RASGOS GEOLÓGICOS GENERALES DEL PARQUE DE LA SIERRA NORTE DE SEVILLA
Tercera parte
Solamente se han identificado en el extremo sureste
del Parque, junto a la carretera de Constantina a Lora del Río. Son calizas
arenosas y muy ricas en fósiles entre los que se incluyen erizos, ostreas y
otros lamelibranquios, gasterópodos, etc. Este tipo de calizas afloran en todo
el borde de la cuenca del Guadalquivir e indican que hasta allí, como mínimo,
llegaba la costa del Tethys hace 7 millones de años aproximadamente (Turonense
superior). La localización de estos materiales a una altitud de 320 m implica
que, en el tiempo indicado, el nivel del mar estaba a esa altura respecto al
nivel del mar actual. Para ser exactos esta medida debe ser corregida en función
de algunos parámetros geológicos, pero aun así nos permite hacernos una idea de
la magnitud tan importante de los movimientos de ascenso y descenso relativo
del nivel del mar a lo largo del tiempo.
Travertinos
de edad cuaternaria.-
Se trata de calizas que se forman en agua dulce de
manantiales, fuentes y ríos. La precipitación del carbonato se produce sobre
películas orgánicas formadas por bacterias, hongos y musgo, o bien por
procesos físico-químico de índole inorgánica. Con el tiempo las nuevas
capas cubren las más antiguas y se forma el bandeado de estas rocas. De igual
manera, la precipitación del carbonato alrededor de las raíces de árboles y
otros tipos de vegetación forma tubos huecos muy característicos cuando la raíz
se pudre y desaparece. Ejemplos excelentes de este tipo de procesos se
encuentran ahora activos en las cascadas del Huéznar.
Cuando un río o torrente, en el que se dieron
condiciones para la formación de estas rocas cambia su curso, los travertinos
quedan como testigo de que alguna vez hubo una corriente de agua dulce en ese
lugar. También existen ejemplos magníficos de este proceso en varios puntos del
Parque, pero en esta guía podemos recomendar la observación de los travertinos
antiguos que se describen en el itinerario geológico nº 2, que ilustran la
evolución del curso de la Rivera del Huéznar, desde el pasado geológico hasta
nuestros días.
Los travertinos son rocas clásicamente utilizadas en
construcción y ornamentación, por ejemplo el Coliseo y La Fontana de Trevi de
Roma, entre otros monumentos, fueron construidos con travertinos. Dentro del
ámbito del Parque, los travertinos fueron las rocas originales utilizadas para
la construcción del Castillo de Alanís.
Rocas ígneas.-
En el Parque hay rocas ígneas intrusivas (plutónicas
y subvolcánicas) y extrusivas relacionadas con actividad magmática antigua.
Rocas
plutónicas.-
Las rocas intrusivas plutónicas presentan
composiciones variables desde rocas básicas a ácidas. Sus afloramientos en el Parque
generan paisajes alomados, de suelos arenosos y grandes bolos que han resistido
la meteorización. En general este tipo de paisajes se denominan berrocales y
como tales aparecen frecuentemente en la toponimia. En esta guía, se propone un
itinerario específico en el que se pueden observar distintos aspectos de las
rocas plutónicas del Parque y de los paisajes que generan
Las plutónicas básicas incluyen gabros y dioritas.
Presentan colores oscuros y aparecen formando plutones de diversas dimensiones
distribuidos en los alrededores del embalse de El Pintado (Gabros del Pintado)
y al oeste de Cazalla de la Sierra. Ambos tipos de rocas presentan a simple
vista un aspecto similar y normalmente es necesario recurrir al microscopio
petrográfico para poder distinguirlas. Su composición es parecida aunque
presentan algunas diferencias en lo que se refiere a los minerales que los
constituyen. Las plutónicas ácidas incluyen granitos, granodioritas y
tonalitas. Presentan colores claros y aparecen formando plutones de gran
extensión en los alrededores de El Pedroso, al sur del embalse de El Pintado,
al oeste de El Real de la Jara y en la Dehesa del Berrocal, al sur de Almacén
de la Plata.
