HOSPITAL DE LA CARIDAD
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sábado, 5 de julio de 2025
Guadalcanal Monumental 17
HOSPITAL DE LA CARIDAD
sábado, 28 de junio de 2025
GUADALCANAL EN SU SIGLO DE PLATA 3/3
Administrador
General de las minas de Guadalcanal
De Ortiz de Zarate tanto las enciclopedias consultadas como la Biblioteca Nacional o la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, no existen fechas exactas de su lugar de nacimiento y fecha de deceso, la mayoría sitúan como fecha de nacimiento en 1514 en la ciudad de Valladolid y su fallecimiento en Sevilla en 1560, otras los sitúan en fechas y ciudades diferentes, inclusive en una entrada de la Real Academia de la Lengua en el que sitúan su nacimiento en la ciudad Alavesa de Orduña y su muerte según describe J.C. Santomayo en el mes de Mayo de 1570 en Madrid.
Teniendo gran importancia como
administrador de Minas del Reino y administrador general de las minas de
Guadalcanal, de la que fue nombrado al año siguiente de sus descubrimiento por
Carlos I, teniendo gran influencia en la corte y marcando la vida de
Guadalcanal y su minas administrando su riquezas durante más de tres años, su
faceta en la que los historiadores se detienen más en la de escritor, aun no
siendo cronista oficial de la Corona, su libro “Historia del descubrimiento y
conquista de las Provincias del Perú, y de los successos que en ella ha
auido, desde que se conquistó hasta que el Licenciado de la Gasca... boluio a
estos reynos... / la qual escreuia Agustín de Çarate", que fue impreso
en 1555 en Amberes, el mismo año que fue nombrado administrador general de las
minas de Guadalcanal, y reimpresa en Venecia en 1563 y en Sevilla en 1577,
además, fue traducida al francés, el alemán, el inglés y el italiano, de gran
calidad literaria, la obra no deja de hacer patente la concepción personal del
autor en la narración de unos hechos en los cuales, en muchos de ellos, él tomó
parte.
Esta obra fue encargada por el
príncipe y futuro rey Felipe II, narrando de una forma veraz la verdadera
historia de la conquista de Perú y sus acontecimientos anteriores y posteriores
a la conquista y teniendo el final cronológico en 1548 coincidiendo con la
muerte de Gonzalo Pizarro. Coincidió en América con Francisco de Mendoza,
Durante los quince años anteriores a su vuelta a España, fue Contador del
Consejo de Castila y en el año 1543 fue nombrado contador de mercedes del
virreinato de Perú y Tierra Firme, legando a América un años después con la
expedición del primer virrey, Blasco Núñez de la Vela, fue nombrado por la
Audiencia de Lima como negociador en la contienda entre las tropas de los
encomenderos de las que estaba al mando Gonzalo Pizarro y la casa del virrey,
siendo apresado en plenas negociaciones, finalizando esta contienda en la batalla
de Iñaquito (donde se asienta en la actualidad la Republica de Ecuador), cerca
de la ciudad de Quito donde fue derrotado y decapitado el primer virrey de Perú
Blasco Núñez de la Vela, liberado Ortiz regreso a España, donde tuvo que hacer
frente a una acusación de sedición y traición al Imperio Español.
Durante la última etapa de su vida
se retiró a la que parece ser que era su tierra natal y fue nombrado encargado
de aduanas de Vitoria y Salvatierra, donde se dedicó a escribir y narrar las
vivencias de su periplo en tierras americanas, describiendo la verdadera
historia de la cruel colonización y saqueo de aquellas tierras, igualmente se
la atribuye “Censura de la obra "Varones ilustres..." de Juan de
Castellano”.
Fuentes. - Archivo Histórico Nacional, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Espasa y autor.
Rafael Spínola Rodríguez
sábado, 21 de junio de 2025
NI MORTAL, NI INMORTAL
La virginidad de nuestra alma
Sentado en una piedra y en el ocaso
de su vida, un anciano le dijo a su hijo: “Ni celeste ni terrestre te
hicimos, ni mortal, ni inmortal, para que tú mismo, como modelador y escultor
de ti mismo, más a tu gusto y hora, te forjes la forma que prefieras para ti
(...) ¡Altísima y admirable dicha del hombre!... Al que le fue dado tener lo
que desea, ser lo que quisiere.” (Oración acerca de la dignidad del hombre.
- Giovanni Pico della Mirandola (1484).
Tocados con un exceso de
inteligencia, los humanos somos los únicos mamíferos que saben que van a morir
poco después de nacer, que conocen su propio final cuando aún no han terminado
de escribir el prólogo de su vida, y que desde hace milenios albergan una común
y viva fantasía: “burlar a la muerte con falsas triquiñuelas”.
Con este fin inventamos hace
milenios las religiones y el pecado mortal, la literatura y el espiritismo, con
este fin diseñamos filosofías inmortales y construimos imperios caducos,
exploramos nuevos mundos y los colonizamos destruyendo sus creencias y culturas,
o ingenuamente hacemos el amor para volver a nacer o para dejar de morir, o
simplemente para creer que así seguiremos viviendo para siempre perpetuando
nuestra especie.
Desde hace apenas un par de siglos
los occidentales nos instalamos en la llamada era moderna y hemos desterrado la
idea de la reencarnación que proclamaban las diferentes culturas y religiones y
hemos depositado nuestra confianza sobre todo en la ciencia, abandonando la
idea de la vida eterna y la persecución de la piedra filosofal y la fuente de
la eterna juventud, esperamos que nuestros sesudos congéneres desentrañen las
causas físicas de la vejez y la muerte con el fin de contrarrestarlas, para que
los ricos puedan invertir en su futuro y los pobres nos tengamos que hipotecar
en el presente y así entre todos encontrar el elixir mágico que pueda derrotar
de una vez para siempre al enemigo común y final, la muerte.
Claro que todo esto me suena a
vanidad humana, tan sólo vanidad de alcanzar mediante nuestro ingenio lo que al
mundo natural le está vedado: la vida eterna, durar para siempre, y así poder
seguir destruyendo día a día nuestro hábitat, programar guerras a más largo
plazo, seguir pisando a nuestros semejantes, pero eso sí, todo esto,
eternamente, en definitiva, ser quienes somos pero sin fecha alguna de
caducidad, sin capacidad para seguir respetando la ley física del resto de los
mamíferos, vivir, reproducirse y morir dignamente.
Nuestra arrogancia sin límites sólo
se ve superada por nuestra infinita ignorancia, pero seguimos intentándolo,
todos los credos y dogmas se basan en la promesa abierta de la inmortalidad,
una eternidad invisible a nuestros ojos e incrustada en nuestra mente, una
impalpable vida eterna que continúa después de la muerte sin interrupción y sin
maldad, lo cual exige perpetuar una porción de nosotros que, a diferencia de
este cuerpo de carne, sangre y hueso, no muere jamás y que las diferentes
doctrinas laman: el alma.
Los creyentes creen que la muerte
deja de ser el final para pasar a ser la liberación de nuestra pequeña inmortal
porción de parte buena del ser humano del resto, y su viaje a un plano diferente
de la existencia donde nos espera la eternidad, ¿pero nos han preguntado si
queremos ser eternos?, o será simplemente un castigo si no hemos cumplido con
las exigencias del dios de cada cual, o tal vez sería una recompensa por ser
imperfectos, si hemos llevado a cabo los adecuados rituales de no ser piadosos
de manera dictada y prescrita con los demás humanos, pero repito, si esto es la
vida eterna, tendrían que consultarnos antes de enviarnos para allá.
Yo no me quiero desprender de mi
cuerpo, sus indignidades, amores, buenas acciones y debilidades, el ser humano
no puede ser igual que una crisálida, utilizar nuestro cuerpo como un
contenedor temporal, creo que nuestro verdadero “yo” vive para siempre, según
dice un proverbio árabe “la muerte no me asusta, porque cuando yo estoy ella
no viene y cuando ella venga yo ya no estaré” o algo parecido.
Finalmente, no debería extrañarnos
la obsesión humana por la muerte, el instinto de supervivencia es básico en
todos los animales e igual que ellos sentimos el impulso visceral y brutal para
esquivar a la muerte, el frenético deseo de vivir estaba ahí mucho antes de que
nuestro redondeado y prominente cerebro cayera en la cuenta de que a uno mismo
le toca morir, nacemos con ese don, los animales matan y mueren, pero no saben qué
les va a ocurrir a ellos; no tienen el impulso de vivir eternamente, dado que
en cierto sentido todos ellos viven en una eternidad, un tiempo sin futuro ni
pasado, un tiempo sin muerte programada.
