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domingo, 9 de septiembre de 2018

El tren en Guadalcanal del siglo XIX a la actualidad

La decadencia del transporte ferroviario en la Sierra Norte
El 24 de Marzo del año 1872 comenzaron las obras de la futura línea de ferrocarril de media distancia de Mérida-Los Rosales-Sevilla, esta línea tuvo varios proyectos y memorias para su ejecución, finalmente se optó por la del ingeniero Víctor Rapin aprobados por Reales órdenes de 9 de Septiembre de 1862 y 12 de Enero de 1863  (1). Las obras en un principio fueron adjudicadas al ingeniero gaditano afincado en Sevilla D. Manuel Pastor y Landero. Los litigios, dificultades económicas y la dificultad y complicada orografía sobre todo encontradas en la Sierra Morena e hicieron fracasar esta empresa y pasar la obra en el año 1880 a la potente Compañía de los Ferrocarriles Madrid-Zaragoza-Alicante (M.Z.A.), esta empresa explotó la concesión desde sus inicios y durante sesenta años, con gran movimiento de mercancías, y pasajeros., hasta el año 1941 que con la nacionalización de los ferrocarriles pasó la línea a la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE).
Durante su construcción dio trabajo a muchas familias de Guadalcanal y una vez puesta en funcionamiento era gran fuente de empleo en mantenimiento, caseteros y otros trabajos para nuestros paisanos.
El 16 de Enero de 1885 pasa el primer tren por la estación de Guadalcanal tirado por una locomotora serie 220 construida en 1880  en los talleres de  Richard Harmand, haciendo el primer tramo El Pedroso-Llerena con parada en Guadalcanal, la línea empezó a funcionar a pleno rendimiento en 1882 con el recorrido completo Sevilla-los Rosales-Mérida y viceversa.
Durante el último tercio del siglo XIX y avanzado la primera mitad del siglo XX esta línea tuvo gran actividad en el transporte de personal y mercancías (ganado, cereales, minerales, carbón, etc.) con los llamados trenes ómnibus, correos, rutas, carretas y mixtos, circulando varios diarios en cada sentido de la ruta,  la estación de Guadalcanal era un centro neurálgico para estos trenes y a menudo se podían ver gran cantidad de vagones cargados en las vías de apartadero  de las mercancías citadas o de ladrillos, tejas y aceites producidos y manufacturados en Guadalcanal. Otras mercancías a menudo eran de origen o destino a los enlaces de vía estrecha de Fuente del Arco, Puerto Llano y Cerro de Hierro en el caso de los minerales o a Villanueva del Rio en el caso del carbón.
A partir de la segunda mitad del siglo XX varios factores influyeron para el declive de este pasillo ferroviario de personas y mercancías hasta llegar a la casi desaparición en nuestro días, es muy difícil ver algún tren de mercancía por estos lares y los trenes de viajero se limitan a uno al día en cada sentido, estos elementos son por un lado, el deterioro  de la línea quedando obsoleta debido a la poca o nula inversión por parte del gobierno central y el entramado de autonomías y diputaciones, esto junto a la modernización y rapidez del transporte por carreteras (aun cuando las carreteras de la Sierra Norte no son un ejemplo de modernidad) y principalmente la desaparición del gran flujo de negocio en la zona de influencia, la desaparición de las minas, la disminución del cultivo de cereal, actualmente ha quedado testimonial o como autoconsumo para los ganaderos de la región y sobre todo, la decadencia industrial, la desaparición de fábricas, claro ejemplo es Guadalcanal y comarca.
Tal vez los más curioso de aquella época (ahora algo hemos mejorado en tiempo y material de Renfe) era el tiempo que se dilataba el viaje desde Guadalcanal a Sevilla, el llamado mixto (llevaba vagones de mercancías y de viajeros)  tomando como referencia el año 1916, salía de Llerena a las 6,00 de la mañana, pasaba por Guadalcanal a las 8,00 con salida a las 8,06 y llagada la estación sevillana de Plaza de Armas a la hora “estimada” de las 15,00 horas, es decir, siete horas (una jornada casi completa), un Guadalcanalense ya fallecido que estaba de guarda en la caseta del puerto me contaba una vez en mi niñez “en los difíciles años del estraperlo la gente se bajaba en marcha antes de llegar a la estación para evitar la vigilancia, hacia sus –negocios- y volvía a cogerlo”,  en verano cuando “la calor apretaba” se bajaban los viajeros a beber agua de los pipotes de las “aguaoras”, se liaban un pitillo, se lo fumaban en la cantina y a paso ligero alcanzaban al tren antes de llegar al túnel, algo más rápido era el tren correo que reducía el tiempo a la mitad, salía de Guadalcanal a las 16,00 horas y llegaba a Sevilla sobre las 20,00 horas (todo un avance), existía otro misto llamado el “el de la madrugá” , este salía de Guadalcanal a la 1,50 horas y llegaba a Plaza de Armas a las 7,40 horas, este tren disponía de coche cama en vagón de primera clase (todo un lujo), el regreso no era más rápido, había un correo que salía de Plaza de Armas a las 12,10 horas del mediodía y llegaba a Guadalcanal a las 18,50 horas, otra opción era coger el mixto que salía de Sevilla a las 20,50  llegaba a nuestro pueblo a las 3,15 horas de la madrugada o si hacían noche en Sevilla podían coger el correo de la 7,10 horas y llegaban a Guadalcanal sobre las 11,45, todas las fuentes consultadas estimaban siempre “hora aproximada de llegada”, ya que siempre podía haber imprevistos que retrasaban la llegada hasta en una hora.
En la actualidad como ya hemos comentado anteriormente el servicio se limita a un recorrido diario de ida y vuelta con un horario aproximado de 1,50 horas.


