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domingo, 5 de febrero de 2023

Guadalcanal y la orden de Santiago siglos XIII al XVI (2 de 10)

 

PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO.

Segunda parte

PROVINCIA DE LEÓN

Documentación que afecta a la villa de Guadalcanal.

Capítulo de Uclés, 6 de Junio de 1395 (domingo).

Don Lorenzo Suárez de Figueroa confirma privilegio de don Vasco Rodríguez Coronado al concejo de Montiel.

AHN, OO.MM., leg. 2/30.

E agora el concejo e homes buenos de la villa de Montiel, nuestros vasallos, pidiéronnos merced que les confirmásemos la dichas claúsulas de mercedes en el dicho privilegio contenidas y nos, el dicho maestre, con consejo e otorgamiento de don Alfonso Díaz, prior de Uclés, e de don Diego Alfonso, prior de Sanct Marcos de León, e de don Alfonso Pérez Ponce, comendador mayor de Castilla, e de don García Fernandes, sennor de Villagarcía, comendador mayor de Tierra de León, e de Pero López de Horozco, comendador de Uclés, e de Diego Gonçales de Mendoça, comendador de Carabaca, e de Rui Martínez de Céspedes, comendador de Mérida, e de Gómez Hernandes Malaver, comendador de Sanctiago de Montizón, e de don Álvaro de Ponte, comendador de Guadalcanal, e de Rui Núnnez, comendador de Oreja, e de Diego García Pardo, comendador del Corral de Almaguer, e de Gutierre Méndez, comendador de Vesajate, enmyenda por él Diego Álvarez de Mesa, comendador de Medina, e de Alfonso Yannes, enmyenda por él Gómez Xuárez, comendador de Montiel, e de Lope Xuárez Mexía, comendador de Veas, e de Juan Rodrigues, comendador de Alhanbra, mayordomo mayor del maestre, que son los trezes, e de todos los otros cavalleros, freyles de nuestra Orden que con nos se asentaron en el nuestro Cabildo general que nos hezimos en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, que fue hecho e celebrado domyngo, seys días de junyo, el anno de la hecha desta carta.

Yo, Diego Núnnez, escrivano de my sennor el maestre, lo fiz escrevir por su mandado.

 Capítulo de Uclés, 6 de junio de 1395 (domingo).

Don Lorenzo Suárez de Figueroa confirma privilegios de sus predecesores concediendo a Criptana y al Campo de Criptana exención de portazgo en el territorio de la Orden.

AHMCC, documento 1395/e.

E agora el concejo e omes buenos de la nuestra villa de Segura, nuestros vasallos, pidéronnos por merced que les confirmásemos el dicho previlejio e carta de sentencia e las mercedes [y] gracias en ella contenidas, e que lo mandásemos guardar. E nos, el dicho maestre, con consejo e otorgamiento de don Alonso Díaz, prior de Uclés, e de don Diego Alonso, prior del convento de San Marcos de León, e de don Alfonso Pérez Ponce, comendador mayor de Castilla, e de don García Hernández, sennor de Villagarcía, comendador mayor de tierra de León, e de don Pero Fernández de Yxar, comendador mayor de Montalván, e de Pero López de Heredia, comendador de Uclés, e de don [Diego] Gonçález de Mendoça, comendador de Caravaca, e de Gómez Hernández Malaver, comendador de Santiago de Montizón, e de don Álvaro de Ponte, comendador de Guadalcanal, e de Ruy Martínez, comendador de Oreja, e de García Perado, comendador del Corral de Almaguer, e de Garci Martínez, comendador de Vejezate, emienda por él Diego Álvarez de Mesa, comendador de Medina, e de Alfonso Yánnez fleyre, hemienda por él Gómez Xuárez, comendador de Montiel, e de Lope Xuárez Mexía, comendador de Beas, e de Juan Gonçales, comendador de Alanbra, nuestro mayordomo mayor, que son los treze, e de todos los otros cavalleros e fleyres de nuestra Orden que con nos se concertaron en el nuestro Cavildo general que nos hizimos en el nuestro convento de la nuestra villa de Uclés, que fue fecho e celebrado domyngo, seys días de junyo el anno de la fecha desta carta.

Dada en la nuestra villa de Uclés, domyngo, seys días de junyo del anno del nascimiento de nuestro Salvador Jesuchristo de myll e trezientos e noventa e cinco annos.

Yo, Rui Sánchez, escrivano del dicho maestre, la fiz escribir por su mandado.

 

Capítulo de Uclés, 6 de junio de 1395 (domingo).

Don Lorenzo Suárez de Figueroa confirma al concejo de Guadalcanal su Fuero y añade una serie de privilegios.

AHT, leg. 78.219 y leg. 78.214.

Sepan quantos estas carta vieren cómo nos, don Lorenço Suárez de Figueroa, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, con consejo y otorgamiento de don Alfonso Díaz, prior de Uclés, e de don Diego Alfonso, prior de San Marcos de León, e de don Alfonso Pérez Ponze, comendador mayor de Castilla, e de don Garci Fernández, sennor de Villagarcía, comendador mayor de Tierra de León, e de don Pedro López de Forozco, comendador de Uclés, e de Diego Gonçalez de Mendoça, comendador de Caravaca, e de Ruy Martínez de Céspedes, comendador de Mérida, e de Gómez Fernández Malaver, comendador de Santiago de Montizón, e de Álvaro de Ponte, comendador de Guadalcanal, e de Ruy Martínez, comendador de Oreja, e Diego García Prado, comendador del Corral de Almaguer, e de Gutierre Martínez, comendador de Bezejate, hemyenda por él Diego Álvarez de Mesa, comendador de Medina, e de Alfonso Yánnez fleyre, hemyenda por él Gómez Suárez, comendador de Montiel, e de Lope Suárez Mesía, comendador de Veas, e de Juan Gonçales, comendador de Alfanbra, que son los treze, e de todos los otros cavalleros e fleyres de nuestra Orden que con nos se juntaron en el nuestro Cabildo general que nos fezimos en el nuestro Convento de la nuestra villa de Uclés, que fue fecho e celebrado domingo, seys días de mes de junio del anno de la fecha de esta carta, [1] por fazer bien e merced a vos, el concejo e omes buenos de la nuestra villa de Guadalcanal, nuestros vasallos, entendiendo qu’es nuestro servicio e poblamiento de la dicha villa, mandamos e tenemos por bien e es nuestra merced que los apanyaguados qu’el comendador de la dicha villa oviere a tomar por la casa de la Horden delos vezinos de la dicha villa, que los tome de los pecheros de fasta en contía de quarto e dende ayuso e non dende arriba, e que non tome entreguero nin tres quartos nin mediero nin quarto e ochavo ninguno por apanyaguado.

Yo, Ruy Sanches, escrivano del dicho sennor maestre, lo fize escrivir por mandado del dicho sennor maestre. Y en las espaldas del dicho previlegio estaban escriptos estos nonbres que se syguen: Diego Álvarez. Alfonso Fernández. Juan Alfonso escrivano.

 Guadalcanal, 6 de marzo de1396

Don Lorenzo Suárez de Figueroa ordena al comendador de Mérida, Ruy Martínez de Céspedes, que no cometa los atropellos que el concejo había denunciado que les ocasionaba:

intervenía en sus cabildos, disponiendo de sus propios, y violaba sus privilegios, obligando a dar posadas a sus hombres en las casas que los vecinos tenían dentro del castillo; además de prohibirle esas actividades, confirma los privilegios de los emeritenses y da licencia a las viudas para casar de nuevo antes de cumplir el año de la turbatio sanguinis, durante dos años, en atención a la peste y guerras sufridas.

Don Lorenzo Suárez de Figueroa, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, a vos, Rui Martínez de Céspedes, comendador de nuestra villa de Mérida. Salud e amor en Christo.

Fazemos vos saber que el concejo, escuderos e oficiales e omes buenos de la dicha nuestra villa, nuestros vasallos, [.] se nos enbiaron a querellar e dizen cómo vos entremetedes dezir e fablar en sus concejos e ordenanzas que fazen, e les turbades e enbargades sus propios e rentas, contra sus fueros e privilegios e usos e costunbres que han, de que sienpre usaron, e por quanto sobre ello nos enbiaron mostrar privilegios e cartas de algunos de los maestres, nuestros antecesores, que Dios perdone, e confirmados por nos, tenemos por bien e mandámosvos que no lleguedes a sus concejos que fizieren nin fabledes en ellos, nin les enbarguedes, ni turbedes sus ordenanzas, e rentas que ellos fizieren e ordenaren, salvo si llegaredes a los tales concejos e ayuntamientos, por requerir al dicho concejo e hombres buenos de nuestra parte sobre algunas cosas que cunplen a nuestro servicio.

Otrosí, no enbiaron dezir que les passades sus fueros e privilegios en muchas cosas, especialmente en dar posadas en sus casas que tienen en esse nuestro castillo. E desto somos mucho maravillados por lo vos assí fazer, mayormente sabiendo cómo nos les fizimos merced e les dimos privilegio que non possassen ningunas personas en el dicho castillo, porque vos mandamos que les guardedes e cunplades e fagades guardar e cunplir el dicho nuestro privilegio en todo, segund se en él contiene.

E otrosí, todos los otros privilegios e buenos usos e costunbres que han e de que sienpre usaron, segund mejor e más cunplidamente les fueron guardados en tiempos pasados fasta aquí.

E otrosí, por fazer bien y merced al dicho concejo e hombres buenos de la dicha villa de Mérida con los otros lugares de su término e considerando el gran danno que han recibido, assí por las gran pestilencia que Dios sobre la gente quiso echar, como por las guerras que han sido en tienpos pasados, que todas las mugeres viudas que son en la dicha villa e su término puedan casar si quisieren ante del anno cunplido de la muerte de su marido, sin pena e calumnia alguna de oy día de la fecha desta nuestra carta en adelante fasta dos annos cunplidos primeros siguientes, assí las que aora son viudas, como las que enbiudaren en este dicho tienpo de los dichos annos.

E defendemos firmemente que les non vades nin passedes nin consintades ir ni passar contra esto que dicho es e en esta nuestra carta se contiene, nin contra parte della, aora nin de aquí adelante, en algún tienpo, ni por alguna manera, si non, sed cierto que a vos nos tornaremos por ello, e vos lo demandaremos con Dios e con Orden, e desto vos mandamos dar esta nuestra carta firmada de nuestro nombre e sellada con nuestro sello.

Dada en nuestra villa de Guadalcanal, tres días de junio, anno del nascimiento de nuestro Sennor Jesuchristo de 1396 annos. La carta leyda, dádgela. Nos el maestre.

Yo, Rui Sánchez, escrivano del dicho sennor maestre, lo fize escrivir por su mandado.

 Capítulo de Mérida, 25 de marzo de 1403

Don Lorenzo Suárez de Figueroa confirma al concejo de Caravaca privilegio de don Fernando Osórez.

AHN, Consejos, leg. 11.537, nº 510. Pergamino.

E nos, el dicho maestre don Lorenço Suárez, por fazer bien e merced al concejo e omes buenos de la dicha nuestra villa de Caravaca, nuestros vasallos, con consejo e otorgamiento de don Diego Alonso, prior de Sant Marcos de León, e de don Alfonso Díaz, prior de Uclés, e de don Lorenço Suárez de Figueroa, comendador mayor de tierra de León, e de don Garci Fernández, sennor de Villagarcía, comendador [mayor] de Castilla, emienda por él Gonçalo Yannes de Godoy, comendador de Ocanna, e Alfonso Ferrández, soprior de Montalván, procurador de don Pero Fernández de Year, comendador mayor de Montalván, e de Ferrant Gonçález Monniz, comendador de Uclés, e de Gonçalo Messía, comendador de Segura, e de Gutier Martínez de Céspedes, emienda por él Garci Gonçález, su fijo, comendador de Mérida e de los nuestros bastimentos de tierra de León, e de Ruy Monniz, comendador de Oreja, e de Johán Gonçález, comendador de Montiel, nuestro mayordomo mayor, emienda por él Diego Álvarez de Mesa, comendador de Medina, e de Diego onçález de Mendoça, comendador de Caravaca, e de Diego Álvarez, comendador de Stepa, e de Lope Suárez Messía, comendador de Veas, e de Gómez Suárez, comendador de Guadalcanal, e de Gómez Ferrández, comendador de Montemolín, e de Diego García Pardo, comendador del Corral, que son los treze, e de todos los otros cavalleros e freyles de nuestra Orden, que con nos se acertaron en el nuestro Cabildo general que nos fezimos en la iglesia de Santa Olalla de la nuestra villa de Mérida, que fue fecho e celebrado en la dominica de Letare Jherusalem, veynte e cinco días de março, este anno de la fecha desta nuestra carta, tovímoslo por bien e confirmamos la dicha carta [y] la mercet en ella contenida e mandamos que les vala e sea guardada en todo, bien e conplidamente, segunt que mejor e más conplidamente les valió e fue guardada en los tiempos pasados, sy dello gozaron de quarenta annos acá, e defendemos firmemente que ninguno nin algunos non sean osados de les yr nin pasar contra la dicha merced en esta nuestra carta de previllegio contenida, ni contra parte della en algunt tiempo nin por alguna manera, por gela quebrantar o menguar, ca qualquier que lo fiziesse, si freyle fuesse, demandárgelo y amos con Dios e con Orden, e al seglar al cuerpo e a lo que oviesse nos tornaríamos por ello.

E desto mandamos dar esta nuestra carta de previllegio, sellada con nuestro sello de cera pendiente, Dada en la nuestra villa de Mérida, domingo, veinte e cinco días de março, anno del nascimiento de nuestro Sennor Jesuchristo de mil e quatrocientos e tres annos. Nos el maestre.

Yo, Ruy Martínez, escrivano de mi sennor el maestre, la fiz escrevir por su mandado.

 Capítulo de Mérida, 25 de marzo de 1403 (domingo).

Don Lorenzo Suárez de Figueroa confirma al concejo de Paracuellos un privilegio del maestre don Juan Osórez de 1301 y otro del maestre don Fernando Osórez de 1371, si bien los exceptúa en tres puntos.

AHT, leg. 78.123-2.

Sepan quantos esta carta vieren cómo nos, don Lorencio Xuárez de Figueroa, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, vimos dos cartas, la una del maestre don Juan Osores e la otra del maestre don Fernando Osores, que Dios perdone, escriptas en pargamino e selladas con sus sellos de cera pendientes, a las quales dezían en esta guisa:

[inserta privilegios de don Juan Osórez de 1301 y de don Fernando Osórez de 1371]

E nos, el dicho maestre don Lorenço Xuárez de Figueroa, por haser bien e merced al concejo e omes buenos del nuestro lugar de Paracuellos, nuestros vasallos, con consejo e otorga miento de don Diego Alonso, prior de San Marcos de León, e de don Alfonso Díaz, prior de Uclés, e de don Lorencio Xuárez de Figueroa, comendador de Segura de León, e de don Garci Hernández, sennor de Villagarcía, comendador de mayor de Castilla, emyenda por él Gonçalo Yánnez de Godoy, comendador de Ocanna, e de Alfonso Hernández, sennor de Montalván e procurador de don Pero Hernández de Ysgar, comendador mayor de Montalván, e de Hernán González Núnnez, comendador de Uclés, e de Gonçalo Mexía, comendador de Segura, e de Garci Hernandes de Céspedes, emyenda por él Garci Gonçález, su hijo, comendador de Mérida e de los nuestros Bastimentos de tierra de León, e de Ruy Martínez, comendador de Oreja, e de Juan Gonçales, comendador de Montiel, nuestro mayordomo mayor, emyenda por él Diego Gonçález de Mesa, comendador de Medina, e Diego Gonçález de Mendoça, comendador de Caravaca, e Diego Álbarez, comendador d’Estepa, e Lope Xuárez Mexía, comendador de Veas, e de Gómez Xuárez, comendador de Guadalcanal, e de Gómez Hernández, comendador de Montemolín, e de Diego García Pardo, comendador del Corral, que son los treze, e de todos los otros cavalleros e fleyres de nuestra Orden que con nos se acertaron en el nuestro Cavildo general que nos hizimos en la iglesia de Santa Olalla de la nuestra villa de Mérida, que fue fecho y celebrado en la domynica de Letare Jerusalem, veynte e cinco de março, este anno de la fecha de esta nuestra carta, tovímoslo por bien e confirmámosles la dicha carta y merced en ella contenida e mandamos que vala y seha guardada en todo, bien y cunplidamente, segund que myjor y más conplidamente le valió e fue guardada en los tienpos pasados, sy dellos gozaron de quarenta annos.

Yo, Ruy Martínez, escrivano de my sennor el maestre, la fiz escrybir por su mandado. E en las espaldas de la dicha carta estava escripto un nonbre que dezía «Jo. M. Gui. Dottor».

 Mérida, 25 de marzo de 140.

Don Lorenzo Suárez de Figueroa otorga licencia al comendador de Bedmar para dar a censo las casas, heredades y molinos que tenía en Jaén, Baeza, Úbeda y Andújar.

AHN, Uclés, carp. 69, nº 12.

Sepan quantos esta carta de previllejo vieren cómmo nos, don Lorenço Suares de Figueroa, por la grasia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, con consejo e otorgamiento de don Diego Alfonso, prior de Sant Marcos de León, e de don Alfonso Días, prior de Uclés, e de don Lorenço Suares de Figueroa, comendador mayor de tierra de León, e de don Garçía Fernandes, sennor de Villagarçía, comendador mayor de Castilla, emienda por él Gonçalo Yannes de Godoy, comendador de Ocanna, e de Alfonso Fernandes, soprior de Montalván, procurador de don Pero Fernandes de Yxar, comendador mayor de Montalván, e de Fernand Gonçales Munnís, comendador de Uclés, e de Gonçalo Mesía, comendador de Segura, e de Diego Gonçales de Mendoça, comendador de Caravaca, e de Diego Alvares, comendador de Estepa, e de Gomes Suares de Gres, comendador de Guadalcanal, e de Ruy Munnís, comendador de Oreja, e de Juan Gonçales, nuestro mayordomo mayor, mayor co mendador de Montiel, emienda por él Diego Alvares de Mesa, comendador de Medina, e de Gomes Fernandes Malaver, comendador de Montemolín, e de Gutier Martines de Çéspedes, emienda por él Gonçalo Gonçales de Çéspedes, comendador de Mérida e de los nuestros Bastimentos de tierra de León, e de Lope Suares Mesía, comendador de Veas, e de Diego Garci Prado, comendador del Corral, que son los trese e de los otros cavalleros e freyres de nuestra Orden que con nos se acercaron en el nuestro Cabildo General que celebramos en la eglesia de Santa Olalla de la nuestra villa de Mérida por la dominica del Letare Jerusalem de este anno de la data desta nuestra carta.

E yo, Ruy Martines, escrivano de nuestro sennor el Rey e su notario público en la su Corte e en todos los sus regnos, fuy presente a esto que dicho es y este previllejo fis escrevir e por mandamiento del dicho sennor maestre e su Cabildo fis aquí este mío signo atal en testimonio de verdat.

Fuentes.- Pedro Andrés Porras Arboledas

PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO (SIGLOS XIII-XVI)

domingo, 29 de enero de 2023

Dehesas de Sierra Morena: espacio protegido al Norte de Sevilla


Esta Reserva de la Biosfera es el lugar ideal para conocer atardeceres únicos y saborear la dehesa.

 

La dehesa, un valor a cuidar

Dehesas de la Sierra Morena, espacio protegido al Norte de Sevilla, es un enclave natural único en el mundo abierto a visitantes y turistas en busca del origen. Gastronomía, cultura, calidad de vida y paisajes de ensueño son un reclamo turístico cada vez más en alza.

 Las Dehesas de Sierra Morena son la Reserva de la Biosfera de mayor espacio de España. En total ocupa 424.440 hectáreas que concentran un ecosistema y un paisaje único en Europa. Al norte de la capital sevillana y a tan solo una hora se puede disfrutar de este espacio protegido por la UNESCO desde 2002 que presenta una economía, cultura y gastronomía peculiares productos de la relación entre hombre y naturaleza. Este espacio protegido abarca los municipios de: Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y San Nicolás del Puerto

La dehesa es, según la RAE, una «tierra generalmente acotada y arbolada, por lo común destinada a pastos». Durante siglos la intervención de la mano humana en este espacio natural ha sido determinante para que hoy exista la dehesa. Bosque mediterráneo adehesado gracias a la ganadería y a la agricultura de la zona en perfecta simbiosis con el medio. Lo que hoy llamamos «desarrollo sostenible» es el germen de este espacio que atesora, además, otras distinciones por sus valores geológicos y naturales.

El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, declarado en 1989, comparte parte del territorio de las Dehesas de Sierra Morena siendo uno de los más extensos de Andalucía con 177.484 hectáreas. Además, este enclave es Geoparque Mundial de la UNESCO desde 2015 por su singularidad geológica, minera y arqueológica. Sus cielos, libres en su mayoría de contaminación lumínica, son también único en Europa. Y por ello se encuentra dentro de la Reserva Starlight avalada por la UNESCO pudiéndose considerar el telescopio de la provincia.


La bellota de Europa

Encinas y alcornoques son la seña de identidad de la vegetación de estas Dehesas de Sierra Morena. En su monte, acompañado de jarales, durillos, madroños y esparragueras entre otros, alcornoques y encinas dan como fruto la bellota. Este fruto madura en otoño y se desprende del árbol en otoño e invierno siendo alimento del cerdo ibérico más selecto.

    El alcornoque además es el origen del corcho de mayor calidad de Europa. Aunque otros países con bosque mediterráneo pueden tener alcornoques, el clima, el suelo y la dehesa sevillana son claves en la obtención de un corcho de primera calidad muy valorado en el mercado. Un alcornoque puede tardar hasta treinta años en producir corcho de excelentes cualidades. Este dato, entre muchos otros, demuestra el compromiso de la población de la comarca con su entorno. Quien decide plantar alcornoques lo hace pensando en el futuro y en el bienestar de la dehesa, no en el propio exclusivamente.

   


 
Agricultura y ganadería extensiva

Visitar las Dehesas de Sierra Morena es aprender el origen de lo auténtico. Desde hace siglos el cultivo de olivos, viñas, y huertas han marcado la agricultura de la zona. Y, por otro lado, estas grandes extensiones de terreno han permitido mantener hasta hoy el modelo de la ganadería extensiva. Es decir, producir carne de calidad dejando la menor huella posible en el medio. Las producciones de la zona, hoy ejemplos de innovación y tradición, están sujetas a una alta exigencia durante todo el proceso de producción que culminan ofreciendo un producto de calidad certificada.

     Gastronomía, el sabor de la dehesa

La dehesa no solo se puede ver, también se puede saborear. Como era de esperar este lugar protegido por su alto valor natural y singularidad en la producción de materias primas presume de gastronomía. Las tradiciones culinarias maduran en las diferentes estaciones al igual que los recursos forestales, ganaderos y agrícolas.

Sus montes adehesados son el escenario perfecto en el que se crían cerdos ibéricos, ovejas y reses de vacuno. Por tanto, para entender la dehesa hay que probar sus: chacinas, jamones, quesos de cabra y guisos de carnes de retinto, cordero, cerdo, jabalí. Además, encontramos el verde en sus aceites de oliva de personalidad única. La tradición, el ingenio y el aprovechamiento de sus recursos naturales han hecho que, además, esta comarca sea la cuna de aguardientes y licores que dieron la vuelta al mundo.

    


Turismo rural en las Dehesas de Sierra Morena

A tan solo una hora de la capital andaluza los visitantes no solo encontrarán una oportunidad de disfrutar de atardeceres de ensueño y de paisajes únicos. También podrán realizar un turismo activo adaptado a sus necesidades y gustos. Las empresas turísticas de la comarca se han adaptado a la demanda decididas en la puesta en valor de lo que les hace únicos.

En familia, con amigos o para encontrarse a uno mismo. Las dehesas pueden disfrutarse a través del senderismo, escalada, ciclismo… Y las posibilidades se multiplican con el astroturismo (turismo de observación astronómica) el orniturismo (turismo para conocer la diversidad de aves de la zona) o el geoturismo (el turismo que difunde el valor geológico y su repercusión en la Historia).

ALMUDENA GONZÁLEZ CABALLERO

Sevilla

lunes, 23 de enero de 2023

Guadalcanal y la orden de Santiago siglos XIII al XVI 1/10

 


PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO.

Primera parte

PROVINCIA DE LEÓN

Documentación que afecta a la villa de Guadalcanal.


porque ynumana cosa sería a quien pidiese justicia denegárgela.
(El maestre don Alonso de Cárdenas, 1480, doc. 469).

que cosa enjusta es que los que son de un sennorío e juridición hayan de pagar portazgo yendo ny viniendo de unos lugares a otros por las vías y lugares de la dicha nuestra Orden, lo qual mandamos que se asyente por ley general para toda nuestra Orden
(El mismo maestre y año, doc. 464).

e, pues nuestro sennor el maestre se los dio por encomendados, qu’el dicho comendador mayor que los guarde y defienda e los honre, por que los vasallos de nuestro sennor el maestre viva seguros y en paz
(El Infante-maestre don Enrique de Aragón, 1417, doc. 304).

4.2. Partido de Llerena
    De este distrito nos han llegado privilegios relativos a cinco de sus lugares: las villas de Reina ―y su lugar de las Casas de Reina―, Medina de las Torres, Guadalcanal y Montemolín. Parte de los documentos propios del concejo de Guadalcanal tiene que ver con sus relaciones conflictivas con los municipios de Reina y Azuaga.

4.2.4. Guadalcanal
    De la villa de Guadalcanal nos han llegado tres conjuntos documentales de gran interés. El primero de los cuales, debido a don Lorenzo Suárez de Figueroa (1395), recoge la confirmación de su fuero y una serie de cuestiones, no siempre favorables al concejo, que también atañían al comendador o al vicario de Tudia.32 El ejemplar procedente del legajo 78.219 fue confirmado por don Alonso de Cárdenas (Capítulo itinerante en el Corral de Almaguer, 1480) y por Carlos I en el Capítulo de Madrid (1535), en tanto que el que se incluye en el legajo 78.214 fue confirmado por don Alonso de Cárdenas, igualmente, los Reyes Católicos en Tordesillas (1494) y por Carlos I en el Capítulo de Valladolid (1527).
…El segundo acervo recoge dos documentos, relativos a la convivencia entre los concejos de Guadalcanal y Reina: uno, es una sentencia de los visitadores del Infantemaestre don Enrique (1442), en la que fallaban las diferencias existentes entre ambos municipios por las dehesas del Madroñal y el Alcornocal y los términos de Valdelazagüeña y el Campillo. En tanto que el segundo es un concierto entre Guadalcanal y Reina y los lugares de su dependencia ―Las Casas, Fuente del Arco, Valverde, Berlanga, los Ahillones y Trassierra― sobre los aprovechamientos ganaderos del término del Campo de Guadalcanal (1470). Los dos documentos fueron confirmados por don Alonso de Cárdenas (Capítulo itinerante en Ocaña, 1480), Reyes Católicos en Tordesillas y Carlos I en 1527.
La tercera tanda de documentos procede de los reinados de Juan II y Enrique IV. Las dos primeras cartas que lo componen son facilitadas por el Infante-maestre don Enrique, que en 1428, considerando que Guadalcanal estaba más poblada que Azuaga, entrega a aquéllos un término que había sido propiedad de éstos, término baldío para uso de sus ganados. La segunda carta, además de confirmar la anterior, contiene un fallo en Capítulo sobre las diferencias que seguían manteniendo ambas localidades (1440). De nuevo se volvió sobre el asunto, ya en tiempos de don Juan Pacheco (1469), cuyo juez de comisión, bachiller Pedro González de Calvente, falló a favor de los de Guadalcanal en el caso de aquella dehesa, pero reservó a los de Azuaga el monte del Chaparral y la Asperilla. Estos tres documentos fueron confirmados por don Alonso de Cárdenas (Capítulo itinerante en el Corral de Almaguer, 1480),
Reyes Católicos en Tordesillas y Carlos I en 1527.

Capítulo de Mérida 11 de noviembre 1282 (miércoles)
    Don Pedro Núñez confirma a los de Reina sus privilegios, promete respetarles sus términos y prohíbe que nadie ponga oficial en sus aldeas salvo dicho concejo.
AHT, leg. 54.505.
… E estos vos otorgamos nos don Pero Núnnez el maestre sobredicho con los comendadores mayores e con los priores e con los treze e con el Cabildo general, que vos lo mantenga bien e conplidamente, así como posymos convusco e por el juramento que nos vos fesymos en los santos Evangelios y a la jura que nos vos todos hesymos, respondimos todos «amén», e que vos no desapoderemos de vuestra villa ny de vuestros términos ni de vuestras aldeas, tanbién las que son fechas como las por faser.
Estas son las aldeas del término de Reyna que heran fechas en el tiempo que nos este prevyllejo otorgamos: Azuaga y La Granja, Guadalcanal y la Fuente del Arco e Valverde y Las Casas y Llerena e Villagarcía e Maguilla.
…E sy por ventura defisyeren en el término de Reyna y tanbién las fechas como las por faser, mandamos firmemente que obedezcan a Reyna, ansy como manda su Fuero, e todos aquellos que contra esto que nos mandamos y tenemos por bien quisyere pasar, sea maldito e descomulgado, amén.

Capítulo de Llerena, 1 de septiembre de 1298
    Don Juan Osórez atribuye a los concejos de Reina y Las Casas la dehesa de Viar, perteneciente al comendador de la villa, contra el pago a éste de mil mrs. anuales.
AHT, leg. 78.123-2.
…E nos, don Juan Osores, el maestre sobredicho, mandamos que esta dehesa sea muy bien guardada y que ganados de Guadalcanal nyn de Llerena e de Montemolín nyn de otro lugar nyn de los nuestros de labrada nyn bestias que no entreguen [sic] en ella contra voluntad vuestra y, sy vos entraren, mandamos a vos, el concejo sobredicho, que los prendades por la calonna, segund e como manda vuestro Fuero [y] se a usado, e que las otras dehesas entrar de voluntad e destos en ninguna dello [sic]. Y esto vos prometemos hazer e otorgar el primero Capítulo general que nos hiziésemos e daros ende carta sellada con el sello y de Cabildo y el dicho concejo, e porque esto sea cierto y no venga en duda, mandamos ende hazer dos cartas partidas por abecé, y sellar con nuestro sello del concejo de Reyna, de que tengamos nos la una y vos la otra. Dada en Llerena, nueve días andados del mes de henero, hera de mill y trezientos y treynta y seys annos.

Guadalcanal, 5 de noviembre de 1327
    Don Vasco Rodríguez Coronado confirma al concejo de Reina el derecho de aprovecharse de sus recursos, como lo habían hecho desde tiempos de don Pelayo Pérez Correa, así como a usar la dehesa de Viar, según la mojonera existente en la época de don Diego Muñiz.
AHT, leg. 78.123-2.
... Sepan quantos esta carta vieren cómo nos, don Basco Rodríguez, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, por hazer [bien] y merced al concejo de Reyna, [1] mandamos y thenemos por bien que corten lenna y pasten las yervas y veban las aguas y pesquen en los ríos y usen con todos sus vezindades, segund syenpre usaron e hizieron desd’el maestre don Pelay Correa acá.
… E otrosy les otorgamos la dehesa de Viar [de la] vellota e de la yerva, segund se contiene en las yervas [sic] de nuestros antecesores.
…Y por les hazer más merced otorgamos que por do fueron puestos los mojones en el tienpo del maestre don Diego Monnís, nuestro antecesor, que por ay sean puestos y guardados.
… Y mandamos y defendemos que ninguno no sea osado de les yr nyn d[e le]s pasar contra esta merced que los nos fazemos, en nynguna manera, ca qualquiera que lo hiziere, sy fuere fleyre, hazer gelo y amos hemendar con Dios y con Orden, y, sy fuese seglar, al cuerpo y a loque obiere nos tornaríamos por ello. Y desto les mandamos dar esta nuestra carta con nuestro sello de cera colgado. Dada en Guadalcanal, a honze días del mes de mayo, anno hera de mill e trezientos e sesenta e cinco annos.
Ruy Martínez.

Guadalcanal, 5 de noviembre de 1327
    Don Vasco Rodríguez Coronado confirma privilegio de don Garci Fernández, confirmatorio de otro de don Gonzalo Pérez, eximiento de pechos a los vecinos del castillo de Reina.
AHT, leg. 54.505.S
..sepan quantos esta carta vieren cómo nos, don Vasco Rodríguez, por la gracia de Dios, maestre de la Horden de la Cavallería de Santiago, vimos una carta del maestre don García Fernandes, que dezía en esta manera:
[inserta documentos de 1287 y 1317]
… E nos, el maestre don Vasco Rodríguez, vimos la dicha carta e otorgámosla e confirmámosla e mandamos que vala en todo, segund que se en ella contiene, e defendemos firmemente qe nynguno sea osado de los yr ny pasar contra ello en nynguna manera, e desto les mandamos dar esta nuestra carta sellada con nuestro sello. Dada en Guadalcanal, honze dyas de mayo, hera de myll e trezientos e sesenta e cinco annos.

Guadalcanal, 5 de noviembre de 1327
    Don Vasco Rodríguez Coronado confirma el uso de sus vecindades a los vecinos de Reina, como las tenían desde don Pelayo Pérez Correa, y el uso de la dehesa de Viar y los mojones de su término como los tenían en época de don Pedro Núñez.
AHT, leg. 54.505.
…Sepan quantos esta carta vieren cómo no, don Vasco Rodríguez, por la gracia de Dios, maestre de la Horden de la Cavallería de Santiago, por hazer bien e merced al concejo de Reyna, [1] mandamos e tenemos por bien que corten yerva y pasten las yervas y bevan las aguas e pesquen los ríos e usen todas sus vesyndades, segund syenpre usaron e fisyeron desd’el maestre don Pelay Correa acá.
…E les otorgamos la defesa de Viar de la bellota e de la yerva, segund se contiene en las cartas de nuestros antecesores.
…E por les faser más merced otorgámosles que donde fueron los mojones en el tienpo de don, Pero Núnnez, nuestro antecesor, que por ay sean puestos e guardados. E mandamos e defendemos firmemente que ninguno no sea osado de les yr ny de les pasar contra estas mercedes que les nos fazemos en nynguna manera, que qualquiera que lo fisyere, sy fuere fleyre, a faser jelo ternemos enmendar con Dyos e con Horden, e su fuere seglar.

Capítulo de Llerena, 26 de marzo de 1383
    Don Pedro Fernández Cabeza de Vaca confirma al concejo de Reina dos privilegios, uno de don Gonzalo Fernández y otro de don Alonso Méndez.
AHT, leg. 78.123-2.
…Sepan quantos esta carta vieren cómo nos, don Pero Hernández Cabeça de Baca, por la gracia de Dios, maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, vimos dos cartas de previlejio, la una del maestre don García Hernández y la otra del maestre don Alonso Méndez, sus [sic] antecesores, que Dios perdone, escriptas en pargamino de cuero y sellada con tres sellos de cera colgados, que dizen en esta guisa: inserta privilegios de don Garci Fernández y de don Alonso Méndez]
… E nos, el maestre don Pero Hernández, con consejo e otorgamiento del prior de Uclés y de don Rui Gonçález Mesía, comendador mayor de Tierra de León y de don Alonso Hernández Verdugo, comendador de Santa Cruz, procurador de don Pero Ruis de Sandoval, comendador mayor de Castilla, e de Diego Gonçales de Mendoça, comendador d’Estepa, y de don Lorencio, comendador de Mérida, y de Nunno Rodríguez de Vega, comendador de la Fuente del Maestre, e de García Xuárez Mexía, comendador de Montemolín, e de Ruy Martines de Céspedes, comendador de Estremera, en lugar de Miguel Alonso, comendador de Guadalcanal, e de Gil Rodrigues de Vega e de Pero López de Orozco, comendador de Oreja, e de Rui Martínez, comendador de Montiel, e de Rui Martínez de Céspedes, comendador de Estremera, que son de los treze y de los otros cavalleros [y] fleyres de nuestra Orden, que con nos fueron ayuntados enel nuestro Cabildo general que fue fecho y celebrado en la nuestra villa de Llerena, miércoles, a diez e nueve días de este mes de março, éste en que estamos, de la hera desta carta, por hazer bien e merced al dicho concejo y omes buenos de Reyna, tan bien de villa, como de aldeas, e otros lugares, y confirmámosles dichas cartas de los dichos maestres don García Hernández y don Alonso Méndez, nuestros antecesores, que Dios perdone, e mandamos que le valan y sean guardadas en todo, bien e cumplidamente, segund que en ellas y en cada una dellas se contiene.
… E defendemos firmemente que ningund fleyre nin seglar no sea osado de les yr ni de los pasar contra esta gracia y merced que les nos fazemos nin contra parte dello, en ningund tienpo ni por alguna manera, e, sy no, cualquier que contra ello fuere e pasare, sy fuere fleyre, demandárgelo y amos con Dios y con Horden, e al seglar al cuerpo y a lo que obiere nos torvandiemos [sic] por ello. E por quanto non estaba aquí el sello de nuestro Cabildo, mandamos dar esta carta sellada con nuestro sello y con los sellos de los priores y comendador mayor de León. Dada en la nuestra villa de Llerena, veynte y seys días de março, hera de mill e quatrozientos y veynte e un annos.
Yo, Gonçalo Martínez la fiz escribir por mandado del maestre.

Fuentes.- Pedro Andrés Porras Arboledas 


PRIVILEGIOS MAESTRALES DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO (SIGLOS XIII-XVI)

domingo, 15 de enero de 2023

!De ése me encargo yo!

 


CHAMIZO Y SU FAMILIA DURANTE LA GUERRA CIVIL

     La siguiente ponencia, “Chamizo y su familía durante la guerra civil”. Es una ampliación de la que fue presentada y leída por Mª Victoria Díez Chamizo, nieta del insigne vate, en el I Congreso Nacional en torno al poeta extremeño Luis Chamizo, en el I Centenario de su nacimiento 1894/1994, que tuvo lugar en Guareña el 3 de diciembre de 1994. “Estalla la guerra civil”

Ma. Victoria Díez Chamizo (1)

          Ante todo, quiero dar las gracias a mi madre y a mis tías, por las muchas historias que les he oído contar a lo largo de mi vida y que han hecho posible que pudiera escribir estas páginas. Huelga decir que, si algún mérito encierra, no es mío, sino de ellas y que mucho me temo que de los errores tengo la exclusiva. Asimismo, deseo hacer constar que en ningún momento he pretendido molestar u ofender a nadie. Y que sí, torpemente, lo he hecho, le pido perdón. Mi único interés es relatar unos hechos familiares con la máxima objetividad que he podido y con la esperanza de que haya llegado la hora de que todos sustituyamos antiguos resentimientos por un clima de afecto y compresión. Y en este sentido, también describo... ¡un sueño!

          A mediados de los años treinta Luis Chamizo era un hombre muy popular en Extremadura. Prueba de ello es el relato de José María Osuna de un viaje a Mérida que hicieron juntos en 1934 ó 1935, según él mismo indica, y que cito textualmente:

"Apenas llegados, entramos, deliciosamente ignorados, -así me lo pareció en aquel momento- en un modestísimo bar todavía en las afueras. Nadie descompuso el gesto, ni hizo movimiento alguno que denotase la entrada de una persona conocida. Bebimos unas cervezas y Don Luis pidió el importe de la consumición. Entonces ocurrió lo que para mí hubo de representar una gran sorpresa. Mi primera sorpresa de Mérida".

         El mozo del bar, sin levantar apenas los ojos hacia nosotros, sin detenerse siquiera un momento en su faena de limpiar el mostrador, contestó poniendo cierto énfasis en las palabras:

  - En esta casa no se le cobra a Don Luis Chamizo.
Algunos parroquianos se pusieron entonces de pie y saludaron muy afectuosos.
- Buenas tardes Don Luis y la compaña.
-Buenas tardes señores (respondimos nosotros, sinceramente conmovidos.)

      Esta fue, como os decía, mi primera sorpresa, acabados de llegar a Mérida. Hasta hacía poco yo había vivido en una primerísima ciudad, en la que seguramente por su gran población, todo el mundo, incluso los valores más constatados, se impersonaliza, y nadie cuida de expresiones admirativas o deferentes -solo quizás algún amigo- ni siquiera de esas tan sencillas y enternecedoras como ésta que había vivido al lado del ilustre poeta, y que luego habían de repetirse en más de una ocasión durante nuestra corta estancia en esta bella ciudad del Guadiana". (2)

         Cuando estalló la guerra mi abuelo estaba en Guareña con su hija mayor, Ma. Luisa, visitando a su madre, Asunción. Intentó llegar a Guadalcanal en tren a fin de reunirse con mi abuela y sus otras cuatro hijas, pero no pudo. No consiguió pasar desapercibido. Le detuvieron unos milicianos, junto con otros viajeros, al hacer trasbordo en Mérida. De este episodio existen dos versiones. La primera de ellas (defendida por mi madre y por María Luisa, que aseguran habérsela oído contar a su padre) consiste en que estuvo preso varias horas, con la amenaza de que le matarían al día siguiente, de madrugada. Se quejó amargamente, alegando que iban a matar a un poeta que tanto había cantado a Extremadura y a sus gentes. Consiguió que le retaran a que lo demostrase. Y aceptó el reto, insistiendo que necesitaba las manos libres para poder recitar. Lo desataron y recitó "la nacencia" y "los héroes sin gloria". Les emocionó tanto que le dejaron marchar. 

      Dijeron que no querían comprometerse. Volvió a Guareña en la máquina de un tren de carbón. Llegó completamente tiznado. Como les suplicara tener noticias de su familia, al poco tiempo esos mismos milicianos le comunicaron que su esposa y sus hijas estaban huidas, que se encontraban bien y que se habían refugiado en Malcocinado (Badajoz).

         La segunda versión (defendida por mi tía Ma Virtudes, que me ha dicho que se la contó su abuela Asunción cuando vivió con ella en Guareña) (3) se remonta a hechos que ocurrieron mucho antes de que se declarase la guerra civil. Al morir mi bisabuelo Joaquín, su hijo se hizo cargo de la fábrica de tinajas y otros utensilios (que ocupaba una gran superficie en la parte trasera de la vivienda), con la ayuda de un operario de toda su confianza. Sólo ellos dos tenían llave de la caja fuerte que había en la casa. Un día, mientras mi abuelo dormía la siesta, oyó unos ruidos muy extraños. Con todo sigilo se levantó (sin ponerse el ojo de cristal) (4), cogió un arma, y fue a ver qué pasaba. Se encontró a su hombre de confianza con la caja fuerte abierta, apoderándose del dinero. Al verle, el operario se echó a llorar. Le contó una circunstancia familiar muy difícil que hizo que mi abuelo no sólo le perdonase, sino que le regalase parte del botín que pretendía llevarse. Además, le prometió que nunca diría nada (este trabajador, por voluntad propia, se fue al poco tiempo). Y es así que cuando le cogieron preso en Mérida, la casualidad quiso que uno de los milicianos que le detuvieron fuera su antiguo hombre de confianza, que creyó reconocerle. Este comentó a sus compañeros, "¡de ése me encargo yo!". Ya a solas, le pidió que se quitara el ojo, cosa que hizo. Así comprobó su identidad. El miliciano le dijo que una vez le había hecho un gran favor y que él, ahora, se lo devolvía dejándole escapar. Le escondió en un pajar y ese mismo día, por la noche, le permitió volver a Guareña, en un camión. (De ser esta segunda versión cierta, mi abuelo sólo le contó este episodio a su madre. Muy posiblemente, él mismo habría inventado la versión anterior.)

         Sea quien fuere su liberador y las razones que tuviera para dejarle marchar, el caso es que se libró de una muerte casi segura (poco tardó en llorar que su misma suerte no la hubiese tenido su amigo Federico García Lorca). Padre e hija permanecieron en Guareña unos tres meses, hasta que fue tomada por los nacionales. Durante este periodo, mi abuelo se escondió en los hornos de la casa, que en más de una ocasión registraron, sin que lo encontraran. Normalmente los registros coincidían con la llegada de "refuerzos" de Madrid. Cuenta Ma. Luisa que en una de estas ocasiones la cogieron y la llevaron, a la fuerza, a la parte trasera de la casa, cerca de donde estaban los hornos, amenazándola con pegarle hasta que su padre saliera del escondite; y que, al primer impacto, antes de que empezara a gritar, se cayó, golpeándose con fuerza la cara contra el suelo y perdiendo el conocimiento (dice que desde entonces tiene la nariz torcida). En casa de Asunción también vivían Marcial y Atanasia, hermanos solteros de Asunción. Marcial trabajaba en las bodegas de vino del pueblo y tenía un hijo, Joaquín, ya muchacho (Marcial y su hijo también se escondieron en los hornos de la casa). Atanasia ayudaba en las faenas domésticas.

         En Guadalcanal, pared con pared con la casa de mi abuela estaba la de su hermana Consuelo, que vivía con su marido, Juan Pastor (en realidad ambas casas eran sólo una, que se dividió en dos cuando se casó Consuelo, que hasta su boda convivió con mis abuelos en la que había sido la casa de sus padres). Consuelo y Juan no tuvieron hijos. La relación entre las dos familias era muy estrecha, prácticamente vivían juntos. Un poco antes de declararse la guerra varios amigos de la familia avisaron a mi abuela de que la situación se estaba poniendo muy seria, que acumulara víveres y que bajo ningún pretexto saliera a la calle. Las casas de mi abuela y de Consuelo se unieron por un agujero en la pared, que disimularon con un mueble a cada lado. Así se visitaban. Los milicianos registraron las viviendas en varias ocasiones. Buscaban armas. Ya el primer día de guerra hubo muchos fusilamientos, en el cementerio. Mi abuela, Consuelo y Juan decidieron huir de Guadalcanal. Salieron del pueblo "medio disfrazados" (mal vestidos y sin ningún equipaje) y se fueron, andando, a Malcocinado, a casa de Rafaela, el ama de leche de mi madre. Eran las tres de la tarde y caía un sol de justicia (por el camino se encontraron con una mujer que les regaló un pan y una botella de aceite -con el tiempo mi abuela la pudo localizar y le volvió a expresar su agradecimiento-). Llevaban consigo dinero, oculto en la ropa. La casa de Rafaela era pequeña. Se apañaron cómo pudieron. Por las noches se instalaba en el suelo un jergón muy grande de paja. Mi abuela, Consuelo y Juan dormían "en la cabecera". Las niñas, perpendiculares a ellos, "a los pies". Así estuvieron un mes. Los milicianos se personaron en casa de Rafaela, buscando al tío Juan (que había sido director del Banco de Guadalcanal). No lo encontraron.

       

 
Volvieron todos a Guadalcanal cuando fue tomada por los nacionales. Las casas se las encontraron intactas, al contrario de lo que había ocurrido con muchas otras casas, que las habían saqueado y quemado. Y allí permanecieron hasta que "aparecieron" mi abuelo y Ma. Luisa. Una vez todos juntos y pasado un tiempo, se fueron a la finca "La Gastana", propiedad de Consuelo. En Guadalcanal escaseaban los alimentos y se respiraba mucho terror. Muy cerca de La Gastana estaba el cortijo de mi abuela, "El Burgalés". Mi abuela y sus cinco hijas permanecieron en La Gastana el resto de la guerra, con Consuelo y Juan. Mi abuelo, no. Se ausentaba a temporadas, incluso semanas o meses. Colaboraba con Auxilio Social.

         La vida en el campo transcurría tranquila, lejos de los lujos y comodidades a los que la familia había estado acostumbrada. Buen testimonio de ello es las siguientes canciones, de letra de mi abuela y escritas en ausencia de mi abuelo, que tanto mi madre como mis tías cantaban a voz en grito por La Gastana y El Burgalés (a todos los nietos y nietas, estas coplas y otras parecidas nos las cantaba mi abuela y su hermana Consuelo, y también nuestras madres, de pequeños).

Primera   canción:

Somos los refugiados en La Gastana de Burgalés
que vivimos felices sin servidumbre y sin parné.
Cuando tenemos mucho calor
vamos derechos hacia el albercón
y entre sus aguas frescas y claras
¡lavamos nuestros cuerpos y nuestras caras!
Cuando la servidumbre poquito a poco se fue a segar
nos quedaron tan solo las dos doncellas, Manuel y Juan.
Una doncella se descalabró (5)
la otra enfadada al pueblo marchó
por el alpiste (6) se fue el Sr. Juan
¡y Manuel con tito a Guadalcanal! (7) .
Cuando todos marcharon, que bien quedamos, ¡gracias a Dios!
comimos y cantamos y trabajamos con ilusión.
De cocineras tita y mamá
Ma. Victoria para lavar
con dos jarritas trae el agua Consuelo
¡mientras que Ma. Luisa da brillo al suelo!
La otra Ma. Victoria (8) y Virtuditas mondan patatas
mientras que Asuncioncita por cualquier cosa ¡nos da la lata!
Sólo nos falta para vivir bien
que tito traiga mucho que comer
y el panadero (9) le traiga a mama
¡la carta que impaciente espera de papá!
Para que no faltase ningún festejo en la Castaña
celebraron dos niñas una gran lucha greco-romana (10)
Que nadie sabe por lo que empezó
ni tampoco cómo terminó
pero si vuelven a boxear
¡ninguna de las dos se queda sin cobrar!


Segunda canción
(11):

Si pasas por Burgalés, pregunta por tres erizos:
Consuelito y Asunción y Virtuditas Chamizo.
Las bañan y las perfuman, las visten de arriba abajo
y cuando pasa media hora parecen escarabajos:
se quitan los calcetines, pierden la traba y el pantalón,
se enchancletan los zapatos ¡y corren más que un ciclón!
Cuando las veas pasar en la chica fíjate
sí se ensucia los baberos se los vuelve del revés.
Pero la otra mayor tiene más mala intención
se rellena de papeles el babi y el pantalón:
por si su mamá le da una lección
y con la correa, la explicación;
pero su mamá la va a comprender
y en una tinaja la va a meter
a ver si así ¡se amansa bien!
Si pasas por Burgalés y no ves a Consuelito,
está dentro de una tinaja espiando su delito.
Y si no ves a Asunción ni a su hermana Virtuditas,
están en la habitación lo mismo que dos guarritas:
sin comer ricas cerezas, dulce de membrillo, ni salchichón,
veremos si estos castigos, ¡han servido de lección!

         Durante la guerra, por casa de Asunción pasó mucha gente (como había ocurrido en otros tiempos de forma habitual) y eso implicaba muchas bocas que alimentar. Asunción había sido siempre una mujer muy generosa. Mi abuelo sentía por ella verdadera admiración. Marcial prestó dinero a su hermana, probablemente en muchas ocasiones, y también a mi abuelo. Ella le firmaba pagarés a cargo de la casa de Guareña. La deuda llegó a ser tanta que, con el tiempo, Marcial se quedó con la casa. Esto originó graves problemas en la familia, ya que no siempre las liquidaciones de Marcial coincidían con las cuentas que llevaba mi abuelo de las deudas pendientes. Aproximadamente al año de acabar la guerra civil murió Asunción, ajena al disgusto de su hijo (que se negó a decirle que había perdido aquella casa que tanto quería y añoraba, ¡antes de heredarla!). Con su muerte cesaron las visitas a Guareña.

¡Ay abuelo!
Abuelo idealista,
abuelo bueno,
¡cuánto me hubiera gustado conocerte!
Y cuánto me gustaría que la casa de Asunción,
la casa de Joaquín, el tinajero,
esa casa a la que tanto añorabas volver...
"Aquella casona grande con su fachada de piedra,
con aquel pasillo largo que llevaba a las bodegas;
aquellas bóvedas altas, lo mismo que en las iglesias;
aquella cocina grande con su hermosa chimenea"... (12)
esa casa y no otra,
fuese algún día tu casa,
¡la casa de Luis Chamizo,
¡Casa de Cultura del Pueblo!
¡Reivindico este sueño!

 

A modo de apéndice:

A MI PADRE (13)

Guareña tuvo un poeta,
un poeta muy castúo, que quiso mucho a su Tierra
y que cantó a sus campos, a su Extremadura entera,
bajo el sol abrasador de sus llanuras inmensas:
sus versos recios, rompieron las venas de gran poeta
y brotaron de su sangre más que de la inteligencia.
¡Cómo amabas, padre mío, aquellas tierras morenas
cuna de tus ilusiones y consuelo de tus penas!;
¡cómo añorabas volver a tu casa solariega
donde esperaba tu madre, donde tenías tu hacienda!
Aquella casona grande con su fachada de piedra
con aquel pasillo largo que llevaba a las bodegas;
aquellas bóvedas altas, lo mismo que en las iglesias;
aquella cocina grande con su hermosa chimenea
donde la leña al arder hablaba de tu nacencia
y prendía en ti sus llamas ardiendo tu inteligencia...
Todo aquello, ¡padre mío!, con desconsuelo te espera;
¡qué pena que estés tan lejos... que ni siquiera tu Tierra
te acompañe en las frialdades de esa soledad tan negra!
Solo estás, solo, muy solo... y muy lejos de Guareña:
tu madre, desde la tumba, te llama con la voz muerta,
y el miajón de una raza de castúos también te espera.
¡Qué lloren los extremeños, que solo está su poeta!:
su sombra vaga en la noche por las calles madrileñas
añorando sus terruños a los que tanto quisiera.
¡Qué redoblen las campanas! ¡qué redoblen con tristeza!,
el cantor de Extremadura polvo se hace en otras tierras.

Notas. -

 (1) Este artículo consiste en una ampliación de la ponencia "Estalla la guerra civil" que presenté en Guareña, en el congreso que en honor del poeta Luis Chamizo Trigueros organizó su Ayuntamiento (del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 1994).

(2) Párrafo de la conferencia "Chamizo y Mérida en el recuerdo", pronunciada por el Dr. Osuna el cuatro de abril de 1964, en la Sociedad Liceo de Mérida. Folio 5. (Obra en mi poder el original de esta conferencia, que el autor dedicó y regaló a mi madre, Ma Victoria).

(3) Ma. Virtudes cuidó de su abuela, que estuvo muy enferma, casi un año. Ambas llegaron a intimar mucho.

(4) Durante toda su vida mi abuelo llevó un ojo de cristal que únicamente se quitaba para dormir. (El ojo lo perdió al nacer, en el parto.)

(5) se accidentó y se fue al pueblo.

(6) el vino (mi abuela le despidió por borracho).

(7) el tío Juan y Manuel se fueron a comprar víveres.

(8) una sobrina de Málaga del tío Juan.

(9) el panadero visitaba las distintas fincas y cortijos de la comarca una vez por semana. Era costumbre que a la vez que vendía el pan repartiese el correo.

(10) pelea muy sonada entre mi tía Consuelo y la sobrina del tío Juan, Ma. Victoria.

(11) esta canción se canta con la tonadilla de "si vas a París papá..."

(12) fragmento de la poesía "A mi padre” que se reproduce íntegramente a continuación.

(13) poesía de mi madre publicada el domingo uno de septiembre de 1957 en el "Hoy" de Badajoz. (Los restos de mi abuelo yacen en su querida Guareña, como fue siempre su voluntad, desde 1994, año del centenario de su nacimiento, gracias al esfuerzo de las mujeres y los hombres de la villa muy especialmente del Ayuntamiento- y de sus hijas).

Ma. Victoria Chamizo (Ceuta, 1957).

Publicado en la Revista El Carro de Guareña 1997 (Año 4 nª2)

lunes, 9 de enero de 2023

GUADALCANAL EN EL CATASTRO DEL MARQUES DE LA ENSENADA y 6

 

Fernando VI y la nueva ley de impuestos

Última parte

          Los textos de las preguntas y respuestas han sido transcritos respetando el contexto original. 

33ª A La trigesima terzia pregunta…(Què ocupaciones de Artes mecanicos hay en el Pueblo, con diftincion, como Albañiles, Cantero, Albeytares, Herreros, Sogueros, Zapateros, Sastres, Perayres, Texedores, Sombrereros, Manguiteros, y Guanteros,&c. explicando en cada Oficio de los que huviere el numero que haya de Maestros, Oficiales, y Aprendices; y que utilidad le puede resultar, trabajando meramente de fa Oficio, al dia à cada uno)…dijeron que en esta villa ay dos pintores y doradores que lo son Joseph Rodríguez Mendoza Y Francisco Rivera que ganan seis reales en cada un dia de los que travajan al año; Ay un escultor que lo es Francisco Rivera Antunez que gana en cada un dia de los que travaja al año seis reales; Ay cinco erreros que lo son Francisco Hernandez, Francisco Savido, Pedro Bernabé,  Francisco Fajardo y Manuel Velasquez que ganan quatro reales en cada dia de los que travajan al año; Ay dos zerrajeros que lo son Matheo Cavallaro y Pedro Cordero que gana cuatro reales en cada dia de los que travajan al año; Un  oficial de zerrajero y lo es Juan Cordero que gana en cada un dia dos reales; Onze carpinteros que lo son Juan Cavallero Neira, Luis Fernandez Abulagas, Diego Joseph Robledo, Sebastián Rodríguez, Andres Espino de la Peña, Juan de Dios, Santiago Antonio Robledo, Agustin Santiago Guerrero, Pedro de Lara, Joseph Nuñez y Geronimo de la Peña que ganan en cada un dia de los que travajan cinco reales; Dos caldereros y lo son Manuel Picon y Manuel Bonilla que ganan en cada un dia de los que travajan cinco reales; seis erradores y lo son Joseph Miguel, Juan de Dios Fonseca , Miguel Ortiz, Andres Jiménez, Juan Rodríguez Renquilla y Diego Martin Luengo que ganan en cada un dia de los que travajan cinco reales; Onze alarifes[24]y lo son Antonio Martin Fornarino, Domingo de Aposta, Juan Picon, Julian Domínguez, Manuel Yanes, Domingo Rodriguez, Juan Alonso, Juan Boceta, Juan Yanes Alvarez, Manuel Cordero y Joseph Serrano que ganan en cada un dia de los que travajan quatro reales; Veinte y dos sastres que lo son Antonio Rodríguez, Antonio Marquez, Christoval Robledo, Joseph Robledo, Diego Rodríguez, Diego Ruiz; Eusebio Ugia. Francisco Robledo, Francisco Narciso Alvarez. Francisco Ponze. Joachin Robledo, Joseph del Castillo, Juan Garcia Robledo, Nicolas Alvarez, Pedro Veloso Rios, Pedro Robledo, Miguel Fernandez, Bartolomé Moreno, Joseph Ugia, Juan Ponze, Joachin Ponze y Antonio Vizente, que ganan en cada un dia de los que travajan quatro reales; Treinta y un tejedores de lienzos y lo son Antonio Rodríguez, Alonso Marquez, Pedro Marquez, Alfonso Marquez, Fernando Burgos, Juan de Echaves, Francisco Chaves, Juan Garnica, Juan Bazquez, Jerónimo Echaves Vera, Joachin de Arcos, Pedro Fernandez, Pedro Lopez Palomo, Cristóbal Joachin Robledo, Cristóbal Carrascal Espino, Nicolas Arenas, Francisco Marquez, Sevastian Sanchez, Lucas Garnica, Antonio Victorino, Juan Martinez Luengo, Pedro Burgos, Bartolomé Arcos, Valentin Arcos, Miguel Francisco de la Parra, Miguel Clavijo, Francisco Nieves, Joseph Rodríguez, Pedro de Lara, Vizente Yanes y Joseph de la Peña que ganan en cada dia un dia de los que travajan quatro reales; Un ollero y lo es Sebastián Rosales que gana en cada un dia de los que trabaja quatro reales; Un cazador y lo es Francisco Garcia que gana en cada un dia de los que trabaja tres reales; tres odreros y lo son Nicolas de Leon, Bernardo Guerrero y Joseph de Leon que ganan en cada un dia de los que trabajan quatro reales; Treinta y quatro zapateros y lo son Antonio Agudo, Joseph Sanchez, Juan Gordillo, Miguel Sanchez, Vizente Morente, Joseph Moneo, Manuel de la Peña Sevillano, Pedro Diaz, Bartolomé Sanchez Manso, Vizente Pulgarin, Francisco Aposta, Cristóbal Huerta, Diego Trigos, Diego Garcia, Fernando Alvarez, Francisco Perez, Francisco Zendon, Francisco Crespo, Francisco Iglesias, Joseph Ortiz, Joseph Roman, Joseph del Barco Ortiz, Miguel Rodríguez, Nicolas Suarez, Pedro Montan, Pedro de Ortega, Antonio Sanchez, Pedro de Fuentes, Alonso Jiménez, Alonso Cavera, Andres Jiménez, Alonso del Olmo. Miguel Jiménez, Vizente Garcia y Cristóbal Garcia que ganan en cada un dia de los que travajan quatro reales; Seis oficiales de zapateros y lo son Francisco Rodríguez, Joseph Trigo, Juan Sanchez, Fernando Valentin, Antonio Guerrero y Joseph Jiménez que ganan en cada un dia de los que travajan tres reales y quatro curtidores que son Joseph Valcazeres, Manuel Fernández Recuerda, Martin Delgado y Juan Antonio Alvarez y ganan en cada un dia de los que travajan quatro reales.

 

34ª  A la trigesima quarta pregunta…(Si hay entre los Artistas alguno, que teniendo caudal, haga prevencion de Materiales correspondientes a fù propio Oficio, ò à otros, para vender a los demas, ò hicieron algun otro Comercio, ò entraffede Arrendamientos; explicar quienes, y la utilidad, que confideren le puede quedar al año à cada uno de los que huvieffe)…dijeron; que en esta villa no ay de los referidos artistas, alguno que haga prevencion de materiales correspondientes a su propio oficio, salvo para vender a los demas, o que tenga algun otro comerzio o arrendamiento que los expresados. 

35ª   A la trigesima quinta pregunta…(Què numero de Jornaleros Havrà en el Pueblo, y à como fe paga el jornal diario a cada uno)…dijeron: que en esta villa ay veinte y cinco mayorales de ganado lanar; quatro de ganado bacuno, diez y seis de ganado cabrio en que se incluyen los mismos dueños que les guardan; quatro de ganado yeguar y ocho de ganado de zerda que por lo regular ganan todos los referidos mayorales en salario, manutención y demas ovenciones setecientos reales; Ay treinta y dos manaderos o zagales de ganado lanar, quinze de ganado vacuno, veinte y cinco de ganado cabrio, en que se incluyen los mismos dueños que le guardan y nueve de ganado de zerda, cuia soldada regular de todos los referidos zagales, en todas ovenciones quinientos reales por año; Ay un Barquero del conzejo, cuio empleo o ejercicio le dejara libre por año novecientos reales; Ay diez y seis aperadores[25]en que se incluyen sirvientes de igual soldada que la regulan, que ganan en salario, manutención y demas ovenciones, ochocientos reales al año; Ay ciento y diez y seis mozos de lavor, gañanes y sirvientes de igual soldada que la regulan, que ganan inclusas ovenciones en setecientos y setenta reales por año; Ay cincuenta labradores que por sus personas travajan a quienes regulan como meramente jornaleros y como a tales tres reales de utilidad en cada un dia de los que se emplean en el referido ministerio; Ay quinientos sesenta y dos jornaleros, brazeros en que se comprenden nueve soldados milicianos sirvientes de igual soldada a quienes regulan tres reales al dia de los que travajan al año. 

36ª   A la trigesima sexta pregunta…(Quantos Pobres de Solemnidad havrà en la Población)…dijeron: que en esta villa ay treinta y dos pobres, hombres y mugeres. 

37ª   A la trigesima septima pregunta…(Si hay algunos Individuos, que tengan Embarcaciones, que naveguen en la Mar, ò Rios, fu porte, ò para pefcar: quantas, à quien pertenecen, y que utilidad fe confidera dà cada una a fu adueño al año)…dijeron: que en ella no ay individuo alguno que tenga embarcaciones que naveguen en mar o rio. 

38ª   A la trigesima octava pregunta…(Quantos Clerigos hay en el Pueblo)…dijeron: que en esta villa avecindados diez y siete sacerdotes, incluso tres parrochos, quatro diaconos, dos  subdiaconos y treinta y seis clerigos de menores beneficiados. 

39ª   A la trigesima nona pregunta…(Si hay algunos Conventos, de que Religiones, y fexo, y que numero de cada uno)…dijeron: que en esta villa ay un combento de Religiosos franziscos observantes, cuia comunidad se compone de veinte y cinco sacerdotes, tres coristas[26], siete legos[27]y cinco donados[28]; Otro combento de Religiosa franciscanas de la advocacion  de Nuestra Señora de la Concepción, cuia comunidad se compone de veinte y tres religiosas profesas; Otro combento de religiosas del orden de Santa Clara de la advocación de San Joseph, cuia comunidad se compone de veinte y dos religiosas profesas y una novicia y otro combento de Religiosas del orden de Santa Clara de la advocación del Espiritu Santo, cuia comunidad se compone de veinte y quatro religiosas profesas y dos novicias; Un hospicio de monjes Basilios llamados del Tardon, que se compone de dos sacerdotes y un donado. 

40ª   A la quadragesima pregunta…(Si el Rey tiene en el termino.ò Pueblo alguna Finca,ò Renta, que no corresponda à las Generales, ni a la Provinciales, que deben extinguirfe: quales fon, còmo fe administran y, quanto producen)…dijeron: que el Rey no tiene en esta villa y su termino mas rentas de las que no deben extinguirse con el establecimiento de la Unica Contribución, que la del subsidio y excusado, lanzas y medias lanzas correspondientes a los efectos y ramos que en esta villa y su termino pertenecen a la encomienda de la villa y a la de bastimentos, previniendo que por lo  tanto la  respectiva  la obtenga el Serenisimo Señor Infante Cardenal Arzobispo de Toledo y Sevilla, esta exento su A.A. a pagar las expresadas cargas en virtud del derecho de veinte y siete de abril de mil setecientos treinta y siete. 

         Todo lo cual dijeron es la verdad, según su leal saber y entender y la razon que pueden dar sobre las referidas atiendas por que han sido interrogados y asi lo declaran socargo de su juramento, en que reafirmaron y ratificaron y con su Señoria el Governador lo firmaron los que supieron según doy fe: Don Juan de Santiago y Chinchilla, Alonso Lopez de la Vera, Don Antonio de Castilla, Don Andres de Ortega, Diego Jiménez Cavallero, Antonio Esteban, Miguel Alvarran, Cristóbal Rico, Francisco Muñoz Duran, Francisco Luis Larios; Ante mi Alonso Antonio Casado.

 Notas

[24] Alarife: Albañil

[25] Aperador: el que apera, construye o compone carros y aperos de labranza.

[26] Corista: religioso destinado al coro desde que profesa hasta que se ordena sacerdote.

[27] Lego: religioso con votos simples y sin ordenación sagrada, que cumple funciones de servicios y administración.

[28] Donado: persona que entra como sirviente en una orden religiosa y asiste a ella con una especie de hábito, pero sin hacer profesión.

 Rafael Ángel Rivero del Castillo

Toledo, marzo de 2008