Hoy, me gustaría tener esperanza en
la otra vida, pero lamentablemente nadie jamás ha vuelto del otro lado de la
muerte para confirmarlo; aunque muchos hayan alegado haberlo hecho,
reencarnados en seres más humanos, buenos y honrados, las pruebas indican lo
contrario, la vida es el principio de un ciclo y la muerte el final de un
instante, así que solo nos queda… La virginidad de nuestra alma.
RAFAEL SPÍNOLA RODRÍGUEZ
sábado, 14 de junio de 2025
GUADALCANAL EN SU SIGLO DE PLATA 2/3
Guadalcanal, valió un Potosí
“Vale un Potosí”, así se dice en
España para referirse a riquezas inmensas y casi inaccesibles. Muchos españoles
saben dónde estaba este famoso monte de plata (hoy, propiedad del Estado de
Bolivia) el cual tuvo tanta importancia para la Hacienda Real de Felipe II,
pero, por el contrario, a veces, ni aún historiadores españoles están
informados de que durante los años 1555-1565, hubo otra mina de plata de
importancia grandísima, pero no en las Indias, sino en España, en el término de
Molinillo, a unos cinco kilómetros de distancia de Guadalcanal.
En agosto del año 1555, un vecino de
Guadalcanal, de nombre. Martín Delgado, un hombre pobre, de poca suerte en su
vida (murió en 1556), descubrió una veta de plata muy rica y según las
leyes dio cuenta de su existencia a las autoridades de su pueblo. Al poco
tiempo fueron descubiertas otras ricas vetas. Cuando
la Corona se halló informada de los grandes tesoros de Guadalcanal, actuó en
seguida: “las minas fueron declaradas propiedad del rey y se nombró un
administrador real, Agustín de Zárate, que se puso en marcha hacia Guadalcanal
para reservar los derechos del rey (no encontrándose en España en esta época,
sino en Flandes, en su ausencia gobernó la princesa doña Juana de Portugal)”.
El día 7 de noviembre de 1555 se
empezó con la producción. A los descubridores, así como los hombres que
hubieran podido demandar derecho en las minas, teniendo en sus manos cartas de
merced, se les forzó a renunciar a todos los derechos en favor de la Corona,
dándoles indemnizaciones muy escasas.
El fundamento legislativo de esta
expropiación por la Corona, fue el antiguo Ordenamiento de Alcalá de 1316, en
el que el rey Alfonso XI había declarado categóricamente: “Todas las mineras
de oro é de plata, é de plomo, é de otra guisa cualquier que minera sea en el
Sennorio del Rey ninguno non sea osado de labrar en ella sin mandado del
Rey". Pero, sin embargo, del dicho ordenamiento, esta privación fue una gran
injusticia, porque el rey Juan I en 1387, había renunciado a este regalo y
constituido que todos los súbditos "de los dichos nuestros Reynos puedan
buscar, y catar, y cavar en sus tierras y heredades de las dichas mineras de
oro y plata y de otros metales”.
En recompensa por la dicha renuncia
a su regalo, el rey sólo demandó dos tercios de cualquier metal sacado. Cuando
fueron descubiertas las minas de Guadalcanal, estuvo aún en vigor esta ley de
Juan I, según la cual los descubridores hubieran tenido derecho en un tercio de
la plata producida. Los argumentos de los juristas de Felipe II para justificar
la no observación de la ley de Juan I, fueron demasiados dudosos, explicando,
por ejemplo, que, si el rey hubiera sabido en 1387 que en tiempos futuros
serían descubiertas minas de tanta riqueza como las de Guadalcanal, él de
seguro no hubiera querido renunciar a la tercera parte de su derecho. Felipe II
sabiendo muy bien lo dudoso de los argumentos de sus juristas en los pleitos
con los descubridores en 10 de enero de 1559, pasó un fuero minero nuevo,
ordenando otra vez la incorporación de todas las minas de oro, plata y azogue y
poniendo en un radio de una legua, alrededor de las minas de Molinillo, un
círculo prohibiendo el acceso a cualquier persona no autorizada por los
oficiales del rey. Las minas fueron explotadas por cuenta del rey.
En los pozos de las minas de
Guadalcanal, trabajaron en los años 1556 1561 hasta 300 personas, no sólo
españoles (algunos vecinos de Guadalcanal, Cazalla, Constantina y Azuaga), sino
también franceses, italianos, alemanes, flamencos, ingleses, judíos y, sobre
todo, los esclavos negros comprados en Zafra, mercado central Extremadura para
el comercio con esclavos importados de Portugal.
En los primeros años de su
producción, las minas de Guadalcanal han sido más ricas que las de Potosí.
Desde el 7 de noviembre de 1555 hasta el 12 de noviembre de 1563, se sacaron de
los pozos de Guadalcanal, 319.23 marcos, una onza y seis ochavas de plata.
Valió la plata producida a razón de 2.320 maravedíes cada marco, por ser plata
muy buena y fina 740.133.867 maravedíes, de los cuales descontados 134.069.568
que fue todo lo que se gastó en dicha fábrica de Guadalcanal.
¿Qué se hizo con la plata de las
minas de Guadalcanal?. Se entregó la plata a los oficiales de la Casa de la
Contratación de Sevilla y después se llevó a la Casa de la Moneda de esa ciudad
“para labrar dela moneda para pagar las libranzas que en ella se hazen”.
Es quizás interesante saber que no sólo los prestamistas extranjeros de la Corona
(que rogaron ser pagados con la moneda procedente de las minas de
Guadalcanal), recibieron asignaciones de esa plata, sino que también los
almirantes de la Armada y los generales de los Ejércitos españoles en Italia,
los Países Bajos y África (Melilla).
Además; se pagó con la plata de
Guadalcanal sustento del Emperador Carlos I en Yuste durante los últimos años
de su vida. Pero sólo durante 10 años las minas de Guadalcanal, fueron muy
ricas; entonces, desde el año 1565, el beneficio legó a ser muy escaso y se
estima que desde el año 1567, la plata sacada de la mina no bastó ni aún para
los gastos efectuados.
En una carta del año 1570, que
Felipe II escribió al primer administrador de mina, Agustín de Zárate, el rey
siente mucho la disminución de la producción de mina y le da orden de regresar
otra vez a Guadalcanal para volver a administrarla. Pero esta vez tampoco
Zárate tuvo éxito, la mina nunca más dio tantas riquezas como en los primeros
años de su explotación.
En 1584 dejó de labrarse las minas
por cuenta de la Real Hacienda. Sin embargo, el recuerdo de los tesoros
legendarios que tuvo la mina los primeros diez años de su producción, estimuló
también en los siglos próximos XVL XV I y XIX a los reyes y a las grandes
empresas mineras españolas y también extranjeras (Fúcares 1632-38, Conde de
Clandord), muchos trataron de explotar otra vez los pozos antiguos y
gastaron mucho dinero para desaguar y reedificar la mine No estoy seguro de
cuáles han sido las causas del declinar de la mina. Quizá las vetas se agotaron
entonces, aunque podría ser que todavía en la actualidad hay plata rica en Molinillo,
pero los yacimientos están muy hondos y por eso sería muy difícil y costoso
explotarlos
GEORGE BRAUN, M. A. Licenciado en Historia y Becario del C. I. S.
Revista de feria 1972
sábado, 7 de junio de 2025
GUADALCANAL 1902
EL GLOBO O TROMBA DE FUEGO DE GUADALCANAL
Así describe el fenómeno D. Manuel
Calleja, de la localidad mencionada, y así Carvic lo pone en conocimiento del
público. Acaso se trate de la caída de un bólido, que no pocas veces éstos se
presentan con tal aparato, pero muy bien pudiera acontecer que fuese un meteoro
como los que Arago llamó “rayos globulares”.
Es éste un fenómeno muy poco
frecuente, pero que se ha observado ya por muy distintas personas y en
circunstancias bien diversas, de modo que no puede tenerse por fantástico,
quiero decir, como ilusión de los que lo refieren, y muchas de las
descripciones tienen alguna semejanza con la sobria reseña del Sr. Calleja. El
almirante Duperry consigna que en las islas de la Sonda presenció un
espectáculo imponente, producido por una nube luminosa y esférica que lanzaba
rayos y truenos en todas direcciones.