El magmatismo subvolcánico dio lugar a rocas que
solidificaron a profundidades intermedias (1 a 3 Km). Lo mismo que en el caso
de las rocas plutónicas, la composición de las subvolcánicas es tanto básica
como ácida. En el Parque las básicas son las más abundantes y presentan
composiciones equivalentes a los gabros descritos anteriormente. Se encuentran
formando cuerpos tabulares (diques) de gran extensión lateral, a menudo de
varios kilómetros, y espesores menores, aunque algunas veces llegan a superar
el centenar de metros. Los diques de rocas básicas instruyeron a través de fracturas
profundas que comunicaban las cámaras magmáticas con niveles superiores de la
corteza.
El ascenso, en esas condiciones, es relativamente
rápido de manera que el magma conservó su carácter fundido hasta el ambiente de
cristalización cerca de la superficie terrestre. Al emplazarse cerca de la
superficie, el enfriamiento fue relativamente rápido y dio lugar a las
asociaciones de minerales y texturas características de las rocas conocidas
genéricamente como diabasas*. Los diques de diabasas son muy
abundantes en el Parque, sin embargo son difíciles de observar debido a que su
composición las hace especialmente sensibles a la meteorización y se suelen
alterar con más facilidad que las rocas en las que encajan (Generalmente,
forman suelos potentes que ocultan los afloramientos de roca fresca).
Las rocas subvolcánicas ácidas reciben tres nombres
genéricos: pórfidos, aplitas y pegmatitas, de las tres hay en el Parque. Los
pórfidos representan la cristalización en ambiente subvolcánico de magmas de composición
similar a los que forman los granitos. La característica textural más
distintiva es la heterogeneidad del tamaño de los cristales, de manera
que coexisten cristales que pueden llegar a ser muy gruesos con otros
de tamaño tan fino que difícilmente se observan a simple vista. Este tipo de
textura se denomina porfídica y se relaciona con el nombre genérico de la roca.
Son escasos los afloramientos de pórfidos que presenten características
adecuadas para ser mostrados en una guía como ésta.
Los afloramientos más importantes de aplitas son los
que se encuentran al oeste de Cazalla de la Sierra, y que son motivo de
explotación para la fabricación de porcelanas Forman un cuerpo alargado en la
dirección E-O con una longitud de unos cinco kilómetros y un espesor que llega
a alcanzar 500 metros. Su composición mineral está dominada por cuarzo y albita
con cantidades menores de otros minerales. Presentan una textura microgranuda
formada por el intercrecimiento de sus componentes principales (cuarzo y
albita). Además de los afloramientos de Cazalla, durante la elaboración de esta
guía, se han observado otros de dimensiones mucho más modestas en distintos
puntos del parque.
Probablemente uno de los más característicos es el
que se observa en la trinchera de la carretera que va desde El Real de la Jara
a Cazalla de la Sierra y que se muestra En el Parque existen algunos
afloramientos de
pegmatitas formando cuerpos tabulares de dos o tres metros de espesor.
Están compuestas por feldespatos, cuarzo y moscovita con algunos otros
minerales accesorios. El tamaño de grano de los cristales es muy grueso,
llegando a medir hasta varios centímetros. El mejor ejemplo de este tipo de
rocas se encuentra en el Arroyo de las Cañas, al oeste de El Pedroso
En cualquier caso, las pegmatitas no constituyen una
litología relevante en el Parque si atendemos a la abundancia de sus
afloramientos. Por el contrario, son muy características en el vecino
Hornachuelos en el que voluminosos cuerpos de pegmatitas fueron explotados para
la obtención de feldespatos, de interés para la industria cerámica.
La actividad volcánica da lugar a rocas de diversa
naturaleza dependiendo del tipo de magma y del mecanismo de salida hasta la
superficie. Los magmas de composición básica suelen extruir en forma de coladas
de lava debido a que presentan viscosidades bajas y su enfriamiento es
relativamente lento. Por el contrario, los magmas ácidos presentan altas
viscosidades y enfriamiento rápido, características que pueden propiciar la
obstrucción de los canales de salida, y como consecuencia la expulsión del
magma se produce mediante grandes explosiones que dan lugar a las rocas piroclásticas.
En el Parque existen excelentes ejemplos de uno y otro tipo de procesos
volcánicos, así como de las rocas resultantes de los mismos.
Parque natural Sierra Morena de Sevilla
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