"La perdiz alta, difícilmente
baja”
Nuestro término, en cuanto a caza se refiere, es,
sin duda, el más apropiado para la caza con reclamo, dado a la abundancia de la
codiciada "Perdiz Roja", objeto de líneas, dedicadas a la
afición de Guadalcanal.
Afición "in crescendo" por la
efectividad de sus puestos tan deliciosos y panorámicos, donde se contemplan
las habilidades tan exquisitas que nuestro reclamo desarrolla al trabajar las
campesinas, al transcurso de los cuarenta y dos días de la apertura de la veda
nos ofrece en nuestra zona Norte de Sevilla.
Como pajaritero
empedernido, que no toda la
afición consiste en la preparación de: siento, puesto de tela, coche y
otros secundarios, sino en el esmero de
los reclamos basado en la continua labor de sus específicos cuidados,
vigilancia constante en todos sus aspectos, eligiendo su colocación,
combinada de tal manera que no falte luz, sol, abrigo y atmósfera, para conseguir
su sanidad, perfecto pelecho, y dejarlos en condiciones óptimas para soportar
la dura batalla de la anhelada temporada de celo.
El criar pollos para, quizás, obtener buenos
reclamos, es una aventura difícil y abnegada, ya que necesitan multitud de
cuidados y mucha suerte, pero no siempre salen buenos, pudiendo comprobar esta
bondad soltando varios de ellos en una habitación con un reclamo enjaulado,
aquilatando así su valentía y su buena sangre, al observar aquellos que le
hacen cara, desafiando y curicheando que son los que hay que seguir cuidando
hasta su prueba en el campo.
El procedimiento mejor para obtener buenos
reclamos, es sencillo y hacedero, pues se trata de no dolerse de la cartera; no
obstante, siempre hay que observar al nuevo "fenómeno" que se
compra, en su sanidad, mansedumbre y buenos comportamiento en el pulpitillo, al
hacerle las tres pruebas del reglamento pajaritero: sin perdices, con perdices
y al matarle el macho primero, para ver cómo trabaja a la hembra; creyendo
inútil la prueba de errar de exprofeso la primera perdiz que entre en plaza.
Con qué entusiasmo se recuerdan los buenos puestos
dados en Los Olivos, Los Arrayanes, Los Barrancos, La Varita, La Alcornocosa,
Sierra del Agua, La Utrera y tantos otros que nos proporcionaron esa inmensa
vitalidad latente, que al transcurso del tiempo nos va impulsando esa gran
esperanza para poder esperar la venida de un nuevo celo que nos coloque en
nuestra salsa, esa salsa especial que necesitamos los buenos aficionados a la
jaula.
No quiero terminar estos párrafos sin antes consignar estas "Advertencias"
muy constructivas para todos los que se precien de pajariteros:
"Por San Antón, el
capillo al perdigón, y si no están, por San Blas".
“Pájaro con tufo, casi nunca
es cuco".
"Campesino que mucho
curichea, poco se menea".
"Con heladas, lo
probable es no hacer nada".
"Pájaro cobarde cantador,
puede ser el mejor".
"Perdiz viuda, a los
tres días es segura".
"Puesto repetido, es
puesto perdido".
"Pájaro aseador, no es
el mejor".
"Tarde tranquila y algo
de calor casi siempre es la mejor".
"El puesto sin monte
alrededor, nunca será el mejor".
"El pulpitillo en sitio
pelado, es casi siempre un espantajo".
"El que primero llega a
un puesto, es el dueño para todo el tiempo".
"La perdiz alta,
difícilmente baja".
"Cazar muchos
compañeros, es estropear los cazaderos".
"Lo ideal, son dos para
cazar".
"La perdiz para venir,
pendiente tiene que subir".
"Campesino que más de
una perdiz guarde, es pájaro cobarde".
"Si este pájaro
entrara, sería el primero que mataras".
"Siempre se tuvo
consideración con el cazador de perdigón".
"Y si el cazador es
cogido, debe ser sufrido".
JOSÉ M.ª RIVERO SANZ
Revista de feria 1980
No hay comentarios:
Publicar un comentario