Es famoso también el caso de la
iglesia de Stralsund, donde penetró un globo de fuego del que salieron otros
menores, a modo de granadas, que estallaron con gran estrépito. El globo
fulminante de Beaujon es no menos célebre, y cuentan que hizo tantos destrozos
y tanto ruido como si una máquina infernal hubiese estallado en medio de la
población; lanzaba el tal globo rayos en todas direcciones, y uno de ellos
atravesó un muro cual pudiera hacerlo una bala de cañón. Otra tromba fulminante
explotó en Everdon. En medio de una casa de labor, donde se hallaba una partida
de segadores; mató á varios e hirió a los restantes, encontrándose después, en
la superficie del cuerpo de las víctimas, gran número de manchas lenticulares.
Poggendorf dice en los «Annales» que en 1850 apareció un meteoro
luminoso globular cerca de la vila de Anhalt, siendo muchas las personas que
presenciaron el fenómeno y que declararon que la maravillosa esfera tenía un
matiz verdoso. M. Colón, vicepresidente que fue de la Sociedad Geológica de
Francia, cita otro caso de que él mismo fue testigo. Vio una masa globular de
fuego descender del cielo á la tierra á lo largo del tronco de un chopo, cuya
corteza quedó abrasada; la masa luminosa bajó lentamente empleando cinco o seis
minutos en recorres desde la cúspide hasta la base del árbol, y al legar al
suelo rebotó sin estallar.
En 1823 el profesor Schübler,
durante una tempestad que estalló sobre la Selva Negra, vio dos globos
luminosos coronados por una lengua de fuego cada uno. Muy recientemente la
Academia de Ciencias de París se ha ocupado de esta clase de fenómenos con
motivo de un caso presenciado por M. Viole, y del que éste dio cuenta a la
Academia. Vio el citado observador caer del cielo una bola de fuego, como una
piedra que desciende; apareció aquélla, se iluminó por relámpagos en efluvios,
descargas difusas localizadas en un espacio muy restringido, pero que formaban
en conjunto un meteoro imponente y magnífico. Otros muchos casos podrían citar
y he citado en otra ocasión, pues hasta 150 perfectamente tengo noticia de
haber sido registradas, pero con los expuestos basta para dar idea de este
curioso meteoro y para que no quede duda alguna acerca de su existencia.
Como dice muy bien Carvic, no se
puede asegurar por la breve reseña del Sr. Calleja, cuál es la naturaleza
verdadera del meteoro que se ha presentado en Guadalcanal; pero, por las
trazas, parece que pertenece a la categoría de los antes indicados. Si así
fuera, y no la caída de un bólido piedra meteórica (cosa también posible), los
atemorizados habitantes de la población andaluza han presenciado un fenómeno,
no único, pero sí muy rato y sobre cuya explicación andan todavía a la greña
los hombres de ciencia. Arago supuso, al describir este meteoro, que existe una
materia sutil que llamó «materia fulgurante», susceptible de unirse
temporalmente a la materia ordinaria.
Esta materia fulgurante es la que,
en circunstancias apropiadas, y arrastrando consigo masas de gases de la
atmósfera, forma, según la hipótesis de Arago, esas esferas y trombas
incandescentes que de cuando en cuando se presentan, ya produciendo un vistoso
y calado meteoro, ya incendios rarísimos, ya, en fin, desastres formidables,
ocasionando a su alrededor el espanto, la destrucción y la muerte. Actualmente
se entiende que la materia fulgurante de Arago no debe considerarse como una
sustancia desconocida y misteriosa, ni tampoco como un fluido especial, sino
solamente como una manifestación, no bien estudiada aun, de los movimientos
vibratorios de la materia imponderable, movimientos que hoy día, según la
naturaleza, sabemos que constituyen el calor, la luz, la electricidad, los
rayos X, etc. Este es uno de los hechos que sirven para mostrar que, como decía
mi amigo Juan Fernández, la noche que asistimos en París a la sesión de magia
blanca, nuestro conocimiento de la Naturaleza es aún bastante imperfecto y que
el estudio del mundo nos guarda todavía muchas sorpresas.
Vicente Vera EL IMPARCIAL, viernes, 7 de febrero de 1902
sábado, 31 de mayo de 2025
GUADALCANAL EN SU SIGLO DE PLATA 1/3
Administrador General de las Minas de plata del Molinillo (Guadalcanal)
Francisco de Mendoza y Vargas “El Indio” (*Socuéllamos (Ciudad Real) 1523 + Málaga 1563)
Francisco de Mendoza pasó el resto
de la infancia y juventud con su tío Bernardino de Mendoza que le enseñó el
oficio y las artes de la mar, hasta que en 1542 su padre lo reclamó pese a su
juventud para que fuera Visitador General del Virreinato de Nueva España,
durante los años 1540/1541 fue Capitán de la Galera "La Paloma”,
participando en las batallas navales de Argel y Arbolan, igualmente por aquella
época fue Alcaide de las fortalezas de Vélez Málaga y Bentomiz, y durante los
diez años que permanece en los nuevos reinos de México y Perú se forja una
carrera ascendente hasta que le llega la sucesión a los cargos y del virreinato
perpetuo a la muerte de su padre, como antes habían accedido sus antepasados en
el Reino de Granada y resto de cargos hereditarios.
Durante su estancia en América
atesoró bienes y poder en la corte, así como un exhaustivo aprendizaje en la
marina, agricultura y minas, experiencia que le condujo a su vuelta a España a
solicitar diversas mercedes al rey Felipe II en Flandes, concediéndole
finalmente en 1556 el nombramiento como Visitador primero y luego Administrador
General de las Minas de los Reinos y de Guadalcanal, cargo que le reportaba más
de 2.000 ducados anuales, siendo igualmente Comendador de Socuéllamos, Señor de
Extremera y Coadjutor del Virreinato de Nueva España (México).
Cuenta en su libro biográfico el
escritor mexicano Salvador Novo que “Allá por el año del señor de 1557
siendo Administrador Real de minas D. Agustín de Zárate y visitador de las
minas de Guadalcanal D. Francisco de Mendoza, en la primera visita de este a la
villa, que, viendo la mina de plata situada en el Molinillo, le dijo a su
interlocutor “Guadalcanal vale un Potosí”, a lo que D. Agustín le respondió que
“esta villa tiene plata y nombre e historia propia”. Francisco de Mendoza
además de ser conocido y reconocido en la historia por ser un excelente
navegante, experto en agricultura, minas y su multitud de cargos en España y
América, fue famoso en la medicina americana por ser promotor del Códice de la Cruz-Badiano,
primer libro de herbolaria azteca que encargó su elaboración a D. Juan Badiano
y D. Martín de la Cruz,
Igualmente introdujo en México y el
resto de Nueva España especies asiáticas como el jengibre y otras, siendo
nombrado Factor Real para estos menesteres, en su faceta de empresario, fue el
propietario del primer “ingenio” para la extracción de azúcar y la mayor
fábrica de la época, instalada en Orizaba o “Ciudad de las Aguas Alegres”
en el estado de Veracruz (México).
Fuentes.
- Biografía de Francisco De Mendoza “Un adelantado en Nueva España”,
Francisco de Mendoza “El Indiano” de Escudero Buendía, Web oficial de Socuélanos
y autor.
Rafael Spínola Rodríguez
sábado, 24 de mayo de 2025
La cultura del vino en Guadalcanal en los Siglos XV al XIX
De Guadalcanal es, y aún tiene un es no es de yeso el señorico
Durante estos siglos el cultivo de la vid fue extendiéndose por casi toda la provincia de Sevilla, no quedo ninguna comarca en la que no hubiese viñas, siendo su momento más álgido los siglos XVI, XVII y parte del XVIII, muchas de estas viñas y su fruto el vino viajaron en las flotas que partían de Sevilla hacia América.
En la
edición de la Real Sociedad Económica Matritense de la “agricultura general” de
Alonso de Herrera (Agrónomo de 1470 a
1539), figura la siguiente relación de vinos destacados, importantes en los
s. XV y XVI:
… *Guadalcanal
con sus recios tintos y Cazalla de la Sierra con sus blancos esclarecidos junto
a sus aromáticos aguardientes son presentes en mesas de Infantes y Reyes. (sic)
No se conoce con certeza cuales eran
los viñedos que se cultivaban en Andalucía antes del XV y siglos posteriores,
si bien, en algunos anales constan las variedades de la zona como como la garnacha tintorera y marzuela tinta, también algunas
variedades de la época eran: la cencibel,
bobal y graciano. En cuanto a blancos, las variedades localizadas eran cayetana
blanca, palomino y aljerife. Igualmente se tiene noticias de 1482 que se producían en
jerez los denominados vinos de romania, conforme establecían las ordenanzas del
marques de Cádiz: “ mando que lo fagan de Torrontes e de Fergusano e verde agudillo según
e por la forma e manera que se facen en Xerez” (sic). Torrontes es uva blanca que está
extendida en muchos puntos de la geografía española y argentina. La Fergusano
es la llamada Fray Gusano de Manila o de Miraflores que es muy parecida a la
Mantúo de Pilas. Y la Verde Agudillo, quizás corresponde al verduguillo
actualmente Teta de vaca. Estas variedades fueron llevadas por los españoles en
las colonias de ultramar.
