Nuestro
patrimonio monumental 4
Iglesia de Santa Ana |
Sobre la tercera parroquia de la villa,
la de San Sebastián, algunos investigadores señalan que fue fundada por el
maestre don Alonso de Cárdenas en los años ochenta del siglo XV (71). Por otra parte, Hernández Díaz, Sancho
Corbacho y Collantes de Terán, apuntan que la parte más antigua del templo
parece de un momento muy poco avanzado de ese siglo. Por todo ello, Mirón
plantea la posibilidad de que el edificio se erigiese a principio» de dicha
centuria y que la noticia sobre su fundación aluda a su conversión en parroquia
(72). Podemos añadir que los visitadores de
1494 afirmaron que el cuerpo de la iglesia se estaba haciendo de nuevo "de
tres naves con sus arcos de ladrillo, e en el, la capilla principal es de
boueda, e esta por cubrir cierta parte de la dicha Yglesia". La
techumbre se estaba haciendo con madera tosca y cañas, con barro y teja encima.
Entonces en la iglesia no había campanas, salvo una esquila pequeña encima del
arco toral. Sin embargo, en 1509 y 1515, ya se menciona que contaba con dos
campanas en el campanario, además de con un esquilón (73),
A mediados del XVI se acometieron
importantes reformas en este templo pues, además de construirse entonces un
nuevo presbiterio, pasó a tener una única nave sobre arcos transversales (74). Así, en 1549 los visitadores apuntaron
que se estaba cubriendo con una techumbre de madera de castaño y ladrillo y que
era una verdadera obra morisca con sus vigas talladas y racimos dorados (75). Posteriormente, en 1575 señalaron que
tenía una capilla principal, de crucería de cantería, que se había hecho
después de la visita anterior, a la que se accedía por nueve gradas de
ladrillo, y que a sus lados había dos capillas pequeñas de particulares. En el
lado de la epístola una puerta daba a la sacristía, que era pequeña. La iglesia
tenía además otras puertas, de las que se apuntó que una era "de testero, entrando por la cual, a la
mano derecha está la Pila del Bautismo; junto a ella una escalera de ladrillo
por la cual se sube al coro, el cual es de madera, con su antepecho sobre dos
pilares de piedra"; y otra estaba "en
mitad de la iglesia, al mediodía (sur), entrando por la cual hay otra puerta
que sale al hospital de Santiago”. (76)
En 1575 también se abordó la ampliación del templo, cuyo ensanche tenía la
problemática de la falta de espacio, ya que provocaría un estrechamiento
excesivo de la calle contigua. Ello se solucionó abriendo los arcos que
comunicaban la iglesia con el hospital de Santiago y cerrando la puerta de
éste, incorporándola a la iglesia. Años después, en 1600, parece que se estaba
labrando de nuevo en la torre. (77) En el siglo XVIII a la iglesia se le adosó
una nave en el lado izquierdo que ce cubrió con bóveda de cañón y arcos fajones
(78),
Ángulo Iñiguez describió la iglesia de San Sebastián
también como de arcos transversales del tipo de la sierra, señalando que las pilastras,
bastante elevadas, y los capiteles, muy sencillos, parecían ser del siglo XV.
La cubierta era de carpintería de tres paños; y la capilla mayor, de planta
cuadrada, con bóveda de crucería de ejecución "próxima a 1500". El edificio se encontraba, en 1932, en
adecuadas condiciones (79).
Por otra parte, Hernández Díaz y Sancho Corbacho consideraron el edificio como
una "notabilísima" obra mude
jarica y añadieron a lo ya apuntado que el primer tramo está desviado respecto
al eje principal del templo, al igual que la capilla mayor (80).
Destacaron, además, como elemento interesante y propio de la zona, la torre
fachada inconclusa de época renacentista, que Ángulo describió como similar a
la de Santa Ana, pero con columnas renacimiento, que la hacían de muy avanzado
el siglo XVI, y que estaba sin remate (81).
En cuanto a la portada, la fecharon en el siglo XVIH, mientras que una
portadilla lateral existente junto a la misma la calificaron de estilo Isabel (82)
El edificio fue saqueado en 1936,
descubriéndose entonces el arco ojival de ladrillo en el frente norte de la
capilla del Sagrario, perteneciente al núcleo primario de la edificación (83). A mediados del siglo XX fueron demolidas
la torre "y parte de su arquitectura”, convirtiéndose en mercado de
abastos en 1952 (84). Las fachadas están hoy muy
modificadas, apareciendo en ellas una serie de huecos con formas y
disposiciones ajenas a la arquitectura original del edificio, al igual que las
pilastras y las bolas que la rematan. Hoy el edificio sigue siendo un mercado
y, sin entrar en consideraciones sobre lo adecuado de su uso, presenta un buen
estado de conservación.