(1) — Proyecto y Memoria descriptiva del ferro-carril de Mérida á Sevilla, por Don Víctor Rapin, ingeniero de la construcción del camino de hierro de Córdoba á Sevilla.— 1851 .—Aprobado por Reales órdenes de, 9 de Setiembre de 1862 y 12 de Enero de 1863. 
Hemos podido examinar con detención la Memoria del Sr. Rapin, y aunque incompetentes para juzgar de ella, diremos que nos ha parecido muy notable. Empieza emitiendo un juicio sobre el trazado propuesto por la Compañía general de crédito, que concuerda en un todo con la opinión que nos merece. «.Tiene (dice) 193,684 metros de longitud, y empieza á 2,600 metros más acá de la estación de Mérida-, atraviesa muy oblicuamente el rio Guadiana, pasa por Calamonte, Torremejía, Almendralejo, y se dirige hacia Llerena , dejando sobre la derecha Villafranca á 1 ,500 metros, los Santos á 13,000 metros. Zafra á 20 kilómetros, Usagre á 4,000 metros. Bienvenida á 12 kilómetros, Fuente de Cantos á 12 kilómetros; y sobre la izquierda, Ribera á 5,500 metros y Villagarcía à un kilómetro. Nos parece que en esta parte no sirve bastante las poblaciones importantes, y se aleja demasiado de la sierra de San Jorge, centro productivo de ganados de toda especie.
“De Llerena se dirige á Guadalcanal, dejando esta población á 3,500 metros y separada del trazado por una montaña bastante elevada; luego á Alanís, San Nicolás, el Pedroso, las minas de Villanueva, y viene á empalmar con la vía férrea de Córdoba а 27 kilómetros de Sevilla, formando un ángulo muy abierto con esta línea. Además de las fuertes rampas y pendientes adoptadas para este trazado, que llegan hasta 0,0191 por metro, de un túnel que ha de pasar debajo de los torrentes del Huesna y del Galindo, y de una serie de viaductos de costosa y difícil construcción, este proyecto ofrece el grande inconveniente de obligar los trasportes hacia Córdoba á un rodeo de 9 kilómetros, sin disminuir sensiblemente la distancia para los que hayan de dirigirse á Sevilla.”
Hace luego á grandes rasgos un análisis del proyecto que presenta, y que tiene de extensión 188,706´37 metros, ó sea 4,977'63 metros menos que el anterior, “parte (dice) de la estación misma de Mérida, pasa por Calamonte, Almendralejo, Villafranca, los Santos, Llerena, Guadalcanal, Lа fábrica del Pedroso, las minas de carbón de Villanueva, y viene á desembocar al camino de Córdoba en la estación de Tocina. Quedan á su derecha Fuente del Maestre á 10 kilómetros; Zafra á 5,500 metros, Bienvenida á 4,500 metros, Fuente de Cantos á 15 kilómetros, Fuente del Arco á un kilómetro, Cazalla á 5,000 metros, el Pedroso á 3,000 metros; y á su izquierda Rivera á 13 kilómetros, Usagre á 4 kilómetros, Víllagarcía á 3 kilómetros, Alanís á 3 kilómetros, San Nicolás á 3 kilómetros; de modo que sírvelas mismas poblaciones que el anterior, y se acerca considerablemente á los terrenos más productivos, como Fuente de Cantos, los Santos , y sobre todo Zafra, que es el centro del comercio de granos y ganados de esta parte de Extremadura.”
La descripción topográfica y geográfica del terreno atravesado por esta línea es, en nuestra opinión, excelente, y prueba los concienzudos trabajos de campo hechos por el autor. Sentimos que sus grandes dimensiones nos impidan extractarla, y sería de desear que viese la luz pública.
Por último, el coste total de la construcción de esta línea se gradúa en 224.846,221'23 reales, y el producto bruto de la explotación en 18.348,633'08 reales anuales.
Aprobado, como hemos visto, este excelente proyecto, y subvencionada ampliamente la obra por las dos provincias da Badajoz y Sevilla, se adjudicó á la Compañía general de crédito, que no habiendo comenzado á la hora presente los trabajos por circunstancias inexplicables, acaba de solicitar (en 15 de Abril de este año) que se le permita variar el trazado en la parte que corresponde á la cabeza de la línea.
Aunque esta pretensión es muy combatida por las provincias de Córdoba y Sevilla, puesto que sólo parece tener por objeto que empalme el camino con el de Cádiz (perteneciente á la misma Compañía concesionaria), y no con el de Córdoba, como en el proyecto aprobado de Rapin, por si al cabo se realizara, indicaremos la alteración propuesta en el plano que hemos visto del ingeniero Sr. Aramburu.
Partiendo de Mérida y pasando por Calamonte, Torremegía, Almendralejo y Viilafranca, llega á Zafra con 62 kilómetros de desarrollo. Aquí, por buscar la cuenca del arroyo del Prado, pasa la línea por un desierto entre Bienvenida y Usagre, dejando muy lejos á Fuente de Cantos, pueblo importantísimo, va luego á Villagarcía, Llerena, Casas y Reina y Fuente del Arco, donde empalma con el camino de Bélmez á 113 kilómetros de Mérida.
A 13,500 kilómetros de este empalme se pasa el puerto de Llerena por un túnel de 810 metros, y se llega á Guadalcanal, presentándose en seguida á 1,500 kilómetro otro túnel de 375 metros para pasar el puerto de Cazalla. De Alanís sigue á Constantina, El Pedroso, con dos túneles, uno de 340 metros en el collado de Malos Pasos, y otro de 180 entre Parroso y el castillo de la Encarnación; y por último, por Cantillana, Villaverde y Alcalá del Rio (donde pasa el Guadalquivir) y por la Rinconada llega á Sevilla en las inmediaciones de la ermita de San Onofre. La longitud de la línea es de 219 kilómetros 935,29 metros.


Fuentes.- Historia del Ferrocarril en España, las compañías Ferroviarias de España del siglo XIX a la actualidad, Relatos de viajes Contemporáneos y Hemeroteca Renfe.


Rafael Spínola Rodríguez

lunes, 3 de septiembre de 2018

Nuestro Entorno 2


Parque Natural Sierra Norte (segunda parte)

Aprovechamientos de los recursos naturales.-
Los usos y aprovechamientos de lo que es hoy el Parque Natural Sierra Norte, han ido modificándose según las necesidades de las personas que lo han habitado y habitan. Así vemos que actividades como la dehesa, plantas medicinales, destilerías, minería y otras, han ido perdiendo protagonismo, algunas hasta desaparecer, en pro de otro tipo de actividades como el turismo rural y de naturaleza, caza, pesca, gastronomía, corcho, etc.
El pilar básico de la economía serrana es el sector primario, encabezado por la ganadería y seguido por una agricultura orientada en gran medida a la alimentación del ganado, encontrando que industria y servicios están por debajo de la media provincial.
La pérdida de valor económico del uso que se hacía de las dehesas ha resultado ser el principal problema para el medio ambiente, debido a que se permite el avance del matorral o el envejecimiento de encinas y alcornoques, con lo que pierde calidad su amplio muestrario de efectos beneficiosos. Y, por supuesto, esta situación repercute una bajada en la calidad de vida en los pobladores de la sierra, como demostró la tremenda emigración de los años 60.
La garantía de ingresos que supone la dehesa está en crisis, y el resto de aprovechamientos posibles en la comarca no se han desarrollado o incluso han desaparecido, como es el caso de la vid, antaño el comercio más floreciente, o el lino. Por otro lado, el olivar ha experimentado cierto crecimiento, pero con una explotación de baja intensidad obligada por la escasa calidad del suelo.
Mejor fruto tiene el alcornocal, siempre que el cultivo se complemente con la industria transformadora adecuada. Lo mismo que ocurre con los famosos aguardientes de Cazalla y Constantina, en paulatina pérdida de pujanza que, no obstante, puede cambiar de signo tras una reciente entrada de capital foráneo.
La riqueza natural de la Sierra Norte está todavía a la espera de que se rentabilice. Todos los expertos coinciden en la potencialidad de las setas, plantas aromáticas y medicinales, y por supuesto de la caza y pesca, sin olvidar el factor de calidad que se puede añadir para valorar mejor los típicos productos serranos, como sus cerdos o la leche.
Los aprovechamientos de esta tierra han encontrado un filón en el turismo gastronómico y de naturaleza, el sector económico de más empuje en nuestra sociedad del ocio. Pero aquí se manifiestan algunas carencias, cada día afortunadamente menores gracias a iniciativas privadas y públicas que ofertan los encantos del Parque Natural a un visitante de calidad.
La prestación de servicios turísticos parece uno de los futuros más nítidos para los pobladores del Parque Natural como renta complementaria. Lejos quedan los tiempos en que las minas fueron un bastión de riqueza, e incluso fama, fuera de sus fronteras.
La Mina Rica de Guadalcanal, agotada tras dos siglos, el Cerro del Hierro... explotaciones que hasta dieron origen a los primeros altos hornos de España, la Fábrica de El Pedroso.
Pero en esta comarca de delicado equilibrio entre el medio y la economía –interdependientes– no se ha perdido del todo casi ninguno de los aprovechamientos naturales. La madera, el corcho, la recogida de frutos y setas. Y por supuesto dos de sus más boyantes prácticas: la caza, que encuentra en Sierra Norte el enclave imprescindible para su práctica, y la explotación de la dehesa, la antiquísima gran madre de la riqueza medioambiental del Parque Natural.
Antigua mina a cielo descubierto del Cerro del Hierro, San Nicolás del Puerto.
Aprovechamientos forestales. Madera, leña, corcho, varas de castaño.
El principal aprovechamiento forestal de la dehesa es el corcho, el caparazón epidérmico en que se envuelve el alcornoque para protegerse del fuego y de las oscilaciones de temperatura. Son células vegetales muertas que se llenan de aire, formando un material que la tecnología no ha encontrado sustituto.
Desde los tiempos de los romanos se utiliza en la elaboración de calzado, y por supuesto para tapar recipientes que contengan líquido.
Es difícil calcular cuánto alcornocal hay en el Parque Natural, pues se encuentra muy mezclado con encinas. Las masas puras de alcornoques se estiman en 4.500 hectáreas, mientras que hay 33.600 hectáreas de bosque con ambas quecíneas.
La extracción del corcho es una maniobra que nos devuelve a tiempos pasados, ya que se sigue haciendo como siempre: a mano y con cuidadosos golpes de hacha para no dañar al árbol. La primera saca del corcho se llama desbornizamiento, y a partir de entonces se repite cada nueve años.
El corcho se lleva a la industria transformadora, que ha venido menguando en la comarca. Sin embargo, hoy día recupera brío.
La extracción de madera se concentra casi exclusivamente en pinos y eucaliptos, especies introducidas en la Sierra Norte con ese fin. De los primeros hay unas 900 hectáreas, y de eucaliptos, 1.700, y en descenso por su nefasto impacto sobre el resto de la vida animal y vegetal. Son árboles de rápido crecimiento, mucho mayor que el de las especies autóctonas. De ahí que el uso maderero de castaños o chopos sea prácticamente testimonial. De los castaños sí se continúan aprovechando sus varas, con las que varear los olivos para hacer caer sus frutos, y también para la fabricación de vigas, duelas y tutores para los árboles.
También ha desaparecido prácticamente la fabricación de carbón vegetal a partir de leña obtenida de las podas, el carboneo para el que se construían unas características estructuras circulares de madera (boliches).
Pero si se sigue fabricando el picón o cisco para los braseros, con los que calentarse en la camilla con un toque de alhucema para dar buen olor. Se hace echando pequeñas ramas en el boliche, de forma que en unas horas ya están convertidas en el carboncillo apropiado.

Olivas y aceite.-
El olivar es par te intrínseca de la cultura mediterránea. En el Parque Natural ha ido extendiendo sus dominios hasta las 16.000 hectáreas actuales; de pequeñas manchas a grandes paisajes que se pueden contemplar sobre todo en Constantina, Cazalla y Guadalcanal. El olivar se asienta en suelos calizos, terrenos marginales de tanta pendiente que a veces dificulta su recogida.
El olivo (Olea europaea) es una variante del acebuche (variedad sylvestris) del que se aprovecha la leña, pero sobre todo su fruto, que ha servido para medicinas, cosméticos, y sobre todo para su moltura y conversión en aceite, uso actual junto a una pequeña producción de aceituna de mesa.
La antigüedad de las plantaciones de olivos en el Parque Natural motiva que la variedad de frutos sea grande. Picual, pico-limón, martero, zorzaleño, manzanilla... producen un aceite cada vez más valorado.
La prueba es que son tres las marcas autóctonas que salen al mercado: La Naverita, que engloba la producción de Las Navas, Sierra Norte, abastecida por doce cooperativas de toda la comarca, y Sierra de Guadalcanal, envasado en la localidad.
Aprovechamiento del corcho Poda encinar y su aprovechamiento para ramoneo” del ganado. 
 
Aprovechamiento del olivar.-
Los molinos a la antigua usanza ya casi han desaparecido.
Su uso está limitado a El Pedroso, con el molturado a base de rulos de piedra, y las prensas de donde salía el aceite.
El olivar serrano tiene ejemplares de hasta 500 años.
Está envejecido por falta de podas y tiene una baja producción (de 500 a 1.000 kilos por hectárea), siendo frecuente que la cosecha sólo se efectúe en los años buenos. Incluso las grandes propiedades explotan como dehesa con pastizales, con un aprovechamiento ganadero.
El aceite de la Sierra Norte tiene buenas propiedades organolépticas (sabor y olor). En los últimos años se están haciendo esfuerzos en ir mejorando la calidad, cuidándose todo el proceso de producción. 
 
La ganadería y sus productos.-
Pastos, bellotas y matorral son el sustento de la cabaña ganadera del Parque Natural criada de forma extensiva, estimada en unas 180.000 cabezas, repartidas entre ganado ovino, porcino, caprino y vacuno.
Aunque se ha propagado el engorde con pienso y la producción intensiva e incluso industrial (aves), persiste el sistema tradicional extensivo, aprovechando pastos y frutos (sobre todo bellota). Esto es así desde el origen de los primeros asentimientos humanos, y se afianzó con los privilegios reales a la organización de ganaderos del Medievo, la Mesta.
La raza vacuna dominante es la retinta, las de raza pura se suelen cruzar con toros de raza charolesa o, sobre todo, limosina; para su comercialización a través de la venta del ternero al destete –con unos 200 kilos–. De la raza frisona se obtiene la leche (en especial en Cazalla, Constantina, La Puebla y Guadalcanal), que es vendida a grandes centrales lecheras o, también, fresca para el mercado local. Por supuesto, se pueden encontrar quesos de la tierra, tanto de vaca como de cabra.
La lana de las ovejas merinas dejó de ser, en el siglo XIX, el producto estrella de la utilización de las dehesas. 
 
El ganado ovino se comercializa hoy día por su carne.-
El ganado caprino es el único capaz de sacar provecho del matorral. La raza predominante es la serrana, muy bien adaptada a lo que puede comer aquí, pero de poco rendimiento lechero. Así que su aprovechamiento primordial también es el cárnico, origen de algunos típicos platos, aunque asimismo sirve para hacer quesos. Si antes su producción era casera y para su consumo familiar, ya puede el viajero encontrarlos comercializados.
Los cerdos son fundamentales en la pervivencia de la dehesa, dando rentabilidad a este tipo de explotación y, por tanto, garantizando la existencia del ecosistema.
El cerdo alimentado principalmente con bellotas, ha descendido por las prácticas industriales.
Pero aún es un espectáculo habitual la montanera, el periodo de otoño y principios de invierno en que se cae la bellota y estos omnívoros la devoran al pie de la encina. La industria del cerdo no está del todo desarrollada en la comarca, aunque en la actualidad está en expansión. 
 
Bibliografía.-
Plan de Ordenación de Recursos Naturales y Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural Sierra Norte. Consejería de Medio Ambiente. 1994.
Supervivencia de la Sierra Norte de Sevilla. Casa Velázquez. 1992.
Avance de planificación en el Parque Natural de Sierra Norte.
Agencia de Medio Ambiente. 1991.
Plan Forestal Andaluz. La Dehesa. Consejería de Agricultura y Pesca. 1992.
Estudio de la flora amenazada y formaciones vegetales de interés del Parque Natural Sierra Norte. Consejería de Medio Ambiente. 1997.
Permanencia y cambio en la Sierra Norte de Sevilla. María Dolores Requena Sánchez. Grupo de Investigación Estudios Integrados de Geografía.
Mapa de cultivos y aprovechamientos. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Acercamiento a la rivera del Huesna. Manuel Rodríguez de la Rosa. Editorial Guadalmena.
 
 Rafael Pérez de Guzmán Puya.- Licenciado en Biología

lunes, 27 de agosto de 2018

Libro de la Montería de Alfonso XI

Guadalcanal en un célebre tratado de caza medieval


El Libro de la Montería es un tratado de caza elaborado a mediados del  siglo XIV que sirvió al rey Alfonso XI de guía cinegética. El libro ofrece todo tipo de consejos para una óptima organización de las cacerías según la época del año, las condiciones climáticas concretas y el tipo de presa, reuniendo valiosas instrucciones (en gran medid, de tradición arábica) para el tratamiento médico y quirúrgico de los perros de caza, y narrando diversas anécdotas sobre la materia. De especial interés resulta la descripción, sorprendentemente precisa, de los más diversos parajes de la mayor parte de la Península Ibérica. Destaca de forma especial la enorme cantidad de lugares que se mencionan con su nombre tradicional: se ha calculado un total de más de nueve mil topónimos menores que se enumeran a lo largo de los 359 folios de que consta el manuscrito.
También el área de Guadalcanal es objeto de una minuciosa descripción, que permitirá al lector familiarizado con su tierra reconocer de inmediato una serie de nombres de lugares que aún hoy, setecientos años después, siguen empleándose para identificar los sitios. Transcribo a continuación literalmente los pasajes en cuestión:
El Arroyo del fresno, que es entre Caçalla et Guadalcanal, es buen  monte de puerco; et a las vezes ay osso. Et es buen monte de yuierno et en el comienço del verano. Et es la bozería desde en par de la casa de Johán Royz fasta en asomante de la casa de Sancho Garçia, el carnicero, por çima del Arroyo del Fresno. Et son las armadas entre la casa de Sancho Garçia, et el Río de Benalixa, et es otra armada en cima de la casa de Sancho Garçia, cerca de la bozería.
El Tamuioso que es entre Guadalcanal et Azuaya es buen monte de puerco en yuierno et en el comienço del verano, et a las vezes ay osso. Et non ay bozería, saluo monteros quel hablen de encima de las Cabezas del Guiio. Et son las armadas en el enzjnalque entre este monte et los bodegones que están en el camjino, desde el colmenar que fue de Pero García de  Magaz por el Arroyo del Tamuioso ayuso.
El monte de la Parrilla es buen monte de puerco. Et a las vezes ay osso en
yuierno, et en el comienço del verano. Et es la bozería por el çerro que esentre el Río de Benalixa et la Senda de las Rocas, fasta en derecho de laCabeça del Catalán. Et son las armadas la vna al colmenar de Sancho Muñós, et la otra al colmenar de Martín Esteuan.
La Sierra de Johán Peres es buen monte de osso et de puerco en yuierno et en verano. Et en la bozería por cima de la sierra. Et son las armadas en la Assoiuela, camjno de Guadalcanal; et la otra entre la Sierra de Johán Peres et la Cabeça de la Palma, en el camjino que va a la Peraleda. (fol. 272 v.)
La Ladera de Agua de Toca es buen monte de puerco en tiempo de panes, et a las vezes ay osso en tiempo de las vuas et de los panes. Et es la bozería por çima de la cumbre de la sierra. Et son las armadas al arroyo; La Sierra de Hayón es buen monte de puerco en yuierno, et a vezes ay osso. Et son las bozerías la vna desde los Veneros fasta la senda que ua de Guadalcanal a las casas de don Berenguer; et la otra bozería es entre los guijos et esta sierra, sobre el moljno de Alfonso Peres. Et que estén omnesque deseñen en cima de la cumbre, et son las armadas la vna a la Xara de Cordobilla, et la otra a Sancta María de Lara, et la otra deyuso del moljno de Alfonso Peres (fol. 276 r.)
Un primer hecho que nos llama la atención son las continuas referencias a la fauna de interés cinegético: en la época videntemente abundaban aún no sólo los jabalíes (“puercos” en el texto), sino también los osos, en algunas zonas todo el año, en otras en determinadas temporadas (“en tiempo de las uvas / de los panes”, etc.). Los nombres de los lugares de importancia para la caza –bien como punto de referencia geográfica, bien como sitios adecuados para la instalación de las “vocerías” (lugares donde un grupo de monteros espantaba con sus gritos a los animales salvajes) y las “armadas” (puntos donde otros cazadores se emboscaban para acechar a las presas que huían)  llevan en parte nombres conservados hasta hoy, en parte nombres ya perdidos, tanto de origen anterior a la Reconquista como creados mediante el léxico castellano. Encontramos lugares que derivan su nombre del propietario o de un dueño anterior (que, como mucho, debió haber vivido un siglo antes, pues la cristianización de la región era aún reciente en la fecha de redacción del libro): La Casa de Johán Roiz, La Casa de Sancho Garçía El Carnicero (personaje sin duda vivo aún en la fecha de redacción del libro, a juzgar por la alusión a su oficio), El Colmenar de Pero García de Magas, La Cabeça del Catalán (ha de tratarse de un donadío concedido como recompensa por los servicios prestados en la reconquista), El Colmenar de Sancho Muñós, El Colmenar de Martín Esteuan, La Sierrade Johán Peres, Las Casas de don Berenguer, El Moljno de Alfonso Peres. Otros topónimos hacen referencia a características naturales del terreno que designan, como vegetación típica (El Arroyo del Fresno, El Tamuioso “lugar poblado de tamujo”, La Cabeça de la Palma, La Peraleda, El Monte de la Parrilla), determinadas formas del terreno (Cabeças del Guiio; como guijo se designaba en la lengua medieval a una elevación con cima en pico; El Cabeçuelo, diminutivo de cabezo “cerro”), a la abundancia de agua (Los Veneros), o a actividades humanas que habían dejado huellas visibles (La Senda de las Roças “terreno rozado”, varios colmenares, casas, molinos, etc.). A estos nombres fáciles de interpretar lingüísticamente gracias a su origen castellano se suman otros cuya creación remonta a capas lingüísticas anteriores a la Reconquista: además del nombre de la localidad, Guadalcanal (que suele interpretar como formación híbrida árabe-mozárabe wadi “río” + canal),
destaca la mención del santuario más venerado: Guaditoca, que aparece en este texto en su primera atestiguación, si bien un tanto deformado por influencia de una etimología popular fácil de comprender (el primer elemento del nombre, Guadi-, se asocia con la voz castellana agua: Agua
de Toca). Otro nombre anterior a la implantación del castellano en la región es Belanixa, forma sin duda de origen árabe antroponímico, basada en el árabe ibn “hijo de” (La Jayona (que figura en el texto como Sierra del Hayón), La Parrilla, entre otros.

Dedico este trabajo a la memoria de mi padre, Antonio Gordón Bernabé, de Guadalcanal, que supo transmitirme su profundo amor por la tierra que le vio nacer.

Mª Dolores Gordón Peral – Catedrática de la Universidad de Sevilla 
Revista de Ferial 2006

lunes, 20 de agosto de 2018

Nuestro Entorno 1



Parque Natural Sierra Norte de Sevilla (primera parte)
Una historia de tradiciones.-

La figura de Parque Natural reúne en su idea básica esparcimiento y disfrute, con protección de la naturaleza y valoración de la potencialidad de los recursos naturales, evitando de esta manera el aumento de la marginación de la población y el deterioro por sobreexplotación o infrautilización de los recursos que desencadenaría una peligrosa alteración del medio ambiente a escala regional.
Con esta idea como punto central, se declara Parque Natural la Sierra Norte de Sevilla el 27 de junio de 1989 por la Ley de Inventario de Espacios Naturales Protegidos, principal instrumento de ordenación jurídica de los Espacios Naturales Andaluces.
Desde 1989 hasta la actualidad, el Parque Natural Sierra Norte se ha ido dotando progresivamente de infraestructuras, medios humanos, instrumentos legales básicos de gestión (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y Plan Rector de Uso y Gestión) y de órganos de participación de la población y sectores sociales implicados en la protección del mismo (Junta Rectora).
El Parque Natural Sierra Norte, con 167.653 hectáreas representa la mayor parte de la Sierra Morena Sevillana.
Formado por diez municipios (Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Alanís, San Nicolás del Puerto, El Real de la Jara, Almadén de la Plata, El Pedroso, Las Navas de la Concepción y La Puebla de los Infantes), integrados total o parcialmente, desde el Valle del Guadalquivir ofrece un paisaje de formas suaves recubiertas de matorrales y arbolado aparentemente monótono en su colorido, desmentido al penetrar en su interior, donde se aprecia una gran riqueza de ecosistemas mediterráneos.
La sierra posee una personalidad propia que la individualiza en el contexto regional, en función, tanto de sus características biofísicas (clima marcadamente mediterráneo, lomas de orografía suave y suelos pobres), como por la organización del espacio, derivada del tipo de poblamiento, de los usos y de los sistemas de aprovechamiento que el hombre ha aplicado tradicionalmente sobre este territorio.
Ambos factores, naturales y antrópicos, dan como resultado el paisaje actual de la sierra, ejemplo de ello lo encontramos en la dehesa, auténtico tesoro natural y cultural, donde el hombre ha creado con su acción continuada, un perfecto equilibrio entre el bosque de encinas y alcornocales y la ganadería porcina, vacuna y ovina.
Los ecosistemas adehesados ocupan valles y lomas de suaves pendientes, interrumpida esta “monotonía” paisajística por la silueta serpenteante de los numerosos cursos de agua que surcan la sierra, dejando a su paso bosques de galería de olmos, fresnos y alisos, cuando no adelfas.
Donde no se dan las condiciones favorables para adehesar el bosque, se cultivan olivares de afamado aceite o, donde las recónditas umbrías son frescas, multicolores castañares para el aprovechamiento de varas. Las zonas menos productivas e inaccesibles son ocupadas por matorrales que compiten por el espacio con retazos de bosque mediterráneo con rodales de quejigos, robles, enebros, etc.
De cada una de las formaciones que integran todo este mosaico de estructura y diversidad vegetal, los pobladores de estas tierras han sabido extraer de manera sabia recursos naturales como leña, corcho, miel, carbón y plantas aromáticas.
Los escasos cultivos de ruedo, alrededor de unos pueblos que conservan su arquitectura serrana tradicional, vestigios de pasadas épocas florecientes, así como, un elevado número de cortijos diseminados que nos trae del recuerdo la gran actividad humana que hubo en el parque.
Toda esta variedad de ecosistemas biológicos no pueden sino complementar otra parte fundamental del Parque Natural, sus gentes. Gente sencilla de tradiciones tan diferentes, pero a la vez tan parecidas, que han dado como resultado un patrimonio histórico y cultural tan singular como interesante.
Prueba de ello son sus numerosas, iglesias, ermitas y castillos, a los que se suman cortijos y haciendas, chozos...vestigios de una actividad no muy lejana.
Además de esta historia reciente, la sierra norte ha sido asentamiento tanto de poblaciones prehistóricas (Neolítico, Edad del Cobre y Edad del Bronce), como de celtíberos, romanos y árabes, que ha hecho de esta región de Andalucía una tierra rica en historia. Muestra de todo lo mencionado son, entre otros, sus numerosos dólmenes, restos encontrados en cuevas, cerámicas, utensilios metalúrgicos, villas romanas y la utilización de la fuerza del agua para mover los molinos hidráulicos.
I
Tipo Instalación Nombre Municipio Dotación.-

  • Área Recreativa San Pedro Alanís Kiosko-bar, aseos, duchas.
  • Área Isla Margarita Cazalla de la Sierra Recreativa kiosko-bar, aseos, mesas, bancos, barbacoa.
  • Área Recreativa El Molino del Corcho Cazalla de la Sierra.
  • Área Recreativa Rivera de Cala El Real de la Jara Kiosko-bar, aseos, mesas, bancos Área Recreativa Nacimiento del Hueznar San Nicolás del Puerto Kiosko-bar, aseos, mesas, bancos, barbacoa.
  • Área Recreativa El Martinete San Nicolás del Puerto Kiosko-bar, aseos, mesas, bancos, barbacoa.
  • Centro de Visitantes El Robledo Constantina Área de recepción, información e interpretación, sala de audiovisuales Jardín botánico El Robledo Constantina.
  • Sendero botánico señalizado y panel informativo.
  • Mirador Loma del Aire Alanís Paneles interpretativos y plataforma con barandilla
  • . Mirador Cerro del Calvario Almadén Paneles interpretativos y plataforma con barandilla.
  • Mirador El Bajo de Jadraga Cazalla de la Sierra Paneles interpretativos y plataforma con barandilla.
  • Mirador Castillo Constantina Paneles interpretativos y plataforma con barandilla Mirador Puerto del Robledo Constantina Paneles interpretativos y plataforma con barandilla.
  • Mirador Castillo El Real de la Jara Paneles interpretativos y plataforma con barandilla.
  • Mirador La Patrona y Puerto Quejigo El Real de la Jara Paneles interpretativos y plataforma con barandilla.
  • Mirador Sierra del Viento Guadalcanal Paneles interpretativos y plataforma con barandilla.
  • Mirador Embalse del Retortillo Puebla de los Infantes Paneles interpretativos y plataforma con barandilla.
  • Punto de Información San Pedro Alanís Área de recepción, información e interpretación, sala de exposiciones, punto interactivo, aseos.
  • Punto de Información Las Navas de la Concepción Las Navas de la Concepción. Área de recepción, información e interpretación, sala de exposiciones, punto interactivo, aseos.
  • Sendero señalizado Los Carros Alanís Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado Arroyo de los Molinos Almadén de la Plata Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado El Calvario Almadén de la Plata Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado Las Laderas Cazalla de la Sierra Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado El Molino del Corcho Cazalla-Constantina Señal de inicio de sedero.
  • Sendero señalizado Los Castañares Constantina Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado Arroyo de las Cañas El Pedroso Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado La Lobera El Real de la Jara Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado La Rivera del Cala El Real de la Jara Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado El Castillo El Real de la Jara Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado La Capitana Guadalcanal Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado La Rivera de Ciudadeja Las Navas de la Concepción. Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado Las Dehesas San Nicolás del Puerto Señal de inicio de sendero.
  • Sendero señalizado El Cerro del Hierro San Nicolás-Constantina Señal de inicio de sendero.
  • Zona de acampada libre organizada San Pedro Alanís Kiosko-bar, aseos, duchas, mesas, bancos.


Zona de acampada libre organizada El Martinete San Nicolás del Puerto Kiosko-bar, aseos, duchas, mesas, bancos.

Fuentes.- Patrimonio Histórico Andaluz

lunes, 13 de agosto de 2018

Estaba arando cuando se topó casualmente con un rico filón 2/2

La real empresa minera de Guadalcanal


Segunda parte

          Grandes fueron las expectativas y corto el resultado. Sin embargo, el nombre de la villa quedó ligado a la Historia por ciertas novedades políticas y tecnológicas ensayadas en sus minas. Así, desde el punto de vista político, el Reino adoptó una línea novedosa hasta entonces, determinando la primera nacionalización de una empresa, minera en este caso, dando paso a la Real Empresa Minera de Guadalcanal. Esta circunstancia provocó también el nombramiento del primer Administrador General de Minas, en la persona de Agustín Zárate, una especie de Director General del Consejo de Hacienda, con sede y residencia en el poblado minero de Guadalcanal. Además, se buscaron y contrataron los mejores especialistas europeos en todas las labores relacionadas con la explotación minera, ensayándose en Guadalcanal los más avanzados ingenios tecnológicos del momento relacionados con las extracción del mineral, su elevación, la trituración, el lavado, las técnicas químicas de liberación o beneficio de plata y su posterior afinamiento. Como, por otra parte, se tenían depositadas en esta real empresa las máximas expectativas, expresamente se hizo modificar el recorrido del correo que diariamente comunicaba la corte vallisoletana con Sevilla, por entonces la ciudad más importante y rica del Imperio, incluyendo a Guadalcanal en su ruta.
Pese a las recomendaciones del Consejo de Hacienda, Felipe II no se resignaba a aceptar la realidad, llegando incluso a convocar un concurso público de ideas, por si se presentaba alguna capaz de resolver ciertos problemas tecnológicos, entre ellos los relacionados con el desagüe de los pozos inundados. Por este motivo, en 1583 consiguió embaucar otra vez en el asunto de Guadalcanal a ciertos socios de los Fugger, que no tardaron mucho tiempo en retirarse. Más adelante, en 1597 nombró como Administrador General de Minas a Jerónimo de Ayanz, conocido inventor (14 ), a quien se le atribuye el descubrimiento del primer artilugio de vapor capaz de desaguar lugares inundados o, como dice el guadalcanalense Cayetano Yanes (15), el primer antecedente de la futura máquina de vapor. También fue escaso el éxito de Ayanz, a quien la muerte le sorprendió en el intento.
Sin que tengamos noticias de otras tentativas serias durante el resto del XVII, en 1725 el súbdito sueco Liberto Wolters obtuvo licencia para explotar las minas de Guadalcanal durante treinta años, junto con las de Cazalla, Riotinto, Aracena y Galaroza (16). Para ello constituyó una compañía que interesó especialmente a la clase alta de la Corte. De esta manera, con el informe favorable del reconocido ingeniero Roberto Shee, se constituyó una Compañía de Minas, que pronto se dividió en dos: una para Guadalcanal y la otra para Riotinto. La Compañía de Guadalcanal consiguió el desagüe de las labores pero, tras numerosos litigios, se extinguió a los dos años.
Entró después en acción el más sorprendente de todos los personajes relacionados con la Reales Minas de Guadalcanal, lady Mary Herbert, la minera de Sierra Morena (17), a quien Murphy enmarca dentro de la pléyade de aventureros, charlatanes e impostores que también abundaban en el XVIII, en compañía de su socio, el conde Joseph Gage, ambos personajes objeto de la sátira más atroz por parte del poeta Alexander Pope (18). Lo cierto es que estos dos aventureros, después de ganar y perder una importantísima cantidad de dinero en la bolsa de París, recalaron en Sierra Morena a la sombra de Wolters, quien les traspasó la concesión minera de Guadalcanal. Al parecer, disponían de la máquina de vapor adecuada para solucionar los problemas de desagüe, la misma Newcomen que movía el barco que trajo a los mineros galeses contratados para la explotación. En Septiembre de 1732 ya habían conseguido su objetivo, el desagüe, pero la falta de liquidez retrasó la extracción del mineral argentífero, inundándose de nuevo los pozos y galerías. Insisten nuevamente, después de algunos aciertos y desaciertos consecutivos en otras zonas mineras de la geografía española, intentado formar la Compañía del Pozo Rico, tentativa también baldía, pues el descrédito que los promotores habían generado con sus extravagantes actuaciones en distintos distritos mineros disuadió a los posibles accionistas.
Así, con más penas que gloria, la minera y su no menos complicado socio mantuvieron la esperanza de levantar la explotación hasta que en 1767 perdieron la concesión de Guadalcanal, ahora en favor de Thomas Sutton. Este nuevo empresario, que estableció en París la Compañía de Guadalcanal, consiguió nuevamente el desagüe del Pozo Rico, aunque entró en quiebra sólo un año después, cediendo los derechos a una nueva compañía francesa que también cerró la explotación en 1778 (19).
En ausencia de otros interesados y tras la crisis de la Hacienda Real en fechas inmediatamente posterior a la Guerra de la Independencia, en 1822 la Comisión Especial de Recaudación del Crédito Público encargó un informe, cuya conclusión no aconsejaba reiniciar la explotación. El propio director general de minas, don Fausto Delhuyar, las visitó personalmente sobre 1825, al igual que la mayoría de los viajeros románticos de la época, que no desaprovecharon la oportunidad de recalar en Guadalcanal ante el mito de sus minas, siempre dejando constancia del estado ruinoso de sus instalaciones. Las averiguaciones de Delhuyar fueron esperanzadoras, pero su aplicación nuevamente insatisfactoria.
Ya en 1830 Fernando VII encargó otro informe, en este caso histórico, responsabilizando del asunto al presbítero Tomás González (20). Desconocemos si don Tomás se dignó visitar las minas guadalcanalenses o si simplemente consultó las referencias del Archivo General de Simancas. Esto último sí que es seguro, plasmando en un exhaustivo y voluminoso informe donde se recogían multitud de documentos, siguiendo la catalogación antigua, que de ninguna manera se puede utilizar como referencia en la actualidad (21). Dicho informe, con datos pormenorizados sobre la explotación en el siglo XVI, es precisamente el utilizado en este estudio, aunque tomando como referencia el texto y las citas de Sánchez Gómez, que sigue a González en lo concerniente a Guadalcanal, dando por bueno el trabajo de este investigador del XIX.
Al parecer, ni el tiempo ni los continuos fracasos lograron borrar el mito de Guadalcanal. Por ello, en 1847 se constituyó en Londres una nueva empresa minera, The Guadalcanal Silver Mining Association (22), reanudando las labores con celeridad. Formaba parte este intento, como dice Cabo Hernández, la fiebre minera que sacudía a Gran Bretaña en la primera mitad del XIX, potenciada por el impulso del capitalismo moderno. Aparecen, por lo tanto, unos nuevos aventureros, mezcla de tecnólogos, accionistas, negociantes y ocasionalmente personajes románticos, que parecían continuar con las experiencias de lady Herbert. En este contexto, la compañía londinense citada, con el principal argumento de un complejo juego de bombas extractoras de agua, emprendió la búsqueda del vellocino, plateado en este caso. Las expectativas eran grandes, pues el mismo día de constitución de la sociedad sus 2.500 acciones subieron de 5 a 11 libras, capital que se empleó en pagar los 120.000 reales en que fueron tasadas las minas y sus instalaciones. El desagüe, principal inconveniente de éste y anteriores intentos, estaba ya terminado para el 23 de diciembre, celebrando con toda solemnidad la Pascua de Navidad en la explanada del Pozo Rico, festejos de los que no quedaron excluidos las autoridades y vecinos de Guadalcanal, pues en esta ocasión, al contrario que en el fulgurante destello del siglo XVI, se contó más con ellos, incluso para el refrigerio, estilo inglés, que siguió a los cultos religiosos. Los trabajos, ahora con la activa participación de los guadalcanalenses, prosiguieron durante todo el 49, pero como la riqueza del mineral disminuía y el capital se agotó simplemente en el bombeo de agua y extracción de escombros, a mediados del verano del 1850 tomaron la decisión de desmontar la instalación.
Ya en el siglo pasado tenemos referencia de dos intentos. Uno en 1911, que se interrumpió al sobrevenir la I Guerra Mundial sin obtener resultados positivos. El segundo en 1919, a cargo de la Compañía del Pozo Rico y la Cuprífera Española, que también agotó rápidamente el presupuesto antes de obtener beneficios.

Fuentes: Ver notas

(14) GARCÍA TAPIA, N. “Ingeniería e invención en el siglo de oro. El caso de Jerónimo de Ayanz (1553-1613)”, en http:://nti.educa.rcanaria.es/fundaro...
(15) YANES, C. “La máquina de vapor e industrialización en Andalucía”, en http::/www1.es/pautadatos/publicos/asignaturas...
(16) En un intento de desmitificar este asunto, el portugués Jorge de Brito y Almansa escribió su famosa sátira que llevaba por título: Papel Demócrito que entre burlas y veras, se ríe y responde, en veras y burlas a un papel heráclito, que llora y iré la bobería que hacen los españoles, en la compañía que forman para las empresas de las minas de Guadalcanal, Río Tinto...
(17) MURPHY, M. “Lady Mary Herbert, una minera en Sierra Morena”, en Archivo Hispalense, nº 39, Sevilla, 1995.
(18) Participó como accionista y después, ante el fracaso, satirizando a sus socios. (19) Las minas de Guadalcanal fueron visitadas en estas fechas por el físico y naturalista Guillermo Bowles, por encargo de Carlos III. En su Introducción a la Historia Natural y a la Geografía Física de España (1775), da cuenta del reconocimiento practicado en el Pozo Rico y en el Campanilla.
(20) Op. cit.
(21) Para simplificar la búsqueda de documentos, remitimos al VI Congreso Internacional de Minería, celebrado en León, en 1970, donde se presentó un detallado estudio titulado La minería hispana e iberoamericana, cuyo V volumen recoge los 885 documento que sobre minería se custodian en distintas secciones del Archivo General de Simancas. Pues bien, de las referidas 885 entradas, el 25% remiten a las minas de Guadalcanal.
(22) CABO HERNÁNDEZ, J. “Comienzo del maquinismo en la minería española. Práctica empresarial y técnica minera inglesa en Sierra Morena: The Guadalcanal Silver Mining Association (1847-1850)”, en Revista de Estudios Extremeños, T. LI-III, Badajoz, 1995. 

Manuel Maldonado Fernández

domingo, 5 de agosto de 2018

Revueltas en Guadalcanal año 2000

Crisis en el Pacifico Sur
  
ISLAS SALOMÓN
El tranquilo país de las Islas Salomón también conoce en estos momentos tumultuosas vicisitudes políticas que, al igual que en el caso de Fidyi, es fruto de tensiones étnicas, pero en este caso entre comunidades de dos de sus provincias, las de la isla de Malaita y las de Guadalcanal.
A fin de entender el conflicto étnico y sus consecuencias políticas en este país, es apropiado hacer algunas consideraciones previas, que a continuación se exponen.
Poco después de acabada la Segunda Guerra Mundial, y con el propósito de utilizar toda la infraestructura construida por los norteamericanos en Honiara (edificios, hospital, pantalanes y sobre todo su aeropuerto), se tomó la decisión de trasladar el centro administrativo del entonces territorio británico, desde Tulagi (en la provincia Central o Florida) a Honiara. En los años 70, se produjeron importantes inversiones agrícolas, sobre todo en la creación de plantaciones destinadas a la producción de copra y aceite de palma. Este desarrollo agrícola atrajo la migración a Guadalcanal de numerosos habitantes de la isla de Malaita, renombrados como buenos trabajadores en el ámbito agrícola.
Los habitantes de Malaita, a pesar de su reputación agresiva y guerrera, se ganaron la calificación de excelentes trabajadores desde finales del siglo XIX, y la isla de Malaita fue uno de los lugares predilectos para el reclutamiento de mano de obra barata, destinada a las plantaciones de caña de azúcar de Queensland (Australia) y Samoa.
La buena reputación se ha visto confirmada más tarde, en la época previa a la independencia y a partir de la independencia del país (el 7 de julio de 1978), por su implicación y dinamismo en el sector de servicios y otras actividades, además de las agrícolas. El floreciente éxito de la minoría originaria de Malaita afincada en Honiara no es un secreto, y constituyen un peso específico  mayor en la administración de Estado (funcionarios), comercio y servicios (empleados, mano de obra especializada, áreas de transporte marítimo y terrestre y un largo etc...)
A título de ejemplo, mencionaré que el 70% de los miembros de la Royal Constabulary of Solomon Islands (fuerzas de policía) son originarios de Malaita. Sólo recordar que la policía es el único cuerpo armado del país dado que no hay ejército. Más tarde se verán las implicaciones de esta fuerte presencia Malaita en la policía, durante el proceso de la crisis.
Por otro lado, es absolutamente necesario recordar que, al igual que la propiedad de la tierra es un factor de vital importancia en la cultura melanesia, también los lazos de unión (a distintos niveles) entre los componentes de un mismo grupo social o etnia, juegan un papel predominante. Esto se conoce popularmente como «Wantok system», y si bien su traducción del «pidgin english» es «sistema basado en una sola lengua» no es fácil hacer una descripción detallada en pocas líneas debido a sus profundas implicaciones sociales, aunque se podría resumir como la obligación de un individuo perteneciente a un determinado grupo social de ayudar a sus miembros y cooperar a los intereses de la etnia y a su vez, es protegido y ayudado por el resto de la etnia en caso de necesidad o requerimiento. En otras palabras, se podría describir como una forma de «seguridad social», basada en los valores sociales melanesios, entre los que destaca el concepto de la «compensación» como primer paso en la resolución de conflictos de cualquier naturaleza.
La tensión étnica no es un factor nuevo entre las poblaciones de Malaita y Guadalcanal. La población de Guadalcanal se ha visto desplazada por el progreso de los emigrantes de Malaita, que en pocos años han ocupado un lugar predominante en la economía de la isla de Guadalcanal y del país. Descontentos con esa situación a lo largo de los años, en 1998 la comunidad de Guadalcanal presentó al Gobierno de la nación una serie de exigencias para compensar el progreso de la población de Malaita afincada en Guadalcanal. Dado que las exigencias solicitadas fueron ignoradas, se inició una campaña de agresión contra la población de Malaita, en las zonas agrícolas al este de Honiara, donde se concentran las plantaciones destinadas a la producción de aceite de palma que, como se dijo previamente, son explotadas por trabajadores originarios de Malaita.
Esta campaña de agresión, que se saldó con varios muertos entre la población Malaita, fue reivindicada por el denominado «Guadalcanal Revolutionary Army», que más tarde se autodenominó «Isatabu Freedom Mouvement», lo que provocó una huida de la población rural malaitana hacia su isla de origen. Unos 20.000 malaitanos debieron emigrar, lo que supuso un problema de acogida en una isla ya superpoblada por unos 120.000 habitantes.
La reacción de la comunidad malaitana, fue crear una estructura paramilitar capaz de contrarrestar la amenaza del también paramilitar «Isatabu Freedoana Mouvement» o IFM.
El resultado fue la aparición en la escena del «Malaita Eagle Forces» (más adelante citado como MEF).
Los miembros del MEF, que han controlado la zona urbana de Homara, iniciaron acciones de intimidación y represalias (saldadas con varios muertos) contra la población urbana originaria de Guadalcanal, que a su vez se ha visto obligada a abandonar la ciudad de Honiara para buscar refugio en zonas seguras en la isla de Guadalcanal. La situación resultante es que Honiara (incluyendo el aeropuerto) se ha convertido en un enclave defendido por el MEF y asediado por las fuerzas paramilitares del IFM.
Como se dijo previamente, y dado que la mayor parte de la policía del país está compuesta por agentes procedentes de Malaita, estos, bajo el «wantok system», no sólo han evitado acciones en contra de los miembros del MEF, sino que los han apoyado en sus incursiones contra los habitantes de Guadalcanal. Con esta situación, el Gobierno ha perdido el control de la seguridad de la ciudad y de la libertad de movimientos, que quedan en manos del MEF por lo que se refiere a Honiara, y del IFM el resto de Guadalcanal.
Recientemente un nuevo elemento se ha venido a sumar a la ya complicada situación, y es la exigencia de una fuerte compensación económica por parte de la población que tuvo que emigrar a Malaita, justificada por las pérdidas sufridas por abandono de sus empleos, casas y otras propiedades.
El día 5 de junio de 2000, después de que la Policía dejara que el MEF se apoderara con total impunidad su arsenal de armas y municiones, la ciudad fue tomada en una operación «conjunta» de la Policía y el MEF, deteniendo al Primer Ministro Bartholomew Ulufa’alu en su residencia.
El portavoz del MEF, el abogado local Andrew Nori, se mostró a la cabeza de la acción, considerada como un golpe de estado. La ciudad y toda actividad quedaron paralizadas.
El mismo día del golpe la Unión Europea, seguida por otras potencias, declara un contundente rechazo del golpe de estado y exige que los principios democráticos y la Constitución del país sean observados. Esta acción rebajó las aspiraciones de los golpistas, que accedieron a poner en libertad al Primer Ministro y a seguir los procedimientos constitucionales mediante la convocatoria del Parlamento y la presentación de un voto de censura. Sin embargo el Primer Ministro presentó voluntariamente su dimisión el día 14 de junio, justificándola como contribución a la resolución de la crisis.
Sin embargo una solución del conflicto está lejos de ver la luz y deberá pasar por una reconciliación haciendo uso el sistema melanesio que incluye: maratonianas conversaciones; acuerdos sobre compensaciones y su pago; la reconciliación de las partes envueltas en el conflicto y, finalmente, el desarme de las fuerzas paramilitares. Teniendo en cuenta la experiencia del proceso de paz en Bougainville, se hace imperiosa la presencia de un intermediario neutral o una fuerza multinacional capaz de asegurar el dialogo necesario.
Posiblemente pasaran años antes de ver una paz firme y definitiva en este pequeño país.
Las consecuencias económicas de este conflicto serán desastrosas para el futuro de este país, el más pobre del Pacífico. Las Islas Salomón tiene básicamente cuatro fuentes propias de ingresos (pesca, madera, minería y agrícola) que se están colapsando o ha terminado sus operaciones por el conflicto, y una quinta que está basada en la contribución de países donantes (cooperación) como el Banco Mundial, la Unión Europea, Australia y otros, y que pudiera paralizarse si las garantías constitucionales no son observadas. La economía de las islas se estaba recuperando desde julio 1997, después de un periodo de nefasta y corrupta gestión efectuada por el anterior Gobierno del Primer Ministro Mamaloni.
La crisis económica sólo ha hecho que empezar, afectando a empresas de servicios básicos (distribución de gas, electricidad, hospital, etc...) y los servicios del Estado que tendrá dificultades para pagar los salarios de sus funcionarios públicos y hacer frente al pago de las importaciones de productos de básica necesidad como combustibles, medicamentos, etc.
  
EVACUACIÓN DE HONIARA
El día del golpe de Estado, el 5 de junio del 2000, me encontraba en Honiara, acompañando una misión de la Asamblea Conjunta EU-ACP (que incluye miembros del Parlamento Europeo), que realizaba una visita en las Islas Salomón, a fin de buscar elementos capaces de contribuir a una solución negociada del conflicto étnico. Como miembro acompañante de esta misión, y en mi condición de Embajador en esa isla, tuve la posibilidad de tener reuniones con las distintas partes en conflicto, visitando las zonas ocupadas por el IMF y el MEF. La posibilidad del golpe se sentía en el aire, pero nos sorprendió con la rapidez con que se produjo, si bien no es de extrañar por la implicación de las fuerzas de la Policía en favor del IFM. La operación comenzó a las 4 de la mañana con la toma del arsenal de armamento de la Policía, hacia las 5 se detuvo al Primer Ministro y a las 9 de la mañana la operación quedo concluida, una vez que el edificio de Telekom (compañía de teléfonos), radio y otros edificios principales de la ciudad estaban bajo custodia de los miembros del MEF y la Policía, en una operación irónicamente denominada «conjunta».
Ese mismo día 5 de junio numerosos controles de rebeldes del MEF con armas sustraídas a la Policía controlaban los pocos vehículos que circulaban por la ciudad. En las zonas «fronterizas» al este y oeste de Honiara se produjeron intercambio de disparos de fuerte intensidad entre el MEF y el IFM.
Nuestra misión desarrolló una intensa acción diplomática el mismo día del golpe, con reuniones que fueron desde el Primer Ministro, que acudió a nuestra cita en el Hotel Mendaña escoltado por dos rebeldes armados, hasta el líder de los golpistas, el abogado Norris, pasando por el líder de la oposición y otros agentes de la vida política. Entre tanto todas las comunicaciones con el exterior del país quedaron cortadas (desde las líneas telefónicas hasta el cierre del aeropuerto), excepto las comunicaciones por internet.
Como la tensión aumentaba, decidimos estudiar una evacuación inmediata de la misión, aunque la falta de comunicaciones y la ausencia de medios de transporte impidieron una acción rápida. Distintas acciones se consideraron y barajaron al mismo tiempo, incluida el uso del atunero congelador de bandera de las Salomón «Alexandros», de tripulación española que se encontraba fondeado en la bahía de Honiara. Para tal propósito se contactó a la compañía armadora, la empresa Calvo, que generosamente puso el atunero a nuestra disposición para una evacuación a partir de Honiara. Otra de las opciones, que por motivos de oportunidad fue la elegida, fue el alquiler de un avión bimotor de la compañía Salomón Airlines, que no conduciría hasta el aeródromo de Munda (Western province) y desde allí hasta el aeropuerto de Buka en la isla papúa de Bougainville.
El día 7, apenas dos días después del golpe, y en tan sólo dos horas, el tiempo de la tregua acordado por las facciones en conflicto, fue posible establecer los contactos necesarios para obtener el avión y despegar del aeropuerto de Henderson rumbo a Munda. Sin embargo, una avería menor en unos de los motores del Twin Other, nos obligó a volver a la zona de estacionamiento, desde la que al cabo de unos 20 minutos más tarde, pudimos salir y despegar con absoluta normalidad. Tras tres horas de vuelo, con una parada para repostar en el aeródromo de Munda, que fue construido por los japoneses durante la segunda guerra mundial, llegamos al aeropuerto de provincial de Buka (Bougainville) donde, y con la ayuda de un laisser-paser, pudimos entrar en territorio de Papúa Nueva Guinea.

Revista Española del Pacífico
Asociación Española de Estudios del Pacífico (A.E.E.P.)
N.º 11. Año X. 1er semestre. 2000