El tratado que más nos puede aproximar
al tipo de variedades cultivadas en aquella época es el de Simón de Rojas
Clemente y Rubio “Ensayo sobre las variedades de vid común que vegetan en Andalucía”
editado en 1807. En el mismo hace una clasificación de las distintas
variedades, agrupándolas en Tribus y habla de 119 variedades distribuidas en XV
tribus: Iª las Listanes/Forenses (Listán común, Morado, ladrenado, colgadera,
tempranillo, etc.). IIª Palominos/Fissiles. IIIª Mantúos / Pensiles (mantúo
castellano, bravío, de Pilas, fray gusano, torrontés, etc). IVª
Jaenes/Duracinae (Jaén Negro de Sevilla, de Granada, Jaén Blanco). Vª Mollares/
Helvolae. VIª Albillos/ Dapsiles (Castellano, Negro, etc. Aquí también
describe algunas cepas que denomina “variedades sueltas” como la Malvasía, la
Tintilla o la Romé, la Morrastell, la Beva). VIIª Ximenecias/
Ximeneciae. Tribu VIIIª Perrunos/ Flaventes. IXª Vigiriegos/ Postratae. Xª
Agraceras/Oxicarpae. XIª Ferrares/Pergulanae. XIª Tetas de vaca/Bumasti (Corazón
de cabrito, Casco de tinaja, etc.). XIIIª Cabrieles/ Oleagineae. XIVª
Datileras/Dactilides. Tibu XVª Moscateles/Apianae. En este apartado también
muestra un grupo de “Variedades aisladas” como Vigiriega de Motril Moscatel de flandes, Uva
del Rey, etc.
A falta de fuentes que nos permitan
valorar con exactitud la superficie dedicada al cultivo de la vid, hemos de
recurrir a las descripciones que hacen de su entorno los coetáneos de estos
siglos como las contenidas en la cosmografía de Hernando Colon que allá por el
año 1517, nos trasmite una imagen muy positiva en cuanto a la presencia y
frecuencia del viñedo por Sevilla. En cuanto a Guadalcanal, en los siglos XVIII
y Principios del XIX se habla de una superficie de viña del 30 al 40 por ciento
de la superficie total del término cultivada en la variedad de leñosos.
En la ribera del Guadalquivir nos
decía: “party de alcala del rrio para la rinconada que ay media legua grande
llana e de viñas” ... “la rinconada e fasta la algaba ay una legua llana e de viñas”
... (sic). Y también como centro productor de vino, encontramos en el
itinerario de Hernando en la sierra norte a Constantina, Cazalla y Guadalcanal
de la que afirma “en estos lugares ay muy buenos vinos”.
Ya a partir del siglo XVIII las fuentes
serán más generosas y ciertamente contamos con un instrumento muy certero el
Catastro de Ensenada desde 1749. El catastro resulta útil para establecer la
geografía del viñedo en la Corona de Castilla. Una de las áreas que según datos
del catastro superaban el porcentaje medio de superficie dedicada a la vid, era
Sevilla: siguen destacando como comarcas productoras la sierra norte y el
aljarafe. En la sierra superaban la media Cazalla y Constantina, después Alanís
cuyos famosos vinos fueron citados siglos atrás por Lope de Vega, y Guadalcanal
que también se distinguió por sus vinos en el XVI.
Es difícil conocer que tipos de vinos
se realizaban y sobre todo cuales eran sus características organolépticas en la
zona, es decir sus aromas y sabores. No quedan vestigios materiales de aquellos
vinos, como no puede ser de otra manera. Los conocemos solo y exclusivamente
por la literatura de la época, que por cierto fue muy prolija y de una calidad
extraordinaria, estamos hablando del Siglo de Oro Español. Y aunque hasta el
último tercio del XVIII la vinatería andaluza producía fundamentalmente,
mostos, es decir vinos jóvenes que se encabezaban ligeramente con aguardiente
vínico a fin de que pudiesen mantenerse en sus traslados, sabemos que también
se producían vinos de guarda, es decir vinos añejados y envejecidos, como era
el caso de nuestra villa.
Vinos que desde luego eran consumidos
tanto por el pueblo llano como por la nobleza, alcanzando una merecida fama,
recogida por nuestros clásicos (Cervantes, Lope de Vega, etc.). En
este sentido, articulistas, historiadores y cronistas como José María Osuna,
Antonio Merchán, José María Martín Cornello, Carlos Lora y Santiago Montoto han
dado perfecta cuenta de ello en sus artículos de diversas revistas y en otras
publicaciones de tirada nacional.
Así en uno de los Sonetos de Lope de
Vega: "Vino aromatizado que sin pena beberse puede, siendo de Cazalla, y que
ningún cristiano lo condena" (sic). O en libros como "Rinconte
y Cortadillo" de nuestro universal Miguel de Cervantes, que debió
ser un excelente catador por la profusión de vinos que conocía, "lo
trasegó del corcho al estómago y acabó diciendo: "De
Guadalcanal es, y aún tiene un es no es de yeso el señorico"(sic). En
el drama religioso “El rufián dichoso” cita Cervantes los vinos de Alanís, al
poner en boca del espadachín Cristóbal de Lugo estos versos: Por San Pito/
que han de entrar todos, y la buena estrena /han cíe hacer a la hornada que ya
sais/ y más, quo tenso da Alanís un cuero/ que se viene a las barbas…
En una de las novelas ejemplares, “El
licenciado Vidriera”, vuelve a hacer Cervantes su típica alusión a los
vinos de esta comarca, y es donde más gala hace del conocimiento de estos
líquidos báquicos: Al llegar a Génova el capitán don Diego dé Valdivia y Tomás
Rodaja, entran en una hostería, y después que el hostelero ofrece una gran
variedad de vinos, dice el autor: ”Y habiendo hecho el huésped la reseña de
tantos y tan diferentes vinos, se ofreció de hacer parecer allí, sin usar de
tropelía y como pintados en mapa, sino real y verdaderamente, a Madrigal. Coca,
Alaejos, y a la imperial más que Real Ciudad, recámara del dios de la risa;
ofreció a Esquivias, a Alanís. A Cazalla y Guadacanal, sin que se olvidase de
Rivaldavia y Descargamaria. Finamente, más vinos nombró el huésped, y más le
dio, que pudo tener en sus bodegas al mismo Baco” (sic).
El comercio de vinos andaluces y sobre
todo los sevillanos de la comarca de la Sierra Morena de estos siglos con
América fue sin duda la gran oportunidad para la industria vinatera sevillana,
que no supimos capitalizar. Y que dejamos pasar, para haber hecho de Sevilla
una de las mejores zonas vitivinícolas
En primer lugar, hemos de destacar que
el vino en la dieta marinera está perfectamente atestiguado, formaba parte
indispensable del avituallamiento de las flotas. El Vino, que, junto al
bizcocho, el agua y el queso eran los alimentos más consumidos en estos viajes.
Pero lo más trascendental es que conforme avanzaba la conquista de las Indias,
las cantidades de vinos que se fueron embarcando fueron progresando casi
geométricamente. Pues, aunque también se llevaron vides para su replantación,
estas necesitaron mucho tiempo para su adaptación a las nuevas tierras y nuevos
climas, aparte de que hubo legislación suficiente para regular en el tiempo y
en el espacio estas plantaciones, como la prohibición de finales del XVI de
cultivar viñas en las colonias, con el fin de no perjudicar la economía de la
metrópoli.
Así podemos empezar a distinguir esa
gran oportunidad para la viticultura sevillana desde muy pronto; Tomas de
Mercado (Economista, teólogo dominico y nacido en Sevilla en XVI),
decía que el vino duplicaba su precio en indias “cincuenta pipas de vino
entregadas en Guadalcanal o Cazalla valían a quince cada una, setecientos
cincuenta ducados. Véndenlas a treinta pagados en nueva España, lo cual excede
mucho lo que costara asegurar las pipas de ida y la plata de vuelta” (sic).
