Esta Reserva de la Biosfera es el lugar ideal para conocer atardeceres únicos y saborear la dehesa.
La dehesa, un valor a cuidar
Dehesas de la Sierra Morena, espacio protegido al Norte de Sevilla, es un
enclave natural único en el mundo abierto a visitantes y turistas en busca del
origen. Gastronomía, cultura, calidad de vida y paisajes de ensueño son un
reclamo turístico cada vez más en alza.
La dehesa es, según la RAE, una «tierra generalmente acotada y arbolada,
por lo común destinada a pastos». Durante siglos la intervención de la mano
humana en este espacio natural ha sido determinante para que hoy exista la
dehesa. Bosque mediterráneo adehesado gracias a la ganadería y a la agricultura
de la zona en perfecta simbiosis con el medio. Lo que hoy llamamos «desarrollo
sostenible» es el germen de este espacio que atesora, además, otras
distinciones por sus valores geológicos y naturales.
El Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, declarado en 1989, comparte parte del territorio de las Dehesas de Sierra Morena siendo uno de los más extensos de Andalucía con 177.484 hectáreas. Además, este enclave es Geoparque Mundial de la UNESCO desde 2015 por su singularidad geológica, minera y arqueológica. Sus cielos, libres en su mayoría de contaminación lumínica, son también único en Europa. Y por ello se encuentra dentro de la Reserva Starlight avalada por la UNESCO pudiéndose considerar el telescopio de la provincia.
La bellota de Europa
Encinas y alcornoques son la seña de identidad de la vegetación de estas
Dehesas de Sierra Morena. En su monte, acompañado
de jarales, durillos, madroños y esparragueras entre
otros, alcornoques y encinas dan como fruto la bellota. Este fruto madura en
otoño y se desprende del árbol en otoño e invierno siendo alimento del cerdo
ibérico más selecto.
El alcornoque
además es el origen del corcho de mayor calidad de Europa.
Aunque otros países con bosque mediterráneo pueden tener alcornoques, el clima,
el suelo y la dehesa sevillana son claves en la obtención de un corcho de
primera calidad muy valorado en el mercado. Un alcornoque puede tardar hasta
treinta años en producir corcho de excelentes cualidades. Este dato, entre
muchos otros, demuestra el compromiso de la población de la comarca con su
entorno. Quien decide plantar alcornoques lo hace pensando en el futuro y en el
bienestar de la dehesa, no en el propio exclusivamente.
Agricultura y ganadería extensiva
Visitar las Dehesas de Sierra Morena es aprender el origen de lo auténtico.
Desde hace siglos el cultivo de olivos, viñas, y huertas han marcado la
agricultura de la zona. Y, por otro lado, estas grandes extensiones de terreno
han permitido mantener hasta hoy el modelo de la ganadería extensiva. Es decir,
producir carne de calidad dejando la menor huella posible en el medio. Las
producciones de la zona, hoy ejemplos de innovación y tradición,
están sujetas a una alta exigencia durante todo el proceso de producción que
culminan ofreciendo un producto de calidad certificada.
La dehesa no solo se puede ver, también se puede saborear. Como era de
esperar este lugar protegido por su alto valor natural y singularidad en la
producción de materias primas presume de gastronomía. Las tradiciones
culinarias maduran en las diferentes estaciones al igual que los recursos
forestales, ganaderos y agrícolas.
Sus montes adehesados son el escenario perfecto en el que se crían cerdos
ibéricos, ovejas y reses de vacuno. Por tanto, para entender la dehesa hay que
probar sus: chacinas, jamones, quesos de cabra y guisos de carnes de retinto,
cordero, cerdo, jabalí. Además, encontramos el verde en sus aceites de oliva de
personalidad única. La tradición, el ingenio y el aprovechamiento de sus
recursos naturales han hecho que, además, esta comarca sea la cuna
de aguardientes y licores que dieron la vuelta al mundo.
Turismo rural en las Dehesas de Sierra Morena
A tan solo una hora de la capital andaluza los visitantes no solo
encontrarán una oportunidad de disfrutar de atardeceres de ensueño y de
paisajes únicos. También podrán realizar un turismo activo adaptado a sus
necesidades y gustos. Las empresas turísticas de la comarca se han adaptado a
la demanda decididas en la puesta en valor de lo que les hace únicos.
En familia, con amigos o para encontrarse a uno mismo. Las dehesas pueden
disfrutarse a través del senderismo, escalada, ciclismo… Y las posibilidades se
multiplican con el astroturismo (turismo de observación astronómica) el orniturismo
(turismo para conocer la diversidad de aves de la zona) o el geoturismo (el
turismo que difunde el valor geológico y su repercusión en la Historia).
ALMUDENA GONZÁLEZ CABALLERO
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