RASGOS GEOLÓGICOS GENERALES DEL PARQUE DE LA SIERRA NORTE DE SEVILLA
Cuarta parte
Los afloramientos más característicos de rocas
volcánicas básicas se encuentran al sureste de Almadén de la Plata. Son rocas
de edad pérmica que salieron a la superficie a través de fracturas profundas.
Su composición corresponde a basaltos. Presentan colores verdes oscuros y
negros y aparecen formando coladas en algunos casos de gran extensión. En
la zona de salida del magma se formaron pequeñas acumulaciones que
dieron lugar a estructuras de tipo lacolito.
Ejemplos muy ilustrativos de este tipo de rocas y
estructuras se observan en el Cordel del Pedroso, unos cinco kilómetros al
sureste de Almadén de la Plata. Los basaltos que constituyen las coladas y
demás estructuras descritas están formados esencialmente por olivino, piroxeno
y plagioclasa. Como rasgo característico presentan abundantes vacuolas unas
veces rellenas de carbonatos, clorita y/o zeolitas y otras vacías. Estas
vacuolas representan antiguas burbujas de gas que se rellenaron de minerales
después de que la lava se solidificara. En algunos casos las vacuolas son tan
abundantes que la roca adquiere un aspecto similar al de la piedra pómez,
aunque no se trata en este caso de auténtica piedra pómez sino de algo de
aspecto similar pero de composición diferente.
Además de los basaltos del Viar, existen otros
afloramientos de rocas volcánicas básicas, pero sus condiciones de afloramiento
son mucho peores. Entre ellas se pueden citar la banda de basaltos
espilítizados* de edad silúrica, que se extiende al norte de Almadén de la
Plata.
Las rocas volcánicas ácidas presentes en el Parque
son relativamente abundantes y se formaron en distintos momentos de la
evolución geológica de la región. Si consideramos la superficie que ocupan, los
principales afloramientos son los que se localizan entre la Ribera del Onza y la
carretera de Alanís a Malcocinado, al noreste del Parque. Se trata de rocas piroclásticas
ácidas, compuestas por cuarzo, feldespatos y mica que alternan con rocas
sedimentarias y pequeños cuerpos de rocas básicas. En esta zona, la deformación
tectónica es muy intensa, de manera que sería necesaria la experiencia de un
experto para identificar las características originales de las rocas. En los
alrededores del castillo de El Real de la Jara y en el arroyo de San Pedro*
también afloran este tipo de rocas.
En cualquier caso, los afloramientos de rocas
volcánicas ácidas mejor conservados son los que aparecen asociados a la
evolución de las
cuencas pérmicas, y de entre éstos, los de la Cuenca Pérmica del Viar.
En este caso, las rocas volcánicas ácidas forman
paquetes de piroclastos que pueden llegar a superar los 25 metros de espesor.
Excelentes ejemplos de rocas formadas por procesos asociados a vulcanismo
explosivo pueden observarse en los arroyos de Gargantafría y de la Barra (ver
punto 5, itinerario 5). Esta actividad volcánica pérmica favoreció la
fosilización de gran parte de la flora que había en las áreas afectadas.
Fantásticos ejemplos de flora fósil pueden encontrarse en relación con este
tipo de depósitos.
Rocas metamórficas
Como se ha descrito en la parte I de esta guía, el metamorfismo de las
rocas hay que considerarlo en un doble contexto: el metamorfismo regional
asociado a los procesos orogénicos y el metamorfismo de contacto producido por
intrusión de cuerpos magmáticos. La Zona de Ossa Morena fue afectada por dos
ciclos orogénicos: el ciclo Cadomiense que se produjo al final del Precámbrico;
y el ciclo Varisco, que se produjo durante el Devónico Superior y el
Carbonífero Inferior1. Por lo tanto, el metamorfismo regional asociado a la
orogenia Cadomiense sólo pudo afectar a las rocas precámbricas, mientras que el
asociado a la orogenia Varisca metamorfizó a todas las rocas más antiguas al
Carbonífero Inferior. La Zona Surportuguesa sólo está afectada por la orogenia
Varisca pues sus rocas más antiguas son del Devónico Medio.
Teniendo en cuenta lo anterior, se comprende que la
mayoría de las formaciones geológicas del Parque presenten, en mayor o menor medida,
evidencias de metamorfismo. La intensidad del que aparece asociado al ciclo
Cadomiense es mucho mayor que la ciclo Varisco, de manera que sólo puede
hablarse de auténticas rocas con metamorfismo regional
cuando nos referimos a las rocas más antiguas, es decir, a las de edad
precámbrica. El resto de las rocas metamórficas de 1 La tabla del tiempo
incluyendo los eventos geológicos más relevantes de la historia de la Tierra
puede la región tienen muy bajo grado de metamorfismo; en estos casos y cuando
se trata de rocas sedimentarias, se suele utilizar el término de rocas meta
sedimentarias.