Hamilton (historiador hispanista)
también plantea que los productos alimenticios a Indias se duplicaban. Pero un
estudio de Mª Carmen. Mena García sobre precios y costos de transporte de
algunos productos agrarios remitidos a Indias en 1514 plantea que los precios
son bastante mayores. Ella documenta que 1.152 arrobas de vino de Guadalcanal,
que importaron inicialmente 79.833 maravedíes y que a su arribo a Darién habían
incrementado su coste hasta 171.432 maravedíes (10.099 de gastos de envasado y
acarreo hasta el barco y 82.000 de fletes y avería), se vendieron en
destino por 821.250 maravedíes, lo que supone un incremento del precio de
origen del orden del 1.026% y un beneficio bruto de 479%.
Los vinos de Sevilla y su hinterland se
vieron favorecidos por la legislación del momento. En 1509 el Juzgado del Vino
de Sevilla trato de impedir la entrada en la ciudad de caldos procedentes de
otras comarcas con vistas a su exportación a Indias. La Corona dispuso que
aquellos vinos destinados al aprovisionamiento de los navíos y armadas de la
Carrera gozaran de absoluta libertad, no así su destino para otros usos, como
la venta en la propia ciudad.
Los cosecheros bajo-andaluces si
gozaban del privilegio de no pagar el almojarifazgo y la alcabala de primera
venta, esto en 1588 y según datos de García Fuentes, él envió de una pipa de
vino, pagaba, en concepto de derechos aduaneros, 562 maravedíes si el cargador
no era vecino de Sevilla, si lo era solo pagaba 85 maravedís.
Según Pierre Chaunu (historiador
hispanista) entre 1511 y 1550 viajaron 3.153 navíos y entre 1581 y 1590
lo hicieron 873. Si extrapolamos la media por navío que obtiene García Fuentes
en la década de los ochenta del siglo XVI al total de los navíos que viajaban
cada año, el resultado que se obtendría es de unas 450.000 arrobas anuales, cifra
muy parecida a la que estable Chaunu por fuentes de tipo fiscal.
La procedencia de los vinos era: 52%
caldos jerezanos del total de los embarques controlados, porcentaje que se
eleva a un 53,2% si se añade los procedentes de Sanlúcar y el Puerto. El 42% de
las comarcas sevillanas del Aljarafe y de la Sierra norte. Los del Condado de
Huelva el 1,8% y el 2,6% restante eran vinos con origen desconocido. El 67,5%
va destinado a Nueva España, el 2,4% a Tierra Firme, un 7,6% a las Antillas y
Margarita y el 3,5% restante a Honduras. La gran diferencia entre el virreinato
de Nueva España y Tierra Firme se explica por el rápido desarrollo que alcanzó
el cultivo de la vid en este territorio en Perú (Nasca, Ica, Pisco, Paspaya y
Arequipa) y Chile (inmediaciones de Santiago).
Durante los siglos XVI, XVII y
principios del XVIII, según García Fuentes, contabiliza en esos 50 años
2.054.822 arrobas de vino exportado a las Indias de los que el 95% fueron de
procedencia andaluza y el 5% restante de caldos canarios. El destino
fundamental continúo siendo el virreinato novohispano con un 55,5% del total. Sevilla
y su área de influencia disfrutaron también del llamado “Tercio de los frutos de la
tierra”. Para García-Baquero el primer año que se tiene constancia
documental que se aplicó “el tercio de los frutos de la tierra”
fue en 1673.
Para el siglo XVIII las cifras que nos
da García-Baquero en el periodo de 1720 a 1751, y medidos en toneladas de aforamiento,
los productos agrícolas supusieron el 46% del total de la carga y casi la mitad
de los mismos la asumió a su vez el vino (41% del total de los productos
agrícolas y el 19% del volumen total exportado). Es decir, para esos 32 años el
total de vino exportado fue de 1.332.85 arrobas. En cuanto a la procedencia es
de Jerez, el Puerto, Sanlúcar, Rota, Chiclana, la comarca del Aljarafe
sevillano y el Condado, más un pequeño refuerzo de vinos “carlones”.
Pero también durante todos estos siglos
el comercio del vino que se producía en el territorio de Sevilla, no solo se
limitaba con América, sino que también Galicia, Santander, Guipúzcoa,
constituían destinos frecuentes de los vinos trasportados en naves fletadas en
Sevilla. Y junto a ellos otros mercados europeos también eran destinatarios del
vino sevillano.
Gracias a
esa expansión del negocio vinatero, surgirán en los campos, pueblos y aldeas de
Sevilla, en la que destaca la Sierra Norte a lo largo del siglo XVI y
siguientes, monumentales haciendas cuyas edificaciones magnificaban la vida
rural. Gran número de ellas poseen intactas sus estructuras y muchos de sus
elementos, como se recogen en el libro editado por la Junta de Andalucía: “Cortijos,
haciendas y lagares de la provincia de Sevilla”
Cortijo Castañarejo y Merino; en
Cazalla de la Sierra. Noticias del XVI informan de un primitivo lagar. En 1578
el italiano Antonio Corzo lo compro, tenía dos lagares. El primitivo lagar
tiene una torre de contrapeso. Cortijo de Franco o lagar de los Pollos¸ Cortijo
del Inquisidor; Cortijo El Marqués, con lagar del XVIII, Lagar de las Tres
Vigas. Lagar de Campovid en Constantina, antiguo lagar con prensa de viga.
Bodega del Rey en Guadalcanal del XVIII y XIX. Cortijo El Lagar en Las Navas,
instaurado por la Orden de los Basilios en 1575. Cenobio San Antonio del Valle
de galleguillas. Y tantos otros, son muestras exactas de esos emporios
vitivinícolas que plagaron muchos pueblos de la provincia. La mayor parte de
ellas contaban con lagares de viga, lagareta e importantes bodegas y, en
algunos casos, con calderas para la quema de vinos (cuando los excedentes lo
permitían) y alambiques para la posterior obtención del
aguardiente.
En
definitiva y sin duda alguna los tres mejores siglos de la historia de la vitivinicultura
de Sevilla, por su cantidad, por su calidad, pero sobre todo por la enorme
riqueza que genero a su alrededor.
Lamentablemente, el cultivo de la vid
en nuestra localidad ha quedado solo de forma testimonial en algunas fincas y
cortijadas, se han ido arrancando viñas durante el siglo XX y sustituyéndolas
por olivos, aun cuando el verdadero declive vino hace aproximadamente hace 140
años con la entrada de la enfermedad de la filoxera en nuestra zona.
Rafael Spínola R.
Teruel 2024
sábado, 17 de mayo de 2025
Un guadalcanalense de devoción mariana
Agustín Capitán Álvarez
Nacido en Guadalcanal el 15 de diciembre de 1896, en la calle Jurado, 19, Lo bautizan en Santa María, el cura párroco Manuel Ruiz Ortiz. Fue hijo de José M.ª Capitán Velasco, de las segundas bodas de éste con Concepción Álvarez Ferro.
Pasa su infancia en Guadalcanal,
fue enviado por sus padres a Sevilla donde cursa sus primeros estudios en el
Colegio de Padres Escolapios de Sevilla, más tarde ingresa en el Seminario, a
pesar de su gran vocación y su amor por la Santísima Virgen no llega a cantar
misa, pero si aprende teología. Terminado su ciclo en el Seminario, como
sacristán al Convento de Santa María de Jesús, En la calle Águilas. De aquí se traslada
al Colegio de San Diego, para
enseñar teología y religión.
Fue un notable escritor y un poeta
místico, en los ratos libres hace versos. “Rayo de luz” que se
transforman en uno de sus primeros libros, se editó en 1929, igualmente, con
fecha posterior publicó otro poemario dedicado a Sevilla titulado “En las
Orillas del Guadalquivir”. Es notable el libreto que publicó sobre la
virgen de la Esperanza titulado “Oración Lírica”, Deja un libro sin
editar que sacan a la luz en 1981. Su título “Sevilla, Jerusalén de
Occidente”.
Fue también sustancial las
colaboraciones en Revistas y diarios de Sevilla con artículos relacionados con
la teología, y en las revistas editadas en Guadalcanal sobre la Semana Santa y
la feria y fiestas,
Ingresa en el I.N.P. y aquí se
jubila. Muere en Sevilla el 28 de febrero de 1978.
Una brevísima muestra de su acendrado
amor mariano, es este sonoro quinteto y esta oda:
Señora,
por la realeza
A la Poesía de la Virgen María
Yo
te amo con fervor,
sacra
Poesía,
Y
nunca te ofendí con soez insulto;
Lo
mismo en el pesar que en la alegría,
De
mi doliente amor te ofrecí el culto.