Pero en Guadalcanal, además de las tres
parroquias citadas, hubo otras iglesias. Una de ellas es la de San Vicente,
ubicada en la misma plaza mayor de la villa. Se trata de un edificio barroco,
del siglo XVIII, con planta de cruz latina, nave cubierta por bóveda de medio
cañón con lunetos y cúpula en el crucero (85).
Al parecer, antes (en 1575) había
sido una ermita (86). Según Salvador Hernández,
el templo actual fue hecho por la Hermandad del Rosario y su construcción se
finalizó en 1739. Tras pasar por diversos avatares en el siglo XIX, se cerró al
culto en 1917, utilizándose a partir de entonces como almacén (87) Posteriormente tuvo varios usos (carpintería, emisora local de radio, almacén
de pasos de Semana Santa,..), hasta 1977, cuando el arzobispado vendió el
edificio. En 1980 los arquitectos José Núñez Castain y Pablo G. de Zúñiga
Caravaca redactaron un proyecto de reutilización de la iglesia corno local para
bar y lugar de reuniones, que se ejecutó en 1981(88)
Actualmente es sede de la Peña Bélica, uso para el que se realizó un proyecto
de adecuación del edificio (89).
Manuel Maldonado apunta que en la visita
de la orden realizada en 1575 figura otra iglesia denominada de la Mina, sita
en el poblado de igual nombre. Era entonces nueva y se había construido para
dar servicio religioso a los trabajadores de la rica mina de plata que se había
descubierto en 1555. Tenía una nave mediana de piedra rajada, y techumbre de
madera de castaño y alfarjías y ladrillos por tabla. A la capilla principal,
que era de crucería de ladrillo, se subía por tres gradas de azulejos. Al
cerrarse la mina, en 1645, la iglesia debió abandonarse, pues hoy no queda nada
de ella (90).
Esta localidad tuvo también numerosas
ermitas, la mayor parte de ellas desaparecidas. Sin embargo, conserva dos muy
significativas, la de San Benito y la de la Virgen de Guadítoca. La de San
Benito es hoy un edificio de una nave, cubierta con bóveda de cañón con
lunetos, con una media naranja en el presbiterio y una cúpula pequeña en el
camarín. Tiene gran parecido con la ermita
de Guadítoca y es mayoritariamente de estilo barroco, aunque conserva
interesantes restos de su primitiva
traza. Cuenta con un porche de ingreso a los pies, que contiene la actual
portada de la ermita (constituida por un arco rebajado sencillamente
enmarcado), y restos de otro en el lado de la epístola. Presenta,
además, dos portadas hoy cegadas; una pequeña con arco apuntado, apreciable en el paramento interior del lado del
evangelio, y otra de mayor tamaño, mudéjar de época tardía, que claramente
se manifiesta en el paramento exterior del lado epístola (91). También se observan en la fábrica unos tondos o
medallones de piedra, que
pueden proceder de las claves de la desaparecida
bóveda gótica. La construcción original ha sido fechada entre
finales del siglo XIII y comienzos del XIV 295.
Situada a media legua
de villa fue visitada en 1494, por 1o que sabemos
que estaba constituida por cuatro arcos de cal y ladrillo, y otro arco menor sito en la capilla del altar. Con dicha información
podemos plantear que posiblemente sería
similar a las iglesias
de arcos transversales de la sierra estudiadas
por Ángulo. También conocemos que
estaba cubierta con madera tosca y de zarzas de mora, barro y teja
y que su suelo estaba enladrillado. La descripción realizada por los visitadores es bastante confusa
y difícil de comprender, pero creemos poder
aclararla. La ermita contaba con dos portales: uno al mediodía, de
ladrillo con arcos, cuyos pilares se
apoyaban sobre un antepecho, y que tenía cubierta de madera (la
visita lo señala como de
entrada); y otro a los pies, con tres pilares que sostenían un muro de
cerramiento superior, sobre el que se apoyaba y terminaba la cubierta del hastial de
la ermita. Sobre el tejado, en un pilar de ladrillo, había una campana mediana. Los visitadores
también apuntaron que a un lado de la iglesia había una casa tan larga como el
cuerpo de la ermita, y que junto al portal de los pilares había un aposentamiento
para los devotos, con un corral en cuyo
fondo se situaba una casa "buena"
donde moraba el ermitaño. Estos
espacios parecen coincidir con restos constructivos existentes hoy en el lado
norte del edificio. Los soportales
que rodeaban a la ermita por el lateral y los pies la singularizan respecto a
otros edificios de la zona y
permiten relacionarla con la estética del mudéjar extremeño, en el que se
localizan este tipo de arquerías En
la misma visita se recogió que la ermita estaba razonablemente reparada y,
también, que el mayordomo de la misma
había comprado un millar de ladrillos para labrar en ella. Varios autores señalan
esta fecha como en la que se empezó a reedificar la capilla mayor.
De hecho, en 1509 los visitadores anotaron
que la ermita estaba "bien rreparada y hecha una capilla que
estaba prinçipiada.
Los textos de la visita efectuada en 1575 añaden que era
"de cantería de piedra rosada",
que tenía dos puertas, una a septentrión y otra
al mediodía, delante de la que había un portal erigido sobre cuatro arcos de
ladrillo. La descripción de la iglesia recoge que su cuerpo era de tres arcos (no de cuatro, por lo que se
puede suponer que el más cercano a la cabecera pasó a formar parte de la misma), y que la capilla principal se cubría entonces con una
bóveda de crucería de ladrillo y tenía delante una reja de madera. En mitad del cuerpo de la ermita había una puerta
por la que se entraba a una pieza larga que la ermita quedó muy alterado con estas obras (92) De los mismos años deben ser la pequeña cúpula del camarín y la edificación adosada en la
cabecera, que ocupaba la zona baja del mismo y que parece haber sido usada como vivienda.
En el
siglo XÍX comenzaría la
decadencia de la ermita, pues casi fue destruida por los franceses y sufrió posteriores incautaciones. Aun así,
también hubo algunos intentos para revitalizar su uso, que se mantendría hasta
entrado el siglo XX (93), La ermita fue saqueada en 1936 (94) posteriormente desacralizada. Finalmente, en 1977 la adquirió Antonio Fontán
Pérez, marqués de Guadalcanal (95) Gracias al interés del propietario por conservar este edificio (ha costeado su restauración) y a las
gestiones realizadas por su sobrino Antonio Fontán Meana, hoy se encuentra
consolidado, aunque sin uso. (96)
NOTAS. -
(71) CORDÓN BERNABÉ, Antonio, "La iglesia de San Sebastián",
Historia de Guadalcanal (1985); HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Salvador, "Apuntes históricos cobre la antigua Iglesia
de San Sebastián de Guadalcanal” Guadalcanal Feria y fiestas (2002), p. 57;
y MIRÓN, Andrés, Historia.... ob.
cii., pp. 58 y 60.
(72) HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio
y COLLANTES DE TERÁN, Francisco, Catalogo
arqueológico... oh. cit., t. IV, pp. 220 y 232; y MIRÓN, Andrés, Historia... ob. cit., p, 60.
(73) PEINADO SANTAELLA, Rafael Gerardo, La Orden... ob. ch., apénd. doc., t,
1II. pp. 800^801 y 952 y t IV p. 1289.
(74) HERNÁNDEZ
GONZÁLEZ, Salvador, "Apuntes
histórico-artísticos...”, ob. cit., p. 58.
(75)
FLORES GUERRERO, Pilar, El arte del
Priorato... ob. cit., vol. I, p. 480.
(76) MALDONADO FERNANDEZ. Manuel, "El clero y...”, ob. cit., pp.
158-J 59. Las capillas particulares, laterales a la capilla principal,
pertenecían, la del lado de la epístola a los Funes y la del fado de evangelio,
a Gonzalo Suarez y herederos.
(77) HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Salvador,
'"Apuntes
histórico-artísticos...", ob. cit,, p. 58; y
PLORES GUERRERO, Pilar, El arte del Priorato, ob. cit., vol. I, pp. 480-482. Esta investigadora apunta
que en la visita de 1600 se recoge la existencia de una capilla de buen tamaño ubicada junto
al arco toral, en el lado del evangelio, mandada hacer por Diego Ramos en su testamento, otorgado en 1573,
(78) FLORES GUERRERO, Pitar, El arte del Priorato... ob. cit., vol. 1, p. 480; y
MORALES, Alfredo José, SANZ, María Jesús. SERRERA,
Juan Miguel y VALDIVIESO, Enrique, Guía artistita...
ob. cit,. p. 390. La guía también señala que la iglesia era
originariamente de una nave, a la que se le adosó otra en el lado izquierdo en eli siglo XVIII.
(79) ÁNGULO ÍÑIGUEZ, Diego, Arquitectura mudéjar... ob. cit,, p. 130. Véase también Edificios de tradición mudéjar... ob- cit., pp. 85-86.
(80) HERNÁNDEZ DÍAZ,
José y SANCHO CORBACHO, Antonio, Edificios religiosos... ob. cit., pp.
126-128; y HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio y COLEANTES DE TERÁN,
Francisco. Catalogo Arqueológico... ob, cit., t. LV, pp. 220-223.
(81) ÁNGULO ÍÑ1GUEZ, Diego, Arquitectura mudéjar... ob.
cit., p. 157.
(82) HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO, Antonio y COLEANTES DE
TERÁN, Francisco, Catalogo Arqueológico... ob. cit., t. IV, p. 223.
(83) RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Rafael, Guadalcanal... ob.
cit., p. 132; MIRÓN, Andrés, Historia...
ob. cit., p. 60; MORALES, Alfredo José, SANZ.
María Jesús, SERRERA, Juan
Miguel y VALDIVIESO, Enrique, Guía artistita... ob. cit., p. 390. La guía recoge aún la torre-tachada, carente de remate, de la que señala que
está muy enmascarada por adiciones posteriores.
(84) HERNÁNDEZ DIAZ, José, SANCHO
CORBACHO, Antonio y COLLANTES DE
TERAN, Francisco, Catalogo Arqueológico... ob. cil,,t. IV, p. 224. Véase también RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Rafael, Guadalcanal...
ob. cit. p.133.
(85) MALDONADO FERNÁNDEZ, Manuel, “EI clero…”, ob. cit,, p. 163. La
ermita se abría al culto
diariamente para el rosario y
para las celebraciones propias del santo titular.
(86) HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Salvador, "La Capilla de San Vicente Ferrer de
Guadalcanal y la antigua Hermandad del
Rosario de la Aurora", Guadalcanal
Feria y fiestas (2000), pp. 17-21. En 1868 fue incautada por la
Junta Revolucionaria. Fue devuelta en 1874. y se restauró y bendijo en
1875. Volvió a ser incautada por el Ayuntamiento en 1876 y nuevamente devuelta al año siguiente.
(87) NÜÑEZ CASTAIN,
José y GARCÍA DE ZÚÑIGA CARAVACA, Pablo, "Reutilización
de la iglesia de San Vicente.
Guadalcanal", Revista Anuario (1982), pp. 58-59. Los
arquitectos apuntan en esta publicación la necesidad de rehabilitación del importante
patrimonio de la localidad, y justifican el uso al que se va a destinar el edificio como la única posibilidad de salvaguardarlo.
(88) El proyecto, presentado al Ayuntamiento,
es de adecuación
de la peña existente a la normativa vigente para la consecución de la licencia de apertura del local,
(89) Véase http://milksci.unizar.es/miner/biblio/labantil.html, documento
consultado en septiembre de 2010; y MALDONADO FERNÁNDEZ, Manuel, "El clero...", ob. cit., p.
160.
(90) HERNÁNDEZ DÍAZ, José, SANCHO CORBACHO,
Antonio y COLEANTES DETERÁN, Francisco, Catalogo Arqueológico... ob. cit., t. IV, p. 226.
(91) RODRÍGUEZ MÁRQUEZ, Rafael, Guadalcanal., ob. cit., p.
139.
(92) HERNÁNDEZ
GONZÁLEZ, Salvador Notas...”, ob. cit., pp. 172-173.
(93)'Ibíd.,
pp. 170-171.
(94) HERNÁNDEZ DÍAZ, José y SANCHO CORBACHO,
Antonio, Edificios religiosos... ob.
cit., p. 131.
(95)
GORDÓN BERNABÉ, Antonio "Ermita
de.," ,ob. cit,
(96) RODRÍGUEZ MÁRQUEZ,
Rafael, Guadalcanal. ob. cit., p, 139- Quisiéramos agradecer a D. José
María Lerdo de Tejada y Pérez de Ayala la ayuda que nos ha prestado para el
estudio de esta intervención.
María Gracia y María del Valle Gómez Terreros
Guardiola