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domingo, 17 de abril de 2022
Guadalcanal siglo XVIII
domingo, 10 de abril de 2022
La Sierra Morena de Sevilla y sus paisajes 2
Segunda Parte
Clima y suelos, en el contexto físico de
relieve conocido, permiten un potencial biológico forestal, donde los bosques esclerófilos
mediterráneos constituyen el clímax vegetal. La distribución bioclimática de
las fitocenosis atienden al escalonamiento del relieve, apareciendo el piso
termo mediterráneo subhúmedo, que se corresponde fundamentalmente con el
piedemonte, el primer escalón serrano y el valle del Viar, y el piso meso
mediterráneo –también subhúmedo aunque en parte del dominio cerca los umbrales
húmedos– que ocupa las áreas más septentrionales. Los bosques potenciales son
encinares y alcornocales, con la aparición de bosquetes de quejigos y robles en
micro hábitats particularmente húmedos, incluso castañares cultivados, además
de formaciones de ribera que ocupan las orillas y suelos más humectados en
torno a los ríos. Variedad vegetal que contribuye a la diversificación
paisajística especialmente por los contrastes cromáticos otoñales y
primaverales.
Sin embargo, la arraigada explotación
forestal de este ámbito, aunque con menor intensidad y con criterios más
sostenibles que en otras tierras provinciales, ha contribuido decisivamente a
la transformación de las anteriores formaciones vegetales a lo largo de la
historia. De esta manera, aunque sigue manteniéndose la componente y la
vocación forestal del área, resulta difícil encontrar en la actualidad bosques
de quercíneas en una situación próxima a su estado climácico. En cualquier
caso, los bosques se concentran en las laderas de mayor pendiente y escarpes
más alejados del hacha del humano y del diente del ganado. Por el contrario, la
cubierta vegetal predominante en la actualidad está constituida por orlas
preforestales de espinal, coscojar, retamar, madroñal, lentiscar, acebuchal,
escobonal, etc. y estadios seriales de matorral noble –jaral, brezal, aulagar,
cantuesal– y de pastizal, vallicar y majadal. Esta diversidad vegetal y otros
valores naturales (fauna, riqueza geológica) han favorecido la catalogación
como Parque Natural y Reserva de la Biosfera de buena parte de la Sierra Norte
de Sevilla.
La antedicha explotación forestal de la
Sierra Norte se concreta en el agro sistema de dehesas como forma de
aprovechamiento tradicional sostenible del bosque mediterráneo y, junto a éste,
constituye el elemento más identificativo del paisaje de esta área. Su
fisionomía se caracteriza por superficies de pastizal –incluso herbáceos de
secano– y monte mediterráneo con presencia de un estrato arbolado de encinas y
alcornoques más o menos denso, cuya funcionalidad productiva se basa en un
aprovechamiento mixto agrícola, forestal y ganadero.
Las dehesas configuran uno de los paisajes
humanizados de mayor valor de toda la provincia de Sevilla (y del conjunto de
Andalucía e, incluso, de la Península Ibérica). Son el resultado de la
particular convergencia entre los aspectos funcionales, culturales y estéticos
en el medio natural, dentro de un modelo de desarrollo consecuente con las
limitaciones y oportunidades que ofrecen los ecosistemas mediterráneos.
Contribuyen decisivamente al desarrollo socioeconómico de la población del
medio rural, al mantenimiento y conservación de la biodiversidad y recrean
paisajes humanizados de singular valor cultural y etnológico. Su imagen
concilia las referencias al bosque primigenio y al campo cultivado o
humanizado, sin que ninguna de estas dos situaciones parezca querer imponerse a
la otra. Al mismo tiempo, representa un sistema productivo que reúne prácticas
y saberes colectivos tradicionales que facilitan su valoración y aprecio desde
una interpretación cultural y etnológica, esencial para su conservación.
Sin embargo, a pesar de su valor, la dehesa
se ve sometida a una serie de amenazas que centran la gestión de estos sistemas
agroforestales, cuya degradación o desaparición supondría notables
repercusiones ecológicas y económicas, además de la pérdida de valores sociales
y culturales tanto en las propias dehesas como en los pueblos que de ellas
dependen. En este sentido, las principales actuaciones se centran en garantizar
su conservación y su continuidad como elemento característico del paisaje y
paradigma de desarrollo sostenible, en la valorización de productos y servicios
de la dehesa, en alcanzar un enfoque múltiple e integral que contemple las
posibilidades productivas y la conservación de sus recursos y en contribuir al
desarrollo socioeconómico y la mejora de la calidad de vida de la población del
medio rural ligada a estas explotaciones.
Los espacios humanizados
Las pautas tradicionales de ocupación y
aprovechamiento de un territorio como éste, de notables condicionantes
litológicos, orográficos y edafológicos, más allá del sistema productivo
agroforestal de las dehesas, debe relacionarse con la capacidad y prolongada
voluntad que han tenido históricamente los habitantes de la Sierra Norte para
superar dichas barrenas naturales haciendo uso de los recursos del medio sin
llevarlo al límite de sus potencialidades reales. Se conforman así una serie de
espacios claramente humanizados que corresponden bien a afloramientos calizos
de mayor aptitud agronómica, donde prevalecen tierras de cultivo, o a los
entornos transformados de los pueblos serranos. Los campos de cultivo más
extensos corresponden al olivar; también en secano, son frecuentes en los
entorno urbanos extensiones de cereal, mientras que los regadíos se limitan a
determinadas vegas aluviales. Estas teselas agrarias, pues en muchos casos
acogen prácticas ganaderas extensivas, determinan cierta heterogeneidad en los
biotopos vegetales y en los espacios adehesados.
El poblamiento de la Sierra Norte representa
un hábitat mayoritariamente concentrado, pequeños núcleos rurales que no
superan los 10.000 habitantes. Los núcleos serranos se localizan
preferentemente en espacios con una topografía amable o poco montuosa,
aprovechando valles (Constantina), navas (Las Navas) y otros espacios alomados
o situándose al resguardo de determinadas vertientes serranas (El Pedroso,
Guadalcanal, Almadén). Del mismo modo, la localización de los núcleos también
está relacionada con los pasillos naturales que se establecen entre las
alineaciones montañosas principales. Junto a los pueblos tradicionales, en la
Sierra Norte es posible reconocer un importante hábitat diseminado tradicional
que se relaciona con las prácticas agro-silvo-pastoriles del monte y,
especialmente, de la dehesa. Este hábitat se manifiesta a través de un conjunto
construcciones vernáculas, como cortijos, lagares y haciendas serranas, que
imprimen un notable carácter a determinados sectores serranos. Además,
persisten evidencias de otros sistemas de explotación pasados, como la minería,
que contribuyen, junto a los anteriores, a la cualificación y singularización
del paisaje de la Sierra Norte. Sin embargo, el abandono general que presenta
este patrimonio rural y minero constituye una dramática pérdida de identidad
cultural en el paisaje. Por último, como elemento que humaniza al paisaje y que
posee importantes implicaciones territoriales, ambientales y escenográficas, también hay que conservar las láminas de agua de los diferentes embalses
que se localizan en el área.
Catálogos de Paisajes de la Provincia de Sevilla
domingo, 3 de abril de 2022
Ruta de las ermitas de Guadalcanal
Editada por PRODETUR (Turismo de la Provincia de Sevilla), encontramos una descripción de la historia de nuestra villa y las ruta de ermitas y caminos de Guadalcanal, muy interesante, que a continuación transcribimos.
Rutas complementarias.-
Fuentes.- PRODETUR (Turismo de la Provincia de Sevilla)
domingo, 27 de marzo de 2022
La Sierra Morena de Sevilla y sus paisajes 1
Primera Parte
Esta área paisajística se localiza al norte de la
provincia de Sevilla, sobre terrenos hercínicos incluidos dentro de la zona
geológica de Ossa-Morena, que se articulan en torno a las sierras de
Constantina y Cazalla. Su frontera septentrional queda definida por el límite
provincial con Badajoz y los términos municipales de El Real de la Jara, Guadalcanal
y Alanís. Al sur, el límite discurre sobre el contacto entre el Macizo Ibérico
y las unidades postorogénicas neógenas y cuaternarias de la vega del
Guadalquivir, seccionando los términos de Cantillana, Villanueva del Río y
Minas, Alcolea del Río, Lora del Río y Peñaflor. Al oeste, los términos de
Almadén de la Plata, El Real de la Jara y El Pedroso marcan la separación con
el área del Corredor de la Plata y la Sierra de Aracena, ya en la provincia de
Huelva, quedando finalmente el borde oriental establecido por el límite
administrativo entre las provincias de Sevilla y Córdoba, que discurre por los
términos de Alanís, Las Navas de la Concepción, La Puebla de los Infantes y la
parte norte del de Peñaflor. Al igual que ocurre con el límite septentrional, en
este caso se obvian determinadas continuidades territoriales y paisajísticas
que se aprecian en el contacto del área con los terrenos que conforman los
espacios serranos cordobeses de Hornachuelos y sierra Albarrana.
Aunque tradicionalmente, Almadén de la Plata y El Real de la Jara, núcleos situados al noroeste del área entre las cuencas de los ríos Viar y Ribera de Cala, han presentado una vinculación territorial con el Corredor de la Plata, debida en gran parte a las dificultades de conexión con los municipios situados en la margen izquierda del Viar, la inclusión de estos sectores dentro del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla propicia un régimen jurídico de protección y gestión de los recursos naturales compartido con los sectores orientales de la Sierra Morena de Sevilla, lo que ha sido tenido en cuenta para su inclusión en la presente área paisajística.
1.2_Encuadre territorial
El área
paisajística de la Sierra Norte de Sevilla se presenta como un espacio agreste
de media montaña, fuertemente influido desde los inicios del poblamiento por la
difícil accesibilidad y compleja articulación territorial. Se trata de un
territorio de dominante forestal marcado por una mayor estabilidad en sus
dinámicas de cambio que otros sectores de la provincia, donde desde época
calcolítica hasta la actualidad las actividades minera y los aprovechamientos
agroganaderos, las dehesas, han constituidos actividades fundamentales en el
aprovechamiento del territorio. En el siglo XX aparecen en el áreas nuevas
funciones como la de reservorio hidráulico provincial (construcción de
numerosos embalses) o aquellas asociadas a la declaración de espacio natural
protegido por sus importantes valores ambientales y culturales.
El
poblamiento de la Sierra Norte representa un hábitat mayoritariamente
concentrado, de pequeños núcleos rurales, donde las localidades con mayor peso
histórico y poblacional, Constantina y Cazalla, no han logrado establecer una
estructura territorial claramente jerarquizada. El resto de núcleos
poblacionales del área conservan una imagen tradicional y relativamente bien
conservada, a pesar de algunos desarrollos recientes, que responden a lógicas
turístico-residenciales surgidas en las últimas décadas. Así mismo, y repartido
por el conjunto del territorio, existen construcciones tradicionales,
relacionadas con las prácticas agrosilvopastoriles del lugar, como cortijos,
lagares y haciendas, de gran valor patrimonial y paisajístico.
En
conjunto el área presenta una marcada vocación forestal, primando en su modelo productivo
los aprovechamientos extensivos del monte y las oportunidades turísticas y
recreativas que ofrecen los recursos naturales y culturales existentes. La
figura de protección de Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla constata
los valores ambientales, patrimoniales y paisajísticos presentes, que junto con
los espacios protegidos del entorno de Aracena y Hornachuelos han sido
declarados por la UNESCO como Reservas de la Biosfera bajo la denominación de
Dehesas de Sierra Morena.
El Atlas
de los Paisajes de España establece una marcada distinción en el área entre los
paisajes más montuosos, designados como sierras, cerros y valles andaluces,
levantinos y extremeños y los paisajes que reflejan con mayor claridad la
morfología propia de un macizo antiguo arrasado, identificados como
penillanuras y piedemontes.
En el
caso de los primeros, el Atlas distingue dos tipologías básicas, las sierras y
valles de Sierra Morena, que aparece representada en el área por las sierras de
San Miguel, Albarrana y Sierra Alta, y las laderas y valles de Sierra Morena al
Guadalquivir, que coincide con las subcuencas del Rivera de Huelva, el Viar, el
Hueznar y otros arroyos que desaguan en el tramo medio del Guadalquivir.
Por lo
que respecta a las penillanuras, en esta área destaca por su extensión espacial
la de Constantina, definida por una ancha banda de rumbo hercínico que
atraviesa el sector central. De menores dimensiones y en situaciones
periféricas, también están representadas en el área las penillanuras de Santa
Olalla de Cala, Monesterio, Puebla del Maestre y Malcocinado. En el extremo
suroriental del área, se identifican los terrenos campiñeses de la Puebla de
los Infantes y los correspondientes a la Vega sevillana del Guadalquivir.
Dentro
del Mapa de los Paisajes de Andalucía, la mayor parte de la Sierra Norte se
encuadra dentro del área paisajística denominada Serranías de baja montaña,
incluida en la categoría de Serranías, y contiene tres ámbitos paisajísticos:
Sierra Morena Occidental que cubre la mayor parte del área, Bembézar-Bajo
Guadiato, que se extiende por una pequeña franja al este del área y Sierra de
Constantina, situada en una banda central de dirección NO – SE.
En
relación con los tipos paisajísticos a escala subregional y comarcal establecidos en el presente
estudio, esta área de paisaje contiene los siguientes: Colinas y piedemonte con
relieves tabulares, vegas y terrazas de dominante agraria (extremo norte). Relieves
tabulares y colinas con influencia de fenómenos endógenos, con altitudes entre
50 y 200 msnm, pendientes entre 1 y 15 %, sobre calcarenitas, pizarras y
conglomerados, de brezal arbolado, tierra calma y de labor y olivar, en
parcelas medianas y de visibilidad muy baja y baja. Colinas, alineaciones y
macizos montañosos de dominante natural sobre sustratos metamórficos (mitad
septentrional). Colinas, cerros y superficies de erosión, relieves montañosos y
relieves estructurales, con altitudes entre 100 y 400 msnm y pendientes entre
10 y 40 %, sobre pizarras, de breñal arbolado y erial, en parcelas grandes, con
asentamientos difusos, y visibilidad de muy baja a baja. Colinas con altitudes
entre 200 y 400 m y pendientes entre 4 y 20 %, sobre granitos y gabros, de
breñal arbolado, dehesas de encinas con pastos y encinar, en parcelas medianas,
con asentamientos difusos, y visibilidad muy baja-baja.. Relieves tabulares y
colinas, con altitudes entre 50 y 200 msnm y pendientes entre 1-15%, sobre
calcarenitas, de cultivos herbáceos en regadío y olivar, en parcelas medianas,
con asentamientos difusos, y visibilidad de muy baja a media alta. Relieves
montañosos de dominante natural. -. Colinas y relieves montañosos con altitudes entre 400 y
700 msnm y pendientes entre 7 y 40 %, sobre pizarras, de breñal arbolado, en
parcelas medianas y grandes, con asentamientos difusos, y visibilidad muy baja
y baja. Colinas y relieves montañosos con altitudes entre 400 y 700 m y
pendientes entre 7 y 40 %, sobre complejo vulcano-sedimentario, de breñal
arbolado y dehesas de encinas con pasto, en parcelas medianas y grandes, con
asentamientos difusos, y visibilidad muy baja y baja. Colinas y relieves
montañosos con altitudes entre 500 y 700 msnm y pendientes entre 7 y 40 %,
sobre pizarras, de olivar y breñal arbolado, en parcelas pequeñas y medianas,
con asentamientos difusos, y visibilidad muy baja y baja. Vegas y terrazas
agro-intensivas del Guadalquivir y afluentes. Terrazas, vegas y llanuras, con
altitud entre 25 y 100 msnm y pendientes menores a 4 %, sobre arcillas y limos,
de cultivos herbáceos en regadío y cítricos, en parcelas medianas, con
asentamientos aislados, espacios sin edificación, y con visibilidad de baja a
media.
- Territorio serrano de dominante natural que presenta una relativa estabilidad en su paisaje. Destacan sus valores naturales y patrimoniales.
- El
aprovechamiento agrosilvopastoril del bosque mediterráneo genera el paisaje de
dehesa propio del área, ejemplo de uso racional y sostenible del territorio por
parte del ser humano desde tiempos remotos.
- Las
características del relieve, de sierras quebradas, con valles y espacios
alomados, generan cuencas visuales cerradas en las vaguadas y partes bajas, que
contrastan con las amplias vistas de conjunto desde las penillanuras y puntos
culminantes.
- El
desarrollo de la actividad minera, existente prácticamente desde el inicio del
poblamiento estable del área, ha tenido gran influencia en la configuración del
territorio, tanto en el sistema de asentamientos (Cerro del Hierro) como en las
redes de comunicación.
- La
abundancia de cursos de agua y la impermeabilidad de la litología han
convertido al área en un espacio prolijo en infraestructuras hidráulicas.
- La propiedad privada de gran parte del
territorio genera problemas de accesibilidad al paisaje. SEVILLA
2.1_Fundamentos y componentes naturales del paisaje
El
paisaje de la Sierra Norte contrasta nítidamente con el resto de ámbitos
paisajísticos de la provincia debido a su marcada impronta serrana y natural
que, sin embargo, emana de una convivencia respetuosa entre el medio y las
actividades humanas. La particular base física, la componente vegetal principal
de los suelos y unas pautas tradicionales de ocupación y aprovechamiento antrópico
del medio natural, de profundo arraigo histórico, son los elementos
paisajísticos más relevantes de este territorio.
El medio físico como determinante
del paisaje
La
trascendencia de la Sierra Norte como espacio montuoso se deriva, por un lado,
de su franca separación respecto a las tierras bajas y formas horizontales de
la depresión del Guadalquivir y, por otra parte, por la extensión y continuidad
que adquiere el macizo como flanco septentrional a lo largo de todo el valle.
Su relieve, sin embargo, presenta una modesta altitud, consecuencia de su
antigüedad, litología y sometimiento a los procesos erosivos. Estas
circunstancias determinan un relieve compuesto por una sucesión de lomas,
colinas y sierras de formas suaves que se alinean siguiendo las direcciones
predominantes de los plegamientos que dieron origen en su momento al macizo
hercínico.
En
determinados casos, la erosión ha configurado extensas penillanuras de marcada
topografía plana. Sólo ocasionalmente, coincidiendo con roquedos más duros,
persisten resaltes y relieves residuales aislados, como los que integran las
sierras de Hamapega, Urbana, del Viento o Padrona, además de los mayores
desniveles y pendientes de aquellos enclaves donde la incisión fluvial ha sido
más acentuada. Este relieve de la Sierra Norte le confiere al ámbito todos los
atributos y significados que identifican a la montaña media mediterránea. La
acción modeladora de los cursos fluviales es destacada en relación de la
deleznabilidad de los materiales y de los sistemas de fallas locales, lo que ha
generado formas incisivas de fuerte impronta paisajística (cañones, gargantas,
abarrancamientos) así como importantes rupturas en los relieves principales.
La
litología de la Sierra Norte está constituida fundamentalmente por rocas
precámbricas y paleozoicas que experimentaron el empuje de las orogenias
Cadomiense y hercínica, lo que explica la intensa deformación que presentan los
materiales.
Se trata
de pizarras, calizas y areniscas, más frecuentes hacia el norte, y de rocas plutónicas,
predominantes hacia el sur y oeste. Tras el arrasamiento del relieve
primigenio, el zócalo hercínico fue rejuvenecido por la orogenia alpina y por
la acción de los agentes geomorfológicos externos. Se genera así un relieve
estructural de tipo apalachense en el que en el que las unidades morfo-edáficas
presentan una orientación noroeste-sureste, lo que influye en la misma
disposición de la red hídrica e, incluso, de los aprovechamientos humanos. Los
suelos resultantes son poco evolucionados o directamente raquíticos, de
naturaleza ácida, colores pardos, texturas arenosas y escasa fertilidad, en
función de lo cual su vocación es claramente forestal.
El clima
de la Sierra Norte es típicamente mediterráneo, de carácter templado y
semi-continental, si bien está íntimamente ligado a la influencia atlántica
tanto en términos de precipitaciones como de temperaturas. Se trata, por tanto,
de un clima suave en el que las temperaturas medias se sitúan en valores en
torno a 13-15°C y la pluviometría media anual oscila entre 700 y 1.000 mm/año,
si bien el régimen de lluvias es notablemente irregular y presenta marcada
sequía estival de carácter anticiclónico. El carácter escalonado del relieve
contribuye a un gradiente pluviométrico positivo de sur a norte, aunque decreciente
de oeste a este. Asimismo, la altitud favorece una
suavización estival de las temperaturas desde los espacios más meridionales
hasta el segundo escalón serrano, desde el cual la uniformidad es mayor; el
proceso durante el invierno es el inverso.
Catálogos de Paisajes de la Provincia de Sevilla
domingo, 20 de marzo de 2022
Últimos días de la feria de Guaditoca y 14
Última parte
IV Aprobación de la Villa.
En la uilla de Guadalcanal a dies y siete días del mes de Maio suso dicho Phelipe Marroquin escriuano del rey nuestro señor estando juntos e congregados los alcaldes y rregidores y otros oficiales del concejo y rregidores de esta villa en la posada de dicho juez y estando juntos especial y nombradamente el Bachiller Rodrigo Ramos e Antonio Rodriguez paba Alcaldes ordinarios e Juan Mendez de Villal teniente de alferez maior Diego diaz de ortega Alonso de Vastida gonzalo ximenes gomes Antonio de Ortega de la Paua Alonso ramos xptobal hernandez Juan de Ortega Suarez Gonzalo Janes Ramos heruan lopes Perianes Juan Ramos Juan gauilan Diego Ramos de leon Reciuidos Diego chacon maiordomo Pedro Martin de freile alguacil maior que con la maior parte de dicho ayuntamiento de esta villa ley y notifique de Berbo ad Berbum la cedula Real y asiento de su Magestad y cedula Real de aprobacion a todos los dichos oficiales presentes los quales y cada uno por si tomaron en sus manos las dichas cedulas Reales y asiento de esta otra parte y lo vesaron y pusieron sobre su cabeza y dixeron todos juntos y cad auno de por si que la querian cumplir y en su cumpliento acer todo lo que se les ordena y manda por la dicha cedula real y asiento que les ley Berbo ad Berbum según dicho es Y esto dieron por su respuesta y Respondicion a la notificacion de la dicha cedula real e asiento y cumplirlo en todo y por todo como les esta aperceuido y mandado y asi mismo el Vachiller Ramos alcalde ordinario que al presente es de dicha villa e Juan ramos e Juan de ortega Suarez e Diego ramos e alonso ramos Regidores que presentes estauan a la dicha notificación juntamente con diego chacon maiordomo dixeron que se cumpla como tiene respondido como sea por quenta y rriesgo de las personas a cuio pedimento y por cuio poder se gano el dicho asunto y esto respoudieron siendo testigos xptobal garcia montaluo alguacil de esta villa y lo firmaron todos Antonio Rodriguez el Vachiller rodrigo ramos Diego de Ortega christobal Ramos. xptobal Muñoz de freire Antonio de ortega de la Paba Diego Muñoz Gomez. Diego Gonzalez. Rodrigo gutierrez. Juan Ramos Juan de ortega Suarez. Alonso de Bastida. Juan de Mendoza Billalobos. Diego Ramos de leon. Diego Ximeuez. Hernan lopez, Juarez ortega. Alonso Ramos. Diego chacon. Juan Gauilan. Ante mi Phelipe Marroquin.
Real Ejecutoria de Felipe V
Don Felipe por la Gracia de Dios…
Por quanto con el motiuo de la continuacion de la guerra en tantas partes y Provincias de Spaña y de lo que precisaua la defensa de mis Dominios para mantener la Religion, la Liuertad y el honor de la Nacion y solicitar medios para la manutencion u augmento de las tropas Por tres ordenes de veinte y uno de Noviembre del año de mill settecientos y seis, veinte y siete de Junio y tres de Diziembre de mill stecientos y siete resolui valerme por dos años que Cumplieron fin de Junio de mill setecientos y ocho de las Alcaualas Tercios Reales Zientos Millones y demas Rentas derechos y oficios que por qualquier titulo motiuo y razon se hubiesen enagenado y segregado de la Corona asi por mi como por los Reyes mis predecesores en qualquier tiempo y circunstancias que hubiese sido, y mande que en el referidotermino se presentasen en la Junta que determine formar de Ministros de mi maior satisfaccion por su zelo integridad y Literatura por todas las personas interesadas los Priuilegios titulos Despachos, y demas papeles que tubiese cada uno para justificar de la forma en que poseían estas Rentas y Oficios,a din de que en su vista se me consultase por la misma Junta Gubernatiuamente lo que se le ofreciese y pareciese, Y en fuerza de la expresada resolucion se acudio a ella por parte de la villa de Guadalcanal haciendo presentacion de diferentes Instrumentos, en que consta que por scriptura otorgada en esta villa de Madrid a veinte y ocho de Marzo del año de mill quinientos y noventa y dos ante Alonso Peñarroya oficial de la secretaría de Hacienda, consto tenia la referida villa de Guadalcanal (que es de la orden de Santiago) y sus Alcaldes ordinarios la Jurisdiccion Ziuil y Criminal de ella, y de todos sus terminos en primera Instancia, exerciendola conociendo de todas las causas Ziuiles y criminales que en ella y sus terminos se ofrecian sin que Goueruador de Llerena pudiese conocer en este termino, sino solo en grado de apelacion de lo que los Alcaldes sentenciauan, exepto que los Gouernadores del partido pretendian que podian advocarlas en los cinco casos criminales, sobre lo qual los Alcaldes y vecinos de la expresada villa heran molestados, y vsaron y exercieron hasta que por Zedula y nueba orden que se dio en ocho de Febrero de mill y quinientos y sessenta y seis se diuidio la Gouernacion de la villa y Partido de Llerena en ciertas Alcaldias mayores, y esta villa y sus terminos quedaron incluidos en la Gouernacion dandose facultad por la misma Zedula a los Gouernadores y Alcaldes maiores para que pudiesen advocar asi todas las causas Ziuiles y Criminales que les pareciese combenir a la administracion de Justicia y que estubiesen pendientes, y lo mismo los pleitos. De que resultaron muchos incombenientes, con cuio motiuo, y para la pacificacion y buen Gouierno de la misma villa de Guadalcanal, el Rey D. Phelipe segundo la hizo merced de que quedase en el distrito de Llerena según y como estaua sin que el gouernador de ella, su Alcalde mayor, ni otro algun Ministro de Justicia, tubiesen, ni les quedase Jurisdiccion alguna en la expresada villa de Guadalcanal en la primera Instancia y se la bolviese y restituiese la Jurisdiccion Ziuil, y Criminal, mero mixto imperio en esta forma, como antes del expresado año de mill quinientos y sessenta y seis la tenia, Y que los Alcaldes ordinarios conociesen en ella de todas las causas ziuiles y criminales que se ofreciesen en la misma villa su termino y Jurisdiccion, de cualesquier cantidad y calidad y grauedad que fuese sin disminucion alguna, no pudiendo el Gouernador de Llerena entender en este conozimiento, ni de advocarlas asi, por cuia grazia ofrecio seruir esta villa con quatro mill y quinientos mrs por cada vezino de los que en ella su termino y jurisdiccion hubiese conforme la aberiguazion que de ello se hiciese y por la Eleccion de Alcaldes y oficiales que haura de elexir son otros seis mill Ducados, pagando ambas porciones en zinco años y cinco pagas que se hauran de contar desde el dia del otorgamiento de dicha scriptura ; la qual se aprobo por Zedula de veinte y tres de Abril de mill quinientos y nobenta y dos: y por zertificacion de los libros de la Razon consto que conforme a vn tanteo de quenta que se executo en ellos, parecio que la referida villa tenia mill y trescientos y ochenta y cinco vezinos, que a los expresados quatro mill y quinientos mrs. cada vno importo seis quentos seiscientos y treinta y dos mill y quinientos mrs. que juntos con los dos quentos ducientos y cinquenta mill mrs. de los seis mill Ducados de la eleccion de Alcaldes: monto todo lo que la dicha villa deuio pagar por la referida jurisdicciou ocho quentos quatrocientos y ochenta y dos mill y qunientos mrs. los quales se libraron enteramente a distintas personas expresadas por menor en la Zitada Zertificacion, Y que respecto de no constar en auqellos Libros de lo Librado a Asentistas se habria de Informar de los de la Contaduria maior de si se cargaron en las que dieron de sus asientos. Y por otra parte Zertificacion de la misma Contaduria maior de dos de Mayo del año passado de mill setecientos y diez parecio que por la quenta que tenian dada y fenerida Francisco y Pedro Mabuendo de vn assiento ajustado con ellos en veintiocho de Jullio de mill quinientos y nouenta y tres, sobre la prouision de seiscientos y zincuenta mill escudos, Y Ziento veinte y dos mill trescientos y quarenta y ocho Ducados para el Real seruicio, se hicieron cargo de quatrocientos y quarenta y seis mill y quinientos mrs, que recibieron de la villa de Guadalcanal que los deuia de los vn quento doscientos y quarenta y seis mill y quinientos mrs. de la segunda paga de la dicha jurisdiccion , Y que tambien se hacia cargo D. Pedro Mexia de Tobar Thesorero general de quinientos y cinquenta y nueue mill doscientos y nouenta y vn mr.; Y que por lo que tocaua a las demas partidas cumplimiento a lo que deuio pagar la villa, no se podia Informar por no constar en la Contaduria maior, a caussa de estas las mas de ellas en los Li bros que se lleuaron al Archivo de Simancas en el año de mill seiscientos y zinquenta y dos; Y en memorial con que la villa hizo presentacion en nueue de Agosto del año de mill setecientos y nueue de los zitados Instrumentos me suplico fuese seruido declarar hera preseruada esta pertenencia del Decreto de Incorporacion; y por informque hizo D. Pedro de Roquial mi Contador de Resultas y de la referida Junta consto que respecto de hallarse esta villa en posession de la Jurisdiccion ziuil y criminal en primera Instancia hasta que con motiuo de la Zedula de ocho de febrero de mill quinientos y sessenta y seis se la innobo en ella; y haber ofrecido seuir por la gracia de que se la coluiese con quatro mill y quinientos mrs. por cada vecino, y seis mill Ducados por la Eleccion de Alcaldes, y Oficiales, no se ofrecia duda en esta venta pues aunque según reglas de factoria se deuian regular los vecinos a diez y seis mill el millar, cada uno y no a quatro mill y quinientos como se estimaron no hera venta nueua sino restitucion de los mismo que ya hauia tenido, haciendo presente que aunque por las referidas zertificaciones de la Contaduría maior de quentas y libros de la razon de la Real hacienda no justificaua el que la villa hubiese pagado enteramente el importe de esta venta a causa de hauerse estos al Archiuo de simancas el año de mill seiscientos y zincuenta y dos, donde estauan las mas partidas, parecia que de los ocho quentos quatrocientos y ochenta y dos mil y quinientos mrs. que tubo obligacion de pagar satisfizo Vn quento cinco mill setecientos y nouenta y vn y que los siete quentos quatrocientos y setenta y seis mill stecientos y nueue mrs. restantes se libraron a diferentes Asentistas cuias quentas de sus asientos se hallauan tambien en Simancas Y visto todo en la mencionada Junta y dadome quenta de lo que se la ofrecia en Consulta de diez y ocho de Agosto del mismo año passado de mill setecientos y diez Considerando que por haberse inquietado a la Referida Villa la posesion en que se hallaua hizo el servicio de quatro mill y quinientos mrs. por vezinos y seis mill Ducados por la eleccion de oficios, cuia satisfaccion se infiere enteramente de hauerse encontrado vn quento cinco mil setecientos y noventa y vn mrs. librados a francisco y Pedro Maluenda y D. Pedro Mexia de Tobar, y de que para los siete quentos quatrrocientos y setenta y seis mill setecientos y nueue mrs. Cumplimiento de los ochos quentos quatrocientos y ochenta y dos mill y quinientos del importe de todo no es dudable se procurarian extinguir las libranzas que de ellos se hubiesen dado, pue en caso de salir inciertas se hubieran retrozedido a favor de mi Real hacienda y constara en los libros de la razón de ella, donde se halla el incierto ni haber recurrido los interesados a repetir instancia contra esta Villa, Vine en exceptuarla esta pertenencia del Decreto de Incorporacion como lo pedia, y del de valimento respecto de no incluir Rentas Jurisdiccionales, y ser solo el conocimiento de causas en primera Instancia, y nombramiento de oficiales. Y para que mi resolucion se cumpla He tenido por bien de dar la presente Por la qual, apruebo Confirmo, y ratifico los Instrumentos de que queda hecho expresion, Y es mi voluntad se mantenga a la referida villa de Guadalcanal en la posession de la Jurisdiccion Ziuil y Criminal de ella en la forma que la obtiene para el conocimiento de caussas en primera Instancia y eleccion de Alcaldes y oficiales, sin que por mi, no por los Reyes que despues de mi viniesen con ningun pretexto motiuo ni caussa se la inquiete en su justa y antigua propiedad, por declar, como declaro es preseruada del Decreto de Incorporacion y Valimento de lo enagenado de mil Real Corona, y de otras qualesquier ordenes mias que sobre esto hubiere expedido y expidiese porque todas hau de quedar anualadas por lo que a esto toca; Y mando que en casso de hauerse cobrado, o embargado algunas cantidades por razon de esta pertenzia con motiuo del espresado Valimento, se desembarguen y restituian luego a la villa por los Ministros que hubiesen entendido y entiendan en su recobro, para que libre y desembarazadamente goce de esta merced ssegúny como le esta conzedida, Y para que todo se cumpla y tenga la mas firma Validazion mando asi mismo se asiente esta mi Zedula de Confirmacion en los libros de lo Saluado que tienen el Gouernador y los de mi Consejo y Contaduria mayor de Hacienda, y que se tome la Razon por los contadores que la tienen de ella, los de Rentas, el dicho D. Pedro de Roquial, y por D. Bernardo Francisco de Aznar, mi secretario contador de Renta y de la Razon general del Valimento. Fha. En Zaragoza a veinte y quatro de Abril de mill setecientos y onze años.-Yo el Rey.- Yo D. J. de Apaolaza, escriuano del Rey nuestro señor la hize escribir por su mandato.- D. Juan Antonio de Torres.- El Marques de Andia.- D. Pasqual de Villacampo y Pueyo.=
Arch. municip. de Guadalcanal. - Privilegios.
ESTE FOLLETO TERMINOSE DE IMPRIMIR EN SEVILLA, EN LOS TALLERES TIPOGRÁFICOS DE SOBRINO DE IZQUIERDO, EL DÍA 22 DE AGOSTO DE 1922
Nota.- Se ha transcrito y respetado la ortografía del original de 1922
Antonio Muñoz Torrado
Presbítero
domingo, 13 de marzo de 2022
Guadalcanal Siglo XIX
GUADALCANAL 1852/56
Guadalcanal 1854/1855
Ayuntamiento de GuadalcanalArchivo Municipal – Leopoldo Tena Cabezas – RG año 1972
Voy a intentar enumerar algunas cosas que ocurrieron en el Guadalcanal de hace más de 117 años, concretamente en los años 1854-55, que por su curiosidad merecen conocerse, debido a haber buscado estos datos, cogiendo de aquí y de allá lo que pudiera interesar a los habitantes del Guadalcanal de hoy.
Guadalcanal tenía en repetido año 5.506 almas, de las cuales 1.558 eran cabezas de familia. Regían la villa D. Miguel Ramo Lobo, como Alcalde 1º.; D. Leonardo Castelló i Donoso, como Alcalde 2º.; D. Juan Rivero Silvestre, como Regidor 1º.; Don Antonio María de Castilla, como Regidor 2º.; D. José Rivera, Regidor 3º.; D. Antonio Llamazares, como Regido 4º.; D. José Barragán Palacios, Regidor 5º.; D. Francisco Vázquez, Regidor 6º.; D. Nicolás de Gálvez, Regido 7º. ; D. Félix Nogales, Regidor 8º.; D. Lucas de Torres, como Síndico 1º.; D. Antonio Fontán, Síndico 2º.; y D. Enrique Vicente Moreno, como Secretario del Ayuntamiento.
Destaquemos aquellos acontecimientos más importantes ocurridos en aquel año. Fue colocada en el reloj público una campana, que se quitó del campanario del Convento del Espíritu Santo, y cuyo acto tuvo sus más y sus menos, debido a la reclamación interpuesta por un cura ante el Priorato de San Marcos en León, teniendo el Ayuntamiento que obligarse a colocar otra campana en el campanario de dicho convento para sustituir a la que se había trasladado para el reloj público.
También en aquellos días fue trasladada las Casas Capitulares al domicilio de Doña Concepción Barragán.
Fue señalado el cupo de soldados a esta villa, que ascendió a ocho entre los 50 mozos que fueron alistados por la Municipalidad.
También en aquellos días fue trasladada la Cruz existente en el final de la calle Santa Clara al sitio donde aproximadamente se encuentra en la actualidad.
Con motivo de la declaración del cólera morbo en los pueblos limítrofes y al objeto de evitar la aglomeración de personas, fue suspendida la feria de esta localidad.
El Ayuntamiento concedió infinidad de terrenos baldíos para plantación de olivos en diferentes pagos de este término en su mayor parte de la Sierra del Agua y en la Palomilla.
La Municipalidad toma el acuerdo de evitar la residencia fija de las familias forasteras, permitiéndoles solamente que pernoctasen el tiempo necesario para realizar sus negocios, con motivo de la enfermedad del cólera morbo asiático existente en los pueblos limítrofes.
El 4 de Octubre se declara la población invadida del Cólera morbo asiático, dándose orden a los profesores de la ciencia para que cursasen parte diario a la Secretaría del Ayuntamiento de los casos de cólera que ocurran y el número de invadidos y muertos de la villa y la consternación del vecindario se prohíbe el toque de campanas para la administración de sacramentos y funerales y que los cadáveres se depositen en el Cementerio pasadas las tres horas del fallecimiento, pudiendo causarse depósito del mismo en la Ermita del Cristo, siempre que las partes costeasen su conducción.
Fueron adquiridos cien fusiles ingleses de chispa con destino a la Milicia Nacional, constituida aquel año, por la suma de setecientos reales vellón con objeto de tener armada la Milicia para los casos que pudieran ocurrir.
La construcción de la Fuente del Berrocal Chico se debe al Presbítero D. Juan Barragán, que solicitó del Ayuntamiento para el uso de su caso las aguas vertientes de la fuente de La Chica, extramuros del Berrocal Chico, con la condición de recogerlas a su costa en una cañería cerrada y construir una fuente donde pudiesen tomarse las aguas con comodidad en la pared del huerto de su casa. El Ayuntamiento, el día 25 de septiembre, acordó acceder a que el solicitante levantarse una fuente para el uso común en este sitio donde nacen, siendo de su exclusivo aprovechamiento en los meses de verano solamente, pues en los restantes del año pertenecerán al público.
Debido a las circunstancias aflictivas por que se hallaba la población, el Ayuntamiento acordó la construcción de un Cementerio al sitio del Padro de San Francisco. Actuaba de Alcalde en dicho acuerdo del primer Tte. de Alcalde, D. Leonardo Castelló i Donoso, y asistieron a la misma, además de los concejales, los curas párrocos D. Juan Antonio Salvador, D. Mariano Martín de Arriva y D. Gonzalo Canelo Hidalgo, así como los médicos cirujanos D. José Torrico y D. Dionisio Palacios.
Pero el Cementerio tardó bastante tiempo en ser construido debido a las constantes quejas y entorpecimientos que para ello puso D. Leonardo López de Ayala, propietario lindante cercano al sitio designado del Prado de San Francisco, donde tenía una huerta, y a la cual irrogaba perjuicios dicha construcción.
Por fin se celebró la subasta de la obra del día 10 de Diciembre de 1854 debido a que el día 22 de Noviembre anterior había dispuesto el Gobernador Civil se procediese a la inmediata construcción del Cementerio del Prado de San Francisco, desestimado la instancia producido por D. Leandro, en queja de la designación del terreno para dicha obra.
El 2 de Julio de 1855 dirigió escrito al Ayuntamiento el Sr. Cura de la Parroquia de Santa Ana y Arcipreste de esta villa, manifestando “que reconocido el nuevo Cementerio y encontrándolo con las precisas circunstancias de solidez, decencia y seguridad, deberá bendecirse en el día de mañana y horas de las seis de ella, para cuya ceremonia y dar mayor solemnidad a este acto religioso invita a la Municipalidad”.
El 5 de Julio de 1855 del mismo año, el aludido Sr. Cura de la Parroquia de Santa Ana, participaba a la Municipalidad “haber fallecido en su feligresía JOSEFA DE LA CRUZ, pobre de solemnidad, que vivía en la calle del Berrocal Chico y a fin de proceder a lo convenido entre la Municipalidad y el Clero respecto al enterramiento del primero que falleciese después de bendecido el Cementerio. El Ayuntamiento, considerado que el clero de las tres Parroquias de esta villa tienen ofrecido hacer las exequias al cadáver del primero que se entierra en el nuevo Cementerio acompañarlo hasta el mismo sin denegar por ello derechos algunos, acordó, en vista de lo convenido verbalmente asistir como corporación a este acto religioso para darle más solemnidad, relevando a la familia de la mencionada Josefa de la Cruz del pago de los derechos de sepultura.
Como consecuencia de la puesta en marcha del Cementerio el Ayuntamiento tuvo que crear la plaza del peón del Cementerio y aumentar la dotación de otro que ya existía en 90 reales mensuales, “estando obligados los que la desempeñaren, no sólo a la inhumación de los cadáveres, sino también a la conducción de los mismos desde la casa mortuoria hasta el campo Santo, evitando de esta manera el conflicto que pudiera sobrevenir y más en las circunstancias actuales de no haber quien los llevase a causa de la distancia”. Pocos días después, o sea el 17 de junio siguiente, entró a ejercer sus funciones el segundo peón nombrado Francisco González, y el día 28 del mismo mes fueron aprobados los derechos de sepulturas en el nuevo Cementerio de la manera siguiente:
“Por el cadáver de un adulto: Derecho de sepultura diez reales y derechos de los sepultureros diez y seis reales. Por el cadáver de un párvulo: Derechos de sepultura seis reales y de los sepultureros ocho reales.”
Visto el censo de población de 1855 vemos que las profesiones u oficios de los habitantes del Guadalcanal de entonces contrastan con los de hoy. Vean un ejemplo:
Existían 5 abogados; 5 sacerdotes, tres de ellos párrocos; 2 sacristanes, 2 cirujanos, 1 médico, 2 escribanos, 2 farmacéuticos, 4 militares, 3 Maestros Nacionales o Profesores de Letras como se hacían llamar, 32 zapateros, 21 molineros, 28 albañiles, 9 herreros, 2 panaderos, 4 lanceros o pañeros, 4 carpinteros, 16 arrieros, 1 sillero, 2 tintoreros, 5 tejedores, 13 comerciantes, 11 taberneros, 4 jaboneros, 4 sastres, 3 posaderos, 5 mineros, 3 estanqueros, 1 medidor, 8 barberos, 1 jalmero, 1 herrador, 1 de Correos, 1 Romanero, 1 calderero, 1 bonitero, 1 hojaldrero, 34 pastores, 6 chalanes o esquiladores y 4 alguaciles.
El resto hasta la totalidad de la población lo comprendían entre propietarios, labradores, jornaleros, algunos cabreros y porqueros y el resto mujeres dedicadas a sus labores.
Publicados en Revistas de Feria de Guadalcanal