No
me apartó de ti la hiriente mofa
Acompañada,
acaso, del agravio,
Que
despertó en el vulgo alguna estrofa
O
no logró entender el hombre sabio.
Te
he contemplado triste muchas veces
Ante
un inicuo tribunal sentada,
Y
he visto la injusticia de tus jueces
En
la expresión cruel de su mirada.
Yo
de tu templo me acerqué a la puerta
Y
te juré desde ella siempre amarte,
Y
al débil resplandor de luz incierta
Pude
entrever las gracias de tu arte.
No
importa, no, que te desdeñe el necio,
Que
eres el alma y vida de la Historia,
Y
hasta la misma Ciencia, en su desprecio,
Te
llama a sí para ensalzar tu gloria.
Mi
corazón por ti late y suspira
Y
gozar o sufrir quiere contigo,
Que
al no poder pulsar mi triste lira
Más
infeliz me siento que un mendigo.
No
sé más que admirarte, y tus favores
En
mi destierro amargo en vano espero,
Y
he de sufrir, paciente, mis dolores,
Mi
triste soledad, cual otro Homero.
A
otro premia ¡oh deidad! con tus laureles,
Pues
yo no aspiro a tu inmortal corona;
Endulcen
sólo mi dolor tus mieles,
Que
el ángel del favor hoy me abandona.
¿Por qué cuanto
tú escribes lo respeta
como divino y
santo el tiempo, el hombre?
No me
respondas, no; ya sé tu nombre:
Eres algo
divino, eres poeta.
Y de tu lira
el celestial encanto
hiere del alma
humana el sentimiento,
y el mar, la
tierra, el hombre, el firmamento
escuchan con
fervor tu eterno canto.
Cuando de todo
muere la memoria
en los
obscuros brazos del olvido,
tu fama vive
en la inmortal historia;
Y la divina
luz de tu poesía,
al corazón del
hombre, entristecido,
devuelve la
ilusión y la alegría.
A trazos esta es la biografía de don Agustín Álvarez.
Su obra, personal y literaria, está llena de enseñanzas de su madre; de la mano
de ella llega a su devoción al Cristo de la Flagelación y a la de su Señora
Guaditoca. También es su madre la que le forma su ser de hombre bueno. Y en
este ser de hombre bueno como vive y muere. Cuanto tiene útil para el pueblo
que le vio nacer y se lo deja; libros para la Biblioteca Pública; óleos para la
Cofradía de la Patrona y toda una obra poética de vivencias guadalcanalenses.
Por todo ello, la gratitud de sus paisanos, ha de
mostrarse de alguna manera y, acaso, es forma oportuna de recordarlo entre nosotros
con estas breves notas sobre su vida ejemplar, sacadas a la luz en este artículo.
Más notas no podría faltar -sería omisión
imperdonable- es siquiera una brevísima muestra de su acendrado amor mariano,
como el que trasmina en este sonoro quinteto:
que
puso el Señor en Ti,
alíviame
en mi pobreza,
ya
que en Ti está la riqueza
que
en mi vida apetecí.
Pedro Porras Ibáñez (Revista de feria 1983) y hemerotecas.
sábado, 10 de mayo de 2025
Panaderos de Guadalcanal
En los principios de los años treinta del pasado siglo, durante la convulsa etapa del final de la monarquía de Alfonso XIII, también llamada la dictadura de Primo de Rivera y el principio y final de la segunda república. En España se sucedían las huelgas gremiales. Está situación también alteró la vida y al sector primario de los habitantes de Guadalcanal, los jornaleros del campo, albañiles y especialmente el gremio de panaderos protagonizaron unos paros y huelgas que marcaron el futuro de este sector.
Describimos
algunos acontecimientos que se desarrollaron en la época y afectaban a un
sector primario y esencial para la población de nuestra villa:
A finales del año 1930,
concretamente el 28 de noviembre, encontramos un acta municipal de la reunión
mantenida entre el Alcalde José Castelló y Castro, el Inspector Municipal de Sanidad
Eugenio Mirón y Villagrán, Juez de Paz Joaquín
Llamazares Llano
y los representantes de los panaderos propietarios de las fábricas sobre el
peso, calidad y precio de venta del producto ante las palpables protestas de
los consumidores.
En este año coexistían
unos ochenta panaderos y ayudantes, se agrupaban en una sociedad de oficiales
llamada “La Luz”, que aun cuando inició con gran actividad, estaba poco
menos que en disolución, tal vez porque el gremio estaba inmerso en un proceso
de huelgas y desavenencias entre ellos.
Durante el primer
semestre de este año, se empezó a registrar falta de pan y precios altos,
pequeños paros y algún intento de huelga fueron resueltos con la voluntad del
sector y la intercesión de las autoridades locales. Pero a partir de los meses
de julio y agosto esta situación se agravó. El consistorio se encontraba
inmerso en afrontar una serie de huelgas y paros en corto tiempo, así lo
reflejaron los diarios de la época en sus ediciones del 27 de agosto:
“Huelga de
panaderos, en Guadalcanal. - El Gobernador interino fue visitado ayer por el
alcalde de Guadalcanal, para darle cuenta de que ha sido planteada la huelga
indefinida de panaderos en aquella población. También informó al Gobernador que
Guadalcanal fue visitada por alteradores del orden forasteros que incitaron al
gremio de panaderos a plantear una huelga con carácter reivindicativo e
indefinido, estos individuos han visitado diferentes pueblos de la zona con
desiguales resultados a sus planteamientos. Jueves, 27 de agosto 1931.
Corresponsal”.
Después
de la reunión mantenida entre el Alcalde de la población y el Gobernador
interino en Sevilla, la situación no mejoró, el 5 de septiembre aparecían
nuevas noticias en la prensa:
“Desde el día 1º del actual está planteada en esta
población la huelga de obreros panaderos, en virtud a no haber sido posible
atender por los patronos las nuevas bases de trabajo que este gremio presentó.
Hasta ahora la huelga se desarrolla pacíficamente, sin haber podido llegar a un
acuerdo satisfactorio. El abastecimiento de pan a la población se efectuó, sin
embargo, casi con normalidad, debido a que, a excepción de la fábrica de Santa
Clara, los demás patronos son del oficio y entre ellos y sus familiares han fabricado
el pan necesario para el abastecimiento. La fábrica de Santa Clara, aunque a
costa de pérdidas económicas, también suministró pan a su clientela, trayéndolo
del vecino pueblo de Llerena (Badajoz). Es de esperar que este conflicto sea
resuelto a la mayor brevedad”.
Como comentaba el
corresponsal de prensa, no obstante, esta situación no afectó en demasía a los
habitantes del pueblo, por un lado, las tahonas excepto la de Santa Clara
permaneció a disposición de los voluntarios panaderos que fabricaron parte del
pan para cubrir la necesidad básica, por otro lado, en muchas casas y siguiendo
la vieja tradición se fabricaba pan para familia y vecinos, todo ello
complementado por el que se traía de pueblos cercanos como Fuente del Arco y
Llerena.
La prensa sevillana se
hace eco de este ambiente el día 7 de septiembre y publica:
“Tal y como informamos con anterioridad, la situación sobre
la huelga de panaderos de Guadalcanal ya era insostenible. - El gobernador
civil ha manifestado que la huelga que sostenían los panaderos de Guadalcanal
ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta villa, esta
huelga había creado un mal ambiente entre los convecinos, mientras que una
parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en otras,
ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse de
la confusión y producían a mayor escala de lo normal, no obstante, el buen
criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia”.
Tras un breve himpas,
la situación lejos de resolverse, se hizo insostenible durante meses, así que
el Consistorio Municipal presidido por el primer edil el Sr. Sevilla González,
convocó dos sesiones ordinarias en los días 8 y 15 del mes de diciembre, en las
que se dio cuenta de los escritos presentados por el gremio. Por una parte, de
los obreros, el anuncio de una nueva huelga para el próximo dia 11 por
considerar que los salarios no iban en consonancia con el trabajo que
realizaban, los patronos presentaron una solicitud para solicitar autorización de
subir 5 céntimos de pesetas por kilo de pan, informando estos en otro escrito
que, si no se autorizaba la subida solicitada, se verían obligados a cesar su
actividad a partir del día 16.
Analizada esta
situación, se acuerda autorizar al Alcalde y a la Comisión de Abastos, para que
resolvieran estos asuntos. El Alcalde a su vez expone que el Gobernador Civil ha
analizado el escenario, manifestando que en caso de no tener solución rápida
estos conflictos, tendrá que personarse en Gobernación con una comisión de
patronos y obreros para dar solución rápida a la crisis.
“La huelga de obreros panaderos seguía produciendo
altercados en Guadalcanal. El 6 de enero, Ángeles Vázquez Carazo, esposa de
Francisco García Flores, dueño de una panadería en los cantillos de la
Concepción, denuncia que se habían presentado cuatro hombres del gremio de
panaderos ejerciendo coacción e impidiendo que el personal pudiera seguir
trabajando para mantener el precio del pan a 8 céntimos de peseta el kilogramo.
Al llegar la Guardia Civil observaron que Lorenzo y José Pérez García, José
Cote Cabeza y Manuel Vázquez Gordón, sostenían una acalorada discusión con
Ángeles Vázquez. El Juez no observó delito en los hechos denunciados y absolvió
a todos los implicados".
Una semana después, los
conflictos se generalizan en varios pueblos de la provincia, entre ellos
Guadalcanal, la prensa comenta:
“Delegados Gubernativos para detener la huelga. - El
Gobernador civil de la provincia ha enviado a varios delegados gubernativos a
Carmona, El Pedroso, Olivares, Alcalá del Rio, Alcolea y Guadalcanal para
tratar de contener la declaración de huelga general en apoyo de campesinos,
ganaderos, panaderos y otros gremios de estas localidades. Sevilla, Domingo, 17
de enero de 1932.”
“Cuestiones Sociales. — Se acuerda la huelga general de
panaderos sevillanos. Sevilla, 20 de enero 1932. —En la reunión celebrada
anoche por el Sindicato de Panificación, y después de discutirse extensamente,
se acordó declarar la huelga general en toda la provincia, a partir del día
primero del mes próximo, por solidaridad con los panaderos del pueblo de
Guadalcanal, que llevan más de un año en huelga y paros intermitentes. Al
conocerse este acuerdo del Sindicato de Panificación se han reunido las
autoridades para adoptar las necesarias medidas en caso en que la huelga llegue
a declararse. Por otra parte, se ha acordado hacer un fondo solidario para
ayudar a los huelguistas guadalcanalenses y a sus familias que se encuentran en
una situación límite y que resisten gracias a la solidaridad de sus familiares
y otros gremios de la localidad, sobre todo de jornaleros del campo y
carpinteros, aun cuando escasea el trabajo y el jornal entre ellos”.
El nerviosismo y la
intolerancia de unos y la solidaridad y apoyo de otros, enrarece la convivencia
en Guadalcanal, en la prensa se puede leer sobre la situación:
“El 1 de febrero se produjo un nuevo altercado por la
huelga de panaderos. Manuel Ortega Muñoz denuncia que cuando llevaba a su
domicilio a Ignacio García, que estaba un poco beodo, al entrar en su casa tres
personas los insultaron y agredieron. Que eran trabajadores de la panadería de
Francisco García. Al notar el hijo de Ignacio García el ruido en el zaguán de
la casa y encender las luces, pudo conocer a los intrusos, identificando a
Rafael Diéguez Vázquez, a su hijo Ramón y a su yerno Eduardo Rubio. Según la
investigación del juez, los hechos no ocurrieron como dijo el denunciante y la
sentencia fue absolutoria. (Sevilla 3 de febrero 1932. (Corresponsal)”
“Sevilla
3 de febrero 1932. — De nuevo suceden alteraciones de orden público en
Guadalcanal.- Como consecuencia de la huelga de trabajadores panaderos. Así el
2 de febrero, Ángeles Vázquez García, dueña de la panadería de la calle Concepción
y esposa de Francisco García Flores, conocido por el alias de “Ciego del Arpa”,
avisó a la Guardia Civil que los del gremio de panaderos, acompañados de
numerosos obreros agrícola, se habían presentado en su panadería impidiendo que
los tres panaderos forasteros que estaban elaborando el pan pudieran seguir y
obligándoles a que se marcharan a Alanís, de donde eran naturales. La Guardia
Civil se personó en el domicilio de la denunciante y encontró en la calle un
grupo de obreros, como de 150 aproximadamente. El sargento pidió que se
adelantaran tres de ellos para oír sus peticiones y después que se disolvieran
pacíficamente, como así hicieron, aunque se volvieron a concentrar en la calle Largo
Caballero (López de Ayala), donde se
volvieron a disolver pacíficamente a requerimiento de la Guardia Civil. Los
trabajadores esquiroles que habían sido expulsados del pueblo, declararon que
se habían presentado en la panadería un grupo que les había insultado de
palabras y les dieron algunas bofetadas y puntapiés. Después de un amplio
expediente -36 páginas- con declaraciones de los intervinientes en el
altercado, el juez no encontró pruebas imputadoras suficientes para condenar a
los acusados, que fueron absueltos”.
De nuevo las 21 y 22 de
mayo toman conciencia de la situación la Corporación, se reúnen en sesión
ordinaria y analizaron el problema del pan. Se dio cuenta del telegrama del
Gobierno Civil, por el que se comunica al industrial Antonio Fontán y a una
comisión de obreros panaderos para que, juntos con el Alcalde, asistan el día
23 a las doce horas en la sede gubernamental de Sevilla, a una reunión para
tratar sobre el boicot que tienen declarado a dicho fabricante.
Después del análisis
por parte del Gobierno Local sobre actitud de patronos, maestros y obreros
panaderos en Guadalcanal, el Alcalde y los representantes designados por patronos
y obreros se trasladan a Sevilla para darles cuenta al Gobernador, de la
situación irreversible y la nueva huelga planteada por el gremio y la situación
de la fábrica del Sr. Fontán, la nueva huelga es apoyada por otros obreros de
sectores como carpinteros, zapateros y jornaleros del campo de la localidad y tratar
otros asuntos de importancia de la misma. Los resultados fueron nulos.
El día 5 de septiembre,
la prensa informaba de la siguiente noticia:
“El Gobernador Civil ha manifestado que la huelga que
sostenían los panaderos de Guadalcanal apoyada por una amplia parte de otros
sectores ha quedado resuelta. Según nos informa nuestro colaborador en esta
villa, esta huelga había creado un mal ambiente entre los vecinos, mientras que
una parte de los obreros de las diferentes tahonas se quedaban en casa, en
otras ciertos esquiroles y familiares de los propietarios trataban de aprovecharse
de la confusión, el pan empieza a ser un bien escaso, no obstante, el buen
criterio de la población ha evitado altercados de mayor importancia.
En este año 1932, los
juicios de faltas que realizó el Juzgado Municipal fueron 54. Destacan que hubo
cuatro por denuncias de agresiones durante la huelga de panaderos y del campo.
Aun cuando se produjeron muchos más altercados por las huelgas y paros del
sector del pan, pero la intervención de la Guardia Civil, la mediación del
Alcalde, el buen hacer de Gabriel Barrientos Rivero Juez de Paz, junto a la
coherencia de gran parte de patronos y
obreros panaderos y la sensatez y paciencia de la población para resolver los
conflictos del día a día que ocasionaba la falta de un producto vital para la
época como era el pan, provocaron que muchos conflictos se resolvieran por la
vía del dialogo.
El año siguiente comienza con la misma situación en el conflicto del sector, el 8 de enero, emite el Gobierno Civil la siguiente nota de prensa:
“Durante la noche de ayer se rumoreó que los panaderos de
Sevilla irían a la huelga a las doce de la noche de hoy, por solidaridad con
sus compañeros de Guadalcanal. El Gobernador Civil, Sr. García Labella, realizó
determinadas gestiones y después facilitó el siguiente comunicado en relación
con el presunto conflicto:
He estado estudiando el expediente instruido por el Sr.
Villarrubia enviado por delegación a Guadalcanal, del que resulta,
efectivamente, los patronos panaderos de aquel pueblo vienen incumpliendo las
bases de trabajo, no obstante las sanciones que les han sido impuestas, a
propuesta del Jurado Mixto, y que habiendo llegado a convertirse en una
cuestión de orden público, yo, a mi vez, sanciono con el máximum de multa
gubernativa a los patronos D. Adelardo López de Ayala y D. Antonio Fontán, que
son los responsables de la situación presente, remitiendo además al Jurado
Mixto un acta de las denuncias comprobadas que existen contra los patronos,
indicando que sería procedente la aplicación de las sanciones extraordinarias que
determina el artículo 33 de la ley del Jurado Mixto, aunque en este asunto son
los organismos de trabajo quienes tienen que decidir, pues su jurisdicción es
absolutamente independiente de la mía. Además, se estudió si es procedente
pedir al ministro de la Gobernación que aplique la ley de Defensa de la
República, y desde luego, se lo propondré si estos patronos persisten en el
incumplimiento de las bases.
