calidad natural de las aguas subterráneas
Las aguas subterráneas de los acuíferos carbonáticos
del Parque presentan facies, predominantemente, bicarbonatadas cálcicas, de pH
ligeramente básico, mineralización de media a débil y muy bajas concentraciones
de nitratos. Se trata, en general, de aguas de buena calidad química y apta
para cualquier tipo de uso. Sin embargo, debe ser desatacado que en el acuífero
de Constantina-Cazalla las concentraciones de nitratos, son sensiblemente más
elevadas que en los acuíferos de Guadalcanal- San Nicolás y de Almadén de la
Plata, llegando a superarse los 50 mg/l en el agua de algunos sondeos.
Todos los acuíferos carbonaticos del Parque
presentan una alta vulnerabilidad a la contaminación, debido al intenso grado
de fracturación de sus calizas y mármoles, a la karstificación que localmente
se desarrolla en ellos y al escaso, o nulo, recubrimiento de
suelo en la gran mayoría de los afloramientos
permeables. Algunas canteras abandonadas fueron utilizadas como vertederos de
residuos urbanos y de construcción, aunque han sido sellados recientemente.
Documentación.- Colección: Hidrogeología y Espacios Naturales.
Actualización hidrogeológica en el Parque Natural de la Sierra Norte (Sevilla)
e Instituto Geológico
y Minero de España y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía