En los principios de los años treinta del pasado siglo, durante la convulsa etapa del final de la monarquía de Alfonso XIII, también llamada la dictadura de Primo de Rivera y el principio y final de la segunda república. En España se sucedían las huelgas gremiales. Está situación también alteró la vida y al sector primario de los habitantes de Guadalcanal, los jornaleros del campo, albañiles y especialmente el gremio de panaderos protagonizaron unos paros y huelgas que marcaron el futuro de este sector.
Describimos
algunos acontecimientos que se desarrollaron en la época y afectaban a un
sector primario y esencial para la población de nuestra villa:
A finales del año 1930,
concretamente el 28 de noviembre, encontramos un acta municipal de la reunión
mantenida entre el Alcalde José Castelló y Castro, el Inspector Municipal de Sanidad
Eugenio Mirón y Villagrán, Juez de Paz Joaquín
Llamazares Llano
y los representantes de los panaderos propietarios de las fábricas sobre el
peso, calidad y precio de venta del producto ante las palpables protestas de
los consumidores.
En este año coexistían
unos ochenta panaderos y ayudantes, se agrupaban en una sociedad de oficiales
llamada “La Luz”, que aun cuando inició con gran actividad, estaba poco
menos que en disolución, tal vez porque el gremio estaba inmerso en un proceso
de huelgas y desavenencias entre ellos.
Durante el primer
semestre de este año, se empezó a registrar falta de pan y precios altos,
pequeños paros y algún intento de huelga fueron resueltos con la voluntad del
sector y la intercesión de las autoridades locales. Pero a partir de los meses
de julio y agosto esta situación se agravó. El consistorio se encontraba
inmerso en afrontar una serie de huelgas y paros en corto tiempo, así lo
reflejaron los diarios de la época en sus ediciones del 27 de agosto:
“Huelga de
panaderos, en Guadalcanal. - El Gobernador interino fue visitado ayer por el
alcalde de Guadalcanal, para darle cuenta de que ha sido planteada la huelga
indefinida de panaderos en aquella población. También informó al Gobernador que
Guadalcanal fue visitada por alteradores del orden forasteros que incitaron al
gremio de panaderos a plantear una huelga con carácter reivindicativo e
indefinido, estos individuos han visitado diferentes pueblos de la zona con
desiguales resultados a sus planteamientos. Jueves, 27 de agosto 1931.
Corresponsal”.
Después
de la reunión mantenida entre el Alcalde de la población y el Gobernador
interino en Sevilla, la situación no mejoró, el 5 de septiembre aparecían
nuevas noticias en la prensa:
“Desde el día 1º del actual está planteada en esta
población la huelga de obreros panaderos, en virtud a no haber sido posible
atender por los patronos las nuevas bases de trabajo que este gremio presentó.
Hasta ahora la huelga se desarrolla pacíficamente, sin haber podido llegar a un
acuerdo satisfactorio. El abastecimiento de pan a la población se efectuó, sin
embargo, casi con normalidad, debido a que, a excepción de la fábrica de Santa
Clara, los demás patronos son del oficio y entre ellos y sus familiares han fabricado
el pan necesario para el abastecimiento. La fábrica de Santa Clara, aunque a
costa de pérdidas económicas, también suministró pan a su clientela, trayéndolo
del vecino pueblo de Llerena (Badajoz). Es de esperar que este conflicto sea
resuelto a la mayor brevedad”.
Como comentaba el
corresponsal de prensa, no obstante, esta situación no afectó en demasía a los
habitantes del pueblo, por un lado, las tahonas excepto la de Santa Clara
permaneció a disposición de los voluntarios panaderos que fabricaron parte del
pan para cubrir la necesidad básica, por otro lado, en muchas casas y siguiendo
la vieja tradición se fabricaba pan para familia y vecinos, todo ello
complementado por el que se traía de pueblos cercanos como Fuente del Arco y
Llerena.
La prensa sevillana se
hace eco de este ambiente el día 7 de septiembre y publica:
“Tal y como informamos con anterioridad, la situación sobre
la huelga de panaderos de Guadalcanal ya era insostenible. - El gobernador
civil ha manifestado que la huelga que sostenían los panaderos de Guadalcanal
ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta villa, esta
huelga había creado un mal ambiente entre los convecinos, mientras que una
parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en otras,
ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse de
la confusión y producían a mayor escala de lo normal, no obstante, el buen
criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia”.
Tras un breve himpas,
la situación lejos de resolverse, se hizo insostenible durante meses, así que
el Consistorio Municipal presidido por el primer edil el Sr. Sevilla González,
convocó dos sesiones ordinarias en los días 8 y 15 del mes de diciembre, en las
que se dio cuenta de los escritos presentados por el gremio. Por una parte, de
los obreros, el anuncio de una nueva huelga para el próximo dia 11 por
considerar que los salarios no iban en consonancia con el trabajo que
realizaban, los patronos presentaron una solicitud para solicitar autorización de
subir 5 céntimos de pesetas por kilo de pan, informando estos en otro escrito
que, si no se autorizaba la subida solicitada, se verían obligados a cesar su
actividad a partir del día 16.
Analizada esta
situación, se acuerda autorizar al Alcalde y a la Comisión de Abastos, para que
resolvieran estos asuntos. El Alcalde a su vez expone que el Gobernador Civil ha
analizado el escenario, manifestando que en caso de no tener solución rápida
estos conflictos, tendrá que personarse en Gobernación con una comisión de
patronos y obreros para dar solución rápida a la crisis.
“La huelga de obreros panaderos seguía produciendo
altercados en Guadalcanal. El 6 de enero, Ángeles Vázquez Carazo, esposa de
Francisco García Flores, dueño de una panadería en los cantillos de la
Concepción, denuncia que se habían presentado cuatro hombres del gremio de
panaderos ejerciendo coacción e impidiendo que el personal pudiera seguir
trabajando para mantener el precio del pan a 8 céntimos de peseta el kilogramo.
Al llegar la Guardia Civil observaron que Lorenzo y José Pérez García, José
Cote Cabeza y Manuel Vázquez Gordón, sostenían una acalorada discusión con
Ángeles Vázquez. El Juez no observó delito en los hechos denunciados y absolvió
a todos los implicados".
Una semana después, los
conflictos se generalizan en varios pueblos de la provincia, entre ellos
Guadalcanal, la prensa comenta:
“Delegados Gubernativos para detener la huelga. - El
Gobernador civil de la provincia ha enviado a varios delegados gubernativos a
Carmona, El Pedroso, Olivares, Alcalá del Rio, Alcolea y Guadalcanal para
tratar de contener la declaración de huelga general en apoyo de campesinos,
ganaderos, panaderos y otros gremios de estas localidades. Sevilla, Domingo, 17
de enero de 1932.”
“Cuestiones Sociales. — Se acuerda la huelga general de
panaderos sevillanos. Sevilla, 20 de enero 1932. —En la reunión celebrada
anoche por el Sindicato de Panificación, y después de discutirse extensamente,
se acordó declarar la huelga general en toda la provincia, a partir del día
primero del mes próximo, por solidaridad con los panaderos del pueblo de
Guadalcanal, que llevan más de un año en huelga y paros intermitentes. Al
conocerse este acuerdo del Sindicato de Panificación se han reunido las
autoridades para adoptar las necesarias medidas en caso en que la huelga llegue
a declararse. Por otra parte, se ha acordado hacer un fondo solidario para
ayudar a los huelguistas guadalcanalenses y a sus familias que se encuentran en
una situación límite y que resisten gracias a la solidaridad de sus familiares
y otros gremios de la localidad, sobre todo de jornaleros del campo y
carpinteros, aun cuando escasea el trabajo y el jornal entre ellos”.
El nerviosismo y la
intolerancia de unos y la solidaridad y apoyo de otros, enrarece la convivencia
en Guadalcanal, en la prensa se puede leer sobre la situación:
“El 1 de febrero se produjo un nuevo altercado por la
huelga de panaderos. Manuel Ortega Muñoz denuncia que cuando llevaba a su
domicilio a Ignacio García, que estaba un poco beodo, al entrar en su casa tres
personas los insultaron y agredieron. Que eran trabajadores de la panadería de
Francisco García. Al notar el hijo de Ignacio García el ruido en el zaguán de
la casa y encender las luces, pudo conocer a los intrusos, identificando a
Rafael Diéguez Vázquez, a su hijo Ramón y a su yerno Eduardo Rubio. Según la
investigación del juez, los hechos no ocurrieron como dijo el denunciante y la
sentencia fue absolutoria. (Sevilla 3 de febrero 1932. (Corresponsal)”
“Sevilla
3 de febrero 1932. — De nuevo suceden alteraciones de orden público en
Guadalcanal.- Como consecuencia de la huelga de trabajadores panaderos. Así el
2 de febrero, Ángeles Vázquez García, dueña de la panadería de la calle Concepción
y esposa de Francisco García Flores, conocido por el alias de “Ciego del Arpa”,
avisó a la Guardia Civil que los del gremio de panaderos, acompañados de
numerosos obreros agrícola, se habían presentado en su panadería impidiendo que
los tres panaderos forasteros que estaban elaborando el pan pudieran seguir y
obligándoles a que se marcharan a Alanís, de donde eran naturales. La Guardia
Civil se personó en el domicilio de la denunciante y encontró en la calle un
grupo de obreros, como de 150 aproximadamente. El sargento pidió que se
adelantaran tres de ellos para oír sus peticiones y después que se disolvieran
pacíficamente, como así hicieron, aunque se volvieron a concentrar en la calle Largo
Caballero (López de Ayala), donde se
volvieron a disolver pacíficamente a requerimiento de la Guardia Civil. Los
trabajadores esquiroles que habían sido expulsados del pueblo, declararon que
se habían presentado en la panadería un grupo que les había insultado de
palabras y les dieron algunas bofetadas y puntapiés. Después de un amplio
expediente -36 páginas- con declaraciones de los intervinientes en el
altercado, el juez no encontró pruebas imputadoras suficientes para condenar a
los acusados, que fueron absueltos”.
De nuevo las 21 y 22 de
mayo toman conciencia de la situación la Corporación, se reúnen en sesión
ordinaria y analizaron el problema del pan. Se dio cuenta del telegrama del
Gobierno Civil, por el que se comunica al industrial Antonio Fontán y a una
comisión de obreros panaderos para que, juntos con el Alcalde, asistan el día
23 a las doce horas en la sede gubernamental de Sevilla, a una reunión para
tratar sobre el boicot que tienen declarado a dicho fabricante.
Después del análisis
por parte del Gobierno Local sobre actitud de patronos, maestros y obreros
panaderos en Guadalcanal, el Alcalde y los representantes designados por patronos
y obreros se trasladan a Sevilla para darles cuenta al Gobernador, de la
situación irreversible y la nueva huelga planteada por el gremio y la situación
de la fábrica del Sr. Fontán, la nueva huelga es apoyada por otros obreros de
sectores como carpinteros, zapateros y jornaleros del campo de la localidad y tratar
otros asuntos de importancia de la misma. Los resultados fueron nulos.
El día 5 de septiembre,
la prensa informaba de la siguiente noticia:
“El Gobernador Civil ha manifestado que la huelga que
sostenían los panaderos de Guadalcanal apoyada por una amplia parte de otros
sectores ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta
villa, esta huelga había creado un mal ambiente entre los vecinos, mientras que
una parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en
otras ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse
de la confusión, el pan empieza a ser un bien escaso, no obstante, el buen
criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia.
En este año 1932, los
juicios de faltas que realizó el Juzgado Municipal fueron 54. Destacan que hubo
cuatro por denuncias de agresiones durante la huelga de panaderos y del campo.
Aun cuando se produjeron muchos más altercados por las huelgas y paros del
sector del pan, pero la intervención de la Guardia Civil, la mediación del
Alcalde, el buen hacer de Gabriel Barrientos Rivero Juez de Paz, junto a la
coherencia de gran parte de patronos y
obreros panaderos y la sensatez y paciencia de la población para resolver los
conflictos del día a día que ocasionaba la falta de un producto vital para la
época como era el pan, provocaron que muchos conflictos se resolvieran por la
vía del dialogo.
El año siguiente comienza con la misma situación en el conflicto del sector, el 8 de enero, emite el Gobierno Civil la siguiente nota de prensa:
“Durante la noche de ayer se rumoreó que los panaderos de
Sevilla irían a la huelga a las doce de la noche de hoy, por solidaridad con
sus compañeros de Guadalcanal. El Gobernador Civil, Sr. García Labella, realizó
determinadas gestiones y después facilitó el siguiente comunicado en relación
con el presunto conflicto:
He estado estudiando el expediente instruido por el Sr.
Villarrubia enviado por delegación a Guadalcanal, del que resulta,
efectivamente, los patronos panaderos de aquel pueblo vienen incumpliendo las
bases de trabajo, no obstante las sanciones que les han sido impuestas, a
propuesta del Jurado Mixto, y que habiendo llegado a convertirse en una
cuestión de orden público, yo, a mi vez, sanciono con el máximum de multa
gubernativa a los patronos D. Adelardo López de Ayala y D. Antonio Fontán, que
son los responsables de la situación presente, remitiendo además al Jurado
Mixto un acta de las denuncias comprobadas que existen contra los patronos,
indicando que sería procedente la aplicación de las sanciones extraordinarias que
determina el artículo 33 de la ley del Jurado Mixto, aunque en este asunto son
los organismos de trabajo quienes tienen que decidir, pues su jurisdicción es
absolutamente independiente de la mía. Además, se estudió si es procedente
pedir al ministro de la Gobernación que aplique la ley de Defensa de la
República, y desde luego, se lo propondré si estos patronos persisten en el
incumplimiento de las bases.
Una vez más puedo asegurar que tanto yo como el presidente
del Jurado Mixto y el delegado de Trabajo, estamos decididos a que dichas bases
se cumplan por los patronos de Guadalcanal, y si hasta ahora no han sido
suficientes las sanciones ordinarias, acudiré a las extraordinarias. Y siendo
esta la actitud de la autoridad, y siendo muy claro y muy preciso el
procedimiento legal para el cumplimiento de las bases de trabajo, no puedo
admitir como justa la anunciada huelga de panaderos, que hace derivar sobre los
patronos de Sevilla y el vecindario sevillano, absolutamente ajeno al pleito
que se debate, la carga de este conflicto. Igualmente, he celebrado una
entrevista con los obreros, en la que les he hecho estas advertencias, que han
prometido tener en cuenta, y quiero esperar de su buen sentido que no se llegue
a declarar la huelga”.
Parece que la situación
al extrapolarse a la capital hace tomar cartas en el asunto a las máximas
autoridades de Sevilla. La presión y la intervención de la máxima autoridad
provincial es analizada en una sesión extraordinaria muy concurrida en el
Ayuntamiento de Guadalcanal presidida por el nuevo Alcalde Manuel Gálvez
Murillo y representantes de obreros y patronos del gremio, llegando a un
acuerdo de himpas, roto de nuevo a principios de mayo, reflejándose en la
prensa que los panaderos de Guadalcanal, anunciaban que se unían a la huelga
provincial de panaderos por cuarenta y ocho horas. Día a día los diferentes gremios se han ido
uniendo a la huelga. Así el 9 de junio la prensa informaba:
“Guadalcanal 8. La huelga de campesinos continúa
desarrollándose pacíficamente, aunque parece que han secundado el movimiento
durante el día más obreros, notándose, por tanto, mayor afluencia de
trabajadores en el pueblo. Dícese que mañana irán a la huelga los panaderos y
los caseros de los cortijos. En la población existe intranquilidad”.
De nuevo, se prolonga
el conflicto y nuestro pueblo es noticia en la prensa el 10 junio y el 21 de
julio por nuevas huelgas, en este caso solo de los panaderos:
“En el Gobierno Civil se recibieron noticias de que los
obreros panaderos de Guadalcanal han anunciado que irán a la huelga indefinida
por estimar injustos los despidos hechos. Los obreros del sector de Sevilla y
algunos pueblos de la provincia anuncian paros intermitentes a partir de las
doce de la noche de hoy para solidarizarse con sus compañeros de Guadalcanal,
entre ellos los de Valenciana, Carmona, Lebrija, Camas, El Coronil, Lora del
Rio y Morón.
Esta situación es provocada por la
decisión de los patronos panaderos de la localidad de despedir a varios
maestros y obreros de tahonas por considerarlos responsables de la prolongada
huelga que llevó este colectivo durante meses, Por otra parte, un representante
de estos, J.C.A., perteneciente a la C.N.T. ha comentado a este corresponsal
que no tendrá solución el conflicto hasta ser admitidos sus compañeros,
independientemente de sus ideologías políticas o militancias sindicales. Este
mismo portavoz nos ha comentado que componentes de este gremio están recaudando
fondos para socorrer a las familias de los despedidos.
Este
contexto, desestabilizó el devenir normal de nuestro pueblo, así llegamos a la
feria y fiestas de septiembre, la prensa recoge:
“Miércoles, 6 de septiembre de 1933. - Durante el pasado
fin de semana ha tenido lugar en la villa de Guadalcanal la feria de ganado y
fiestas patronales. Esta feria de ganado que es de las más importantes y
concurridas del sur de Andalucía, asistiendo tratantes y ganaderos de varios
pueblos, no ha tenido la brillantez que, en años anteriores, debido a los
acontecimientos de huelgas que vienen ocurriendo en este pueblo, principalmente
en los sufridos gremios del campo, panaderos y albañiles. Los tratantes han
comentado el poco negocio de compra-venta-cambio de todo tipo de ganado,
esencialmente el equino. Las fiestas patronales, por otra parte, se ha
desarrollado con la brillantez de años anteriores con grandes bailes en sus
casetas, atracciones para la chiquillería y un partido de fútbol”.
En los siguientes meses
continuaron con lo que la prensa describía “como
una calma tensa”. Los despidos y represalias contra los obreros de este y
otros sectores se hacía evidente y la solidaridad de la población y de algunos
pueblos limítrofes se hacía visible.
En 1934 parecía que la población se había acostumbrado a los conflictos, o bien la prensa sevillana había considerado que las noticias de Guadalcanal sobre la situación del gremio de panaderos habían dejado de tener interés, no obstante, el conflicto y los incidentes continuaron, así encontramos una noticia en la prensa de Madrid el 8 de diciembre de 1934 de un periodista que al parecer visitaba la zona:
“Después de abandonar el pueblo de Cazalla de la Sierra, llegué por una carretera angosta que se asemeja a un camino de cabras a la villa de Guadalcanal, cuyos habitantes conocidos como fuellaores me recibieron con amabilidad, bien es cierto que los ánimos no estaban para festejos. Entre otros acontecimientos que tienen alterada la moral, se encuentran el siguiente hecho: En la tarde del pasado lunes unos graves incidentes acaecieron en la localidad, no obstante, debido al civismo y las buenas maneras, la siguiente peripecia fue sofocada. “El gremio de panaderos de la localidad apoyado por algunos agricultores que le facilitaron el grano, abrieron las tahonas después de tres días de huelga y sin pan en la población y a las doce de la mañana repartieron en la plaza de la localidad pan gratis para todos los vecinos que se les acercaban, enterado de estos hechos el Regidor Síndico del Ayuntamiento Sr. Mallén Vélez acompañado por el cabo de los municipales y dos números del cuerpo, el Sr. Mallén en un tono conciliador habló con los representantes sindicales del gremio temiendo una alteración de orden público debido a que cada vez los ánimos estaban más alterados, y finalmente, se llegó a un acuerdo, regresando los panaderos a las tahonas y terminando de repartir los excedentes con orden e ecuanimidad.
Por otra parte, me comentan en la vieja barbería de la
plaza de los Naranjos, que el Ayuntamiento está dictando leyes para volver al
pasado, así, ha aprobado que nombres de calles tan representativos de la
república, han sido cambiadas de nombre y han vuelto a su antigua nomenclatura,
Giner de Los Ríos, Largo Caballero, Pablo Iglesias o Juan Antonio Torre, entre
otras, ha pasado a ser Granillos, Fox, San Sebastián y Santa Clara. Nosotros
-nos comentan el jocoso barbero nos gusta llamar a las cosas por su nombre-,
esta siempre ha sido la Plaza de los Naranjos (ahora de la República), cuando
termine la república, los naranjos seguirán aquí dando sombra.
Para no hacer más extenso el artículo, diremos que la situación continuó hasta el 36 que fue interrumpido por la contienda civil. Simplemente, hacer mención a unos párrafos descritos del libro GUADALCANAL SIGLO XX, de Ignacio Gómez Galván:
“Federico Valverde Gordón, nos contaba sus vivencias de los primeros
días del golpe de estado:
Mi padre José Valverde, era
panadero de la Cooperativa La Aurora y también en el tiempo de la aceituna
trabajaba en el molino de Daniel Herce. Esta Cooperativa estaba compuesta por
trece panaderos, pero si venía algún socio que no tenía trabajo, se le dejaba
participar. Las ganancias, se repartían entre todos los que habían trabajado
ese día”.
No debemos analizar la
actitud y la fuerte resistencia de los obreros de Guadalcanal, especialmente el
gremio de panaderos, tampoco de los patronos, que igualmente defendían lo que
pensaban que eran sus derechos.
Simplemente, he querido razonar unas situaciones que indudablemente
ocurrieron en nuestro pueblo durante una época.
Rafael Spínola Rodríguez
Fuentes. - Eximo. Ayuntamiento de Guadalcanal, Archivo Provincial, libros “Guadalcanal un pueblo el la Menoría de Rafael Rodríguez Márquez y “Guadalcanal siglo XX 1931/ 1940” de Ignacio Gómez Galván, Hemerotecas diarios de la época y autor.