Una vez más puedo asegurar que tanto yo como el presidente
del Jurado Mixto y el delegado de Trabajo, estamos decididos a que dichas bases
se cumplan por los patronos de Guadalcanal, y si hasta ahora no han sido
suficientes las sanciones ordinarias, acudiré a las extraordinarias. Y siendo
esta la actitud de la autoridad, y siendo muy claro y muy preciso el
procedimiento legal para el cumplimiento de las bases de trabajo, no puedo
admitir como justa la anunciada huelga de panaderos, que hace derivar sobre los
patronos de Sevilla y el vecindario sevillano, absolutamente ajeno al pleito
que se debate, la carga de este conflicto. Igualmente, he celebrado una
entrevista con los obreros, en la que les he hecho estas advertencias, que han
prometido tener en cuenta, y quiero esperar de su buen sentido que no se llegue
a declarar la huelga”.
Parece que la situación
al extrapolarse a la capital hace tomar cartas en el asunto a las máximas
autoridades de Sevilla. La presión y la intervención de la máxima autoridad
provincial es analizada en una sesión extraordinaria muy concurrida en el
Ayuntamiento de Guadalcanal presidida por el nuevo Alcalde Manuel Gálvez
Murillo y representantes de obreros y patronos del gremio, llegando a un
acuerdo de himpas, roto de nuevo a principios de mayo, reflejándose en la
prensa que los panaderos de Guadalcanal, anunciaban que se unían a la huelga
provincial de panaderos por cuarenta y ocho horas. Día a día los diferentes gremios se han ido
uniendo a la huelga. Así el 9 de junio la prensa informaba:
“Guadalcanal 8. La huelga de campesinos continúa
desarrollándose pacíficamente, aunque parece que han secundado el movimiento
durante el día más obreros, notándose, por tanto, mayor afluencia de
trabajadores en el pueblo. Dícese que mañana irán a la huelga los panaderos y
los caseros de los cortijos. En la población existe intranquilidad”.
De nuevo, se prolonga
el conflicto y nuestro pueblo es noticia en la prensa el 10 junio y el 21 de
julio por nuevas huelgas, en este caso solo de los panaderos:
“En el Gobierno Civil se recibieron noticias de que los
obreros panaderos de Guadalcanal han anunciado que irán a la huelga indefinida
por estimar injustos los despidos hechos. Los obreros del sector de Sevilla y
algunos pueblos de la provincia anuncian paros intermitentes a partir de las
doce de la noche de hoy para solidarizarse con sus compañeros de Guadalcanal,
entre ellos los de Valenciana, Carmona, Lebrija, Camas, El Coronil, Lora del
Rio y Morón.
Esta situación es provocada por la
decisión de los patronos panaderos de la localidad de despedir a varios
maestros y obreros de tahonas por considerarlos responsables de la prolongada
huelga que llevó este colectivo durante meses, Por otra parte, un representante
de estos, J.C.A., perteneciente a la C.N.T. ha comentado a este corresponsal
que no tendrá solución el conflicto hasta ser admitidos sus compañeros,
independientemente de sus ideologías políticas o militancias sindicales. Este
mismo portavoz nos ha comentado que componentes de este gremio están recaudando
fondos para socorrer a las familias de los despedidos.
Este
contexto, desestabilizó el devenir normal de nuestro pueblo, así llegamos a la
feria y fiestas de septiembre, la prensa recoge:
“Miércoles, 6 de septiembre de 1933. - Durante el pasado
fin de semana ha tenido lugar en la villa de Guadalcanal la feria de ganado y
fiestas patronales. Esta feria de ganado que es de las más importantes y
concurridas del sur de Andalucía, asistiendo tratantes y ganaderos de varios
pueblos, no ha tenido la brillantez que, en años anteriores, debido a los
acontecimientos de huelgas que vienen ocurriendo en este pueblo, principalmente
en los sufridos gremios del campo, panaderos y albañiles. Los tratantes han
comentado el poco negocio de compra-venta-cambio de todo tipo de ganado,
esencialmente el equino. Las fiestas patronales, por otra parte, se ha
desarrollado con la brillantez de años anteriores con grandes bailes en sus
casetas, atracciones para la chiquillería y un partido de fútbol”.
En los siguientes meses
continuaron con lo que la prensa describía “como
una calma tensa”. Los despidos y represalias contra los obreros de este y
otros sectores se hacía evidente y la solidaridad de la población y de algunos
pueblos limítrofes se hacía visible.
En 1934 parecía que la población se había acostumbrado a los conflictos, o bien la prensa sevillana había considerado que las noticias de Guadalcanal sobre la situación del gremio de panaderos habían dejado de tener interés, no obstante, el conflicto y los incidentes continuaron, así encontramos una noticia en la prensa de Madrid el 8 de diciembre de 1934 de un periodista que al parecer visitaba la zona:
“Después de abandonar el pueblo de Cazalla de la Sierra, llegué por una carretera angosta que se asemeja a un camino de cabras a la villa de Guadalcanal, cuyos habitantes conocidos como fuellaores me recibieron con amabilidad, bien es cierto que los ánimos no estaban para festejos. Entre otros acontecimientos que tienen alterada la moral, se encuentran el siguiente hecho: En la tarde del pasado lunes unos graves incidentes acaecieron en la localidad, no obstante, debido al civismo y las buenas maneras, la siguiente peripecia fue sofocada. “El gremio de panaderos de la localidad apoyado por algunos agricultores que le facilitaron el grano, abrieron las tahonas después de tres días de huelga y sin pan en la población y a las doce de la mañana repartieron en la plaza de la localidad pan gratis para todos los vecinos que se les acercaban, enterado de estos hechos el Regidor Síndico del Ayuntamiento Sr. Mallén Vélez acompañado por el cabo de los municipales y dos números del cuerpo, el Sr. Mallén en un tono conciliador habló con los representantes sindicales del gremio temiendo una alteración de orden público debido a que cada vez los ánimos estaban más alterados, y finalmente, se llegó a un acuerdo, regresando los panaderos a las tahonas y terminando de repartir los excedentes con orden e ecuanimidad.
Por otra parte, me comentan en la vieja barbería de la
plaza de los Naranjos, que el Ayuntamiento está dictando leyes para volver al
pasado, así, ha aprobado que nombres de calles tan representativos de la
república, han sido cambiadas de nombre y han vuelto a su antigua nomenclatura,
Giner de Los Ríos, Largo Caballero, Pablo Iglesias o Juan Antonio Torre, entre
otras, ha pasado a ser Granillos, Fox, San Sebastián y Santa Clara. Nosotros
-nos comentan el jocoso barbero nos gusta llamar a las cosas por su nombre-,
esta siempre ha sido la Plaza de los Naranjos (ahora de la República), cuando
termine la república, los naranjos seguirán aquí dando sombra.
Para no hacer más extenso el artículo, diremos que la situación continuó hasta el 36 que fue interrumpido por la contienda civil. Simplemente, hacer mención a unos párrafos descritos del libro GUADALCANAL SIGLO XX, de Ignacio Gómez Galván:
“Federico Valverde Gordón, nos contaba sus vivencias de los primeros
días del golpe de estado:
Mi padre José Valverde, era
panadero de la Cooperativa La Aurora y también en el tiempo de la aceituna
trabajaba en el molino de Daniel Herce. Esta Cooperativa estaba compuesta por
trece panaderos, pero si venía algún socio que no tenía trabajo, se le dejaba
participar. Las ganancias, se repartían entre todos los que habían trabajado
ese día”.
No debemos analizar la
actitud y la fuerte resistencia de los obreros de Guadalcanal, especialmente el
gremio de panaderos, tampoco de los patronos, que igualmente defendían lo que
pensaban que eran sus derechos.
Simplemente, he querido razonar unas situaciones que indudablemente
ocurrieron en nuestro pueblo durante una época.
Rafael Spínola Rodríguez
Fuentes. - Eximo. Ayuntamiento de Guadalcanal, Archivo Provincial, libros “Guadalcanal un pueblo el la Menoría de Rafael Rodríguez Márquez y “Guadalcanal siglo XX 1931/ 1940” de Ignacio Gómez Galván, Hemerotecas diarios de la época y autor.