Los mejores afloramientos de rocas con metamorfismo
regional se encuentran en la carretera de Constantina a Lora del
Río, justo en el límite sureste del Parque (FOTO 17). El grado de
metamorfismo de estas rocas varía desde esquistos
verdes hasta granulitas, llegando en algunos casos al inicio de la
fusión para la generación de magmas. También hay buenos ejemplos en la región
de Almacén de la Plata, donde entre otros tipos de rocas afloran esquistos y
anfibolitas en relación con el contacto entre las zonas de Ossa-Morena y
Surportuguesa.
Dentro de las rocas con metamorfismo regional del
Parque merecen mención especial los mármoles Debido a su interés económico se
han explotado desde época romana las canteras de mármol de Almadén de la Plata.
Otra zona marmórea de interés es la Loma del Viento en Guadalcanal, cuyos
mármoles conforman el relieve más elevado de todo el Parque.
En cuanto al metamorfismo térmico, solo algunos de
los plutones del Parque dan lugar a aureolas de metamorfismo de contacto bien
desarrolladas. Probablemente el cuerpo de rocas intrusivas que presenta una
aureola mejor definida es el plutón de El Pedroso. En general este cuerpo de
rocas magmáticas instruyó en rocas detríticas cámbricas produciendo un metamorfismo
que varía en intensidad desde corneanas en sentido estricto hasta pizarras o
esquitos moteados. También hay ejemplos de skarn relacionados con este mismo
plutón. Concretamente, en la Nava de Lázaro, a dos Km al SE de la estación de
El Pedroso, el granito está en contacto con una banda de rocas carbonatadas
cámbricas en parte transformadas en skarn y mineralizadas en magnetita, que
llegaron a ser explotadas por su contenido en hierro y cobre.
ESTRUCTURA GEOLÓGICA
El término de estructura geológica hace referencia a
la disposición espacial de las rocas de un determinado lugar y a sus características
geométricas. Se aplica en áreas de la corteza terrestre que han sido sometidas
a grandes esfuerzos, y cuyos materiales han sido perturbados respecto a su
posición original. La deformación que adquieren las rocas y su cambio de
posición son los datos fundamentales que nos permiten conocer la “estructura
geológica” de una determinada región.
Las principales deformaciones estan asociadas a
procesos orogénicos, y por este motivo, las rocas fuertemente deformadas suelen
haber sufrido el efecto de una, o tal vez más orogenias (proceso de
formación de cadenas montañosas). El mármol es una roca metamórfica de
gran interés económico. Se forma a partir de calizas bajo condiciones de
metamorfismo, tanto
regional como de contacto. El término geológico de mármol es más
restringido que el que se utiliza en la industria, que suele incluir no
solo mármol en sentido estricto, sino también algunos tipos de calizas
con características parecidas, pero de peor calidad.
Dependiendo del tipo de esfuerzos, de cómo actúen y
de la ubicación inicial del área afectada, las rocas se alinean en direcciones
preferenciales, por este motivo los datos de dirección son imprescindibles a la
hora de describir la estructura geológica de un lugar.
Las rocas que afloran en el Parque han sufrido el efecto de dos ciclos
orogénicos, el Cadomiense durante el Proterozoico superior y Cámbrico Inferior
y el Varisco en el Devónico Superior y Carbonífero Inferior. Como resultado,
las rocas más antiguas de 540 millones de años (anteriores al Cámbrico)
presentan los efectos superpuestos de dos ciclos de deformación y un
metamorfismo generalizado; se trata de extensiones rocosas de pequeñas
dimensiones pero fuertemente deformadas. Las de edades comprendidas entre el
Cámbrico Inferior y el Devónico Superior, solo muestran los efectos de la
deformación Varisca, que es la que configura la estructura general de la región,
de Ossa-Morena y, en general, de todo el Dominio Varisco. Por último, las rocas
más modernas al Paleozoico solo han sufrido algunos “efectos colaterales” de la
Orogenia Alpina, básicamente relacionados con la reactivación de fracturas
antiguas.
La dirección dominante de las estructuras
principales de deformación es NO-SE (noroeste-sureste), que es la dirección varisca.
Ésta se cumple para la dirección predominante de la estratificación y de fallas
de menor escala, para las estructuras de plegamiento, para las grandes
fracturas que delimitan dominios en Ossa-Morena y para el límite entre esta zona
y la Surportuguesa. En función de ello, las rocas del Parque se organizan en
bandas subparalelas a la dirección NOSE con pequeñas modificaciones debidas a fracturas
tardías, cuya dirección dominante es la NNE-SSO (nornorestesursuroeste), y por
el emplazamiento de los cuerpos de rocas intrusivas. La estructura dentro de
cada una de las bandas depende de la composición y la edad de sus rocas. Así
las rocas más antiguas, afectadas
por los dos ciclos orogénicos principales, están muy deformadas y, en
algunos casos metamorfizadas. Sus pliegues son muy apretados y llevan asociada
una foliación muy penetrativa. La deformación debida a la Orogenia Varisca es
menos intensa, pero más generalizada en la región. Como resultado se observan
pliegues de diversas dimensiones, cabalgamientos y fracturas, algunas de ellas
de gran extensión lateral como las fallas de El Pedroso o la del Viar.
Parque natural Sierra Morena de Sevilla